Ante la escasez de nuevas entradas y el estado casi agónico del blog, se me ocurrió recordar a este dominico asturiano muy famoso, dentro de la Orden de Predicadores, y en especial entre los habitantes del Cuarto de los Valles.
Desde luego que pasó por Corias y en más de una ocasión.
Este
es el edificio que albergó a la comunidad de Padres Dominicos en
Navelgas y las dependencias que ocupaban éstos y los alumnos.
Su
construcción se debe a la fundación creada como consecuencia del
legado de Ignacio González García nacido en Navelgas y que emigró
a La Habana.
Parece
tenía familia en Cangas y entabló amistad con la comunidad de
dominicos de Corias por lo que se comprometió en la construcción de
un centro, en Navelgas, que fuera destinado a impartir primera y
segunda enseñanza gratuita a los varones de esta parroquia. Para lo
cual instituye y nombra como únicos herederos, de todos sus bienes,
a la orden de Santo Domingo de Corias en Cangas de Tineo.
Es de suponer que los albaceas y conocedores del testamento tardaron bastante en
notificar a los Padres Dominicos la decisión del testador por lo
que, los fondos heredados, habían disminuido considerablemente lo
que hacía muy complicado llevar a cabo el proyecto, además de la
fuerte oposición del Consejo de la Provincia por la escasez de
alumnado en la zona.
A
pesar de estos problemas, la fundación, visto el interés en la
comarca por el proyecto, buscó solución y no tardó en disponer de
suficientes recursos para ponerse manos a la obra, que fue
encomendada al P.Celestino por ser éste el que más empeño tenía
en llevarla a buen término.
Se
comenzó la obra en el año 1925 y se inauguró en 1929 destacando en
su construcción la colaboración de varios hermanos de obediencia.
El P. Celestino fue el primer
superior sucediendo en el cargo el P. Fernando Mª Gutiérrez y al
terminar éste su mandato, de cuatro años, le sucedió nuevamente el
P. Celestino, durante cuyo mandato vino la guerra civil.
Terminada la contienda, los
Superiores Mayores de la Orden, deciden dejar el edificio que fue
ocupado por religiosas de la Orden del Císter las que posteriormente
lo vendieron al Ministerio de Educación para ser instalada allí una
Escuela Hogar.
En la actualidad está
deshabitado y con peligro de deterioro por su abandono y falta de
iniciativa y buena voluntad por parte de la clase política.