jueves, 14 de julio de 2011
PROTAGONISTAS SÍ, PERO ALGO ÁGRAFOS
Pepe Morán en su entrada, Memoria histórica y Corias, hace referencia a la existencia de diferentes periodos de tiempo que hubo a lo largo de los siglos, en los que apenas se produjeron cambios o avances dignos de mención, en cuanto a la evolución y mejora de la vida del hombre. Pero el objetivo principal de su artículo no estaba en resaltar la aparición de los grandes acontecimientos históricos, sino más bien en otros de ámbito mucho más reducido, casi local que, aunque en su momento apenas fueran perceptibles, con el tiempo han dado lugar a uno de esos pequeños “trozos” o fragmentos de la historia del Occidente asturiano, que Morán ha bautizado como “generación protagonista de un cambio histórico”.
Hay veces que las ideas novedosas parece que surgen de por sí, sin que haya un motivo aparente que impulse a las personas para que de buenas a primeras, den un vuelco total en su forma de pensar y de actuar. Una vez transcurrido el tiempo nos damos cuenta que, aquellas innovaciones que en su día no se consideraban como muy prometedoras ni beneficiosas, sin embargo al cabo de los años es bien notorio que han supuesto una gran mejora, tanto en la vida de las gentes como en el desarrollo de los pueblos. Estas personas que sin pretenderlo fueron protagonistas directos de tales avances, se puede decir de ellas que, aún sin ser muy conscientes, forman parte de esa referencia que estableció un antes y un después.
Este es el caso que Pepe Morán dice de los alumnos del Instituto Laboral San Juan Bautista de Corias de los años sesenta, que bien pudieran ser una generación guía, es decir, que con ellos se inició un cambio generacional muy importante en cuanto a las mejoras culturales e instructivas que los jóvenes de la zona comenzaron a recibir; sobre todo, si las comparamos con la escasa formación cultural que recibieron sus padres y abuelos. Utilizando un símil geológico podríamos decir que esta generación cauriense, a nivel local, bien podría equipararse a lo que representa un plano de estratificación en la formación de las rocas, que es una discontinuidad que marca y separa dos épocas muy diferentes y distantes entre sí: tanto por la diferencia de tiempo entre ambas partes, como también por las características que las componen. En el caso de los alumnos de Corias de los años sesenta, se puede decir sin miedo a errar que las mejoras educativas que disfrutaron, comparadas con las que recibieron sus progenitores, fueron muy grandes e innovadoras.
Pepe Morán tiene esta percepción desde los años que estuvo ejerciendo de secretario, educador y profesor en el internado del Instituto Laboral San Juan Bautista de Corias. En aquellos años pudo llegar a palpar y conocer de primera mano, la realidad social y educativa que había en el concejo de Cangas del Narcea, y compararla con la de otros concejos de la provincia, o con el resto del Estado.
Los casos concretos que menciona en su artículo, de compañeros nuestros que él consideró como representativos de las situaciones familiares que imperaban en la zona, han sido esos probablemente, por proximidad y afinidad con el autor, pero también podrían ser otros cualesquiera del internado pues, salvo raras excepciones, la mayoría de nosotros pertenecíamos al mismo o similar rango económico y social. Los alumnos del Convento de Corias que proveníamos principalmente, bien del concejo de Cangas, de los concejos limítrofes o del resto de Asturias, estaba claro que pertenecíamos a familias normales, con recursos económicos reducidos y, de no haber sido por el Instituto Laboral, nuestros padres por muchos esfuerzos que hicieran , probablemente nunca tendrían a su alcance la oportunidad de poder enviarnos como internos a colegios privados de Oviedo, para cursar bachiller e ir desterrando la tradición de pensar que los estudios eran exclusividad de los más pudientes.
Creo que nuestro amigo y antiguo profesor, Morán, tiene toda la razón en cuanto a su apreciación, de considerarnos “generación guía de un cambio” y, de todos nosotros es bien conocido , que el Occidente asturiano fue muy beneficiado y agraciado con la decisión de comenzar a utilizar en 1957 el convento de Corias como un Instituto Laboral. Principalmente por lo que representaba un importante centro de formación para una zona atrasada como era el Occidente astur que estaba muy aislado y desconectado del centro de la provincia. Además de la incomunicación existente, estaban las circunstancias de atraso que imperaban en la zona. El colegio se concibió pensando precisamente, en un alumnado de pocas posibilidades económicas, y que gracias a la buena gestión llevada a cabo por los dominicos estas precariedades monetarias eran apoyadas y casi sufragadas con ayudas estatales en forma de becas que, por lo general, casi cubrían el importe total de los gastos del interno. A cambio el alumno debía de hacerse merecedor de tal beneficio esforzándose en los estudios día a día, para ir superando los cursos y lograr mantener dicha ayuda.
