viernes, 4 de marzo de 2016
EN TU FINCA SÍ, EN LA MÍA NO
Menudo tema que acaba de tocar el amigo Pepe Morán en su última entrada. En
este país, eso que ha dicho, es como
mentar la soga en casa del ahorcado porque, el que más y el que menos, como muy
bien dice nuestro antiguo profesor, el que esté libre de pecado que arroje la
primera piedra. Todos incurrimos en actos de corrupción alguna vez, puesto que
hay múltiples formas de ser corrupto.
Tan solo es cuestión de la percepción personal
de cada uno, de la valoración que le queramos dar y de la
magnitud que consideremos punible.
La corrupción, la picaresca y la hipocresía son tres
“virtudes” bastante extendidas entre el personal en estos tiempos. No digo que lleguen a estar valoradas,
pero mal vistas tampoco; sobre todo, por algunos tipos de gente. Esto es así, hasta tal punto, que muchos de estos personajes
no solo no se avergüenzan de serlo, sino que lo tienen a gala y van de listos y
de triunfadores por el mundo. Al paso que vamos, llegará el día en que se
impartan másteres en corrupción para después incluirlos en los currículos como un atributo más a valorar. Yo,
simplemente, al leer la entrada de Pepe me ha venido a la memoria un episodio curioso referente a la hipocresía,
que viví personalmente durante una sesión de trabajo, allá
por los años ochenta en Andalucía.
Recuerdo que estaba en Almería, en la zona del Campo de Dalías, haciendo unos estudios geotécnicos para la construcción
de unos futuros diques de contención (presas), en el fondo de los barrancos que bajan de la
montaña, con el objeto de poder contener los “turbillones” que se producen cuando caen grandes tormentas, como protección de los numerosos invernaderos
que existen en el pie de las laderas. La
palabra, “turbillón” no la contempla el DLE, es denominación local, y se aplica a las masas descontroladas de agua y
lodo que suelen circular ocasionalmente de
forma impetuosa por estas tierras mediterráneas después de las grandes tormentas. Dichas aguas corren en régimen turbulento, de forma desbordada por fuera de los límites de los cauces,
inundando y arrasando todo lo que obstaculiza su avance.
En principio, como se podría pensar,
el cometido de estos diques o presas proyectadas no era exclusivamente el de almacenar agua
como reserva, sino más bien se trataba de frenarla, retenerla y acumularla, para
posteriormente, ir soltándola suavemente
hacia el mar, mediante canales, sin causar daños ni destrozos en las instalaciones de los invernaderos existentes en este recorrido.
Estos estudios fueron propuestos y financiados por iniciativa
de las cajas de ahorros, ya que los dineros prestados como créditos a los
agricultores, para montar los invernaderos y toda la infraestructura necesaria
para la implantación del riego por goteo, alcanzaban cifras multimillonarias y
a los banqueros les convenía aminorar el
riesgo de impagos en lo posible, en caso
de haber catástrofes naturales por tormentas. La dirección, organización y
planificación de estos estudios hidráulicos
corrían a cargo de la Confederación Hidrográfica del Sur, y como era lógico,
aparentemente, estaban muy bien vistos
por toda la población en general; tanto por los posibles perjudicados, como por los no afectados.
Entre los muchos titulares de
fincas involucradas en este proyecto, con los que había que tratar, un día me
tocó hablar con un propietario, dueño de un terreno de monte bajo y matorral, escabroso y con muy poco valor agrícola pero muy extenso, para
informarle de lo que se pretendía hacer en aquellos pagos. Conviene decir que
este terrateniente no era un campesino cualquiera pues, aparte de
latifundista, también era funcionario
del Ministerio de Agricultura. Al exponerle el plan y lo que se pretendía llevar
a cabo con aquellos estudios, se quedó
maravillado por la iniciativa y no tenía palabras suficientes para elogiar y aplaudir la idea. Lo peor vino
al poco rato cuando, una vez explicado el plan, se llegó a concretar y tuve que mostrarle los
planos y participarle que el emplazamiento de uno de aquellos muros ciclópeos,
precisamente, coincidía dentro de su
finca. Ay amigo, cómo cambió la cosa. Nada más oír semejante improperio, se
acabaron los parabienes y la cortesía por su parte; se puso pálido, rojo, amarillo… de mil
colores. Tal que, acto seguido, se levantó del asiento y no
con buenos modales, me invitó a abandonar su despacho. Al final me parece que tuvo
suerte el muy cabronazo pues, algunos de aquellos diques no se llegaron a construir.
