lunes, 11 de agosto de 2014
VISITA A LA CENTRAL DE SALIME
Habíamos hecho la reserva con antelación,
pues existe bastante lista de espera, y es necesario presentar la solicitud en
Oviedo para un máximo de 10 personas.
La magnitud de la obra sólo se puede comprobar
desde su interior y nada hace suponer lo que guarda en sus entrañas cuando se circula por
la carretera en la parte superior del muro.
A la entrada, se accede por un túnel y una
carretera de unos 500 metros que llega a la puerta principal donde están las
figuras de hormigón. Y, desde esta entrada, por un largo pasillo se llega a la
sala de turbinas.
Las obras, de esta central, se iniciaron bajo
la dirección del arquitecto Vaquero Palacios en 1946 y se terminaron en 1954.
Para su construcción fue necesaria la
instalación de un teleférico, con una longitud de 35 Km., que unía el puerto de
Navia y la obra, con el fin de transportar
el material (clinker y yeso), necesarios para la fabricación del cemento.
También se construyeron 4 poblados, con
capacidad para 92 familias y 1386 productores, dos capillas, dos cines,
panadería, economato, tiendas, residencia y garajes, Total una superficie
cubierta de 14.000 m/2.
Se calcula que llegaron a trabajar, en esta
obra, unas 3000 personas, principalmente andaluces, que como las condiciones de alimentación y
seguridad no eran las más adecuadas, murieron entre 100 y 300 obreros en su
construcción. Es curioso que se conocen todos los datos de esta obra y ninguno
sobre número exacto de fallecidos
La obra fue financiada, a partes iguales, por
Hidroeléctrica del Cantábrico y Electra del Viesgo que constituyeron la
sociedad “Saltos del Navia”, respaldada por el banco Urquijo y que fue la obra
hidráulica más importante de España, en aquella época, y la segunda de Europa.
Tiene una superficie de 685 Ha., una longitud de 30 Km., una
altura de salto de 114 m., una capacidad
de 266 Hm/3 y es el tercero en construcción, después del de Doiras y el de Arbón,
en la cuenca del Navia.
La parte negativa fue que se inundaron cerca
de 2000 fincas, 14.000 frutales, ocho puentes, cinco iglesias y cuatro
cementerios, sin contar los árboles y viñedos.
La central está situada debajo del aliviadero,
con 4 turbinas de tipo Francis y eje vertical que le proporcionan una
producción de 35.000 KVA cada una.
El cemento se fabricaba a pie de obra y la
piedra se transportaba, en vagonetas tiradas por locomotoras de gas-oil, desde
una cantera cercana.
Es de destacar que, tanto las turbinas como
los generadores, fueron suministrados por el gobierno inglés. desafiando el
embargo que Naciones Unidas había impuesto al régimen franquista.
En 1955, una vez terminadas las obras,
Vaquero Palacios y su hijo Vaquero Turcios fueron designados para dotar a esta obra de diversos elementos
ornamentales y decorativos.
El primero diseñó la fachada de la entrada,
con relieves de hormigón, formando un mural que representa el proceso de producción
eléctrica.
Su hijo, diseñó el mirador, en la parte derecha del
río, conocido como la Boca de la Ballena y el gran mural de 60 metros de largo
que está en la fachada de la sala de las turbinas, representando el proceso de construcción de la central, desde sus primeros estudios hasta la distribución de la energía, la primera reunión del Consejo de Administración y la marcha de los habitantes de las zonas inundadas por las aguas.
También había pensado dibujar , en la parte
alta del mural, los rostros de Picasso,
Einstein, Plank y Freud, pero la censura de la época se lo impidió.
Fue en la restauración de 2001, cuando
Vaquero Turcios rescató esta idea y colocó estos cuatro personajes en el lugar
que se había previsto en un principio.
También se había proyectado coronar la obra
con alguna figura escultórica, como el águila de la foto, que se encuentra en
la sala de turbinas, pero la falta de
presupuesto dejó la idea en el tintero.
Es una obra que merece la pena visitar, no
sólo por su gran magnitud, debido a las dificultades de la época en que fue
construida, sino por el emplazamiento, las características de su construcción y
su estado de conservación.
