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sábado, 27 de julio de 2013
Al “Prior” ya no le sienta nada bien el relente de la folixa
Se nota que al "Prior" tampoco le gusta doblar mucho la bisagra pues, en vez de cavar y cultivar la huerta y tenerla como un vergel como hace Carlos Lobato, la utiliza como terraza de lectura ¡Cuánto folgazán hay suelto por ahí!
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El caso es que nos encontrábamos aquí en Posada
estupendamente, muy tranquilos y a gusto como se puede ver por la foto durante todos estos días de julio, los cuales tomamos
como vacaciones aprovechando las fiestas canguesas, y, recién pasado El Carmen,
después de tres trasnochadas un pelín prolongadas, ya comenzamos
tanto Elena como yo, a sentir los primeros síntomas de resfriado como son
los típicos picores de garganta o algo de carraspera, pero no le dimos mayor importancia
y lo achacamos a los efectos propios que a veces suelen producir estas exageradas calorinas, así ocasionales, en los bodys que ya van teniendo cierta solera,
como es el caso del “Prior”, pero sin darle mayor importancia. De todos modos no era de extrañar pues, con el calor tan desmedido que lleva haciendo en
lo que llevamos de verano y encima con el grado de humedad tan alto que existe
en el ambiente -en torno al 80%-, es muy propicio para que se produzcan cualquier
tipo de alteraciones en el sistema respiratorio.
Nosotros el día de
Pola, después de haber pasado una
jornada muy a gusto y placentera entre los amigos blogueros, cuando regresamos
a casa estábamos medio cocidos (escocidos no) y no fue por el alcohol
ingerido, no; más bien por la calorina tan tremenda que pasamos durante todo el
día. Así, una vez en casa, no veía uno el momento para poder ducharse y
cambiarse de ropa. Teníamos la molesta y pegajosa sensación de tener la ropa adherida a la propia piel. Al día siguiente, domingo, nos
fuimos a León y el miércoles regresamos de nuevo a Posada.
Durante los días previos al Carmen también
hizo mucho calor: yo he comprobado algunas mañanas el termómetro exterior en
casa en Posada y a las siete de la
mañana marcaba 21 grados de temperatura, cosa totalmente inusual para estos
pagos. En principio los conatos de
resfriado que sentíamos no parecían nada
anormal, más bien los propios de algo pasajero, sin trascendencia. Pero al cabo
de unos días la cosa fue yendo cada vez a peor, hasta que surgió lo que he
contado en el comentario que hice ayer en la entrada de Felipe, La Biblioteca.
El caso es que a Elena no le ha pasado de ser un catarro
normal, pero en mi caso, me pilló bien pillado. Una vez más se demuestra que las mujeres son mucho más duras y
resistentes que nosotros los hombres. Miánicas
que sí. Ahora, estos últimos días
que nos restan de estancia en Posada, estamos recluidos y sosegados en casa
para lograr cuanto antes que yo me recupere para volver
a estar en condiciones lo antes posible y
así poder hacer de nuevo, tanto los paseos matinales por
el valle del río Gillón, como por la
ruta de Romualdo, lo mismo que el resto
de labores propias de un sesentón cumplido como es mi caso.
Lo que más siento es no haber podido colaborar más estos
días en el blog con aportaciones alusivas a los últimos acontecimientos
surgidos en la zona, como fueron la inauguración del Parador, los días de puertas
abiertas y también sobre las fiestas del Carmen, pero hay veces que no se
arregla la cosa. Menos mal, que el Pelgar no debió de estar este año mucho de folixa y por eso en plenas fiestas apareció
con su entrada, donde nos cuenta la llegada
a su pueblo de nuevas mozas, las cuales parece
que le tienen un tanto trastocado. También sería conveniente que este magüetu
de rapaz dejase de lado los embelesamientos atemporales con jovenzuelas
quinceañeras y atendiera más a las peticiones que le hacen los lectores del
blog para que participe más y con mayor
frecuencia pues, se lo están exigiendo
en todas y cada una de sus colaboraciones, y cada día más.
