Como cada año cuando llega el
último sábado del mes de Septiembre, nos reunimos los Ex-Alumnos del Instituto
Laboral San Juan Bautista de Corias. Por allí andaban nuestro Prior Benjamín
acompañado por Elena. La Enciclopedia canguesa Mamen con Castro, Manolo
Camposín y Maribel. Carlos y Lita desde su Galicia residencial, Olga que
aprovechó la programación de alguno de sus viajes a Cangas para coincidir con
el encuentro, Ulpiano que se desplazó
desde Madrid, Samuel esta vez sin Fefa a la que otras obligaciones familiares le impidieron acudir, así como Longinos el pintor de Javita que también se dejó ver por nuestro viejo
Monasterio. Personalmente fue muy agradable volver a encontrarme con José Luis
Fraguas Gamallo, gallego de Pontevedra pero residente desde hace muchos año en
Alella (Barcelona), que solo estuvo unos meses en Corias en el curso 58-59,
de donde se marchó para continuar sus estudios en la
Universidad Laboral de Tarragona, y que dejó
buenos amigos. Aprovechando su viaje a
Galicia y Asturias incluyó en su ruta la
visita a Corias, a donde llegó acompañado
de Fernando el de la Regla otro viejo rockero.
De acuerdo con el programa elaborado por la Junta Rectora de la Asociación, a partir de las 12 se fueron dando cita los compañeros en la explanada de la fachada principal del Convento para entrar en ambiente antes de pasar a la Sacristía, (la Iglesia estaba ocupada con la celebración de una boda)lugar de celebración de la Misa, donde se recordó una vez más a los compañeros que desgraciadamente ya no están con nosotros.
De acuerdo con el programa elaborado por la Junta Rectora de la Asociación, a partir de las 12 se fueron dando cita los compañeros en la explanada de la fachada principal del Convento para entrar en ambiente antes de pasar a la Sacristía, (la Iglesia estaba ocupada con la celebración de una boda)lugar de celebración de la Misa, donde se recordó una vez más a los compañeros que desgraciadamente ya no están con nosotros.
El aperitivo se celebró en la
Biblioteca, hoy casi vacía de libros, en lugar de en el Claustro como era
costumbre. Allí nos sirvieron una buena diversidad de canapés todos muy ricos,
junto a unos excelentes vinos. Se trataba de un Albariño blanco y un Tinto Rioja Reserva de
muy buena boca, que también fueron los caldos que acompañaban a la comida junto a uno de Cangas elaborado por la Bodega del Monasterio.
Ya sobre las 15 horas pasamos al
comedor, en este caso en el Salón Lagares situado también en la segunda planta,
lugar donde se sirven los desayunos para los alojados en el Parador. Este Salón
ocupa la que en nuestros tiempos de estudiantes a finales de los años 50 del
pasado siglo, eran las aulas donde recibíamos clase. Allí dimos buena cuenta
del menú que consistía en Potaje, Lomo de ternara con salsa de queso de cabra,
para finalizar con el postre Brownie de chocolate con helado de mandarina. Este
año creo que no debemos tener queja…. Salvo que Samuel opine lo contrario.
Tras la comida la charla del P.
Basilio y la Asamblea donde el Presidente Cuervo dejó caer que se puede acceder
al puesto sin falta de “primarias”. Como quiera que para el próximo año serán
ya veinte los años que lleva celebrándose, aunque el primero no fuera en
Corias, la Dirección de ADEACO propuso homenajear a esos compañeros fallecidos
para lo que hay que procurar ajustar en lo posible esa lista, al mismo tiempo
que se faciliten ideas para dicho homenaje. Para ello se facilitaron dos medios
de canalización como son el correo electrónico de la Asociación adeaco@hotmail.es o
este Blog.
Posteriormente se pasó al ya tradicional sorteo de
regalos que cada vez es más escaso y eso que quien esto escribe fue unos de los
afortunados consistente en una Cata de Vinos para cuatro o seis personas, eso
si en segunda convocatoria, ya que el afortunado fue nuestro compañero y amigo Ulpiano, que renunció al mismo ante la imposibilidad de acudir dado que el reside en Madrid, por lo que solicitó que fuera sorteado de nuevo y ahí fue cuando la suerte me sonrió. Un regalo que me hace ilusión dada mi afición a la cultura del vino.
