domingo, 9 de junio de 2013
DE VIAJE AL SALENTO (1)
A medida que la vida
avanza solemos mirar más hacia el pasado que al futuro, y, liberados de un
horario laboral, es mayor el tiempo disponible para recordar. Para rememorar,
espíritu de autodefensa, pasajes gratos. Sabido es que los otros, los no gratos,
cobran vida propia y nos asaltan ellos solos, sin necesidad de invocación.
Posiblemente esa
autodefensa sea el motivo que me empujó, aunque resulte un tema reiterativo, a
escribir algo sobre un reciente viaje.
Un viaje que, aunque
realizado y escrito al regresar el pasado mes de abril, ha dormido en el
ordenador durante más de un mes.
Unas semanas muy bien cubiertas, en el capítulo
viajes de este blog, con las cumplidas y documentadas entregas de Alfredo, de su recorrido por el lejano Japón; y la crónica
rimada de José Manuel, ingenioso y ameno flash de las tierras de los guanches.
Ahora se lo envío a
Galán, dividido en VI capítulos o etapas, seguro de que, con su buen hacer de
siempre, les irá dando entrada.
Si sirve para pasar un rato, a mí ya me sirvió
para entretener unas cuantas horas, y alguna de las informaciones que contiene
resulta útil para un viaje futuro de alguien, habré cumplido con creces el
objetivo con el que lo inicié.
Envío esto no exento
de pesar al recordar a un antiguo compañero de Corias,
fecundo impulsor del blog. Me gustaría que lo leyese y ya no lo puede leer.
- Desde Umbría-
Comienza la de primavera en Umbria
Sitúo el inicio del viaje en ese corazón verde del centro de
Italia, incrustado entre Lazio y Toscana, que es la región
de Umbría.
Allí pasamos unos días antes de emprender ruta hacia el sur.
Unos días que, además de disfrutar de mi familia más cercana,
nos permitieron visitar o revisitar alguno de los atractivos lugares existentes
en la zona.
Visitar unos donde nunca habíamos estado, como Amelia,
ciudad escondida entre colinas boscosas, capital de la comarca del mismo
nombre, con interesante centro histórico medieval recostado sobre una pendiente
ladera. Desde lo más alto se aprecian maravillosas vistas. Amelia es famosa por
su producción de higos secos, los elaboran rellenos de chocolate y de otros
frutos secos.
Colgados de las colinas que se asoman al valle del Tevere se
encuentran pintorescos pueblos medievales como Mugnano, Penna in Teverina o
Giove.
En este último se alza, íntegro, un impresionante castillo con varios siglos de
historia. Adquirido, hace años, por un americano que no ha vuelto por allí, caprichos
de millonario. En la actualidad, al no acometer las imprescindibles obras de
conservación, amenaza ruina ante la impotencia del comune para poder actuar.
En Lugnano
se celebra, el primer fin de semana de abril, un interesante y colorido
campeonato de poda de olivos. Decenas de participantes hacen gala de su habilidad
para despojar al olivo de las ramas superfluas. Al final, el broche lo pone una
animada fiesta con degustación de productos locales, sobresaliendo, como no,
deliciosos aceites. La poda practicada a los olivos en esa zona de Italia es
mucho más severa que la observada en España.
Además, en una humilde pizzería de Lugnano elaboran
estupendas pizzas, de finísima pasta y crujientes bordes arrebatados por las
brasas (en Italia es inconcebible una pizzería sin horno de leña
chisporroteando; los hornos eléctricos quedan para las franquicias de pseudo
pizzas, tan abundantes en España) con honestos ingredientes y auténtica
mozzarella.
Por las laderas de las colinas abundan los viñedos, y
resultan llamativas las plantaciones de habas que crecen entre las hileras de
vides. Me recordó Limés, allí también
recogían, mi madre los sembraba, buenas cosechas de guisantes entre las viñas.
En Corias, cuando era Bachillerato Agrícola, nos enseñaban a combinar o ¿binar?,
en Italia dicen abbinare, distintos
cultivos en un mismo terreno.
Relativamente cerca, en una hondonada, se encuentra el
bosque fósil de Dunarobba, donde grandes troncos de árboles, ahora fosilizados,
permanecieron sepultados unos dos millones de años. Fueron sacados a la luz
hace pocas decenas al extraer para una industria de cerámica cercana, la
arcilla que los cubría.