De todos nosotros, salvo contadas excepciones, eran muy pocos los que tuviera, uno o los dos padres con estudios medios o superiores. Como mucho, algunos contarían con la enseñanza primaria, y seguro que no todos. Sin embargo, gracias al INSTITUTO LABORAL SAN JUAN BAUTISTA DE CORIAS, se cambió aquella triste tendencia y una gran mayoría de los jóvenes alumnos que allí se formaron, finalizaron con un bachiller superior que les dio opción a poder continuar estudios medios o superiores en la Universidad. Este cambio supuso una gran mejora cultural generacional, respecto de los padres pues, ellos no tuvieron a su alcance la opción de poder llegar a adquirir una titulación, ni de bachiller, ni universitaria.
Las promociones de Corias de aquellos años, aunque muchos no sean conscientes del todo, del hecho en sí; sí debieran aceptar que fueron protagonistas de ese cambio generacional que se produjo con ellos en la región. También conviene destacar la meritoria labor de los dominicos que gracias a su tenaz dedicación a la enseñanza pudieron sacar adelante el colegio, a pesar de las muchas dificultades que tuvieron en un principio hasta lograr su pleno funcionamiento. Tampoco se debe olvidar el buen sentido y visión de futuro que tuvieron los padres de los alumnos, cuando aceptaron prescindir de su valiosa ayuda en la casa, y decidieron enviarlos a estudiar para acabar de una vez por todas con la incultura y el analfabetismo que existía por tradición.
Gracias a todas estas personas, y también al esfuerzo personal de los propios alumnos, la mayoría de los que pasaron por Corias en aquellos años, hoy pueden sentirse satisfechos de haber pertenecido a aquella generación de alumnos que lograron ser los primeros bachilleres y titulados que hubo dentro de su entorno familiar.
A partir de los años setenta, y una vez llegada la época democrática al país, la mayoría de los chicos y chicas, hasta de los pueblos más remotos del concejo de Cangas, ya tuvieron la oportunidad de poder estudiar una carrera, y hoy día será rara la casa donde haya jóvenes, que no cuente con más de un licenciado; probablemente, alguno de ellos sufra el inconveniente de no poder colocarse en lo que ha estudiado, pero cuenta con una formación y una licenciatura universitaria en su currículum.
B. G. G. (bloguero prior)
miércoles, 13 de julio de 2011
MEMORIA HISTÓRICA Y CORIAS
Hay acontecimientos en el devenir de la historia de las colectividades que dividen la historia en un antes y un después. Tal es la invención de la imprenta o la revolución informática. Hablo, claro, de la historia en su sentido multisecular y global. Ahora bien, no cabe duda de que , a menor escala, podemos hablar de “trozos” de la historia, de nuestra historia que han significado un cambio de enorme envergadura, fenómenos que nos autorizan a decir que han marcado también un antes y un después para la sociedad y para nuestras vida. Curiosamente pueden transcurrir decenas y hasta cientos de años sin que nada de relieve haga cambiar el normal discurrir y en nada se diferencie un siglo del anterior y del siguiente. Entre 1550 y 1770 no recuerdo nada que supusiera un cambio transcendente, ni para la sociedad en general ni para los individuos concretos que vivieron ese periodo.
Ahora, dicho esto, voy a lo que voy. Estoy seguro de que la mayoría de mis alumnos de la época de los 60 han sido protagonistas de un cambio tan enorme que se puede decir que en ellos se ha vivido una revolución tal que ha resultado un antes y un después. De entrada os parecerá sorprendente esta afirmación. Eso quiere decir que no siempre vemos con claridad aquello que tenemos ante los ojos. Es compatible ser protagonista de un acontecimiento histórico y no valorar su trascendencia.
Voy a tratar de ser claro en mi exposición. Hubo unos años, últimos de los 50 y la década de los 60, que fueron decisivos. Cuando yo vine a Asturias, año 59, había en toda la provincia 6 Institutos de Enseñanza Media. Cuando me fui, el año 70, pasaban de los 30.Esto significa que el año 55, por ejemplo, poquísimos chicos tenían acceso a la Enseñanza Media y que al principio de los 70 la inmensa mayoría ya tenían la posibilidad de iniciar unos estudios. No incluyo en esta relación la media docena de colegios de pago que existían. El año 60 yo gestioné las becas para Corias en Oviedo. Logré 9. El año 61 llegaron a Corias 93 alumnos con beca para internos que les cubría todos los gastos. Recuerdo todo esto porque yo era el encargado de estos asuntos. Del 61 al 70 llegaban a Corias todos los años unos 90 alumnos con beca.
