PRESENTACIÓN

Anualmente cuando nos reunimos los antiguos alumnos de Corias, bien sea en grupos minoritarios por promociones en diferentes lugares del Principado y alrededores, o de forma general en el encuentro de Corias a finales de cada mes de septiembre, siempre solíamos comentar al sentir la alegría de juntarnos de nuevo que, era una pena el que hubieran pasado tantos años sin comunicarnos y sin saber unos de otros.

Afortunadamente, en estos tiempos eso está subsanado gracias a los medios informáticos disponibles que tenemos a nuestro alcance. Aprovechando la oportunidad que nos brinda BLOGGER para poder crear un espacio cibernético común, en la nube, donde se pueda participar y expresar los recuerdos que cada uno de nosotros guardamos celosamente de aquellos años, es cuando surge el Blog de los antiguos alumnos de Corias.

Esta elemental presentación lo único que pretende y persigue es reavivar la amistad y la armonía que hemos trabado entre todos nosotros durante los años de convivencia en el Instituto Laboral San Juan Bautista de Corias y, que a pesar del tiempo transcurrido, aún perviven frescas en nuestro recuerdo.

Otro de los objetivos del blog es recordar y compartir las peripecias vividas por aquellos jóvenes que coincidimos bajo las mismas enseñanzas, disciplinas, aulas, comedores, dormitorios, juegos, etc., durante varios años en el convento de Corias y que aún las tenemos muy presentes.

La mejor forma que tenemos para rememorarlo es ir contando en este blog todos los pasajes que cada uno de nosotros recuerde, expresados con la forma y estilo propios de cada uno pero, siempre supeditados a los principios del buen gusto, el respeto y a la correcta educación que nos han inculcado los padres dominicos. El temario en principio aún siendo libre, sí debiéramos procurar en general, que tengan preferencia los temas relacionados con el colegio y su entorno, ya que es el vínculo y denominador común entre todos nosotros.

Como es lógico, cada colaborador es el único responsable de sus opiniones vertidas aquí en el blog; las cuales pueden ser expresadas libremente sin condicionantes ni cortapisa alguna por parte de la dirección; tan solo debemos atenernos todos, a las premisas mencionadas anteriormente del respeto y el buen gusto.

Una vez hecha esta breve presentación, se pide la colaboración y aportación de todos los antiguos alumnos pues, seguro que todos tenemos algo ameno e interesante que contar. Unas veces serán relatos agradables y divertidos, y otras no tanto; pero así es la realidad de la vida.

Al blog le dan vida una serie de antiguos alumnos que colaboran de forma fehaciente y entusiasta con Benjamín Galán que es el bloguero administrador. A este galante caballero el cargo de administrador no le fue asignado por méritos propios, más bien por defecto, de forma automática; simplemente, por ser el titular del blog. Pero podría delegar el cargo en cualquier otro colaborador que así lo deseara.

De antemano, muchas gracias a todos los participantes y colaboradores. Tanto a los antiguos alumnos y profesores que deseen intervenir, como a todos nuestros amigos lectores.

¡A colaborar y a disfrutarlo!

(21 de noviembre de 2009)

B. G. G. (BLOGUERO PRIOR)

miércoles, 24 de abril de 2013

EL MUSEO DE ESCULTURA AL AIRE LIBRE DE OVIEDO


                                                Texto  y fotos:  jrFRANCOS

      Están ahí, como los árboles, las farolas y los edificios formando parte del decorado sin que les prestemos atención. Son un elemento más del paisaje urbano al que, visto tan repetidamente, no damos mayor importancia. Los visitantes, con mayor capacidad de sorpresa, son quienes más las miran, fotografían y se van maravillados al ver que aquí la palabra museo rompe muros y se exhibe en calles y plazas para disfrute del viandante que puede fotografiarse junto a ellas, tocarlas y hasta montarse encima, como sucede con los tres asturcones de la Plaza de la Escandalera, obra  de Manolo Valdés, el pintor y escultor valenciano, que los realizó en 2005 por encargo de Caja Astur para conmemorar su 125 aniversario.

    A mí siempre me gustó la escultura. Desde los torneado que en el taller de carpintería nos mandaba hacer el señor Coque en Corias, que esculturas cilíndricas de alfareros de la madera eran (más alguna que con su permiso uno hacía de por libre, como una parafusa para hilar lana que le regalé a mi madre   o repiones para jugar a la peonza) a las exposiciones que iba a ver cuando estudiante en Oviedo (recuerdo una de Carlos Montaña o Montañola, santanderino, en el patio de la universidad, de figuras monumentales, y a quien por su obra reconocí al ver otra, hace pocos años, en la sala de exposiciones del Banco Herrero y cuya autoría identifiqué sin mirar cartel ni catálogo por el recuerdo que tenía de aquella).

     De hecho, aunque a nivel de expresión plástica terminé en la fotografía (y en la escritura, que a veces puede tener su plasticidad)), si cuando salí de Corias hubiese como ahora Bachiller Artístico, es más que probable que me decantase por la escultura. Siempre se me dio bien la manipulación de la materia tanto en el taller de carpintería como en el de metal o a la hora de hacer marquetería. Si a eso se le pone un poco de imaginación..., pues ya tenemos al escultor. En el cajón tengo un par de bocetos y hasta maquetas de algunas, de tipo monumental, que me gustaría hacer con materiales tan diversos como traviesas de tren, discos de rueda de coche, gruesas cadenas, grandes piedras, arados de vertedera... Conjuntos escultóricos que creo nunca llegaré a hacer porque necesitaría de un ayudante que supiese soldar, manejar la radial, hacer de albañil... y por otra parte uno no puede diversificarse tanto. Más que aprender -que además para mí sería iniciarse en esa disciplina artística- uno está en edad de no olvidar lo que sabe. Ulpiano me lo definía muy bien en cierta ocasión, con respecto a la lectura: "Más que leer cosas nuevas -decía-  tal vez debiera uno releer aquellos libros que le dejaron huella".

     Aquí y ahora, en el otoño de la vida,  sucede como con la mujer con la que te has casado: hay por ahí otras más jóvenes y que están más buenas y son más guapas, pero salvo que la cosa vaya mal -y a veces va- debes centrarte en ella. Si acaso, alguna "cana al aire" de vez en cuando, que traducido al tema que nos ocupa, sería ir a ver exposiciones de otros.