Es de suponer que el gran rendimiento que aún
conserva sea el motivo de su mantenimiento, de lo contrario sería abandonada
como ocurre con otras obras de la época,
en protesta por el régimen bajo el cual fueron construidas.
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14 comentarios:
Yo, referente a esta gran obra de la Presa de Grandas de Salime, guardo un recuerdo un tanto rocambolesco, nebuloso y hasta dantesco que no sé si fue realidad o ficción, pero debo confesar que me tuvo bastante traumatizado durante parte de mi infancia, cada vez que me venía a la memoria. Según la documentada entrada de Samuel acabo de ver que esa presa y yo somos quintos, por lo tanto lo que voy a contar, si de verdad ocurrió, pudo llegar a mis oídos siendo bastante pequeño pues, al ser una presa de hormigón de base recta, tuvo que pasar una vez alcanzada la presa su cota máxima y por lo tanto casi al final de la obra. Como mucho yo podría tener entonces ocho años. Y lo que a mí me impresionó de forma imborrable fue el oír contar en mi casa, a un señor del pueblo que leía a diario el periódico, que en la presa que se estaba construyendo en Grandas de Salime ocurrían muchos accidentes mortales y algunos muy escabrosos pues acababa de leer que un trabajador que estaba realizando trabajos en la coronación de la presa, se había soltado de la sujeción que tenía y se había deslizado en posición de sentado por el paramento de aguas abajo de la presa desde coronación hasta pie de presa y que había llegado abajo sin piernas. Es decir, gastado de medio cuerpo para abajo por el roce del cuerpo contra el hormigón, mientras fue resbalando sentado los 128 metros de altura que tiene la presa. Que la víctima bajase sentado, sí puede ser real pues, a pesar de la fuerte pendiente del plano, la sección transversal del cuerpo de presa es trapezoidal y el paramento de aguas abajo no es vertical sino inclinado ya que la base de la presa es bastante más ancha que la coronación. El caso es que, fuese realidad o leyenda, a mí aquello se me quedó grabado de tal forma que aún es el día de hoy que me da cierto repelús el recordar la imagen de un hombre desgastado de cintura para abajo.
Infaliblemente la entrada de Samuel,¡ qué digo entrada, si está colocada en el atrio!, es, como Galán afirma, un relato no exhaustivo –lógico, estamos en un blog- pero sí ameno y bien atemperado.
El anexo dramático de Galán, también colabora a la sobriedad de esa historia.
Podría acrecentar el relato con algo también personal. Ciertamente desde el Espín, que creo ya no es Navia, se transportó mineral, pero gran parte de la “calderería”, esos tubos que nos enseña Samuel en las fotos, pasaron por Gera y era todo un espectáculo: camiones GMC, Magirus, Aclo,…, enormes para aquel entonces. Fijaros que al pasar por Tineo mandaron quitar las luces públicas que pendían sobre el medio de la calle de cables sujetos a las fachadas de los edificios que definían la calle, porque el gálibo era insuficiente. Como el alcalde no fue lo suficiente diligente o…, lo que fuera o quien fuera, no lo hizo a tiempo conforme iban pasando los camiones se las iban “cargando” y algunas aún se podían ver en los enormes conductos al pasar por Gera…
Después pasó, en sentido inverso, el tendido eléctrico. Enormes columnas –hay que medir con la escala de aquel entonces-, brigadas de operarios con recuas de mulas, aquellos monolitos sin prestar atención alguna a las protestas del “paisano” que se veía con un “maizón” de aquel tamaño en el medio de la finca…
Ítem más. Intenté, con estas breves pinceladas, pretendidamente serias para poder adosarlas a las de Samuel, contar algo que pocos vamos quedando que lo hayamos vivido en, eso, en vivo y directo. Conozco más historias de aquel entorno contadas por algún personaje protagonista y como durante mi luna de miel se nos estropeó el coche al llegar a Grandas y tuvimos que permanecer allí cuatro días, la oportunidad de visitar no ya “el salto”, como dicen, sino vestigios de las cabañas, bordas, pabellones, tugurios,… Todo lo que iba oyendo, el énfasis del narrador, lo que intuía que quería decir, …, todo hacía verificar las historias que años atrás había oído. Llegué a preguntarme ¿y las huellas de Mario Vargas llosa? Porque aquel es el sitio y aquellas eran las vivencias que han hecho universal a tal Pantaléon Pantoja que se traslada a un lugar en plana selva para llevar a cabo su cometido…, obviando la hipocresía de las instituciones que se llaman ejemplares…
Claro lo de Vargas Llosa, ensamblado con pericia…
Gera
Ni quito ni pongo rey, desconozco los detalles que comentan Galán y Gera pero no me parece raro que ambos fueran ciertos.