Carsulae
Solitario, próximo a San
Gemini, en medio de espesos bosques y un mar de flores, se encuentra el
yacimiento arqueológico de Carsulae. Antigua ciudad romana, fue importante área de parada y descanso
en la vía Flaminia que la atraviesa. Aún se puede recorrer un buen tramo
de esa vía adoquinada con grandes piedras
hendidas por profundos surcos, huellas de rodadura de los carruajes que las
transitaron durante siglos. De la ciudad solo quedan algunos restos; al ser
abandonada sus edificios fueron saqueados y los materiales utilizados para
nuevas construcciones en ciudades cercanas. Es un remanso de paz, en especial
en esta época del año, comienzos de primavera, cuando los visitantes aún son
escasos y se puede caminar, pisando la mullida pradera bajo el tibio sol, entre
milenarias piedras trabajadas por picapedreros remotos, en un silencio solo
roto por el canto de miríadas de pájaros que anuncian su alegría por la cercana
reproducción.
Es un buen lugar,
como pude comprobar en carne propia, para librar batallas galácticas con mis
incansables nietos.
Aquellos fugaces días también nos permitieron volver a
visitar algunos, menos de los deseados, lugares de Umbría y norte del Lazio de
los que conservábamos gratos recuerdos:
Bagnoregio
Civita di Bagnoregio, esta ciudad de origen etrusco se asienta
sobre un elevado montículo circular de laderas cortadas a pico por la erosión y
el deslizamiento de la tierra. Vista desde fuera ofrece gran impacto visual,
podría decirse que se asemeja a un puño levantado, erguido en mitad de la
depresión terrena circundante, en el que se arraciman las actuales
edificaciones, algunas en difícil equilibrio sobre el abismo. No es casual que
sea denominada algo así como “la ciudad que va a morir.” Periódicamente, a
pesar de los esfuerzos de apuntalamiento, un nuevo desprendimiento arrastra al
vacío otro borde de la ciudad.
La única posibilidad
de acceso es un puente o pasarela peatonal. Solo está permitido, para los
residentes, el uso de motocicletas, generalmente montadas sobre unas curiosas
orugas. Éstas les permiten salvar, portando carga, los espaciados escalones del
último tramo.
Son escasos los vestigios etruscos, pero los edificios
medievales y renacentistas irradian fuerte plasticidad y es muy agradable, si
no está invadido por el gentío como suele ocurrir, pasear por sus calles disfrutando de maravillosas vistas. En la
actualidad el nido de cigüeñas, o de águilas si suena más literario, que
aparenta ser esta ciudad está habitado por unas pocas decenas de personas, la
mayoría artesanos, intelectuales, artistas…cuando marchamos los invasores debe
ser buen lugar para la creación. Abundan los restaurantes, algunos tentadores,
de agradables terrazas y contenidos precios, pero ateniéndonos a la intuición y
a una contrastada guía descendimos hasta el inicio del puente. Allí, en la
terraza de Hostaria dal Ponte, con
unas vistas para enmarcar del lugar que acabábamos de visitar nos ofrecieron
una excelente comida. Boletus y trufas para condimentar la pasta, junto a la
caza, sobre todo jabalí, son buques insignia de la cocina de la zona. Yo me
decidí por un “abbacchio alla cacciatora” (cordero) con patatas al horno que
todavía recuerdo. Un regalo de aromas y sabores silvestres impregnaba la jugosa
carne.
El vino, de Umbría,
bueno. Pero de este vino y sus efectos intentaré escribir algo después.
El lago de Bolsena, el mayor lago del centro de
Italia, se encuentra a pocos kilómetros de Bagnoregio. Buen sitio, tranquilo en
esta época del año, para pasar una agradable tarde. Acertamos, nos recibió con
las aguas reverberando la plata depositada por el sol primaveral y sus dos
islas, ahora verdes naves, ancladas en el centro.
Mientras Paolo y Alessandro, mis nietos, intentaban capturar
lagartijas entre las piedras de la orilla, el resto nos acomodamos en una
terraza a la que el lago lamía los pies.
Recordé algo leído hace tiempo. En aquel lugar, en la ciudad en la que nos
hallábamos al borde del lago, se había producido, según testimonios religiosos
de la época, un milagro llamado de Bolsena.
Con la aquiescencia del Papa de turno dio origen a una de las más señaladas
fiestas católicas, el Corpus Christi.