     Con  esa confesión del párrafo anterior, sólo quería explicar un poco que no es casualidad que haya escrito esta entrada. Si mi pasión fuese la arquitectura (que, por cierto, también me gusta, pero sólo me gusta, sin más pretensiones -y me gusta porque no deja de ser una forma de hacer escultura-) tal vez en lugar de hablar de las esculturas de la ciudad de Oviedo hablaría de La Jirafa, de la Catedral, del polémico Edificio de Calatrava en el solar del antiguo estadio Carlos Tartier, etc.  Pero no, voy a hablar -más bien mostrar-  las esculturas al aire libre de Oviedo (más de un centenar), de las que tengo que decir que se podía hacer una clasificación: las de personajes históricos (de la milicia, de la política, de las artes...),   las costumbristas, las de hermanamiento con otras ciudades, las que rememoran hechos acaecidos, etc.  Pero ese no es el fin de esta entrada. Solo pretendo compartir con vosotros las fotografías (un par de ellas, nocturnos, mejorables) y algunos datos de las que fui haciendo aleatoriamente a aquellas que por algún motivo me llamaron en su momento la atención.


"La bailarina", delicada estética de una mujer bailando, en perfecto equilibrio, del escultor Santiago de Santiago, Navaescuriel (Ávila), 2011. Situada en la esquina izquirda del Teatro Campoamor. De este artista, que expuso hace dos años en Oviedo, y al que saludé en una retrospectiva que le hicieron en su localidad natal, hay otras dos esculturas en la ciudad: "Mavi", que representa la figura de una mujer recogida sobre sí misma, ubicada en tiempos en la plaza Longoria Carvajal en 1994 y "Amistad", en la calle Juan XXIII, un año antes, que lleva la siguiente leyenda: "A Oviedo, en recuerdo de Tomás y Cecilia, con ellos conocí la amistad, en ellos conocí el amor".



"La maternidad", popularmente conocida como "la gorda" o "la culona", de Fernando Botero, pintor, escultor y dibujante colombiano, conocido por la volumetría exagerada de sus obras, cargadas de fuerza y sensualidad, que ha dado lugar al termino "boterismo". Situada en la Plaza de la Escandalera.


"Culus Monumentalis" de Eduardo Úrculu, 2001, ubicada en la calle peatonal de La Jirafa, a cuyos pies se halla, como compitiendo en altura con ella y el resto de los edificios. El pueblo, que es llano, a esta escultura la conoce llana y sencillamente por expresivo y bien merecido nombre de "El culo".  Úrculu, nacido en Santurce (Vizcaya), 1938-2003, fue un pintor y escultor muy vinculado a Asturias, pues se afincó en Colunga. Cultivo el "arte pop", siendo uno de sus máximos exponentes. En Langreo existe una pinacoteca con su nombre.


"El regreso de  Williams B. Arrensberg", también de Eduardo Úrculu, 1993, situada en la plaza donde están los Juzgados, a pocos metros de la universidad Se la conoce popularmente como "El hombre de las maletas", y es una de las esculturas que más ensoñación produce, ya que en ella aparece un viajero con su sombrero y gabán, rodeado de maletas -y hasta de un paraguas: ¡estamos en Asturias!-, que incita a pensar en viajes y otros mundos.
En toda la obra de Úrculo y en particular la pictórica, la maleta es como un leimotiv, que aparece en muchas de sus creaciones.


"Busto del general Riego", situado en la Plaza del mismo nombre. Su autoría es de José Antonio NAVA Iglesias, no lleva fecha, pero sí esta leyenda: "Al ilustre general tinetense Rafael del Riego, defensor de la Constitución de 1812. El Ayuntamiento de Oviedo".


En el Campillín, a pocos metros de donde se celebra todos los domingos el mercadillo o rastro, hay una robusta y contundente escultura de granito que conmemora el primer centenario del nacimiento de don Ramón Pérez de Ayala (Oviedo, 1980-Madrid 1962), escritor y periodista. Su autor es  José Antonio NAVA Iglesias, nace en Oviedo, en 1951, ciudad a la que su obra se halla muy ligada. Trabaja el bronce y la piedra, tanto en el lenguaje abstracto como en el clásico.


Escultura de hierro situada en el Campillín, en el lado contrario y casi frente por frente de la dedicada a Ramón Pérez de Ayala. Conmemora el congreso internacional que en 1997 celebró la Asociación Internacional de Periodistas Deportivos o Sport (la AIPS). Fue realizada por Kiko Urrusti, tercera generación de escultores del hierro ovetenses, a quien antecedió su padre Antonio y su abuelo Rafael.
     En ella aparecen entre otros elementos, un aro de aquellos que ayudados de un artilugio rodábamos de niños, un discóbolo, la pluma de escribir y un globo terráqueo y una espiga, entre otros cosas significativas.

PASATIEMPOS – 6


 Razonamiento

           Usted ha podido acceder a las últimas llamadas realizadas desde el móvil de un presunto atracador. Las llamadas fueron realizadas a las 20,03, a las 20,15 y a las 20,31. Estas llamadas fueron a un compañero de trabajo, a su abogado y a su mujer, no necesariamente en este orden.

           Sabiendo que el móvil del compañero acaba en 8, que el número al que ha llamado a las 20,31 acaba en 7 y que llamó a su mujer antes que al abogado, ¿puede decir cuál de las siguientes afirmaciones es correcta?

           A – El atracador llamó al abogado a las 20,31.
           B – El móvil del abogado no acaba en 7.
           C – El compañero fue el último a quien llamó.

Roberto.

Otur – Primavera 2013 

martes, 23 de abril de 2013

VIAJE A JAPON/2


Tras la primera toma de contacto con la ciudad, acompañados de Cis nuestro yerno y el nietín Mateo, estrenamos el tren de cercanías para ir hasta Sengaku-ji, lugar no muy alejado de la zona en que estamos alojados. Allí hay un pequeño templo, famoso por su cementerio donde está la tumba de Asano Takumi y cuarenta y siete samuráis. En el Castillo de Edo, Asano provocado por su enemigo Kira Hozukenosuke trata de asesinarlo pero no lo logró. Capturado y juzgado fue condenado al “Seppuku” (Harakiri), mientras que Kira no fue castigado a pesar de la costumbre de castigar a las dos partes en incidentes similares. Los samuráis que servían a Asano se quedaron sin dueño y  Kira pensó que su vida corría peligro porque éstos buscarían venganza. El jefe de los Ronin (samuráis), Oishi Kuranosuke se dedicó a interpretar el papel de borracho acabado, pero secretamente estaba maquinando su venganza junto al resto de ronis.