Me llama la atención, y lo reflejo en el texto, que no hay datos sobre el número de fallecidos y es algo que no es fácil pasarlo por alto si tenemos en cuenta que se habían fabricado dos capillas en el poblado.
También me llama la atención, y esto lo desconocía, que la toma de agua, para las turbinas, está a una altura de unos 60 metros sobre el fondo del embalse.
Tiene razón Galán al afirmar que es una presa de base recta, aunque en su coronación tiene un radio de 400 metros.
Samuel, excelente entrada. Bien relatada y con mucha información, además del buen soporte fotográfico. Estuvimos esta tarde Manolo y yo leyéndola y nos gustó mucho a los dos.
Hace uno dos años vimos en la TV. en el canal Viajar, un reportaje sobre ella. También oí, toda la vida, muchas cosas, entre ellas la cantidad de accidentes que hubo en su construcción y que era una obra casi “Faraónica” No es de extrañar teniendo en cuenta los medios y, sobre todo, la prevención de riesgos que debía de ser inexistente en aquellos tiempos. No había oído caso concretos como el que cuenta Galán, muy de los periódicos de aquella época. Recuerdo “El Caso”, y también, pero sólo de oídas el “España, de Tánger” Donde solían contar con todo lujo de detalles los sucesos. Mi madre los leía, pero luego, como se impresionaba bastante, dejó de comprarlos.
Yo no sabía que se podía visitar, pero de todas maneras no pienso hacerlo. Me da un cierto repelús pensar la cantidad de agua que está sujetando el muro, así que ya me basta con pasar por encima cuando vamos y venimos de Lugo, como la semana pasada, que fuimos el sábado día 2 y volvimos el lunes día 4. Es un viaje que ahora hacemos con relativa frecuencia por motivos familiares.
Gera también nos cuenta sus experiencias con el transporte de los materiales. Con las carreteras que había entonces, pues aunque lo principal circulara por el teleférico, se ve que había para carreteras también.
Yo conocí gente de Cangas, con oficios, que fueron a establecerse a Grandas durante los años de la construcción, pero para trabajar en lo suyo. Una vez terminada la obra y viendo que ya no había mercado, emigraron a Alemania o Suiza. Bueno, en realidad yo los conocí ya de vuelta, pero como eran familiares de mi madre o conocidos, supe de sus historias.
Esto daría para mucho más, pero hoy ya se me hace tarde.
Maribel dice que no visita la presa de Grandas en su parte interna, porque solo pensar en la cantidad de agua que tiene encima le da cierto repelús. Yo le puedo asegurar que eso estando ocupado ni se piensa y, si la explicación durante la visita al interior, le resulta amena e interesante, menos todavía. Yo estuve metido en la galería perimetral de la Presa de Yesa (Navarra), durante más tres meses, diez horas diarias, con motivo de los trabajos que se realizaron encaminados al estudio del recrecimiento de dicha presa , pasando de 70 a 117 metros de altura y triplicando su capacidad hidráulica. Actualmente ya está en funcionamiento la nueva presa. A la galería perimetral se accedía mediante escaleras y rampa, un tipo de acceso por cada estribo desde coronación hasta la base. La galería discurre a lo largo de todo el interior del cuerpo de presa a cota de cimiento con el objeto de poder tener acceso en todo momento a la cimentación que es uno de los puntos más importante para saber si la estanqueidad y estabilidad del dique están garantizadas. Esta galería, a pesar de que fue inaugurada en 1960, es visitable holgadamente para el hombre, pero su sección resulta insuficiente para poder introducir allí dentro maquinaria convencional. De ahí que para hacer la investigación geológica mediante perforaciones y sondeos hubo que meter un tipo de maquinaria peculiar y despiezada, teniendo que volver a montarla dentro. Debo decir que al principio, tanto yo como la gente de Confederación, sí sentíamos algo de claustrofobia, nos pasaba como en la mina, pero al segundo día que entramos ya ni nos acordábamos de que estábamos a 70metros de profundidad y que sobre uno de nuestros hastiales estaba empujando el peso de casi 500 hectómetros cúbicos de agua. Otro atenuante al aislamiento exterior que invitaba a entrar dentro de la galería, era su temperatura que la mantenía constante, tanto en invierno como en verano y daba gusto el entrar allí solamente para librarse del biruji o bochorno que hiciera en el exterior. Así pues, si tienes oportunidad de hacer la visita, no lo dudes que os gustará, y a Manolo más.