Más pegada a la tierra, al menos para los no dotados en lo
sobrenatural, es otra historia o leyenda, o ambas cosas a la vez, situada en la
misma época, es decir, hace unos ocho siglos, acaecida en la ciudad que se ofrecía
a la vista, desafiante en la cresta de la colina que cierra esa parte del lago,
Montefiascone,
dónde, hace unos veinte años, visitamos, atraídos por el vino y la historia, la
sepultura de un religioso germano.
Según cuenta la historia, y existen testimonios de ella,
este religioso era obispo y viajaba a Roma en el séquito del emperador para una
audiencia con el Papa. El obispo era amante del vino y solo quería degustar
buenos caldos, con este fin enviaba por delante, de catador, a un fiel criado
con instrucciones precisas para que, en los lugares donde el vino fuese bueno,
escribiese, bien visible a la entrada del poblado, la palabra “Est”
Así hicieron hasta llegar a Montefiascone donde el criado quedó prendado de sus
vinos y se apresuró a señalar a su señor Est!
Est! Est! con punto de exclamación y todo. Al llegar el prelado verificó la
bondad de los vinos, empinó demasiado el codo y pasándose de frenada murió poco
después. Fue enterrado bajo una lápida
que entre otras cosas más o menos aún se lee: “Por demasiado Est aquí yace
muerto mi señor Johannes Defuk” El clérigo debía ser irreductible: cuenta la leyenda
que antes de morir donó al pueblo parte de sus bienes para que todos los años
derramasen una garrafa de vino sobre su sepultura. Tradición mantenida a lo
largo de los siglos hasta la actualidad. El vino etiquetado Est! Est! Est! se
comercializa en gran parte de Italia.
Esta historia recuerda la de un famoso escritor inglés de viaje por España
que antes de sentarse en un restaurante preguntaba si tenían Marqués de
Murrieta, si la respuesta era negativa buscaba otro lugar donde lo tuvieran
para comer. Pero ya está bien con el vino, al menos por ahora.
Duomo de Orvieto
Días después visitamos Orvieto donde hacía años ya habíamos
estado. Para mi gusto es la ciudad más bonita de Umbría en dura competencia con
Assis o Perugia, y una de las más atractivas de Italia.
Orvieto está enclavada sobre un macizo de tufo -como llaman
los italianos a esa roca fácil de horadar pero que se endurece en contacto con
el aire-, y tiene el plus de su extraordinario Duomo (Catedral). Una
auténtica joya románico-gótica con fachada principal recubierta por bellos mosaicos
(si se tiene la suerte de estar en la plaza delantera al atardecer, cuando los últimos
rayos de sol arrancan a los mosaicos una orgía de color, quedará grabada una
visión muy difícil de olvidar). La parte inferior de esa fachada está
recubierta de mármol tallado con representaciones del antiguo y nuevo
testamento, con perfectas y bien conservadas figuras. El resto del perímetro
del duomo está edificado en franjas de piedra blanca y negra. Si espléndido es
el exterior el interior no le va a la zaga. La capilla de San Bricio y sus frescos
iniciados por Beato Angelico y culminados por Luca Signorelli, o la
capilla del Corporale con obras de gran riqueza (en esta capilla se
conserva la tela con manchas de sangre del llamado milagro de Bolsena, al que
me referí antes) son buenos ejemplos.
Otros muchos edificios civiles o religiosos de gran valor
histórico y arquitectónico, integrados en calles y plazas, salen al paso
caminando por Orvieto. Hasta un curioso pozo, el Pozo de San Patricio, cuya
construcción, en el primer tercio del siglo XVI, fue un encargo del Papa. Tiene
62 metros
de profundidad y dos escaleras helicoidales superpuestas con 248 peldaños. Si
se tienen buenas piernas se puede visitar.
Un lugar recomendable, céntrico y de buena relación calidad-precio,
para comer en Orvieto es el restaurante Del Moro-Aronne.
Ulpiano Rodríguez Calvo
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
19 comentarios:
Lo del religioso germano que enfermo por darse al vino deja dineros para que todos los años lo rieguen con una garrafa del que fue, precisamente, causa de su muerte, me recuerda, en otro plano más sublime, a esas personas que defienden una idea, mueren por ella y cuando van a ser ejecutados la proclaman. Por citar solo un ejemplo, los fusilados en la postguerra que morían al grito de "¡Viva la República!". El religioso con su gusto empecinado hasta el más allá por el caldo -en un plano prosaico- y estos por la fidelidad a unas ideas -en el plano ideológico- hay que decir que son personas que viven y mueren siendo consecuentes.