Kira relajó su guardia el creer que la decadencia de Oishi iba de mal en peor y creyó que si en dos años no había pasado nada ya no tenia peligro. Ese momento lo aprovechó Oishi que junto a 47 ronin entraron en la mansión de Kira clamando venganza, cortándole la cabeza y llevándola al templo de Sengakuji. Los ronis fueron juzgados y condenados a quitarse la vida aun contando con el apoyo del pueblo que alababa lo que había hecho. Allí están las tumbas de las 47 samuráis sin dueño. Llama la atención los tacos de incienso que los visitantes dejan sobre las tumbas de los samuráis.




También en el parque Yoyogi hay expuesta una colección de barriles de la Borgoña francesa. Al parecer el emperador Meiji, en su afán por modernizar y occidentalizar Japón, comenzó a adoptar costumbres europeas en su propia rutina diaria. Justo enfrente hay otra colección de barriles de Sake.


Después de los dos primeros días con cicerone, iniciamos nuestra aventura en solitario para tomar un Cercanías que nos acerque  hasta el Parque Yoyogi. Para ello hemos de ir hasta la estación de Haraju-ku. Este Parque fue el lugar del primer vuelo a motor de Japón, pilotado el 19 de diciembre de 1910 por el capitán  Yoshitoshi Tokugawa  y después  se convirtió en un terreno de desfiles militares. Fue más tarde utilizado como la principal villa olímpica para los atletas de las Olimpiadas de 1964  como el lugar de natación, saltos de trampolín y baloncesto. Hoy en día es un conocido parque de retiro, especialmente los domingos.
Dentro del Parque se encuentra el Templo Meji-Jingu. En el se celebran ceremonias sintoístas y se puede ver algún monje paseando por las instalaciones.
Justo frente a una de las salidas de la Estación de tren se encuentra Takashita Street calle peatonal llena de restaurantes, cafés y pequeñas tiendas donde puedes comprar cualquier prenda, eso sí falsificada. Es un continuo hormiguero de gente. Como encontrar  un lugar para comer que no fuera el típico japonés estaba un poco complicado, lo más socorrido y cómodo era ir a un MC  Donalds. ¡Lo que hay que hacer para subsistir!
Volvemos por la tarde a nuestra base, para pasar el resto del día en compañía familiar y tener ocasión de cenar una buena carne a la parrilla, con un vino de California nada más que regular en una franquicia americana, mientras los camareros hacían exhibiciones de cómo preparar un cóctel al ritmo de “Bulería, bulería” de Bisbal.



Al día siguiente, de nuevo acompañados por Cis y Mateo, nos vamos hasta Asakusa distante a nueve estaciones de Metro donde nos encontramos el templo de Senso-Ji  que es visitado anualmente por más de 20 millones de personas y es sin duda uno de los puntos de interés turístico más importantes de Tokio. La zona circundante, está repleta de comercios y tiendas donde puedes comparar de todo. Desde  una camiseta o una gorra, pasando por dulces y comida tradicional. Es el templo más antiguo de Tokio, dedicado a la diosa Kannon. Según la leyenda, en el año 628, dos pescadores encontraron una estatua de la diosa en el cercano río Sumida y aunque volvían a poner la estatua en el río, ésta siempre regresaba a ellos.


Como en todos los Templos antes de entrar a orar la gente purifica su cuerpo. Hay una  pila de grandes dimensiones con agua de la que se recoge con unos cacitos, ya que no puede tocarse la que está en ella. Primero se mojan una mano, luego la otra y mas tarde la cara. El agua sobrante la vierten inclinando hacia si el cacito. Luego cogen unas barritas de incienso que depositan un gran incensario para quemarlo allí y recibir buenas “afumadas” antes de subir al Templo. Dicen que si te frotas este humo por las partes que te duelen, serás curado y purificado. Una vez se suben las escaleras del templo, como forma de respeto, se dan dos palmadas y se inclina un poco la cabeza. Esto también suele ir acompañado tirando unas monedas en cofre de madera que hay delante de las escaleras.


Toca comer y hemos de buscar restaurante. La oferta es amplia. Nos decidimos por un italiano que sabes que no fallas porque en todos tienen lo mismo.
Regreso a la base otra vez para preparar el viaje de mañana que nos vamos por un día del Hotel de Tokio.

sábado, 13 de abril de 2013

LA ROSA DE LOS VIENTOS

A propósito de las espléndidas fotos que estos días hemos visto en la prensa sobre el Parador de Corias, con motivo de su próxima inauguración, prevista para el cercano mes de julio, me he fijado preferentemente en la imagen del patio principal. Y en concreto en un detalle que echamos mucho de menos, sobre todo los exalumnos que hemos visitado en los últimos tiempos  el Monasterio de Corias; Samuel y yo ya lo hemos comentado en alguna ocasión y  es que no se haya conservado la rosa de los vientos que existía en el patio del antiguo instituto laboral. Tal como está ahora de bonita y de lujosa esta espléndida explanada,  sería un complemento perfecto como adorno que aún le daría más señorío y nobleza si cabe, a este gran espacio abierto. Supongo que no se habrá conservado por la dificultad que entraña el poder sacar el mosaico completo intacto, sin romperse. De todos modos, si se hubiese puesto empeño en ello, aunque se hubiese roto, hoy sobran medios y técnica como para reproducir a precio razonable una copia exacta a la que había.