Maribel, no tiene nada que ver la apariencia con la realidad. Allí dentro, todo es distinto y enorme.
En la foto que muestra el túnel de acceso a la sala de máquinas, verás que hay un camión aparcado con su correspondiente pluma (grúa); como ves no llega ni a la mitad de la altura del túnel lo que hace suponer que pasa de los 6 metros de altura.
No tengo datos de la sala de máquinas pero seguro que sobrepasa a un edificio de tres plantas (¿8 metros?).
Lo único negativo que encontré fue el ruido de las máquinas, bastante molesto, pues era un problema para escuchar al guía que nos estaba mostrando todas las instalaciones. Diría que es similar a la sala de máquinas de un barco donde es imprescindible llevar cascos.
No creo que aquí el espacio sea un problema para cualquier tipo de intervención, como comenta Galán, de Yesa. Todo es espacio en ancho y alto.
En mis tiempos, como responsable de transportes, me encontré con muchos problemas como los que comenta Gera, de farolas, puentes, tendidos eléctricos y toda clase de inconvenientes que había que estudiar muy bien de antemano para llegar a destino.
En más de una ocasión se obtaba por la solución que apunta Galán: desmontar, transportar y volver a montar lo que incrementaba considerablemente la maniobra.
Casualidades de la vida se suele decir. El día anterior a dar entrada, Samuel, a su documentado reportaje sobre la visita al embalse de Grandas, pasé, ida y vuelta, por la carretera que transcurre sobre el dique de la presa. ¿ Coincidiríamos el mismo día por allí?
Hacía cerca de treinta años que no recorría esos parajes y debo reconocer que todo el recorrido me impresionó. El Puerto del Palo, con sus profundos valles y vertiginosas laderas me pareció un puerto más imponente y respetable de lo que recordaba. Además, cubierto por espesa niebla, de la que surgían las siluetas un tanto fantasmales de los esforzados caminantes del Camino Primitivo a Santiago, tenía un cierto aire mágico, de tierra encantada.
Abajo, como fósiles desperdigados por las laderas perviven algunas de las construcciones auxiliares utilizadas para llevar a cabo la obra. Acrecientan la sensación de estar atravesando un mundo irreal.
Al cruzar sobre la presa es difícil imaginar todo lo que guarda en su vientre de hormigón. Una de mis hermanas nos relató sus recuerdos de la visita realizada, en compañía de mis padres, recién inaugurado el pantano en 1956. Su recuerdo coincide, con fidelidad, con el reportaje documentado y actualizado que nos trae Samuel. Incluso surgieron relatos, de carácter macabro como el comentado por Galán, sobre los trabajadores que, para siempre, quedaron sepultados bajo el hormigón.
Produce un cierto estremecimiento, aunque solo nos llegan retazos -la mayoría de quienes las vivieron y sufrieron ya han desaparecido - imaginar las condiciones históricas y laborales en las que se desarrollaron estas obras faraónicas.
La de Salime, con el precio, también, de anegar los asentamientos más fértiles de la zona, recordados aún con nostalgia por los vecinos más antiguos, al menos produce energía. Otros, como el Valle de los Caídos, solo han servido, y sirven, para rendir culto a la megalomanía.