Lo del escritor inglés que no se quedaba en un restaurante si no tenían Marqués de Murrieta, me hizo recordar un anuncio, hace unos años, de La Casera, donde un grupo de gente llegaba a un establecimiento y también, si no la tenían, se iban.
(A nivel particular más de una vez he hecho lo mismo cuando pregunto, antes de pedir nada, si tienen periódico, yéndome si dicen que no).
Hablas, Ulpiano, del milagro de Bolsena que dio lugar a la festividad del Corpus Christie. Me gustaría que nos lo contases.
Tienes al comienzo un recuerdo, sin mencionarlo pero se sobreentiende, para Miguel Ángel Vázquez Vega. No éramos excesivamente amigos que digamos en el Blog, por tener distinta concepción del mismo y alguno otra cosilla. Sin embargo, cuando va hacer pronto dos años tuvimos aquel encuentro y comida con Carmelo en las Cuevas de Valdebimbre, quiso el azar que nos sentásemos juntos y mantuviésemos una relación cordial. Me comentó que había estado a punto de no ir, pues tenía molestias de estómago o intestino, no recuerdo bien. Más de una vez he pensado si aquellas molestias no serían la primera cara de lo que luego le arrebató la vida.
Fue una persona, al margen del Blog, que me hubiese gustado tratar y conocer más. Seguro que hubiésemos tenido mucho de que hablar, entre otras cosas, porque tenía una finca con arboleda y frutales de la que podría extraer enseñanzas para los míos.
Descanse en paz.
Francos, me alegra que podamos leerte. Últimamente te vendes más caro y, también por eso, tus aportaciones son más esperadas.
Del llamado milagro de Bolsena poca información te puedo dar. Según textos religiosos parece ser que un sacerdote checo, de paso por la zona, ofició misa en una Iglesia de Bolsena en el año 1263. Este hombre albergaba dudas de la presencia de Jesucristo en la Eucaristía; pero, al partir la hostia, esta comenzó a manar sangre. Avisado del hecho, el Papa Urbano IV encomendó a los teólogos, encabezados por Santo Tomás de Aquino, un estudio sobre lo acontecido. Dictaminaron que la sangre era de Jesucristo, y que se había obrado un milagro. Al siguiente año, 1264, Urbano IV proclamó la fiesta del Corpus Christi que ya se celebraría todos los años el primer jueves después de la octava de Pentecostés.
Poco más te puede decir alguien que es profano, y un tanto escéptico, en determinadas materias.
Por cierto, del 5 de junio al 28 de julio se celebra PHotoEspaña. ¿No te vas a dejar caer por aquí? Un abrazo.
Creí, amigo Ulpiano, que tu relatar del milagro del Bolsena me llevaría a lo que yo buscaba, y que es esto: la relación que podría haber entre él (origen de la fiesta religiosa del Corpus Christi, según cuentas) y el engalanado de calles con flores, hojas, ramas y sal o arena multicoloreada que hacen aquí -y en otros lugares- el día de dicha Festividad. Es lo que yo llamo arte ocasional o arte fungible o también, arte de lo efímero -como también lo son las esculturas con arena en la playa o en hielo o el mismo muñeco de nieve que alguna vez todos hemos hecho-. Es el arte que los vecinos de cada calle se afanan en realizar en horas previas al paso de la procesión, que, con su patear, deshace horas y horas de trabajo. (En breve voy a colgar, a través del Prior, unas fotos de la creatividad que desparramaron sobre el lienzo del pavimento callejero anónimos santeños en el Corpus Christi de 2012. Veréis qué maravilla de colorido y buen gusto).
De momento, con lo que cuentas del milagro, la única relación que le veo es de tipo cromático: sangre roja que brota de la hostia partida y explosión de colores (y formas) en la decoración de calles para dicha Festividad, pero esto está cogido con hilos, es muy endeble. Tiene que haber alguna otra relación más sólida y tiene que haber alguien que la sepa o la averigüe y nos la exponga aquí.
Sí, ya me había enterado de la exposición anual de PhotoEspaña, pero está bien que me lo hayas recordado. En 2007, como te conté en su momento, la estuve viendo. No sé qué sucederá éste, pero si voy me pongo en contacto contigo y, si andas por Madrid, nos vemos.