Una vez finalizada la celebración de la jornada, unos formaron grupos para echar unos cantarinos y otros pasamos a la terraza para contar alguna anécdota pasada y tertuliar un poco hasta que llegara la hora del retiro.
Echamos en falta a José Manuel, el “Ripiero de Rañeces”, que disculpó su ausencia por un motivo familiar así como al amigo Gión, que después del verano trotamundos que se tiró por toda la Marina lucense disfrutando del paisaje, gastronomía y de esas maravillosas orquestas gallegas, todavía estará recuperando el resuello ya en su residencia habitual de Oviedo, o llevando al nietín Víctor Gión IV a jugar al fútbol. Esperamos que su tibia y peroné esté totalmente soldada y ahora que comienzan las lluvias que vaya con cuidadín “nun vaya ser que resbale otra vez y se manque”. Tampoco se dejó ver el autodenominado “Jesusín el Pelgar”, salvo que hubiera acudido con traje de camuflaje…… que todo es posible. No se sabe si es porque no se atreve a dar la cara o porque la Rulindes lo tiene amarrado cortín para que no escape con alguna muyerona de esas que tanto habla.
14 comentarios:
Alfredo, estupenda y pormenorizada crónica y muchas gracias por echarme una mano sabiendo que yo estando en Posada me encuentro muy a gusto, pero en cuanto a medios informáticos ando un poco escasillo. Tan solo te haré una puntualización referente a la Sala Lagares donde hemos comido, que no está sobre las aulas, sino sobre el refectorio antiguo, el que tenía el púlpito de lectura, y la terraza contigua donde ahora dan los desayunos, está sobre el refectorio nuevo, el del tejado a pico, diseño del señor Pepe Gómez.
Benjamín yo no digo que esté sobre las aulas, sino que ese espacio lo ocupaban en nuestros tiempos las aulas de los grupos A y B.
A propósito de la mención de la terraza donde ahora se dan los desayunos diré que algunas de las esposas de exalumnos disfrutaron del confort y sosiego que inspira dicho espacio abierto para la sobremesa. Tanto ellas como alguno de nosotros, allí permanecimos un buen rato hasta que unas gotas de lluvia nos hicieron retirarnos y ya poco a poco nos fuimos despidiendo hasta el próximo año si Dios quiere. Los cangueses y algunos otros que se quedaban a dormir en Cangas aún rematamos la faena en El Chicote saboreando el Penderuyos tinto de Antón junto con sus famosas “patacas” y trozos de empanada de la que alguna vez dice el genial tasquero cuando algún osado cliente le reclama que está dura y le contesta: “pues monín, date priesa en cumela, porque si hoy ta dura, nun te digo nada cumu tará mañana”.
Rápido y eficaz, como siempre, Alfredo da cumplida cuenta del encuentro que celebramos ayer.
Veo que, en efecto, el marcador anda un poco loco. Imagino que tendrá que esperar al Prior- recomponedor que aún está disfrutando de merecida y lícita estancia allende de la cordillera.
Por mi parte, sin quitar una coma del reportaje de Alfredo - a quien de nuevo deseo una buena y exitosa cata, cuyo resultado deberá traer a este blog- intentaré trasladar aquí, de forma fugaz, alguna de las impresiones percibidas en el encuentro:
Aún era negra la noche, aún no clareaba el día, cuando, junto a unos pocos rezagados veraneantes, cruzaba el Leitariegos camino de Madrid. Atrás, sumidos bajo la bruma, quedaban los pueblos del valle de Naviego. Más abajo, Limés, Cangas, y el monasterio- parador de Corias, el que acogió nuestro reencuentro.
Todo reencuentro, cuando resulta grato, suele dejar un sabor agridulce. Dulce con la llegada, algo amargo con la despedida.