Condiciones de vida de una etapa histórica, narrada, además de otros autores, por Almudena Grandes en su última novela “Las tres bodas de Manolita”
Retornando al presente. Este viaje a Grandas para asistir a una celebración familiar me permitió, además de participar en el objeto del viaje, redescubrir los espectaculares paisajes de la zona que ya tenía prácticamente olvidados. También de disfrutar de la gastronomía de la zona con un suculento banquete en el Restaurante Arreigada. Cito el nombre, como pista, por si algún lector del Blog no lo conoce y le coincide comer por la zona.
Cubanín, ánimo, los demuestras con la aportación que acabo de leer. Mis mejores deseos para una pronta y total recuperación.
Ya que parece hay muchas personas interesas en la Historia de el Embalse de Grandas de Salime...recomiendo una entrada ...
EMBALSE DE SALIME,PUEBLOS Y ALDEAS BAJO EL AGUA.
Tiene cantidad de fotos,domumentos y se necesitan dos horas para leerlo y al que pueden hacer apòrtaciones de fotos y todo lo relacionado con el tema.
En la parroquia donde nací,recalaron familias que tuvieron que abandonar sus lugares y en mi casa residieron durante algún tiempo obreros que instalaban las columnas metálicas y los cables.
Muy interesante la página que recomienda Inocencio.
Detalla, con fotos y comentarios, el antes, durante y después de la obra.
¿Os habéis fijado en la matrícula del camión aparcado en el túnel?.
Está impecable y en perfecto estado de funcionamiento.
A mí también me parece muy interesante la dirección que recomienda Inocencio. Todavía no la terminé pero me gusta mucho. Está muy bien explicado y muy bien apoyado por fotografías, mapas y planos. Yo no sabía que existía un pueblo llamado Salime. En realidad solo sabía las cosas más básicas. A mí me recuerda cosas que en su momento oí a los familiares de mi madre que mencioné en otro comentario, que estuvieron allí y que al terminar la obra, después de un breve retorno a Cangas, se marcharon a Suiza. Una vez retornados ya de los dos sitios, hace unos veinte años, es cuando yo me enteré de las cosas.
Samuel, no me había fijado en la matrícula del camión, que dices que funciona perfectamente; pues debe de estar en buenas manos, porque tiene alrededor de 46 años. Yo tenía un coche matrícula “O-93..-C” que era del año 1970. Así que ese que es “O-28..-A” debe de ser de casi dos años antes.
Y ya que estamos hablando de esa zona, ya comenté que el día 2 de este mes pasé por allí camino de Lugo. Como íbamos por la mañana y el segundo día de agosto, en el que suele haber mucha gente de vacaciones y aprovechan para hacer el Camino, desde Pola de Allande hasta Lugo mismo, vimos una cantidad impresionante de gente haciendo el Camino, y eso que no estamos en año Santo. De año en año aumenta mucho la gente. Bueno, en Pola de Allande hay algún cartel en las cafeterías de que abren a las seis de la mañana para dar desayunos y bocadillos. Se ve que tiene que haber demanda, pues para dos desayunos no les merecería la pena abrir.
Pues si, en Pola hay varios carteles, en los bares, que anuncian el desayuno del peregrino a partir de las 6 de la mañana.
Pero también hay cierto descontento con un albergue que está a punto de ampliarse en Campiello. Parece que a los peregrinos que se alojan allí los mandan por la sierra, en lugar de enviarlos por Pola, con el fin de que se aprovisionen en sus establecimientos y no lo hagan en la capital de Allande. Todo tiene su cara y su cruz.
La matrícula del Ebro es del año 1971. Hace poco entregué el 127, con la letra C, y era del 73.
Para hoy daban una mínima en Tineo de 7ºC. Buena temperatura para Agosto. Si señor.
Samuel, tienes razón, confundí la fecha del coche. En aquellos tiempos para sacar el carnet de conducir las mujeres teníamos que hacer el Servicio Social, salvo que estuvieras casada, o ya tuvieras treinta y cinco años. Te llevaba unos cuantos meses, porque primero tenías que estudiar un libro que no recuerdo su título pero por su contenido debería de ser algo así “Cómo ser una buena ama de casa, esposa, madre y ciudadana”. Era como una enciclopedia y había que estudiar economía doméstica, cocina, cómo y cuándo había que hacer las faenas domésticas, y también religión y formación política. Tenías que preparar unas labores –bordados, tejido, ganchillo, etc.- y presentarlas el día que ibas a Oviedo a examinarte del libro en cuestión. Además las labores tenían que ir muy primorosas, (almidonadas, muy bien planchadas y presentadas). El examen se realizaba en Oviedo no recuerdo cada cuántos meses.