Todos estos datos son fundamentales para evaluar lo que eso significó históricamente. Y lo voy a explicar de forma más contundente. Cientos y cientos de chicos cambiaron la tradición familiar que se remontaba al principio de la historia y que daba por hecho que así como las ovejas parían, sin remedio, corderos, las mujeres de los obreros humildes parían , sin remedio, humildes obreros. ¿Lo queréis más claro? Pues ahí va. El 99% de mis alumnos de Corias en aquellos tiempos tenían un padre de humilde extracción social y, por supuesto, sin estudios. Pero lo grave es que, retrocediendo en el tiempo, los antepasados de esos chavales y de sus padres, hasta el Paleolítico, no habían sido sino humildes gentes, siempre en un status social bajo y sin instrucción. Por primera vez en la historia el hijo de un humilde obrero podía ir a estudiar el bachillerato y, si luego venían bien dadas, incluso hacer luego una carrera universitaria. Un ejemplo, (le he pedido permiso para citarlo aquí). Mi amigo Eugenio Avanzas, tenía ocho hermanos y su padre era minero, no se conocen sus antepasados pero seguro que fueron, durante siglos gente humildísima. Eugenio se presentó a un examen en Oviedo como aspirante a una beca para Corias. En Corias estuvo, los 7 años de rigor. Luego le concedieron una beca salario para estudiar medicina en Salamanca. Hoy es un prestigioso especialista de Medicina Interna y llegó a director del Hospital de Cabueñes. Ejemplos como éste podía citar un montón. De la hornada que estuvo en Corias del 63 al 70, 42 de 52, hicieron una carrera superior. Los conozco uno por uno, y todos son hijos de obreros humildísimos, desde el Paleolítico inferior hasta los 60, nadie de su familia había podido dar un salta cualitativo tan radical de padres a hijos.
Como no es el momento ni el sitio para hacer ahora profundos análisis psico-sociales-históricos, me limitaré a dar algún detalle que con frecuencia es más revelador que diez libros científicos. Yo era el secretario del instituto y yo enviaba los boletines de notas a las familias. Si, como ocurría a veces escribía unas letras que decían “su hijo nos está preocupando por su bajo rendimiento, cuando vengan a verle hablen con el Padre X”, el padre del alumno tardaba como mucho 48 horas en aparecer por el colegio, dispuesto a arreglar el asunto por las malas. Y los chicos sabían que esa era la reacción normal de sus padres. Veinticinco años después, estaba yo de profesor en un colegio de Madrid con fama de seriedad y exigencia. Pues bien, cuando enviábamos a las familias una nota similar y les rogábamos que acudieran a una entrevista con el tutor, el 32% no se presentaba jamás. El resto acudían a decir que lo que ocurría es que no sabíamos tratar a sus hijitos y que más de un profesor le tenía manía.
Casi me da vergüenza escribir estas cosas, pues alguien podría deducir que yo, como todos los viejos de siempre, defiende que cualquier tiempo pasado fue mejor, sería injusto pensar eso. Fundamentalmente porque yo no lo digo y segundo porque tampoco trato de hacer una comparación.
Para no alargarme mucho diré que lo que fue motor de cambio, de promoción social de oportunidad histórica para miles y miles de chicos, es decir, la enseñanza se ha convertido hoy en algo casi irrelevante. La escuela que fue catalizador de generaciones de chicos hacia una vida mejor, hacia un cambio social, se ha convertido hoy en un ámbito de desaliento, de decepción. Fuisteis los protagonistas de un cambio histórico. Ahora ya retirados o a punto de hacerlo, os toca sentaros en el tendido de sombra de una buena jubilación y ver a los chavales de hoy enfrentarse al toro del paro de la precariedad laboral y económica, para lo cual nadie les previno ni les educó.
Pepe Morán Fernández
P.S. 1.- ¿Será posible, que de tantos cuantos leen este blog, nadie se anime a complementar estas reflexiones? Está visto que tuve unos alumnos fenomenales pero ágrafos.
P.S. 2.- El otro día estuve en Corias, las obras van razonablemente avanzadas. Los cursos que controlo, (los del 61, 62 y 63) tenemos pensado ocupar en la medida que nos dejen, todas las habitaciones del parador el primer día, quién esté interesado que vaya contactando con uno de estos teléfonos:
- Alfredo Mario 639.411.406
- José Antonio Ramos 667.623.416
- Pepe Morán 649.389.909
lunes, 11 de julio de 2011
EL SINDICALISTA
Ya os lo conté. Me refiero a la primera vez que vi un fantasma de verdad. Fue allá en mi lejana preadolescencia y, desde entonces, las poquísimas veces que he vuelto a ver uno me ha resultado muy traumático. Es algo a lo que no te acostumbras jamás. Sobre todo a la espantosa voz de ultratumba que te deja paralizado de pavor.