Éste no podía ser menos. A la llegada manos y conversaciones se tocaban,se abrazaban, y, entre reconocimientos, recuerdos y anécdotas - también buena comida y mejor compañía -transcurrió gozoso el día.
Recuerdos y episodios anecdóticos, gratos y menos gratos. Todos con igual añoranza, limpia de todo resentimiento, fueron evocados. Situaciones y tratos, inimaginables en el mundo de hoy a tantos años de distancia, surgieron entre risas, como un peaje necesario para abrirse camino a la vida.
Los cambios, marcas físicas, inevitables cuando el tiempo ya se nos escapa más velozmente de entre las manos, no lograron alcanzar a las miradas. Cada cual podía reconocer, mirándole a los ojos, al chaval con el que había compartido estudios, juegos, penurias, travesuras y sueños en aquel, entonces instituto-monasterio. Miradas atesorando aquella misma ilusión, solo oscurecidas con el recuerdo de aquellos compañeros que ya no están. Aquellos que ya son, como bien nos recordaba hace unos días Carmelo, lo que todos un día seremos.
En el antiguo colegio, ahora reconvertido en parador, buscábamos las huellas de nuestro pasado: aulas, talleres, laboratorio, dormitorios, comedores… y, bien visibles, también las encontrábamos en los desgastados escalones de las distintas escaleras. Allí, junto a las de otros miles de seres que las subieron y bajaron, cada uno aún puede reconocer su propia impronta.
Un reencuentro enriquecido por la presencia de mujeres, compañeras de compañeros.Ellas no vivieron aquella etapa, pero, antes o después, también la compartieron. Como comparten ahora estos reencuentros, con ánimo y prestancia muy de agradecer.
Al llegar la hora de las despedidas el radiante azul que había teñido el cielo durante todo el día se cubrió de oscuras y densas nubes. Nubes que, quizá también embargadas por la nostalgia, terminaron derramando sobre nosotros sus lágrimas.
Desde luego, no me dejáis ni un tema sin tocar. No tengo por donde atacar.
Apenas se hace mención al menú que fue el gran fallo del año pasado.
Por mi parte le corresponde un sobresaliente en cuanto a calidad y cantidad.
En estos aspectos el cambio es radical.
Sobre el vino que comenta Alfredo, le digo lo de siempre, si está frío, aunque sea tinto, me vale.
Había bastantes ausencias, aunque el número de asistentes no varíó mucho de años anteriores.
Un poco incómoda la misa, de pie y fuera de lugar.
En cuanto a la actualización de la lista que se menciona, no acabo de entender que los excompañeros no conozcan la dirección del blog.
Hace poco, en otra reunión en Bodegas del Narcea, el amigo Francos repartió unos papelinos con la dirección para acceder aquí y no noté ningún aumento en los participantes. Luego no es problema de falta de información.
Hay que agradecer a esos que se desplazan desde distintos y distantes puntos su asistencia.
Efectivamente, creo que este año la opinión en general sobre el convite del parador es unánime pues, el cambio ha sido como del blanco al negro comparado con el año pasado. Los pinchos que tomamos en la antigua biblioteca fueron de gran sabor, calidad y abundantísimos. Cuando nos retiramos quedaban allí pinchos en la mayoría de las bandejas.En cuanto a los vinos lo mismo. Estupendos caldos y sed hubiera que el "sumiller" no se cansaba de abrir botellas y de servir copas sonrientemente.El menú estupendo, tanto el pote, como la carne, y el postre exquisito. Así da gusto volver para la siguiente vez. Por mi parte, si tuviera que puntuar la cocina del parador en este caso, le otorgaría un sobresaliente.