Una vez aprobabas en Oviedo –en la Sección Femenina- tenías que hacer el llamado servicio. Aquí en Cangas había pocos sitios para hacerlo. En mi caso fui al Instituto a servir comidas durante tres o cuatro meses, no recuerdo exactamente. También se podía hacer en la Biblioteca Municipal, pero había mucha lista de espera, pues sólo podía ir una de cada vez y eran menos horas diarias, con lo cual se alargaba más el tiempo. En total desde que empecé a gestionar y terminé pasó casi un año. Una amiga mía que lo tuvo que hacer para el pasaporte le retrasó bastante la marcha. En la Administración hubo un tiempo en que si presentabas el justificante de haberlo hecho, te reconocían seis meses de antigüedad, sólo a efectos de trienios.
Aquí no hace tanto frío como en Tineo, pero sí que ahora por la noche hay quince grados, que para agosto no está mal tampoco.
El otro día vi en un programa de la TPA el albergue de Campiello, que por cierto parecía muy bien. Le hicieron mucha propaganda. Lo que ya no está tan bien es que envíen a la gente por otro camino para que no hagan gasto en Pola de Allande. De todas maneras en Pola se ve mucha gente, sobre todo si vas por la mañana te encuentras mucha gente camino del Palo.
Samuel y Maribel Pérez.Os veo poco imformados sobre El Camino Primitivo en la etapa Tineo-Campiello-Borres-Pola.Por lo que yo sé,a los peregrinos no se les invita a no pasar por La Pola.Lo que quieren los peregrinos es hacer la etapas de los antiguos hospitales,Fonfaraón,Valparaiso,etc,que os recomiendo hacer y veréis un paisaje espectacular,cuando el tiempo lo permite....y que al salir a Berducedo,los peregrinos adelantan una etapa.Hay una Guía que ha editado la Asociación de Amigos del Camino de Santiago Astur Galáico Interior-Tineo,financiada por CajAstur.
Sobre la ampliación de un Albergue de Campiello también os veo poco informdos,si os referís a Casa Herminia,del que se tienen noticias desde hace más 400 años,lugar de paso y venta de arrieros camino de Cangas y Leitariegos camino de Madrid y lugar donde los escribanos de esas épocas redactaban documentos y escritos propios.No han ampliado el Albergue,han hecho un restaurante de acuerdo con los tiempos y han cerrado el antiguo.
Casa Ricardo, que está al lado,si creo está haciendo un nuevo albergue.
En tiempos antiguos El Camino a partir de Tineo era más o menos,salvo atajos,por El Peligro,Gera,Mirallo,San Facundo,San Félix,Tamallanes y ya a La Puela.Hubo un convento en San Facundo y otro en San Félix,que eran hospitales de peregrinos,de los que no queda nada.
Por una bula se obligó a los peregrinos ir por Obona y se cambió la ruta.En este momento los que lo hacen en bicicleta,algunos hacen el CAMINO por la carretera TINEO-POLA.La última peregrina que he visto a sido una Sudafricana,con la que me encontré al lado de la casa donde yo nací.
Inocencio, tienes razón, soy un desinformado sobre el camino de Santiago. No es un tema que despierte en mi gran interés.
De todos es sabido que los temas que van de boca en boca suelen ser objeto de contaminacion que pueden, al final, cambiar el primitivo sentido. En este caso la información no tiene muchos trasiegos y ya sabes que "cuando el río suena...".
Hace unos días, toda le prensa y medios de comunicación se hicieron eco de la puesta en libertad de los cinco implicados en una supuesta agresión sexual a una joven en la feria de Málaga.
La juez fue criticada y recibió toda clase de comentarios por semejante despropósito.
Ahora, vistos los detalles, la declaración de los testigos presenciales, el vídeo de los acusados y otras pruebas, parece que los hechos no se parecen en nada a la versión inicial de la denunciante.
HAXA SLÚ.
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