Un año más los exalumnos, sus acompañantes y amigos se reúnen ante
la fachada del monasterio bajo la luz radiante de la mañana de sábado. La
alegría del encuentro es siempre la misma y en pocos minutos nos informamos
unos a otros de lo que ha sido nuestra vida y andanzas a lo largo del año, pues
ése es el plazo que muchos llevamos sin vernos. Una cierta tristeza tiñe todas
las conversaciones: Mamen no vendrá nunca más. No volveremos a ver a Mamen.
El P. Basilio tampoco ha podido asistir y su sustituto, el P.
Patxi, agiliza la ceremonia hasta los límites de la urgencia. Suprime la
clásica homilía en que se suelen rememorar viejas historias y anécdotas de la
vida del colegio. Tampoco hay recuerdo para los ausentes.
Pasamos al claustro para tomar los aperitivos, tan buenos como
siempre; entablamos conversación todos con todos, y algunos nos interesamos por
la salud, que parece algo maltrecha, de la araucaria. La visitamos de cerca y
oímos el rumor de la fuente que le sirve de compañía; le deseamos lo mejor con
una caricia y, de regreso al claustro, pedimos información acerca de su estado
a un experto, nuestro insigne Prior, que nos tranquiliza y asegura que ha
tenido tiempos peores y que, como cualquier antiguo alumno, habiendo
sobrevivido a aquel frío, lo aguantará todo.
El pote estaba bueno, bueno, y otro experto en la materia,
Alfredo, afirma que mejora cada año. Los más valientes, es decir, la mayoría,
se atrevió con el segundo plato y todos
con el riquísimo postre de brownie y helado de mandarina.
Al comienzo de la sobremesa e interrumpiendo el discurso del
presidente de la asociación de antiguos alumnos, J. M. Cuervo, algunos
abandonamos el comedor. Queremos visitar el tanatorio y saludar a la familia de
Mamen antes de asistir al funeral que suponemos multitudinario como en efecto fue.
Todo este año ha sido más rápido, más breve, todo ha tenido un
halo como de provisionalidad… pero también ha sido tan fraternal y cálido como
siempre y todos deseamos que llegue pronto el próximo y en él no falte nadie.
¡Nadie!
Escribí hace muchos años este pequeño poema que titulé “Fonética”.
Hoy le cambio el nombre para dedicárselo a Mamen:
“ELEGÍA”
Tamames, Ciudad Rodrigo,
Sequeros y Mogarraz…
¡Cuánto nombre masculino,
cuánta vetusta nobleza
y cuánta severidad!
…
Vega, Moal,
Ventanueva,
La Pescal…
¡Me sabéis en los oídos
con el sabor agridulce
de los amores perdidos!
MGM
18 comentarios:
He visto la foto esta tarde en Facebook.No he leido la fecha del pie de foto.
Veo a Mamen tan arreglada como siempre...ella que últimamente estaba desaparecida.
Ahora lo entiendo todo.Descanse en PAZ.
Un recuerdo para su familia...y su hijo Fr.Sixto,especialmente.
Así es, Inocencio. Nos ha dejado una buena persona, pero mantendremos vivo el imborrable recuerdo que nos ha dejado. D. E. P.
Gracias, Gloria y Galán, por vuestras cumplidas y estupendas crónicas sobre el encuentro de Corias. Cumplen doble función: informar a quienes no pudimos asistir y dar nueva vida a este inánime blog.
Relatos y fotografías nos permiten participar también del encuentro. Me hubiera gustado, pero no pude asistir por encontrarme a mil kilómetros, a orillas del Mediterráneo por Almería, y el viaje hasta Corias no resulta tan fácil como sería doblar el mapa. Así mismo es de agradecer vuestro empeño en hacer reverdecer el blog cuando la mayoría, casi todos, de los participantes habituales hemos desertado de él. Quizá fuera premonitorio aquél entrañable relato, “Adios a la fardelina” que nos regaló en estas páginas nuestro profesor José Morán tres semanas antes de morir. Tal vez junto aquella “fardelina”, igual que a él se le fue la vida, a nosotros se nos fue buena parte de la inspiración, o del interés, para continuar aportando vida a este lugar de encuentro virtual.
Me uno a vuestro sentimiento de pesar por Mamen. Ella, partícipe habitual de estos encuentros de Corias y también del blog, formaba parte de nuestros mejores recuerdos de Cangas. El pasado mes de junio nos encontramos en La Casilla de Limes y, además de hablarme de su enfermedad, recordamos aquellas interminables tardes de hace casi sesenta años, cruzándonos decenas de veces por la Calle Mayor y donde las miradas, insistentes o furtivas, de chicos y chicas sustituían a las palabras que la timidez vestida de vergüenza impedía brotar y florecer. Cangas, sin Mamen, Paco Granell, Víctor Gión y tantas otras personas con las que compartimos sueños y esperanzas al alba incierta de la lejana juventud, será más deshabitada y menos nuestra.
