viernes, 20 de enero de 2017
CARISMA
La cualidad innata y personal
que solo brilla en pocos y ensimisma,
que fascina y que seduce, es el carisma,
que porta el adalid en fraternal.
Si valoramos con coriense prisma,
presentes siempre de forma virtual,
dos maestros de carácter principal,
nos influyeron sin mácula ni estigma.
Nos toca resaltar en el presente
al relevante preceptor Morán,
al bloguero y escritor clarividente.
Por siempre estos amigos valuarán
al mentor de carisma refulgente,
y en calor de memoria lo tendrán.
JM
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Dejando de lado palos y bolas de golf, compromisos familiares y demás actividades propias de ilustre jubilado, José Manuel, para nosotros Rañeces, ha tomado las medidas de este soneto en homenaje a Morán con el acierto de quién está acostumbrado a embocar la bola en el hoyo. Con su lectura el antiguo profesor Morán sonreiría al tiempo de agradecérselo, igual que se lo agradecemos quienes ahora podemos leerlo.
Solo una recomendación; que no pase mucho tiempo hasta tu próxima aparición.
José Manuel, aunque la circunstancia sea triste, se agradece “verte” por el blog. Se echan de menos tus rimas. Por cierto que se nota que esta es especial. Me gusta mucho.
Me uno también, a la recomendación que te hace Ulpiano de que no tardes en volver a escribir. Como sugerencia se me ocurre que podías escribir alguna sobre el deporte que tanto te gusta y en el que tan buenos resultados obtienes.
Un soneto me manda hacer Violante
en mi vida me he visto en tal aprieto
catorce versos dicen que es un soneto
burla burlando van los tres delante.
Pues si amigo Martínez, este verso lo aprendí en clase de Literatura con el Rvdo.P. Morán.
Éste y muchos más.
Os acordáis en primero (1959), cuando había alguna festividad importante, el P. Morán bajaba todo un conjunto de altavoces, amplificador y pletina para ponerlos frente a los lavabos y despertarnos con música?.
Era un despertar feliz para un día sin clase, misa cantada y, con un poco de suerte, comida algo distinta. Tampoco se podía pedir mucho más a las cocineras todo terreno.
Publicar un comentario