Conclusión. Para este hacendado hipócrita, el
plan resultaba perfecto mientras las obras y molestias cayeran en terrenos del vecino, ya que así, constituía toda una propuesta de progreso y de
avance que beneficiaría a todas las
fincas del valle y por lo tanto digna de aplaudir; sin embargo, en cuanto supo que la
colaboración y disposición debía ser por su parte, entonces tanto los estudios como el proyecto en sí, dejaron de ser de utilidad pública y se
convirtieron en un abuso, un despropósito y casi un atropello, por parte de
quien los planteaba. Esta mezquina e insolidaria actitud, desgraciadamente, también está muy extendida y
todos la practicamos en alguna ocasión de nuestra vida, aunque sea en
proporciones mínimas.
B. G. G. bloguero “Prior”
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5 comentarios:
Benjamín, que razón tienes,
doña hipocresía abunda
y quizá es más fecunda
si se trata de "mis" bienes.
Si lo afectado es lo ajeno
siempre se le da por bueno,
si es lo mío quien se expone
protéjase el que lo tome.
Pues si, es buena verdad. Nos escandalizamos y con razón por toda corrupción que está saliendo a la luz. A mi me parece vergonzoso, pero pregunto: a la hora de hacer la declaración de la renta, si se puede camuflar algo de manera que te salga a pagar menos, quien no lo ha hecho?. En algunas obras que se hacen en casa, siempre se pagan con el iva correspondiente?
Dice Morán que un inglés nunca mentía a la hora de abonar su billete. Pero es que ni un alemán, ni un holandés, ni un suizo, ni nadie del norte de Europa en general. Aquí eso es impensable.
Es en el carácter latino que va implícito esta picaresca?, es la educación, o que demonios es?. Llegaremos algún siglo de estos a equipararnos con estos países en ese aspecto?
Pues sí Olga, todo parece indicar que es educacional. Pero seguramente hay otros factores o circunstancias que hacen que el comportamiento español sea el que pintas. Expertos en la materia lo habrán analizado, esperamos que alguien nos lo aclare. Creo poco en lo de "hacer de la necesidad virtud". Aunque casi todos la hayamos soportado y/o padecido. Siempre se ha comentado que la penuria agudiza el ingenio. A lo mejor esa es una buena explicación.
Los paises noreuropeos han progresado con muchas más libertades ideólogicas y religiosas, más razonables y lógicas. Y quizá por lo mismo, en una convivencia más igualitaria y de mayor bienestar general. Con independencia de su riqueza natural, que también.
Respecto a lo que comentas de la Declaración de la renta, estoy totalmente de acuerdo contigo -también afilo el lápiz lo que puedo-, pero que coño vamos a pensar, si hasta una abogada del Estado dijo en el caso Noos, que lo de que "Hacienda somos todos" es un lema publicitario. Vamos home!!! Esa funcionaria de alto nivel no necesita reciclaje sino expediente.
Poco he ayudado y si he dejado algunas incógnitas. A ver si algún bloguero se anima y profundiza.
Jo que rollo!!! Disculpas y hasta luego.
Yo me quedo con aquello de : "EL QUE HIZO LA LEY, HIZO LA TRAMPA"
Lo siento por el anónimo pero creo que está equivocado. Primero hacen la trampa y después redactan la ley.
Los casos que apuntáis, yo los catalogaría como corrupción de baja intensidad. Los pondría en el mismo saco que la "envidia sana" o la "mentira piadosa.
Sobre el afilado del lápiz, en el IRPF, me parece que todo lo que se pueda sacar está bien sacado.
Si alguien fue llamado a la Agencia Tributaria, por algún fallo en la declaración, se dará cuenta que lo tratan como culpable, mientras no demuestre lo contrario.
Me gustaría que algún experto nos diera datos sobre la fiscalidad en España. Tengo entendido que es de las más altas de nuestro entorno. ¿O estoy equivocado?.
En países que nos ponen como ejemplo de grandes retenciones, después tienen una serie de beneficios que les compensa con creces las altas tasas de impuestos.
Hace unos días salió en la tele Suecia, como ejemplo de todas las ayudas que recibían tanto en el ámbito laboral como en el familiar que compensaban sobradamente con la alta fiscalidad a la que estaban sometidos.
Creo que nos apuntaríamos todos a unos impuestos altos a cambio de que fueran más justos y mejor repartidos.
Yo pondría como ejemplo de alta corrupción, a esos dirigentes que se reúnen en hoteles de gran lujo para tratar el tema de los refugiados y lo único que acuerdan es la fecha de la próxima reunión, que suele ser a muchos días vista.
¿Educacional?. Posiblemente. Lo que estamos viendo, como ejemplo, por parte de nuestros representantes, se puede considerar como un modelo a seguir?.
Pepe Morán:"EGO TE ABSOLVO PECCATIS TUIS".
HAXA SALÚ.
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