lunes, 5 de octubre de 2015
LA NOSTALGIA QUE NOS UNE
Renuncio
a explicar que nos sucede con esto de Corias.
El
otro día, me emocioné con una serie de cosas, aparentemente triviales pero tan
reales y tan humanas que algo hubo ahí que nos dejó marcados para siempre.
Yo,
como muchos sabéis, he tenido una biografía bastante agitada, fraile,
funcionario, bibliotecario, militar, camarero, profesor. Tengo amigos por todas
partes. He comido desde el deplorable menú británico hasta el rico gazpacho
andaluz. He tenido mil vivencias y emociones y, sin embargo, ningún sentimiento
me es tan entrañable como mis recuerdos en Corias.
El
día 26 vi a gente mayor emocionada, alegre, feliz, lacrimosa ¿Qué hizo de todos
nosotros aquel caserón para que seamos, a perpetuidad, deudores de haber
enriquecido allí lo mejor de nosotros mismos? ¿Cómo explicar que incluso gente
que asistió en calidad de familiar de exalumnos ya difuntos, mostraran una entrañable emoción
al unirse a nosotros?
Yo
saludé después de más de 45 años a gente como Martínez, Sabino Uribe etc… con
una profunda sensación de reencontrarme con amigos del alma. Parece ser que una
señora vino desde Sevilla. La viuda de José Luis Canga.
Sé
que esto no va a decaer. Todos estamos atrapados ya en la edad de la nostalgia
que contribuye a dulcificar nuestra edad madura con los benditos recuerdos del
pasado.
Echo
de menos que no exista algún tipo de “Pin”, emblema, identificativo de Corias.
Una especie de pin que llevaríamos orgullosos por la vida, para quede
constancia de nuestro noble origen.
Si
tal se realiza, solicito que el primer pin se le imponga a Mariasun Uribe,
hermana de Sabino porque, que yo sepa es la primera persona que ha derramado un
par de lágrimas al oler el pote.
No
lloró al ver el monasterio, ni su colegio de niña, ni la calle Dos amigos, ni
el río Narcea… no. Lloró porque el olor del pote la hizo regresar de súbito a
su adolescencia canguesa, cuando al entrar en casa ya la gran “vasca” había
perfumado con el olor del pote toda la casa.
¿Sería
posible que un equipo de psicólogos, psiquíatras, sociólogos, antropólogos,
consiguieran explicar el por qué de nuestros sentimientos?
¿Alguien
podría responder a las siguientes preguntas?
-
¿Hubiera
sido lo mismo haber pasado unos años en aquel caserón que haberlos pasado en un
colegio lujoso?
-
¿Hubiera
resultado lo mismo que la mitad de los alumnos hubieran sido ricos y la otra
mitad pobres, que si hubiéramos sido todos pobres?
-
¿Hubiera
sido lo mismo que el colegio estuviera en aquel valle y no en un centro urbano?
-
¿Hubiera
sido lo mismo con los padres y madres de entonces y los padres y madres de
ahora?
Será
que los asturianos somos más sensibles a las emociones de nuestro entorno.
Distingue
Ortega entre la mirada castellana y la asturiana. La castellana se lanza al
infinito y va a caer allá donde la tierra se junta con el cielo. La asturiana
es más sensual. Se recrea en tocar con la vista todo lo que hay en el estrecho
ámbito del valle.
Dicen
que hay un tipo de mirada, llamada táctil. Mirada que ve y “toca” las cosas.
Nuestra mirada asturiana está hecha para tocar el bosque, el río, las manzanas
en sazón, la neblina, la casina pintada de azul, la fuente, la niebla… todo.
Porque
en un valle, está todo junto. Desde la estrella en lo alto, hasta la melena
rubia de la mocina del pueblo, y todo el valle reflejado en la enorme pupila de
la pacífica vaca en el prau. Nuestra mirada, la mirada asturiana bebe en cada
fuente, que baña en cada río, acaricia la belleza inigualable de las flores del
cerezo, huele el aroma del heno recién cortado, y finalmente, percibe el
cotidiano aroma de nuestro entrañable, sabroso y familiar pote asturiano.
Y
allá por julio, en leal competencia con los malvises saboreamos el fruto de las
cerezales.
Pepe Morán. Dominico-ex
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13 comentarios:
Después de leer y releer este entrañable artículo de Pepe Morán, referente a un tema que nos llega tanto a los antiguos alumnos de Corias, me uno a la idea que sugiere el autor de hacer una insignia o pin alusivo a nuestro colegio, para poder lucirlo en la solapa de la chaqueta y así en caso de encuentros fortuitos, fuera de Corias, poder facilitar la identificación entre los miembros de las distintas promociones. Como los componentes de ADEACO no suelen visitar ni promocionar mucho este blog, se lo tendremos que proponer personalmente en el próximo encuentro. No me parece nada descabellada la idea pues, con el abultado saldo que presenta la cuenta de la asociación, bien se podría dedicar una parte para llevar a buen término la propuesta de hacer un pin.