La rosa de los vientos es un símbolo decorativo muy importante y significativo  para todos, no solo para la gente de la mar; para los de tierra adentro también. Yo recuerdo de niño en la escuela de mi pueblo que, a falta de una rosa tan bonita como la que había en el patio del colegio de Corias, el señor maestro durante el recreo, en pleno camino vecinal que era el patio de juegos que teníamos, trazaba en el suelo ayudado por un palo, dos ejes perpendiculares entre sí, orientados como es debido para que uno de ellos marcara la dirección: Norte–Sur y el otro la: Este–Oeste. Para enseñarnos a orientarnos cuando estuviéramos en el campo y en un lugar desconocido al aire libre, nos decía que para ello solamente bastaba con que fuésemos un poco observadores y supiésemos de antemano por dónde salía el sol.  Pues, simplemente con esta premisa, ya teníamos el problema más que resuelto.

En su ilustrativa y sencilla lección lo primero que hacía era colocar a un  alumno de pie, con los pies juntos y  apoyados sobre la intersección de esas dos rayas trazadas de forma  ortogonal  entre sí  y con los brazos extendidos en cruz  hasta alcanzar la horizontal. Teniendo la  mano derecha apuntando hacia donde salía el sol ya estaba todo resuelto pues, esta mano nos marcaba el Este, la mano izquierda el Oeste,  al frente teníamos el Norte y a nuestra espalda el Sur. A mí nunca jamás se me ha olvidado esta sencilla, práctica y útil lección. Y puedo decir que a lo largo de la vida laboral,  tengo enseñado a más de uno y a más de dos,  siempre personas universitarias de cierto rango,  a situarse en el campo para saber hacia donde tenían  el Norte. Y lo hacía simplemente,  mostrándoles esta misma enseñanza que yo aprendí en la escuela de Posada de Rengos en los años cincuenta, sobre una rosa de los vientos, casi virtual,  consistente en dos rayas perpendiculares arañadas en la tierra  con un palo. Si en aquellos tiempos hubiéramos tenido una rosa como el mosaico que había en Corias, estoy por asegurar que, la mayoría de aquellos alumnos hubiéramos podido llegar a ser verdaderos continuadores de  Raimundo Lulio que es a quien se le atribuye la invención de la rosa de los vientos, contando con la interesante referencia básica de Plinio el viejo.

En cuanto a la forma de orientarse en el campo, sobre todo para saber hacia donde apunta el Norte cuando estamos en lugares desconocidos, tenemos múltiples referencias en la naturaleza para saberlo: de noche, por las estrellas y de día por la vegetación y las zonas umbrías, entre otros muchos signos naturales que están a nuestro alcance; no obstante,  el método de mi maestro nunca está de más saberlo, porque aparte de ser útil, resulta fácil de comprender y de recordar;  pero si tenemos la suerte de poder contar con una rosa de los vientos a nuestros pies, seguro que todo resulta más lúdico y atractivo.

B. G. G. bloguero “Prior”

viernes, 12 de abril de 2013

VIAJE A JAPÓN/1

 Por fin llegó el día de la partida hacia el País del Sol Naciente.

La salida desde Madrid estaba prevista para el lunes 25 de marzo a las 13:10,  con lo cual el primer vuelo desde Asturias a Madrid no daba tiempo,  a realizar los trámites necesarios con la holgura suficiente, sobre todo si pudiera haber algún problema con la niebla y por tanto decidimos ir a dormir a un hotel de los muchos que hay en el pueblo de Barajas, que además te recoge en el aeropuerto y te lleva cuando tengas que tomar un vuelo, con lo que te ahorras tiempo y ganas en comodidad.

A la hora de facturar y recoger la tarjeta de embarque llega el primer contratiempo, que se solucionó sin muchos problemas. Teníamos asientos asignados para el vuelo, tanto de Madrid-Ámsterdam como de la ciudad holandesa a la capital nipona, pero la azafata que nos atendió nos dice que el avión va completo y que nos asignaron otros asientos, posiblemente por haber puesto otro avión mas grande, como así fue al final, pero que una vez dentro del mismo le comentáramos a la azafata el problema y que seguro nos los solucionaría como así ocurrió. Tras 11 horas y media de vuelo, (para nosotros eran las 3 de la madrugada pero la hora local ya anunciaba casi las 12 del mediodía) tomamos tierra en el Aeropuerto de Narita, y tras pasar todos los controles de inmigración, recogida de maletas, etc., en la salida nos esperaba nuestro yerno con Mateo el nietín al que ya teníamos ganas de abrazar.

A partir de ahí comienza realmente nuestra visita a Japón.

Primero nos fuimos a la expedición de billetes para comprar el viaje de ida y vuelta en el “Narita Express” y la correspondiente  reserva de asientos hacia la capital y la compra de una tarjeta monedero que nos servirá para la utilización de los trenes de cercanías y Metro de Tokio. Espera en el andén donde tienen señalizado donde va a parar exactamente cada vagón, lo que facilita mucho el acceso a tu asiento. Tras una hora de viaje (luego aquí nos quejamos de que el aeropuerto está lejos), llegamos a la estación de Shinagawa, uno de los llamados 23 barrios especiales de la Ciudad de Tokio, conde teníamos reservado el Hotel para los primeros cuatro días. Pese a que ya habíamos comprado en España antes de viajar un Bono para turistas para los trenes de la Japan Rail, no lo activamos porque al tener solo 7 días de duración preferíamos dejarlo para cuando fuéramos a viajar a Kyoto y para los trenes rápidos tipo Bala.

El hotel aparentemente austero por fuera, pero que una vez dentro cambia totalmente. Habitaciones confortables aunque no muy grandes que parece ser la tónica general en Japón salvo excepciones. Nos llama poderosamente la atención el baño donde la taza del inodoro está dotada de un sistema que sirva como bidet y que tiene un botón que te proyecta un chorrito de agua a temperatura regulada de calor en ese sitio. Tiene un gran jardín en la parte posterior y los cerezos que no pueden faltar por ninguna parte, ya están totalmente en plena floración. Está dentro de una zona junto a otros tres hoteles de la misma cadena donde hay hasta un templo budista.
Esa misma tarde primer contacto con la Ciudad, donde podemos apreciar ya algunas costumbres. Se circula por la izquierda tanto los vehículos como los peatones cuando van por las estrechas aceras. Hasta para eso son ordenados. Las salidas de las estaciones cada vez que un tren llega, que eso sucede cada dos o tres minutos, tal parece como cuando los ganaderos de Kansas, Colorado, Montana, Wyoming  o Dakota llegan  a la Ciudad  de Abilene para embarcar sus reses. Todos van en la misma dirección, caminado por el centro de los pasillos dejando los laterales para los que puedan ir en sentido contrario. 