Así es que, con estos antecedentes, imaginaros lo que fue para mí la última experiencia al respecto. Fue hace unos cinco meses en la zona de Langreo. Había ido yo con mi sobrino Víctor a cenar en CASA X cuando, al ir a recoger el coche para regresar a casa, vimos un fantasma sentado en el asiento del copiloto. Fue horrible. Retrocedimos, caminando hacia atrás, sin perderle de vista hasta que traspasamos de nuevo la puerta del restaurante. Yo no me repuse hasta el tercer chupito de orujo. Mi sobrino, más impresionable, hasta el cuarto. Nadie pareció alarmarse en el restaurante cuando lo contamos. Solamente el dueño exclamó con tono de hartazgo: “Vaya, hombre, ya anda otra vez por ahí Juaco el de la Rasa”. Entonces nos contaron la historia. El tal Juaco había fallecido hacía unos meses y ahora se aparecía su fantasma, preferentemente en los alrededores de algún restaurante, mesón o sidrería. Parece ser que era un sindicalista liberado en una importante empresa de la comarca. Era hipertenso, diabético y con los triglicéridos por las nubes. Y no se cuidaba nada. Siempre con la disculpa de una comida de trabajo aquí, una cena de trabajo allá. Dejándose la vida por los compañeros, vamos. Su médico del seguro, D. ISAIAS LOSA CARCEDO se lo había advertido de forma reiterada “Juaco, que no puedes seguir así….que tienes que comer y cenar en casa seis días a la semana, y de régimen…..que te vas a matar por la empresa…..que ya no eres un chaval….que cualquier día…..” Así que cuando el OCASO llenó el concejo de sus esquelas a nadie cogió por sorpresa la noticia del su fallecimiento. En varios restaurantes y mesones se guardó un minuto de silencio.
Estas apariciones fueron tomadas a broma al principio, pero cuando la gente empezó a retraerse de acudir por las noches a restaurantes y mesones localizados en parajes un tanto solitarios los hosteleros empezaron a reclamar de forma airada al Ayuntamiento para que tomase alguna medida. Pero el alcalde alegó que no podía hacer nada, que el asunto iba en contra sus principios laicos, que sería como reconocer las existencia del más allá y que qué iba a decir la ejecutiva provincial si se enteraban de que andaban persiguiendo fantasmas. Así que no se podía contar con los municipales. Además adujeron que, en todo caso, sería competencia del cura. Pero el cura dijo que bueno estaba él con 77 años y una ciática severa como para andar por las noches a la caza de fantasmas. A parte de que habría que ir con cruz alta, calderillo del agua bendita e hisopo y, claro, los monaguillos se negarían a ir. Alguien sugirió que tomase cartas en el asunto el máximo jefe de los sindicatos, el gran caudillo, el gran pastor de los sindicalistas (cuando digo pastor lo digo en el sentido evangélico del término “yo soy el buen pastor y vosotros los oveyas”
San Mateo cap, 14). Pero el gran jefe se exculpó diciendo que conocía al difunto cuando estaba vivo y recordaba que no era hombre de muchas entendederas y el jefe sindical no quería ni ver al fantasma.
El caso es que media docena de restaurantes, dos mesones y un lagar de la Cuenca del Nalón están hartos y no saben a que recurrir. En un mesón cerca de La Felguera un cliente salió en la obscuridad de la noche a fumar un pitillo detrás del mesón y tropezó con una cadena y, a poco, choca contra una sábana. Tuvieron que ingresarle. En resumen que ahí tienen el problema enquistado y entre la crisis económica, el paro y el fantasma corren serio peligro varios puestos de trabajo en la hostelería.
El tema ha trascendido del ámbito comarcal y ya se ha hecho eco de él la prensa provincial. Un profesor de psicología, gallego y jubilado, especialista en el tema, como buen gallego, publicó un documentado articulo en una periódico explicando que, cuando un aparecido había tenido en vida un fuerte instinto vocacional, era muy difícil que pierda sus manías en el más allá. Por eso se aparecen más a mujeres que a hombres.
Abundaron en vida muchos mujeriegos profesionales. Juaco, el pobre, añoraba los restaurantes, mesones y similares. Según parece los fantasmas de quienes vivieron y hablaron por las Cuencas Mineras penan en el más allá de un modo muy singular. Llevan, a perpetuidad, es decir, de por muerte, dodotis de uralita, por haber tenido en vida el asqueroso vicio de…… en su madre. Aunque los fantasmas son, de por sí, asexuados dice el profesor que si ves fantasma rondando por los cubos de la basura es indicio de que en vida fue una señora adicta a los programas de Tele 5.