En los días del Carmen nos hemos visto por Cangas con varios amigos blogueros como: Mamen y Castro, Olga, Marta, Baragaño, Rodri,
Caco, Felipe, José Fernando y alguno más que ahora no recuerdo. Nos faltó Alfredo
que no debió de estar y Ramos que sí estaba, pero no hemos coincidido. Con Maribel y Manolo tampoco
nos hemos visto pues ellos esos días estuvieron
en Oviedo por motivos de familia. Si no hubiera sido por este contratiempo mío de
la dichosa neumonía atípica, Maribel ya había previsto que
un día de estos fuéramos a comer al
Parador pero como no pudo ser, no queda más remedio que aplazarlo para mejor ocasión. A raíz de esta invitación le he encargado a Maribel que el día que vayan ella y Manolo, si lo cree
oportuno, le pregunte al jefe de comedor si necesita algún camarero con
experiencia demostrable en portear bandejas como puertas, cargadas con diez o doce platos ya servidos de
comida, desde cocinas hasta el nuevo comedor. Si la respuesta fuera positiva,
Maribel le dirá que no se preocupe que
eso está resuelto, pues ella sabe de varios, pero en concreto hay uno en Posada de Rengos que le encantaría
volver a probar si en estos momentos sería capaz de practicar aquellos mismos malabares
que hacía entonces con aquellas pesadas macrobandejas de madera, transportadas desde los aposentos de
la señora Avelina hasta los jóvenes y apetentes comensales que estaban esperando en el refectorio y que desde sus asientos, puestos en pie, iban recogiendo de forma limpia y rápida, según iba avanzando el hábil camarero, cada uno su plato por riguroso orden de
colocación. Si digo la verdad, aún no he perdido la esperanza de poder volver a repetirlo. En el
caso del Parador, le vendría de perilla contar con personal poseedor de estas habilidades pues cuando se le presenten bodas multitudinarias, sería un método eficientísimo para echar de
comer a tanta gente en un tiempo récord.
B. G. G. bloguero “Prior”
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19 comentarios:
AVISO PARA JOSÉ MANUEL GERA.
Por si el amigo Gera lee esta entrada le diré que nuestro antiguo profesor, Pepe Morán, tiene gran interés en ponerse en contacto con él. Como supongo que a Gera le será bastante más fácil hacerlo que a la inversa, le sugiero, si es de su agrado, que a través de mi correo: bggitm@gmail.com, podemos comunicarnos para yo poder facilitarle el teléfono de Morán, si es que no lo tiene. Saludos Benjamín
Ya veo que el Prior está poniéndose en forma, sentado a la sombra leyendo. Así cualquiera. Como menciona en la entrada lo de la comida, que por su enfermedad hubo que aplazar, diré que nosotros fuimos hoy a comer al Parador, pues como él comenta también, no estuvimos aquí durante las fiestas, y aprovechado el fin de semana no queríamos marchar de vacaciones, sin ver el Parador y comer allí.
Reservamos mesa ayer. No sé si hacía falta, pero por si acaso. Cuando llegamos había bastantes reservadas y otros que fueron llegando, se llenó el comedor y alguna mesa se ocupó dos veces. Creo que comeríamos allí, al menos, sesenta personas. La comida bien. Había un menú de degustación de inauguración, que incluía vino o agua, tinto de Monasterio de Corias, y, como no somos aficionados al vino, un blanco que no recuerdo el nombre, pero que no me parecía de aquí. Ese menú incluía, como todos los de degustación, un poco de cada cosa, y el postre era o arroz con leche requemado, o Dulce del Prior, el precio era de 25 euros. Creo que bien, teniendo en consideración el “marco”. Después había los típicos menús de Paradores, que oscilan entre los 31 y 34 euros, dependiendo del Parador. En este caso eran 33 euros. Nosotros nos decantamos por este último, un primer plato, un segundo y postre. Para beber, agua del tiempo, que es lo que siempre bebemos. La comida estaba bien. Como todas las de Paradores.
En cuanto al comedor, y al resto de lo poco que vimos del Parador, no nos entusiasmó, a Manolo concretamente no le gustó. Claro que es difícil entrar a un comedor donde comiste durante cinco años y al verlo cambiado… Tampoco la recepción nos pareció gran cosa, un poco oscuro diría yo, además de estar situada en el pasillo, que aunque es ancho… La decoración de los pasillos, para ser Paradores y un Monumento, era un poco escasa. No tomamos café en el comedor para ir a tomarlo a la cafetería, a la que pusieron de nombre “la bocamina”, Tenía mesas dentro y también fuera en el claustro, -el que no tiene la araucaria- , pero no había nadie para atender, (Eso suele ocurrir bastante en los Paradores, que a la hora de comer destinan todo el personal al comedor y la cafetería queda desatendida) así que entramos, salimos hasta el claustro y como no aparecía nadie, nos marchamos.