                                                            Itinerario



   






Alfredo Fernández

jueves, 11 de abril de 2013

LIBRO: “Jubilación año I” en PAPEL o descargar EBOOK (SALUDOS) RUTA LOS CALLOS



.........
---- Ángel,… Ángel,… ANGEL,… Na, estos móviles son una mierda era mejor con les señales de humo de antes. Mira Belén, pa mí que tamos perdios. Llama tú a Tere

---- Luis, ¿no tien aire acondicionao esti coche?, ¿Cómo se pondrá?. Ye pa que aguanten los callos.
---- Eso dijo el paisanu que nos lu vendió pero ahora nun pueo parame. Abre la ventanilla y saca la pota al fresco, veo pol retrovisor que Jose y Maribel lleven la sidra colgando de la ventanilla. Llama a Tere porfa.

---- Piiii,… piiii,… piiii …
---- Salta el contestador: “Marque un 1 si quier hablar con Ángel”, “marque un 2 si quier hablar con Tere”, “espere si no quier hablar con ninguno de los dos ”….

---- Si,… si,…. diga…
---- ¿Tere?
---- No, soy Ángel, Tere salió a buscabos. Ya marcho a las 9 de la mañana.
----Hola Ángel, soy Belén. jolin chico, pues tuvo tiempo de llegar a Gijón y no la vimos…
---- Ya. pararía a echar una parrafadina con alguna de la aldea.
---- Cagunros, parrafadita nó, tará leyendo-i el Quijote
……….
COMPLETO EN EL LIBRO “Jubilación año I” en PAPEL o EBOOK

martes, 9 de abril de 2013

PICAXU, U CANAU

El tiempu ta cumu xo rapaces, lu mesmu que lus milandrinus que nus gubiernan. Aiquí nu pueblu, miánicas nun parou de chover en tou l’hibiernu,  ende xineiru, cumu poucu. Cumu siga asina muitu tiempu más, va salí-nus hasta mofu entre las dedas de lus pias. Güei, asumou pul rebutsal algu el fucicu tsourienzu pu la mañena, pero un pouquinín solu. Baixan lus rigueirus que nun tses cueche l’augua. Faía muitus anus que nun chuvía tantu. Asina nun paran de caer fanas. Nun acabá-mus de tsimpiar una, cuandu pu la nueite escapau esguila outra. Este anu, lu que ía xeladas, vinie-nun poucas, peru la humedá va chegá-nus a las rudichas. Algunus tamus aviaus cuna riúma.

You toi aiquí anialau nu escanu, arrudeirau pu la tsariega de tal xeitu que nun baxu nada pu la Vitsa. Na más baxei el sábadu de Ramus cumu vus dixe loutra vez, que quiría comprar unus gurinus de cría ya na más. Pa colmu de males tampoucu ta aiquí la Rulindes.  Tamus tous asperandu a que tsegue de Madrí que  fai más dun mes que xebrou pa uperá-se de la napia. Etsa, nun paraba de farfutsar a cada poucu, que nun tse gustaba muitu cumu la  tinía. Dicía que  la tinía cumu la curuxa, cun forma de gabitu; cumu si fora un cambeiru pa tsevar culgadas  las truitas pul ríu. Peru nun yera virdá. Etsa, tiner tinía un bon picaxón,  esu sí, peru quedaba-tse muitu bien. A min gustaba-me asina cumu la tinía, anque paeciera la dun picatueru.

Esta rapazaca siendu nena, cayiu del picu l’ascalera l’horriu abaixu ya esfucinouse toda, a raíz d’aquetsu  quedou-tse un poucu turcida, peru nun yera cumu pa tiner que uperá-la. La cousa ía questas  rapazacas d’agora  tan tsoucas d’afeitu, nun saben ni lu que quieren. Loutru día entruguei-tse a Dulores, la sua tía, pur etsa, ya dixu-me que taba bien pero que tardaría tuvía unus cuantus días en vinir pa casa  purque  tinía’l caretsón hinchau cumu si se tse pousara encima un enxame de abechas, tou vindau  ya esfigurau cumu si fora un espanta páxarus. Riniegu lus demonios, que ganas tien la xente de puné-se a murrer sin nicesidá alguna. You tengu muitus prublemas nus cadriles que sigún lus médicus quitábanse-me tous cun ciruxía, peru you, anque fora estu el mexor rumediu,  quia, nun lu agüecharán etsus pur muitus anus que vivan. Nun deixu you que me escarnicen esus matachines pur nada del mundu;  nin que me rigalaran el Palaciu de Santulaya chenu de tsinguanizas,  xamones, choscus, andochas, tsacones, butiechus ya murcietsas. Tou xuntu. El casu ía que you, ya toi en vilu pur agüechá-tse el carechón duna ve a esta tsangurdia de Rulindes pa ver cumu se lu deixá-nun. Lulu, un vicín nuesu,  di que la sua mucher tien la napia ancha ya aplastada  cumu si fora un canau de miter la piedra d’afilar la gadaña, peru que etsa  ta conforme asina, cumu la parienun, ya fae muitu bien. Anda, que la Rulindes cumu nun tse quede al sou gustu, ta apañada. Va tiner que tsevar el  pañulón  atau abaixu toul día, cumu las viechas del tsugar.

Loutru día dixu un rapaz aíquí  nu  Blog que Jasusín nun apaecía pur aiquí purque taría  semandu las patacas, ya nun iba muitu escaminau non. Lu pior de tou ía que nun pudemus, pois  ta la currada toda nun tsamazu puru. Si mité-mus  atsí l’aladru quédanos entotsau de tal xeitu que nun lu sacá-mus hasta San Xuan. Loutru día tuve amerandu pa las patacas  de semar que tengu-las na budega mitidas nun caxón de madera pa que nun gritsen ya tan todas cunus gritsus d’acuarta. Cuandu chegue’l mumentu de curtá-las en cachelus pa mité-las na tierra nun sei si valdrán. Cumu tarde muitu en fae-lu, valdrá-me más echá-las a lus gurinus ya subir unas nuevas del  Maju de Cangas. Aiquí nu pueblu tamus tous cunas ganas de ver a la Rulindes cuna napia uperada. Nun sei que tal tse quedará purque paeme que debiu faese-lu un midicuchu desus mediu clandestinus. Etsa foi ricumendada pur aciu duna prima detsa, que tsieva muitu tiempu pu lus  Madriles. Ya vus cuntarei noutru mumentu cumu la deixa-nun. Agora deixu-vus, purque voi agüechar a la bodega si crecienun muitu lus gritsus de la patacas de semar. Ya cun esu alón, tsounón.