Me pasé un entretenido tiempo leyendo el viaje que Ulpiano nos cuenta de esa parte de Italia un tanto desconocida para mí,además lo cuenta también que lo vives in situ,nos orientas en lugares para comer,matices primaverales y fiestas típicas,pueblos típicos y ciudades con sus monumentos más emblemáticos,en fín,un recorrido muy atractivo y que se ve disfrutas acompañado nada menos que por tus nietos Paolo y Alessandro,en ese lago que mencionas seguro que pasaste ganas de dar un calón en trusa,ya sabes aquellos bañadores de antes que siempre eran iguales,azules y que se sujetaban con una especie de cinta para que no te quedaras en pelotas,la tela y su calidad mejor nos lo diría Benjamín,que para eso su progenitor fué sastre y seguro que de telas sabe un rato.Ulpiano trabajo excepcional y espero leerte los próximos,agradecer al amigo JrFrancos que después de algún tiempo de retiro espiritual nos vuelve como siempre a ilustrar este blog,sus entradas sabe bién que son esperadas por todos los blogueros con mucho interés.Bueno pues nada más,el tiempo parece que quiere mejorar...pero no puede,seguimos con mejor temperatura pero las nieblas y las lloviznas ahí están cada día.
El pasado domingo creyendo que el real Oviedo nos iba a dar una alegría...qué ingenuidad por mi parte¡me acerqué hasta el Carlos Tartiere a ver el partido de promoción contra el Eibar,pues nada chico...al final perdemos como siempre,así que voy a hacer como Ulpiano,que esto sí que nos da más alegría,ir con los nietos a la laguna del puerto Leitariegos a mojar los tobillos,no es un lago tan excepcional como el Italiano,pero queda más a mano,un abrazo.
Manifiesta intensidad
el mocetón de Limés,
sosteniendo calidad
seduciendo de interés.
Sin asomo de falacia
usa la expresión exacta
preñada de relevancia.
Pródigo en calidez
describiendo lo que ve,
muta hasta la aridez
en un "prestoso" vergel.
Al de Rañeces le voy a tener que invitar. Con tantas flores se va a notar demasiado que, además de antiguos colegas, casi somos parientes.
Y Gión tiene razón. La vida es para disfrutar de todo aquello que aún se puede. Nunca hay que desesperar. Hasta el Oviedo, en Ipurúa, puede remontar.
Que gusto leerte Ulpiano. Creo que en ti se perdió un gran escritor y no lo digo por alagar.
Algunas de las fotos son para traspasarlas a pincel, acuarela o pastel. Es cierto que se nota que disfrutas de los lugares que visitas y sabes sacar lo mejor de ellos.
Hacía un par de días que no entraba en el blog y sigo pensando que gracias a vosotros es un lujazo.
Ulpiano,ya veo que estás muy impuesto en el deporte rey,pues sería una alegría remontar en Ipurúa,pero sería un milagro,aunque milagros se dan cada día e imposibles no hay nada,ojalá sea así,yo ese sábado si el tiempo acompaña me daré un paseo por la mariña lucense,entre San Cibrao y burela tomaremos algo de pulpo y lo típico gallego,con unos vasinos de ribeiro y al anochocer ya de regreso a casa nos enteraremos de los resultados deportivos,Ulpiano si pasase el Oviedo,estás invitado en Ribadeo a esas delicias gastronómicas gallegas que tú también conoces y al de Rañeces también,ya que ahora me entero que casi sois parientes y este rapaz ye muy buena gente igual que tú.Un abrazo y a seguir marcando el paso...los que hicimos la mili sabeis muy bién lo que esto significa.
Excelentes como siempre los relatos que nos regala Ulpiano. Esta documentada exposición de su visita al "tacón" de la bota junto al resto de reportajes que nos tiene prometidos de sus andanzas por la Península italiana, tanto como sus acertadas críticas gastronómicas, que las habrá, en torno al "prosciutto", el "risotto" o la "lasagna", podría servir mejor que la Guía <> para quien vaya a visitar Italia.
Por esos extraños casos que nunca se sabe por que ocurren donde hay dos signos<> debería decir "El País-Aguilar", documentadísima Guía que suelo utilizar cuando viajamos al extranjero.
Lo de Ulpiano ya es demasiado. Nos describe unos viajes que sólo le falta el olor y el sabor de los lugares por donde transita.
Espero que no se enfade con mis comentarios sobre la vida que se pega.
Italia es monumento por cualquier parte que uno se desplace, aunque mi paso por Roma, no hace mucho, me dejó bastante decepcionado en cuanto a su conservación y limpieza.