Estos pequeños detalles que quedan por “pulir”, se irán arreglando con el tiempo, suponemos. Hace unos años fuimos al Parador de La Granja, a los pocos días de abrirlo y también notamos unas ciertas carencias.
Maribel, debo puntualizar que la foto de la entrada es de "antes del asunto" como decían en nuestros tiempos las monjas para referirse al parto de la Virgen y decir que fue virgen antes del parto, en el parto y después del parto. Pero la palabra parto debía resultar un tanto fuerte y ellas decían: antes del asunto, en el asunto y después del asunto. En mi caso es: antes del asunto. A partir del asunto no he salido de casa nada más que el jueves para ir al médico.
Benjamín, ayer como escribí tarde, ya estaba cansada y se me olvidó comentar lo de los porteadores de bandejas en el comedor.
Por una parte decirte que había bastante personal en el comedor, así que me pareció que no necesitaban a nadie. También, que allí mismo me enteré, -a buenas horas-, de que tenía yo en casa un porteador de bandejas también. Comentando lo tuyo con Manolo, me dijo que él también había hecho lo mismo. También me indicó, más o menos, donde comía él.
Ya veo que aclaraste que la fotografía fue tomada antes del “asunto”. Así me explico el buen aspecto que tienes. Creí que ya estabas para empezar “Otro Carmen”.
El dia que estuvimos alli, quiero decir en el Parador, al salir de la biblioteca,nos explicaba la regenta de Parador (una chica muy agradable,que estuve un rato hablando con ella,me dijo que era asturiana pero que venia de trabajar en Cantebria)que nos fijaramos en que las escaleras por donde bajaban los antiguos alumnos, estaban mas gastadas de un lado pues les hacian bajar de uno en uno en fila, cosa curiosa , pues asi era,no sé si eso ocurria en vuestros tiempos o cuando el Colegio Apostolico,un detalle curioso,Don Benjamin, recuperese usted del todo,que quedan cosas pendientes,como dices las muyeres (como diria Jesusin)somos mas resistentes a los virus,debe de ser que ya les tenemos tomada la medidad
Mamen, la regidora está en lo cierto.
Las escaleras están más gastadas por los laterales que por el centro.
Siempre en fila y con las manos atrás.
¿Alguien sabe por qué nos obligaban a llevar siempre las manos atrás?.
Hablando de escaleras ¿os habéis fijado en las escaleras de piedra que subían desde el claustro de la portería a los pisos de clausura?.
Una maravilla.
El Prior ya está en edad de cuidarse con caldinos y bolsa de agua caliente en la cama.
Un servidor también descuidó el simple catarro y terminó con antibióticos para curar la bronquitis.
Haxa salú.
Samuel, parece que los jovencitos que ya pasamos de los 60, fuimos los mas atacados por esa especie de virus o bacteria, que hubo en julio. Yo también estuve bastante tocada con faringitis,catarro y algo de asma, que incluso me obligó usar un inhalador para el asma y la tos. Fiebre no tuve, y aunque fui al médico no me dio antibiótico. Me duró unos quince días. En mi caso no fue como el Prior, que espero que ya esté recuperado. Yo no estuve en las fiestas.
Las Dominicas también nos mandaban ir en fila con las manos atrás, no sé el motivo. También, si hacías o decías algo impropio, con las manos en la cabeza.
Yo no me acuerdo de las escaleras de Corias, sé que estaban gastadas, pero nunca me fijé si en el centro o en los lados.
Aunque tengo en precario la conexión con el blog, intentaré responder a la pregunta de Samuel.
Me parece recordar que la fijación de los frailes, para que llevásemos las manos atrás, venía motivada por una imitación a la familia real inglesa. Decían que éstos posaban así y les resultaba elegante.
Espero que Benjamín ya esté en plena forma. Sus entradas y comentarios así lo demuestran. Los mismos deseos para resto de convalecientes.
Mis mejores deseos y una pronta recuperación para nuestro gran Prior,espero que ya vayas recuperando la buena salud que tú siempre disfrutaste,un abrazo y ahora voy a leer un poco los comentarios,no dispongo de mucho tiempo,un abrazo,salud y buen Verano.
este teclado ta loco,ahora salen 20 copias,anularlos,gracias,
Estoy leyendo el blog y veo que faltan algunos comentarios,yo metí dos o tres y no los veo por ningún sitio y ahora me salen triplicados,serán estos artilugios informáticos que cada día nos dan una sorpresa,aprovecho para mandar saludos a todos los blogueros y que los virus gripales no tengan mayor importancia,una abrazo.