“Jesusín”, el pelgar

domingo, 7 de abril de 2013

EL FRAILE MISTERIOSO

Nuestro dominico de hoy nace en el año 1.559. Brillante teólogo y de memoria prodigiosa. Fue inquisidor, participando en un importante proceso entre el 16 y el 23 de febrero de 1.616. Profesor de teología en Valladolid. Se piensa que falleció en el año 1.629, fueron cinco hermanos-.
                      ¿De quién se trata?


Miguel Ángel Vázquez

viernes, 5 de abril de 2013

RECETAS: 05-04-2013

                                             HUEVOS RELLENOS
Cocemos 12 huevos, partimos a la mitad y sacamos la yema. Con la yema, salsa de tomate y bonito preparamos una pasta con la que rellenamos el huevo con harina y huevo rebozamos la parte del relleno y freímos ligeramente. Colocamos en una fuente para el horno. Preparamos una besamel, con aceite o mantequilla (o ambas cosas) una cucharada de harina y vamos añadiéndole leche poco a poco hasta conseguir la besamel  a nuestro gusto. Cubrimos los huevos con la besamel y añadimos por encima queso de  hornear, metemos al horno durante cinco minutos y servimos ¡BUEN PROVECHO!
                                                                 
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                              ANGULAS DE LA RÍA DE TURÓN
Nos hacemos con unos fideos muy finos, partimos en trozos de siete u ocho centímetros, colocamos en una tartera con agua, sal y un chorro de vino blanco    y cocemos, los reservamos una vez bien escurridos. En cazuela de barro ponemos un poquito de aceite, ajo picado. Cuando el ajo comience a dorarse añadir los fideos, revolver durante unos segundos, retirar y cubrir con un plato. Servir ¡BUEN PROVECHO!