Abundaron en vida muchos mujeriegos profesionales. Juaco, el pobre, añoraba los restaurantes, mesones y similares. Según parece los fantasmas de quienes vivieron y hablaron por las Cuencas Mineras penan en el más allá de un modo muy singular. Llevan, a perpetuidad, es decir, de por muerte, dodotis de uralita, por haber tenido en vida el asqueroso vicio de…… en su madre. Aunque los fantasmas son, de por sí, asexuados dice el profesor que si ves fantasma rondando por los cubos de la basura es indicio de que en vida fue una señora adicta a los programas de Tele 5.
El problema tiene más importancia que este hecho puntual que aquí narro. Tengamos en cuenta que en España hay más de 300.000 sindicalistas liberados .Simplemente con que el 10% se vaya al otro mundo acostumbrados al buen comer y mejor beber ya tenemos un riesgo potencial de que empiecen a proliferar por doquier tipos como Juaco que darían un golpe mortal a la hostelería con su fantasmal querencia por los restaurantes. Yo aviso. Sé que es tiempo perdido, porque nadie me va a hacer caso. Pero yo aviso.
De momento, yo he hablado con el dueño de un restaurante y le he aconsejado que recurran al Padre Lobo, un dominico del convento de la Felguera. Es un hombre con un curriculum que proclama su valentía. Se enfrentó a todos los dictadores centroamericanos uno por uno, incluso derrotó al fantasma de Somoza por amedrentarle. Hasta que un día, Lobo le echó encima un cubo de 5 litros de orujo de sidra que fabricaba un paisano suyo de Nembra. El fantasma quedó con la sábana pingando y dando un pestazo que cuando llegó al otro mundo le expulsaron y, ahora está en el otro mundo del otro mundo, o sea, en el más allá del más allá.
Si Juaco se entera de que el padre Lobo toma cartas en el asunto, no volverá a aparecerse y se conformará con el menú del día que le sirvan en el más allá.
Ya bastante tarde, mi sobrino y yo salimos de Casa X. Estuvimos dándole al mando a distancia desde dentro del coche hasta que aburrimos al fantasma y le vimos marcharse.
Ya camino de casa, nos paró un control de alcoholemia y yo di positivo. Le quise explicar al guardia que todo ocurrió por un fantasma. Por el susto que me dio. Pero yo creo que no me creyó.
Yo tarde una semana en recobrarme del trago, pero mi sobrino sigue fatal. Todavía dice preveer por prever, diabetis por diabetes, conducí por conduje, y, lo que es peor, a nivel de en vez de respecto a. El pobre teme no servir más que para locutor deportivo o, como mucho para Concejal de Cultura en alguna de estas villas.
Pepe Morán Fernández
viernes, 8 de julio de 2011
¿DÓNDE ESTÁ Y COMO SE LLAMA LA ERMITA?



También llamada de la Soledad fue construida en la segunda mitad del Siglo XVII. Ya en el Siglo XX, fue incendiada y por suscripción popular fue nuevamente construida. Es famosa porque allí se celebra una de las Romerías más famosas.
Los documentos gráficos pertenecen al Retabalo y dos vistas de la Ermita.
jueves, 7 de julio de 2011
PRIMER DÍA DE NOVENAS................
Si hoy 7 de julio, algún reportero o encuestador saliera a la calle de cualquier localidad asturiana o española y preguntase ¿qué día es hoy? estoy seguro que más del 70% responderían que San Fermín. Pero si esa pregunta se realizara en Cangas o a personas que tengan o hayan tenido alguna relación con el Municipio más extenso de Asturias, la respuesta indudablemente sería otra: “Empieza el Carmen”.
A pesar de que el programa oficial diga que se inician el día 14. Es el primer día de Novenas y por lo tanto Cangas comienza a oler a xarana, a bollos de chorizo, a empanada, a chosco, y todas las viandas que uno se pueda imaginar, con el complemento del vino de Cangas para ser bien acompañadas. Las Peñas se reúnen en torno a una mesa para degustar los productos típicos de la gastronomía canguesa. Pero sobre todo empieza a oler a pólvora. Porque si algo no puede faltar desde este primer día de Novenas son ¡LOS VOLADORES
Más uno de Cangas recordará la polémica que hubo allá en el principio de la década de los 60 entre el entonces Presidente de Artesanos D. Benito Castelao y un Secretario del Ayuntamiento que acababa de llegar a Cangas, creo que procedente de Pola de Siero y como le molestaban los voladores, pretendía desde su puesto de privilegio en el Consistorio cangués, que no se tirasen voladores más allá de las 12 de la noche más o menos y de la que nació la famosa frase de ¡Voladores SI! ¡Voladores NO! Evidentemente la que resultó vencedora fue:
¡VOLADORES SI!
Y es que D. Benito tenía más peso que aquel señor, que sí sabía de dónde venía, pero no a donde llegaba.