Espero que el próximo año estéis todos, estemos muchos más si es posible, juntos de nuevo en ese encuentro de Corias.
Lo cierto es que las bajas involuntarias ya van haciendo mella en el blog: Miguel Angel, Gión, Morán, Mamen y los que quedamos vemos mermados nuestros recuerdos para plasmarlos aquí.
Intentaremos darle un nuevo impulso,aunque sea repitiendo algunos pasajes y posiblemente cayendo en el aburrimiento.
Las visitas nos dirán si es posible seguir o bajamos el telón.
Se me olvidaban Lobato y Marta.
Acabo de leer en La Nueva España, que murió Pacuti.
Descanse en paz.
Sabido es que las palabras más hermosas son aquellas que no traducen conceptos, sino emociones, sentimientos,… Pues, después de mi ausencia del blog –mea culpa- leo en esta entrada la noticia de la muerte de Pacuti. ¡PACUTI! ¡Cómo puede haber muerto un inmortal! Esa sí que es una bella palabra: P a c u t i. Bella palabra que sí emite sentimientos de cómo debería ser la amistad.
Y es que podemos pasarnos la vida sin vivir nuestra propia vida. No es, me parece a mí, no es, digo, el caso de PACUTI. Una vez tomando un vermut en La Paloma, llegamos a la conclusión, ¡miren ustedes! Que la vida no es un problema que haya que resolver, sino algo que hay que experimentar. Pacutti, exprimió su vida dejando en los que le queríamos un aroma de gente buena…
Byron dividió el mundo en aburridos y aburridores, acaso porque no conoció a PACUTI, que claramente no encajaba en ninguno de esos grupos.
Y yo, seducido ya, al fin, por los encantos pacíficos de la vejez, no puedo por menos que recordarte con cariño, PACUTI. El Señor con su generosa magnanimidad te habrá acogido en su seno.
Y yo, que creo, como Cicerón, que los dioses no han otorgado a los hombres ninguna cosa mejor que la amistad, siento su desaparición que él mismo vaticinó cercana un día de hace dos o tres años subiendo al Acebo. D.E.P.
A raíz del oportuno, elogioso y merecido comentario de Gera para con el finado Pacuti, me ha enviado Samuel una foto del equipo de fútbol de los primeros años, que incorporo a la entrada
y en la que Pacuti es el que está en el extremo derecho. Como buen ejercicio de memoria, ya podemos ir nominando al resto.
Celso Albuerne.
2 Pepito Cosmea, 3 José Linares (Pepe la boina), 4 Pereira... Y por hoy vale. Hay que dejar paso a los siguientes participantes.
El 10 César (Fallecido).
No estoy muy seguro, pero pienso que el 6 es Gil el araniego, el 7 Gurdiel y el 8 podría ser Manolito (sin gafas, hermano de Jose el de casa la Chata)
¡Qué alegría volver a escribir algo en el Blog! Aunque sea de manera esporádica.
No ví estos comentarios hasta hoy. Como Manolo es buen fisonomista, reconoce a los que todavía no les pusísteis nombre.
Nº 4 - Pedreira (Tineo)
Nº 5 - Pipo Ñan
Nº 9 - Albino (Corias)
Bueno, con la ayuda de Maribel y de Manolo ya se pudo completar la nominación de los futbolistas. Muchas gracias a todos.
La verdad es que las redes sociales de hoy día se comen a los medios de comunicarse que hace dos días estaban en primera fila, lo que hace que ya nos parezca poco la entrada en el Blog al que tenemos un poco abandonado, al menos por mi parte. Pero hoy me entró la nostalgia y veo con asombro alguna mala noticia en una de las entradas del Prior donde recuerda la comida de Urbiés de la que ya faltaban Miguel Ángel y Gión a las que añade ahora de Rufinón. Sabía de su mala salud por el mismo ya que hablábamos alguna vez por teléfono. Esta de Pacuti no porque me entere a tiempo y pude acudir a Cangas el día de su funeral.
En esta foto futbolera de nuestros primeros tiempos en Corias veo sus nombres con acierto, pro os falta el nombre de un componente de la misma. Se trata del que fuera Profesor de FEN y Gimnasia en los primeros Cursos, Gil Arce y Flórez Valdés y y al que le formamos lo que podría denominarse primera huelga estudiantil en el Instituto Laboral por la negativa a devolver un cambio de clase de Gimnasia, donde el tema siempre era jugar un partido de fútbol, por la de FEN debido a la lluvia.
Alfredo, no has mirado el encabezamiento de la foto. Vuelve a mirarla y verás el nombre del señor Gil y su ocupación.
Tengo que pedir disculpas al sr. Marques por mi gran fallo ya que efectivamente no debi ver muy bie los comentarios a pie de foto, en este caso a cabeza, donde si se menciona a Gil Arce.
Como esto lo estoy escribiendo desde el móvil, veremos si puedo decir que no soy un robot.
Está usted disculpado, caballero. No se preocupe. Esos lapsus los tenemos todos.
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