Miguel Ángel Vázquez

ARMANDO


Apareció por el pueblo al final de la Guerra Civil. Decía llamarse Armando. Así, sin más. Sin apellidos. Su procedencia era desconocida ya que él decía haber nacido en Nava y ser natural de Cabañaquinta. Al cabo, poco importaba. Y no le iba mal. En tiempos de tanta miseria. Pero en el pueblo no se tiraba nada sin cuidarse de pensar que Armando necesitaba de todo. El mayor misterio era su tontuna, ya que sus facultades no la delataban. Alguien sugirió, quizás, sería provocada por una meningitis. Y él mal que bien, iba tirando. Raro era el día que no hacía, al menos, una comida caliente, por lo demás toda ropa vieja le venía bien. Dormía en una cabaña de suelo arcilloso que pronto le daba a sus ropas la consistencia de una tabla. Recién muerto Marriundiu, el tonto oficial del pueblo, Armando con rápidos reflejos se percató de que el puesto quedaba libre y se adjudicó la plaza. Sabido es que, todo pueblo necesita un tonto oficial. ¿Por qué? Eso es un misterio. Quizás la presencia de un tonto descarga a los demás de la eventualidad de que el colectivo te elija a ti. Con el tonto oficial se da un subidón de autoestima en la estima colectiva.
Tenía tres debilidades, no vamos a llamarles vicios. Una era manejar el teléfono que en las estaciones intercomunica unas con otras. Otra eran los velatorios. La tercera el matasellos de Correos. Comencemos con los velatorios. Se calcula que durante su larga vida en el pueblo contando algunas parroquias adyacentes, habría asistido a cerca de 3.000 actos de este tipo. Como en aquella época todas las defunciones eran a domicilio no había los actuales tanatorios. Al muerto se le tenía en casa, las 24 horas preceptivas, siempre una noche incluida. Así que cuando ya tarde terminaba el desfile de condolientes habituales en estos casos, se quedaban solamente cinco o seis hombres toda la noche en la sala contigua a la del difunto.
Cuando en la vecina aldea de X murió Genaro el de Justa, allí desfiló el pueblo hasta casi entrada la noche. Cuando por fin quedaron solos, se retiraban también los familiares y empezó el turno de velatorio acostumbrado, cinco o seis paisanos…y Armando. Ignoro por qué  este ritual estaba reservado a los varones. Como todos los ritos funerarios son un arcano para los mortales. Como es un misterio, qué extraño instinto impelía a los jóvenes a ser más “retozones” cuando hay un muerto en la aldea. Un difunto siempre dispara los retozos en cualquier rincón del pueblo amparado por la oscuridad.
Una de las costumbres de aquellos protocolos funerarios era que los integrantes del velatorio combatieran el tedio y el sueño a base de cafetinos, copinas de anís y algún tipo de repostería local. Hay quien opina,  el mal pensar siempre ha tenido adeptos, que la afición  de Armando a los velatorios era motivada por semejante festín. Malas lenguas nunca faltan. En el caso de Genaro el velatorio arrancó con normalidad y respeto. Las copinas iban cayendo y así hubo un precalentamiento que fue el paso del silencio a la sonrisa, de esta a las risas entrecortadas y de estas a las carcajadas cercanas a la juerga. A eso de las tres de la madrugada ya las carcajadas terminaron por despertar a los deudos del difunto.  Cuando se abrió la puerta de la sala y apareció un familiar visiblemente enojado presenció el siguiente espectáculo uno de los veladores había apostado que: daba la vuelta a la mesa haciendo el pino. Y en ello estaba jaleado por los demás. El alcohol es mal remedio para mantener la seriedad. El familiar paseó la vista por el grupo y detectó al conífero y a Armando. Ya tenía la solución, el chivo expiatorio, la parte floja de la cuerda. Con voz tonante y señalando a la puerta clamó “Armando fuera de aquí”. Armando no daba crédito a lo que oía. Era su velatorio 2.173 al que asistía, nadie le había expulsado violentamente y sin explicaciones. Dudó. No le entraba en la cabeza la literalidad de la orden. Pero el de la casa apremió “Fuera de aquí, Armando”. No había opción. Se levantó y atravesando la sala sin comprender nada, se dirigió a la puerta. Allí se detuvo, al lado del familiar y dirigiéndose a este dejó las cosas claras “¡¡Pues nun tais poco tontos con esti difuntu!!” Y se fue.
El insensato familiar del difunto ignoraba que precisamente eso, tratarle así, era lo que Armando no le toleraba a nadie. Su sentido de la dignidad personal era hipersensible. A tal grado llevaba su autoestima que prefería no comer en tres días si le invitabas con estas palabras faltonas “Armando, pasa y come algo que tarás muertu fame”. Se encendía en ira, te llamaba “Hijo de no sé qué” y se iba hambriento pero con la dignidad a salvo.
Cuando el hambre le apretaba duro se presentaba en una de las muchas casas, donde sabía que era bien recibido y como creía necesitar una razón, justificaba su presencia transmitiendo algún recado de parte de alguien. Poco importaba la veracidad del tema. Quedaba ya a la intuición de los de la casa hacerse cargo de que tenía mucho hambre y entonces, con suma delicadeza se le invitaba a pasar y comer algo. El falso recado no generaba mayores problemas. Se presentó en mi casa un día por la noche a decirme  de parte del Sr. Cura que debía estar al día siguiente a las ocho de la mañana en la iglesia de X. Piqué como un pardillo, al día siguiente me presenté en la iglesia (son como dos kilómetros) a la hora convenida. No había cura, ni funeral, ni difunto. Nada. Simplemente que Armando tenía hambre y quería dejar a salvo su dignidad.
Os contaré ahora, los problemas con el teléfono de la estación. La estación dista medio kilómetro del pueblo. Este hecho facilitaba que Armando,  a quien alguien proporcionó un carretillo, se estableciese como autónomo transportista. El acarretaba lo que fuera, de un sitio a otro del pueblo. Tanto tiempo merodeando por la estación hizo que se fuera involucrando en la vida ferroviaria, que ya no sabía vivir sin ser por y para la estación. Llegó un momento en que no pudiendo resistir más empezó a meter baza en los asuntos estrictamente técnicos. Le resultaba especialmente hechizante lo del teléfono que usaban para comunicarse con las estaciones próximas. Este se convirtió para él, en una obsesión, El lenguaje críptico que utilizaba a grandes voces le parecía fascinante. Llegó un momento en el que el factor de turno por pura benevolencia, le permitía al pobre Armando llamar a la estación de Fierros y dar la orden perentoria de que dejaran vía libre al tren 342 a las 17:21 camino de Pajares. Eso le relajaba muchísimo. Se sentía realizado y feliz. Era tal su grado de implicación con la Renfe que empezó a viajar sin billete en los desplazamientos que hacía, muy cortos la verdad. El no se alejaba de Campomanes más allá de dos estaciones. El caso es que un aciago día hacía el servicio un revisor nuevo que no conocía a Armando. “Billete por favor, señores”, cada uno mostró su título de viaje a excepción de Armando, el revisor muy educadamente, le requirió “Su billete, Señor”. Armando no daba crédito “¿Billete él?” su dignidad afloró en forma un tanto brusca y se enfrentó al agente “Billete ¿yo? PERO ¿TU NUN SABES QUIEN SOY YO? Mazcayu ¿Tu qué quies un duru? Muertu fame. Pues toma un duru” y le ofreció una moneda. El revisor indignado avisó a la pareja de la Guardia Civil que en aquella época viajaba en todos los convoyes de viajeros. Allá fueron los guardias, dispuestos a sacarle a semejante sinvergüenza el billete, por las malas. Y van y se encuentran con Armando. Les costó trabajo convencer al revisor de lo excepcional del caso. Vamos, que lo olvidase, que Armando no usaba billete.
La cosa se agravó un tanto cuando un día recibió por correo un sobre procedente de Madrid, dirigido a Armando “Campomanes Asturias”. Dentro había un documento con una literatura con alto corte administrativo, se le nombraba al tal Armando, jefe de los servicios postales y ferroviarios de Campomanes. Enterado del contenido que alguien le leyó, su primera providencia fue presentarse en la Cartería a tomar posesión del local, el cargo y sobre todo del matasellos, artilugio que él ansiaba pues lo veía como símbolo de algún extraño poder. Eso de que tú enviaras una carta a José Fernández García, uno de los 1.347 de ese nombre que había en Argentina  y que esa carta llegara a su destino debido al golpe del matasellos del cartero de Campomanes era algo mágico. El problema es que Lin el Cartero se negó tozudamente a entregar el local, la llave, matasellos etc a Armando, que acudió a la Guardia Civil, documento en mano para exigir justicia.
Yo ya vivía en Madrid cuando me enteré de su fallecimiento y me quedó la impresión de que Campomanes ya nunca sería lo mismo sin Armando.
Siempre me acuerdo de él por San Lorenzo, allá por el 10 de Agosto, cuando las estrellas fugaces organizan esa deliciosa zarabanda que parece que se han desquiciado en el firmamento. Yo siempre pienso que quizás en esa noche le han dejado a Armando los mandos de los movimientos astrales.
Tengo que enterarme de su dirección exacta en el cielo para mandarle un matasellos y un montón de sobres para que desahogue en ellos su frustrada  vocación de ser jefe de algo.
Cuando hace dos años murió mi entrañable amigo Antón de un cáncer cerebral pasé a verle un día. Conservaba lucidez de su realidad, sabía que le quedaba poco, muy poco de vida. Así que como las cosas estaban claras, le dije que tenía que pedirle un favor. Dime, Pepe. Verás, Antón tenía un buen amigo que tú conociste, Armando.
Si hombre, ya murió ¿no?
Sí, murió hará un par de años.
Quiero que le busques en el cielo y le digas unas cosas de mi parte.
¿Me entiendes?
Sí, Pepín, si te entiendo.
Verás, dile que no añore lo que dejó aquí que las cosas que más quería ya no existen. La estación. No hay ni un solo ferroviario allí. Ni para casi ningún tren. Está desierta y abandonada. La oficina de Correos, dile que ya no hay cartas, ni matasellos, todo ahora es correo electrónico y sms. Bueno esto último no se lo digas porque no lo entendería. Los velatorios. No se lo va a creer pero cuéntale qué es eso de los tanatorios que vas a ver al difunto y allí no hay vela nocturna, ni copinas, ni suspiros caseros ni chistes, nadie se ríe. A las diez cierran aquello. Dile que los chavales jóvenes no tienen trabajo de nada, que ninguno tiene los arrestos como él para instalarse de autónomo del transporte, con un carretillo. Dile que cerró el bar de Joselín. Que ahora se llama Pub y de nombre The Mad Cat, dile que ya nadie anda de madreñas, dile que aquel jefe de la estación a quien el tanto envidiaba, temía y que era un comedor patológico, ya murió y dio de comer a unas decenas de miles de blancos y gordos gusanos. Dile que ya nadie canta en chigres y que fuman  una cosa asquerosa llamada Chesterfield en vez de picadura de negro. En fin, dile que no venga por aquí porque se iba a llevar una desilusión que lo mataría, cuéntale también que aquel cura serio, adusto que él conoció fue sustituido por uno llamado Toño (sin el Don delante) que a diario juega la partida de tute con los paisanos. Dile…dile lo que quieras porque ahora que está tan ricamente instalado en su cabaña en el cielo no creo que le apetezca volver. ¿Acordaraste Antón?
Acordareme Pepín.
Y luego, si haces por ver a mi madre, y dile que ya pronto nos veremos. Que justo ahora la echo más en falta que nunca. Tengo ansia de apoyar mi cabeza en su regazo y oírle decir “Hijín mío, hijo de mi corazón” como en las veladas nocturnas cuando era niño, cabe el fuego susurrante. Dile que deseo tanto verla,… que este mundo ya no es para mí. Que mi alma, está sola, triste. Que, si Dios quiere,  pronto nos juntaremos. Dile que tengo unos cuantos amigos que me ayudan a soportar los días: Alfredo, Nava, Fresno, Chuso, Rufinín, el Conde de Sotiecho, Moisés, Juanín y varios más. Que ya no me queda más que su amistad, que ya nada me alegra el corazón como no sea una comida en su compañía y ver a Samuel y a Emma, tus bisnietos. Dile… Antón ¿Me estás escuchando?
Sí, Pepín, te escucho, yo también te espero allá en el cielo.
Adiós Pepín.
PS: Desde la emisora de Lena, donde seis chavales y yo entretenemos a los habitantes de este concejo he reclamado de forma reiterada que se dedique una calle a Armando. La carretera que va del pueblo a la estación: Avenida Armando.
Sería un acto póstumo de reconocimiento a uno de los vecinos más entrañables, queridos y merecedores de recuerdo que ha tenido este pueblo. Por supuesto uno de los vecinos más serviciales, cariñosos, inocentes, divertidos que contribuyó a que mi pueblo fuera más feliz. ¿Se puede decir esto de algún concejal o algún preboste de tres al cuarto?