Como bien sabéis yo no soy nacido en Cangas, pero once años se notan. Puedo decir que he vivido en varios lugares de Asturias, pero ninguno me dejó tanta huella. Por eso todos los años el 7 de julio, me coloco mi medalla de Artesanos como manda la tradición y aunque por la distancia no pueda seguir el ritual de las meriendas en Casa Sotero, en los Nogales, en la Cogolla, el Fuejo o el Cascarín y cada centro de reunión de las peñas, comienzo a vivir el Carmen.
Si para uno de Pamplona por poner un ejemplo, la satisfacción plena es correr los Sanfermines, para un cangués, lo más de lo más es: ¡TIRAR EL PRIMER VOLADOR! La mecha está preparada desde hace ya mucho tiempo. Nadie que esté vinculado a Cangas, haya o no nacido allí, habrá dejado de lanzar ese primer volador, que luego te hace tirar otro y otro y así cada vez que haya alguna celebración especial.
Así, el día 15 por la mañana, me subiré a mi coche “Rojo-Red” como mi nieto Diego lo llama y rumbo a Cangas para tratar de llegar a tiempo al izado de la bandera en nuestra base del Cascarín, tirar los primeros voladores, tomar algo en el Chongo, acompañado de esos pinchos de empanada insuperables que nos pone Antón. Suele ser habitual la visita de nuestro Bloguero Prior, pero parece que este año sus obligaciones familiares se lo impedirán. Luego llega el reponer fuerzas para lo que nos espera, con el potaje que nos prepara Geli en la Bodega “Caniecho”. Luego una siestina para estar bien despierto por la noche en la cena de la Peña, contemplar los fuegos y luego bajar al centro, tomar una caipiriña en el Blanco o en el Moreno; o donde sea y haya sitio; probar una compuesta, aunque para mi como las que servía Pepe el Habanero en el Café del Carmen o en los gloriosos tiempos de la Sala de Fiestas Trébol creo que no se volvieron a repetir. Recuerdo, que cuando vine a vivir a Gijón, alguien me comentó: “en la “Cafetería el Caballito” en el Paseo de Begoña servían unas compuestas excelentes”. Un día entré pedí una y realmente estaba muy buena. Sabía casi como las del Habanero. ¿Sabéis quién era unos de los camareros?: Pepe Ríos que lo había sido del Café del Carmen durante años.
Después a una hora prudencial, porque el calendario se muestra inflexible, a descansar para la jornada que nos espera pocas horas más tarde. ¡EL CARMEN!
Aunque hayas dormido poco, a las 12 ya procuras estar en las Almenas, para ver el paso de la procesión, que través de la calle Arrastraculos, llevará a la Virgen hacia la Basílica. Como no puede ser de otra forma habrá la correspondiente descarga, anticipo de lo que será la gran traca de la tarde. Luego vendrá el paseo por la calle Mayor, el saludo a los viejos amigos; algunos de ellos solamente los veo en estas fechas; después de tanto tiempo pasado. Seguramente estarán por allí nuestras dos damas del Blog y esperemos que también Victor Gión si es que sus obligaciones con los nietos se lo permiten. La sesión vermú, eso sí, sin orquesta como se hacía antes en las plazoletas o en el Paseo. Es una de las cosas que echo de menos. ¡Aquellos conciertos en las Plazoletas de los Trovadores, los Satélites o la Nopal! Luego la comida en este caso más ligera que la del día anterior, y a partir de las siete cuando los componentes de la Peña el Voladorán (Felicidades por esa Medalla de Oro de la Sociedad de Artesanos) comiencen a anunciar la cuenta atrás, la subida al Cascarín a terminar de preparar todo y esperar que en torno a las 8:20, cuando la Virgen, que regresa en procesión desde la Colegiata a su Capilla de Ambasaguas, se detenga en el centro del puente Medieval y el Presidente de Artesanos lance al cielo el primer volador, la señal para salgan hacia el Cielo los más de 60.000 que le seguirán durante esos seis o siete minutos en Homenaje a la Virgen del Carmen, con ese final apoteósico de la máquinas disparando los barrenos que hacen temblar todo el Valle. Cuando todo acaba con los abrazos y más de un lágrima de alegría porque todo salió bien, es el momento de despedirse:
¡HASTE EL PRÓXIMO CARMEN!
miércoles, 6 de julio de 2011
¡AHIVALAHOSTIA!... ¿QUÉ DICES, TÍO?
-Por: jrFRANCOS-
José Manuel Intxausti Goicoechea, conocido como "el Bilbaíno", era un mecánico que tuvo dos golpes de suerte en la vida, cambiándole por completo el curso de la misma. El primero fue cuando conoció a Rosa Díez y el segundo, del que hablaremos en primer lugar, cuando le tocó la lotería. Cincuenta kilos (de los de "El Cordobés"), ciento cincuenta mil euros que le permitieron despedir al jefe -corte de manga incluido- e irse de vacaciones a una casa rural, en Asturias, donde coincidió con Rosa Díez, la líder de UPyD.