No pudo ser, Gión, o Vitorín, como te llama Morán. Tendremos que esperar al próximo año. A que vuelvan otros Caldentey, Marigil, Toni, Paquito, Sánchez Lage y compañía. Aquellos que cuando éramos guajes nos hacían soñar. Hasta quedar terceros, y eso sí fue realidad, de Primera División.
La invitación, cuando surja la ocasión, continúa en pie. Al no pasar el Oviedo la pagaré yo. Así también pago mi incorregible optimismo. Ya se sabe que las penas, con buen vino y buena comida, son muchas menos penas.
Ayer anunciaban la apertura del parador de Corias, para la semana del 8 al 14 de julio. Lo que mosquea es que, en la página de paradores, aún no admitan reservas.
Tienes razón,aún no comercilizan las ventas y eso es algo que mosquea,esperemos unos día a ver si ya es posible,nada del R.Oviedo mejor dejarlo,este año no pasamos y algo tienen que hacer los técnicos para mejorar la plantilla gastar cuartos,si quieren subir,no hay otra alternativa,un abrazo.Víctor Gión
Tienes razón,aún no comercilizan las ventas y eso es algo que mosquea,esperemos unos días a ver si ya es posible,nada del R.Oviedo mejor dejarlo,este año no pasamos y algo tienen que hacer los técnicos para mejorar la plantilla gastar cuartos,si quieren subir,no hay otra alternativa,un abrazo.Víctor Gión
Lo del parador, no seáis mal pensados; si los políticos dicen que se abre, es que se abre, aunque lo cierren a continuación. Lo importante es la foto.
¿Cuántas veces se sacaron la foto en el nuevo hospital y ahí está, esperando el sueño de los justos?
La lista de los comensales, para el día 6, sigue abierta y al fin llueve en Asturias. Ya era hora.
Samuel, no sé cómo te las arreglas para en tan pocas líneas decir tantas cosas. Es evidente que no eres un rollista como yo.
Lo del Parador ya ves que para El Carmen estará abierto. Ya admite la página de Paradores las reservas a partir del día 15. Según me dijeron el sábado, están equipándolo a toda velocidad.
Lo del Hospital es peor, hace bastante falta, pues las instalaciones actuales están muy deterioradas. Hace unos días estuvimos nosotros visitando a una persona en el de Lugo, que es nuevo, y tiene unas instalaciones excelentes.
Ya queda poco para el día 6. Parecía que estaba lejano cuando se puso la fecha, pero todo llega. Creo que va a estar muy bien esa comida.
La lluvia este año no nos abandona. Es una lástima porque a las terrazas, las tiendas de ropa y más cosas, les perjudica bastante.
Maribel, soy parco hasta en palabras. Posiblemente sea la falta de recursos.
Si El Carmen es el 16 y admiten reservas a partir del 15, es para pensar que no puedes esperar a los comentarios de los primeros visitantes; tienes que reservar si o si, si quieres estar allí el día de la fiesta.
Sobre el hospital valdrá mas inaugurarlo pronto, no le pase lo que al Calatrava. ¡Vaya fiasco!. Y los responsables siguen de corbata y pajarita.
El otro día me enviaron un documento muy interesante de los primeros alumnos de Corias. Cuando mejore el tiempo intentaré publicarlo.
En los próximos días daré a conocer el programa del 6 de julio, 49 años después de nuestra asistencia a San Fermín.
Y sigue lloviendo
Samuel, no seas derrotista, vamos viento en popa. Acabo de leer que el número de grandes fortunas, en España, se incrementó el pasado año un 5,4%.
Ulpiano, ya conoces lo que dice el refrán: "tacita a tacita". Lo malo de la estadística, que comentas, es que las tacitas somos nosotros.
Y lo más curioso es que el "gran hermano" que vino de más arriba de los Pirineos, y que habló en la tele, dijo que había que hacer más reformas.
En España, reformas es sinónimo de recortes.
Ya ves que quieren eliminar el salario mínimo interprofesional, reformar las pensiones, retrasar la edad de jubilación. Cuando a la "amiga Alemania" no le salen las cuentas, como esperaba, pone el ventilador y... caiga quien caiga.
Ahí están las tacitas para formar la gran vajilla que incrementó un 5´4%.
Y la Agencia Tributaria con errores administrativos, sin trascendencia. Que se lo pregunten a mi mujer.
Publicar un comentario