Por una vez,creo que estamos de acuerdo,en lo del menut,pero la compañía también hay que dar un sobresaliente,unicamente pedir,que todos los que estábamos allí,nos volvamos aencontrar.los que no estaban,por las circunstancias que fueran,los veamos para el próximo,si puede ser antes mejor,ahora es lo que queda,ir de folixa en folixa,es el reposo del guerrero,aunqu de reposo nada,como decía Galan,despues de la farturisima,como decimos en Cangas,tuvimos el valor de seguir en el Chicote,hat que darnos nota,somos unos campeones
Por una vez,creo que estamos de acuerdo,en lo del menut,pero la compañía también hay que dar un sobresaliente,unicamente pedir,que todos los que estábamos allí,nos volvamos aencontrar.los que no estaban,por las circunstancias que fueran,los veamos para el próximo,si puede ser antes mejor,ahora es lo que queda,ir de folixa en folixa,es el reposo del guerrero,aunqu de reposo nada,como decía Galan,despues de la farturisima,como decimos en Cangas,tuvimos el valor de seguir en el Chicote,hat que darnos nota,somos unos campeones
Por una vez,creo que estamos de acuerdo,en lo del menut,pero la compañía también hay que dar un sobresaliente,unicamente pedir,que todos los que estábamos allí,nos volvamos aencontrar.los que no estaban,por las circunstancias que fueran,los veamos para el próximo,si puede ser antes mejor,ahora es lo que queda,ir de folixa en folixa,es el reposo del guerrero,aunqu de reposo nada,como decía Galan,despues de la farturisima,como decimos en Cangas,tuvimos el valor de seguir en el Chicote,hat que darnos nota,somos unos campeones
Por una vez,creo que estamos de acuerdo,en lo del menut,pero la compañía también hay que dar un sobresaliente,unicamente pedir,que todos los que estábamos allí,nos volvamos aencontrar.los que no estaban,por las circunstancias que fueran,los veamos para el próximo,si puede ser antes mejor,ahora es lo que queda,ir de folixa en folixa,es el reposo del guerrero,aunqu de reposo nada,como decía Galan,despues de la farturisima,como decimos en Cangas,tuvimos el valor de seguir en el Chicote,hat que darnos nota,somos unos campeones
Por una vez,creo que estamos de acuerdo,en lo del menut,pero la compañía también hay que dar un sobresaliente,unicamente pedir,que todos los que estábamos allí,nos volvamos aencontrar.los que no estaban,por las circunstancias que fueran,los veamos para el próximo,si puede ser antes mejor,ahora es lo que queda,ir de folixa en folixa,es el reposo del guerrero,aunqu de reposo nada,como decía Galan,despues de la farturisima,como decimos en Cangas,tuvimos el valor de seguir en el Chicote,hat que darnos nota,somos unos campeones
Por una vez,creo que estamos de acuerdo,en lo del menut,pero la compañía también hay que dar un sobresaliente,unicamente pedir,que todos los que estábamos allí,nos volvamos aencontrar.los que no estaban,por las circunstancias que fueran,los veamos para el próximo,si puede ser antes mejor,ahora es lo que queda,ir de folixa en folixa,es el reposo del guerrero,aunqu de reposo nada,como decía Galan,despues de la farturisima,como decimos en Cangas,tuvimos el valor de seguir en el Chicote,hat que darnos nota,somos unos campeones
Alfredo, como siempre tu crónica es la primera que da información sobre la celebración de ADEACO. Ya Cubanín, antes de que la pusieras comentó que estaba esperando el “cronicón” de Alfredo.
Yo anduve por el blog por la mañana y primeras horas de la tarde, pero luego hasta por la noche tarde, que me avisó Manolo de que ya estaba puesto, tuve otras obligaciones y no pude comentar nada.
Decirte que como siempre muy bien relatado y que no falta nada. También decir, como todos, que estuvo todo muy bien y pasamos un día estupendo.
Hoy también estoy escasa de tiempo, mañana o pasado comentaré algo más.
Hoy, al releer la entrada de Alfredo, me percato de que aparezco en cuatro de las seis fotografías por él publicadas.
Nunca he sido muy aficionado a salir en las fotos, menos a estas alturas. Pero, por la ocasión, y las personas que acompaño, es algo que no le puedo dejar de agradecer.
Me imagino que esa presencia es fruto de la casualidad, que nada tiene que ver con mi renuncia a la cata de vinos. Sabido es: Vino que no has de beber…,mejor aún si va para buenos compañeros, déjalo correr.
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