También le dio para comprar el mejor equipo para jugar al golf y hacerse socio de un club de postín. (Coche ya tenía un deportivo, que adquirió por nada y menos a un empresario tras un golpe y que, fin de semana tras fin de semana, reparó con sus propias manos dejándolo como de fábrica). Quería relacionarse con gente de clase, cansado de bocatas y menús de a nueve euros. El primer día, le pregunta al instructor que en qué consiste el juego. "En darle a la bola y dejarla lo más cerca posible del hoyo", contesta éste. "Vale, no necesito más". Decidido y con gran confianza en sí mismo, se pone, le pega sin amagos ni postura técnica, la bola que vuela y va a caer al mismo borde del agujero. Asombrado, el instructor le felicita: "¡Fabuloso, señor Intxausti! Por milímetros, no la ha metido usted dentro". A lo que "el Bilbaíno" responde: "¡Ahívalahostia, haberlo dicho!".
La semana del 6 al 12 de junio estuve por dominios de
Visité la "catedral" de Justo en Mejorada (esa que dio la vuelta al mundo al aparecer en el anuncio de Aquarios, ¿recuerdan?, y que también aparece en el libro "La arquitectura margivagante" de editorial Siruela, como una de las cincuenta edificaciones más llamativas de España),
Desde allí mismo, km. 0, envié un mensaje a un amigo, quien a vuelta de ondas me contesta: "Te felicito, si yo tuviera tiempo estaría ahí pero de PROTAGONISTA. No de mirón. Un abrazo". Mi amigo no sabrá puntuar bien, queda a la vista, pero es un hacha como ingeniero electrónico: tuvo puestos de responsabilidad en la administración autonómica de Asturias y en la de Madrid, a las que renunció para tener su propia empresa, donde llegaron a trabajar una veintena de personas. Ahora está solo, de brazos cruzados y conformándose con cobrar a cuentagotas lo mucho que le deben quienes quieren y pueden pagarle.
Pese a lo que leí en prensa (leí lo que quisieron decirme) y escuché en la radio (ídem, siendo, no obstante, Joan Tardá de ERC en el "Análisis político" conducido por Íñigo Cuesta en RNE y Toni Garrido en "Asuntos propios", misma emisora, quienes más me gustaron)), más las "teles" (que también me contaron lo que quisieron contarme), más la mañana que pasé en el corazón del 15-M, no me atrevo a opinar y pontificar sobre los "cabreados" como tanto periodista y comentarista, sin poner un pie en
...Como lo ha hecho Alfonso Ussía en "
En el artículo referenciado (¡qué duro el oficio de tener que escribir todos los días uno!... y... ¡qué duro debe ser el tener que estar día sí y día no dándole "caña" a Zapatero o patadas en el trasero arremetiendo contra sus ministros, ayer no sé quien y hoy el ministro del Interior -y candidato- Alfredo Pérez Rubalcaba!), se llega a leer...
...Pues lo mismo que leyó "el Bilbaíno", quien después de aquel soberbio golpe dijo que no jugaba más y se fue al restaurante que había allí mismo en el complejo deportivo a comer cocochas de merluza con almejas acompañadas de un txacolí; mientras esperaba que le sirviesen quiso ojear el AS o el MARCA a ver qué decían del Atlético de Bilbao, el equipo de su abuelo (portero que había sido en el equipo de barrio y que se emocionaba en "
No se sabe por qué, nuestro protagonista empezó a retroceder páginas, hasta volver a la 11. La foto de aquel señor de buen pelo echado hacia atrás, amplia frente, ojos poco abiertos pero escudriñadores desde su mirada frontal, con semblante entre sonriente y altanero, chaqueta, pañuelo y corbata -con nudo parece que torcido hacia su derecha-, Nbrazos cruzados y reloj de pulsera, fijó su mirada. Era Ussía, cuyo artículo "Indignante" empezó a leer.
"El Bilbaíno", en política era lo mismo que en el fútbol: del PNV, lo mismo que lo habían sido su abuelo y su padre. Bueno, más bien "había sido", pues desde que en aquellas vacaciones coincidió con Rosa Díez, con quien entabló una buena amistad, tiró por la borda la herencia política legada y se hizo socio de UPyD, aunque en realidad en quien militaba era en Rosa Díaz, por quien, según algunos, bebía los vientos.
