jueves, 7 de noviembre de 2013
PORQUÉ DECIMOS…
DEJAR A UNO EN LA ESTACADA: En los festejos populares de la edad media
no podía faltar una pelea dentro de un recinto vallado con estacas. No cabía
salir ni un centímetro de lo indicado por éstas. Así, cuando alguien quedaba
derrotado, vencido, hecho un trapo. El público se mofaba de él; y decían “que ha
quedado en la estacada”.
PAGAR EL PATO: En los largos siglos de la Reconquista de
España contra los moros, ocurría con frecuencia que un pueblo o ciudad, tan
pronto estaba en manos de unos como de otros. Incluso se llegó a instituir un
sistema por el cual se permitía a gente del bando contrario, seguir en y/con la
ciudad con tal de pagar un tributo de que hay que pagar el pacto, pero con el
tiempo lo del pacto se convirtió en pato.
Toda vez que este
último es de más fácil pronunciación y seguimos pagando el pato.
A TODO TRAPO: Evidentemente tiene un origen en los
tiempos de navegación, a vela. Trapo es vela, entonces cuando ordenaban a todo
trapo era que había que saltar todas las velas para ir más rápido.
SE TE VE LA OREJA: Cuenta un fabulista francés del siglo
XVIII (Creo recordar que se llamaba Melde o algo así) que un día en el mundo de
los burros, uno de ellos quiso asustar a sus colegas y se disfrazó con una piel
de león, pero como es lógico las orejas no había por donde esconderlas,
entonces el pobre fue la rechifla de todo el mundo porque rugía como un león y
llevaba oreja de burro.
LLEVAR EL GATO AL AGUA: Se dice esta expresión para significar
algo muy difícil de realizar. Inténtelo, traten de coger a un gato durante su
excursión nocturna y llevarle a un río o charca o algo similar.
Ya verán si no es
imposible tal tarea, por eso advertimos a quién debe abordar un asunto
complicado de lo difícil de llevar un gato al agua.
EL SAL EN LA PUERTA: Es una expresión muy acertada pero poco
conocido, se dice cuando alguien pretende dos cosas opuestas entre sí. Es
francamente difícil tomar el sol en una hamaca a la puerta de casa mientras
llueve en la huerta del mismo propietario.
SIN BLANCA: Todavía se oye por ahí con frecuencia
decir al tiempo de pagar “Paga tú que yo estoy sin blanca”. La blanca era una
moneda, probablemente de cinc o algún material tirando a blanco, era una
subdivisión de otra moneda mayor. Quiere decir que no tenemos ni un céntimo.
TOMAR LAS DE VILLADIEGO: No hay unanimidad entre los autores a la
hora de explicar el origen de este dicho, creo que el más cercano a la verdad
es el que le atribuye a Villadiego, una especial característica.
Durante la
Reconquista española, con frecuencia, se autorizaba a moros y judíos vivir
dentro de algunas ciudades tranquilamente, sin ser detenidos, resulta que
alguna persona de alguna de esas dos religiones localizado fuera de una ciudad
con el privilegio, recibía el consejo de irse a la ciudad palentina de
Villadiego, donde podía residir sin ser molestado.
Pepe Morán. Dominico-ex
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3 comentarios:
Emilio Ramón era
un asiduo de este Blog
y aportaba a su manera
con ingenio y gran humor.
Creo que vuelve a ser hora
de su regreso y presencia,
pues aquí nadie nos sobra
con su gracia y ocurrencia.
Un saludo
¡Cómo me extraña que hoy, precisamente hoy, el señor Morán insista en su afán de consumar el mito de Sísifo, sobre el que Albert Camus redactó un ensayo convertido en metáfora del esfuerzo constante del hombre que, en este caso, en vez de piedra utiliza su exquisita y sutil forma de escribir que muchas veces se queda sin comentarios afines con su tema¡ Y digo que me extraña porque hoy coincide el centenario del nacimiento de ese autor francés. ¿Es casual o es, o será causal?
Para animarle a seguir me gustaría cambiar el comienzo de ese ensayo que dice así: "No te afanes, alma mía, por una vida inmortal, pero agota el ámbito de lo posible", que así comienza 'El mito de Sísifo' de A. Camus, por el de: “Afánate, alma, por una vida inmortal hasta agotar el ámbito de lo posible”.
¡Salud!
Gera
No descubro nada nuevo
si recuerdo que estas frases
tan usadas por el pueblo,
se publican y rubrican
por escritores de sello.
Mas el maestro Morán
nos lo narra a su estilo
con un gusto magistral,
al par que ilustre, sencillo.
***********
Con discreción y mesura
y desbordante cultura,
emplea el barroco, Gera,
el zarandeo de oreja
con la intencionada idea,
de que a nuestro profesor
se le deje sin mención
en comentarios del Blog.
¡Pardiez, que tiene razón!
¡Hay que enmendar ese error!
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