La verdad es que no puedo evitar la emoción al leer esta entrada de Morán y no os digo nada al ver las fotos de todos los allí congregados con gente que acudía por primera vez y desde tan lejos.
Me alegro por todos vosotros, que os hayáis reunido una vez mas y siento cada vez mas, el no haber podido acompañaros. Espero que el próximo año sea mas propicio para mi y pueda compartir con todos vosotros esos momentos tan emotivos.
La propuesta del pin me parece genial. Yo también quiero uno, cuésteme lo que me cueste!!!
Me uno a la propuesta. Me suena que ya hubo un pin con el logo de la rueda dentada y la leyenda del Bachiller Laboral.
En mi opinión seria el adecuado.
El articulo de Pepe Morán no tiene desperdicio. Resume lo que representa Corias para quienes tuvimos la suerte de haber estudiado allí.
En lo que se refiere a que debiera haber una insignia (me gusta más esta denominación) en varias ocasiones tuvimos ocasión de comentarlo con Benjamín y Samuel incluso se lo insinué al Presidente de ADEACO pero como bien dice Galán parece que toda propuesta que venga del Blog "No es aceptada por la Mesa".
Creo que el diseño que aparece en esta entrada podría ser el logo que estamos demandando.
Vaya como adelanto, y sin ningún afan, desde este puerto tan lejano de Miami, estoy tramitando la posibilidad de contactar con diferentes fabricantes de fabricar el "perdido" "pin" (insignia para no contrariar a D. Alfredo (es broma)). Digo perdido porque este menda tenia uno pero ...Tambien estoy tramitando la posible idea de una camiseta, o un jersey, o una gorra (muy de moda por estas tierras), pero esto seria mas complicado pues están los temas de colores, tallas, modelos, un mil etcs. Comulgo con las ostias de todos y todas en lo referente al escrito de Pepe Moran. Una vez tenga algo concreto se lo notificare al padre prior a quien vuelvo a agradecer su pronta diligencia en enviarme el logo. Un abrazo
Dejando sentado que ya no hay valores universales, que todo vale, que no hay fronteras infranqueables; viendo que vivimos tiempos de nihilismo y de relativismo feroz,…, las reflexiones de los señores Morán y Carmelo, es como para pensar que, como el de Tarso, se han caído del caballo -que nunca existió- les haya pasado lo mismo. Basta observar cómo la sociedad ha cambiado –a peor- en numerosos datos. La cultura y los usos personales han tomado tal importancia que nada nos extraña.
¿Cómo, por tanto, podríamos olvidar aquel momento (de años) vivido en Corias, pleno de conocimientos sí, pero, más aún rebosante de los sentimientos añadidos a la inexcusable obligación de saber? Las ciencias y las artes estaban presentes, faltaría más, mas ¿y el espíritu?, ¿y los sentimientos…? Ahí estaban: lo mismo en quien exponía (labor docente: todos los profesores implicados y como compitiendo –salvo uno-) como quien absorbía (obligación implícita del alumno). Quiero insistir: Nos enseñaban, además a pensar. Pero me sorprende –y eso contribuía a la empatía- que señores tan eruditos como Morán y Carmelo, confiesen ¡cuánto ellos mismo aprendieron allí!
Yo en cambio, sólo, olvidándome de mi senda más filosófica, sólo, digo, añadiré ¡gracias! Gracias por la canciones enamoradas de Eutimio, por la sabiduría de Olegario, de Hernández, de…, el cariño de Carmelo, de Morán, …
¿De qué estaba hablando…? ¡Ah!, de inolvidable..., de nostalgia...O será de ancianos...
¡Salud!
Gera
Los de la promoción 1963-1970 nos sumamos con entusiasmo a lo del pin.
Personalmente me apunto a lo del pin. Yo que viajo constantemente por todo el mundo lo llevaré con orgullo.
Los de la promoción 1961-1968 nos apuntamos a la idea del pin
Los que tomamos "algo" casi todos los lunes en Pola Siero, apoyamos la buena idea del pin de Corias. Todos lo llevaremos con orgullo: Fresno, Felipe, Daniel, Velasco, Ron, Rufinín, Alfredo Mario...
Tras su fantástica pluma
una realidad aflora,
y por nostalgia de otrora
un brillo surge en la bruma.
Sugiere con fundamento
nuestro teacher, el creativo,
que se instaure un distintivo
a corienses del convento.
Si llega el eco a la ADEACO,
insto ofrezcan como lema,
sin que caiga en desacato,
un PIN o insignia de emblema.
Parece que la idea del pin o insignia ha calado y muchos están encantados de que se lleve a cabo.
Me alegro y a ver si en la próxima reunión anual, todos presumimos de tenerla.
Independientemente de la promoción a la que perteneces,todos estamos muy !ilusionados con lo de la insignia o "pin.
De leer todos los comentarios lo que parece funcionar deficientemente es la la mesa de la asociación,señores a la piscina.
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