Con esa premisa, que bueno es conocer, José Manuel Inchausti Goicoechea, alias "el Bilbaino", leía y leía el citado artículo frunciendo cada vez más el ceño. Cuando iba por la segunda columna, segundo párrafo y leyó: (...) "Esto no es un movimiento espontáneo y apolítico. Se trata de un invento cuya finalidad no es otra que la de entorpecer el buen funcionamiento de las instituciones democráticas cuando el PSOE no tenga el poder, que será muy pronto", no pudo más y exclamó, sonoramente, sobrado como era: "¡Ahívalahostia!... Pero qué dice este tío".Expresión irrespetuosa -pues no es un tío, es un señor-, que él mismo (Alfonso Ussía) empleó al final de un artículo, hace ya tiempo, donde después de poner de "chupa dómine" a Zapatero por no levantarse a saludar durante el Desfile al paso de la bandera americana, terminó con esta frase: "¿Vale, tío?", pareciendo olvidar que aquel "tío", cometiese un menor o mayor error político con su "sentada" -de la que seguro se arrepintió y pagó algunas consecuencias-, no era un "tío", era el presidente de España que, libre y democráticamente, habían elegido los españoles. Es decir, su presidente, le gustase más o menos, al que por lo que representa no se le debe tratar como al colega del bar, máxime si, como en aquel artículo, lo tachaba -entre otras muchas cosas- de mal educado, pareciendo no darse cuenta que es bueno -cuando se critica un comportamiento ajeno- empezar por dar ejemplo. No vayamos a hacer como esos padres que, cuando su hijo empuja al primito, le pegan en las manos al tiempo que le dicen: "No se pega a los otros niños".
Le seguiré leyendo señor Ussía, don Alfonso.
José Rodríguez Francos "jrFRANCOS"
(Fotógrafo dela Naturaleza )
N. del Autor: "El Bilbaíno" es un chiste que me envió un amigo. Aquí se ha recreado para construir el artículo.
(De www.lagacetaindependiente.com, periódico impreso y digital)
(Fotógrafo de
N. del Autor: "El Bilbaíno" es un chiste que me envió un amigo. Aquí se ha recreado para construir el artículo.
(De www.lagacetaindependiente.com, periódico impreso y digital)
lunes, 4 de julio de 2011
MISTERIOS DE CORIAS
CONSERVAS EN EL RÍO
Algunos recordareis, si no fue un sueño mío, el hallazgo de un lote de conservas a la orilla del río. Al ser externo, salvo durante los recreos, pocos períodos de ocio compartía con vosotros, los internos. Pero cuando se trataba de ir al río, me apuntaba cuando podía.
No hace mucho Galán recordaba los siete males que le entraron por bañarse en época temprana. Supongo que sería el mismo día de marzo cuando a él, a mi y otros, el desafiante baño se nos hizo irresistible. El sol estaba radiante rodeado de azul intenso y el agua bajaba saltarina y transparente desde los altos neveros que coronaban a Cangas convertida en miles de afiladas cuchillas que cortaban las piernas de los osados bañistas. Afortunadamente otros tuvimos más suerte que Galán pagando como único peaje de aquel invernal baño un agudo dolor en las amoratadas piernas; por no hablar del pito, el muy ladino, literalmente dimitido.
Sin embargo, el descubrimiento de las conservas, estoy por asegurar, se produjo un día de aguas más benignas cuando levantando morrillos por la orilla, ¿qué pretenderíamos hacer? comenzaron a aparecer las dichosas latas. Lo primero fue perplejidad, después, la duda de hincarles el diente previamente descerrajado su metálico caparazón con navaja o similar; mas eran los tiempos del mortífero metílico y algunos aún teníamos metido el miedo en el cuerpo con haber dado, a hurtadillas, algún tiento, supongo que rebajado con agua, al alcohol utilizado en las pruebas de laboratorio y recién pasados días angustiosos cuando llegó la noticia del fatídico metílico. Cualquiera preguntaba a los frailes si el allí utilizado era etílico o metílico.
Ante la duda de la existencia de algún rastro de aquel temido ingrediente en las conservas, me parece recordar que en el hoyo se quedaron. Alguien dio aviso en el convento y según dijeron enviaron a buscarlas, eran muchas y sirvieron de cena a los internos.
No volví a interesarme por el tema, pero la intriga siempre estuvo rondando: ¿de dónde procedían aquellas latas? ¿De un robo? ¿Un alijo de contrabando? ¿Un zulo para los del monte?. No hacía tantos años que la resistencia contra la dictadura se había mantenido activa por la parte de Sierra, zona de procedencia de nuestro compañero autor de certeros ripios, además de historiador y deportista, J.M. Martínez.
Si alguno tiene información sobre esta historia y la facilita, al fin, sabré si fue real, un sueño o una tomadura de pelo; y desvelado el enigma muy gustoso invito en la primera ocasión, si es posible en El Chicote, lugar visitado por Jesusín, a buen bollu preñao regado con Penderuyos. Así también tendremos la ocasión de saludar a una de las mejores personas de Cangas, Antón.
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