Pepe Morán Fernández. Dominico-ex. 

jueves, 4 de abril de 2013

Gion-Geishas

Como homenaje a Víctor Gión, Alfredo nos envía estas fotos del distrito donde están las geishas que, casualmente,  lleva el mismo nombre que el apellido de nuestro amigo Víctor.

La Wikipedia refiriéndose a Gion comienza su artículo con este párrafo: “Gion (祇園 o 祇をん) es un distrito de KiotoJapón, originado en tiempos equivalentes a la Edad Mediaeuropea. Este lugar está ubicado frente al Santuario Yasaka y es mundialmente famoso por la existencia centenaria de las geishas. Es también conocido por el Gion Matsuri, un festival tradicional que toma su nombre del barrio”.


Por orden / B. G. G. bloguero “Prior”






miércoles, 3 de abril de 2013

APERITIVO FLORIDO

Me ha enviado Alfredo una serie de fotos desde Tokio y me sugiere que  podía poner alguna en el Blog, cosa que hago muy gustoso, a modo de adelanto de las muchas que él nos presentará en su momento cuando regrese a casa y logre poner en orden y control los numerosos archivos fotográficos que están almacenando él y Conchita durante su estancia nipona. Éstas de ahora  me dice que corresponden al paseo de los filósofos en Ginkaku-Ji, en Kyoto y al entorno del Templo de Ginkaku-Ji (templo verdoso). Las de color anaranjado también están hechas en esos mismos lugares. Como para muestra basta un botón, espero que os gusten.

Por ausencia del autor, B. G. G. bloguero “Prior”









martes, 2 de abril de 2013

NUEVO RECONOCIMIENTO

Esta foto del Padre Basilio junto a estos nueve chavalotes que posan con vestimenta  deportiva en el patio del colegio de Corias,  la he tomado del Facebook, y sería conveniente  identificar a estos nueve alumnos ya que el Padre Basilio no ofrece ninguna duda. Mamen dice que el primero y segundo por la izquierda de los que están agachados, son Peque y Caco. Yo tengo mis dudas que lo sean pues, me parece que esos muchachos son todos más jóvenes que: Peque, que Caco y que yo, que somos más o menos los tres de la misma quinta. Además Peque, siempre andaba muy bien peinado y ahí en la foto, el que podría ser él, que es el primero de los agachados, se le ve un tanto “espelurciao”; por lo tanto, bajo mi criterio, descartado. Yo solamente me parece reconocer al tercero de los agachados y creo que es el hermano pequeño del difunto José Luis Canga, y este muchacho era bastante más joven que los supuestos. Los otros chavales me suenan bastante sus caras, pero no recuerdo sus nombres. De todos modos,  puedo estar equivocado y es  como dice Mamen. Pero del resto tampoco tenemos ningún nombre. A ver si entre todos podemos recuperar los nombres de estos compañeros de colegio.
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Pues, gracias a la eficiente colaboración de Roberto, ya están todos los amigos identificados y hasta con el lugar de procedencia de la mayoría de ellos, como se puede comprobar en el comentario. Así, da gusto. Muchas gracias Roberto.



B. G. G. bloguero "Prior"