"Estoy leyendo el Blog".... ¡Ah no!, quien lo estaba leyendo era Gión, que debió entusiasmase tanto que paezme a mi que'i debió dar a la tecla de amenar y luego nun fue capaz de dai a la de aparar.
Si el señor Marqués de Posada ya está totalmente restablecido como deseamos, tiene trabajo abondo para complacer al mocín de Oviedo. Esote pasa por no tener ordenador en casa. Los de afuera a veces gastan alguna broma, je,je.
Ya veo que algunos se apuntan a degustar los menús del Parador. A ver si en septiembre lo logramos todos. En manos de la "jefatura" queda.
Siempre en dos filas: a comer, a rezar, a dormir, a clase, al recreo, al cine. No es la primera vez que voy por la calle con las manos atrás.
Esta es una pregunta para Inocencio:¿Tenías algún compañero en Corias de la zona de Navelgas?. Hubo varios que debían ser de tu promoción o muy cercana.
Tien razon Alfredo,Gión, debio de darle al de" amenar" en vez de, el de " aparar" pues la cosa salia embalada,me muero de risa viendolo, es que esos ordenadores de los clubs de jubilados,tan como ellos "tous changaos" a ver cuando te pones al dia y te renuevas,que va siendo hora
Somos un poco desagradecidos. Gión dedicando su tiempo a escribir un montón de comentarios en el Blog, y encima nos reímos. Yo ya digo siempre que los comentarios con más gracía son los de Gión. Eso aparte de la mala pasada que le jugó el ordenador que utilizó ayer. En cualquier momento me pasa a mi lo mismo estos días que no estoy en mi sitio habitual.
Maribel, ye pa escacharrase pues dice Victor Gión , que ta leyendo el Blog y faltan algunos comentarios.Cuento 11 seguidos, y entre lo que dice Alfredo de las teclas amenar y aparar, Mamen con lo de los ordenadores "tous changaos" !como pa nun reise!.
Samuel, dices que a veces vas por la calle con las manos atrás y das a entender, si no me equivoco, que es una reminiscencia de Corias.
Hace unos cuantos años hice un curso, en el trabajo, de atención al público, en el que nos hablaban de la importancia del lenguaje no verbal, y creo recordar que caminar con las manos atrás era de personas con seguridad en sí mismas.Así que es buena cosa. En realidad era así para los hombres, pues el cuerpo de las mujeres, no es muy propio para eso.
Posiblemente sea una reminiscencia de antaño el ir con las manos atrás pero no es la forma más habitual de pasear.
Gión, me ofrezco para abrirte una cuenta, con foto y todo, para que te pongas al día de una vez.
También tienes a Jesús que es un experto en estos temas y te puede echar una mano.
COSAS CURIOSAS QUE ENCONTRÉ, BUSCANDO LO QUE NO ENCONTRÉ.
Cantaba una nerbata
dende un manzanu,
el que non bebe sidra
non ye asturianu.
Y FUERA DE ASTURIAS.
"vino de manzana,
ni es vino ni es nada;
bébalo la gente asturiana.
Las familias "conceyaban" o hablaban a veces con el riesgo de quemarse debido a que saltaban las chispas:
" Maria, si vas al monte
no me traigas leña verde
que estándome calentando
me saltó una chispa al dengue"
Las aguas medicinales.
Las fuentes no eran todas iguales: Habia aguas buenas, aguas que daban catarros y aguas que curaban enfermedades.
Antes de beber, cuando existian dudas sobre la calidad del agua, se decian rezos como los siguientes; Jesucristo dijo al vino
Santa Maria dijo al agua
si tienes alguna gafura
de tres soplidos se vaya.
Por aquí pasó Jesus
con tres veles y una cruz
y me dixo que bebiera,
toda l,agua que quisiera.
Aiquí voy emular a Jesusín.
EDELMIRA NOS CUENTA UNA ANECDOTA.
Un manteigueru di Trabau foi ricucher a manteiga pur us pueblus ya divoila pa Cangas, al poucu tiempu a xente queixouse pur qui dician qui tinia piedras nel mediu da manteiga pa qui pisara más ya diran mas cuartus, cun la qui il probi manteigueiru tinia qui ir ricuchendu as manteigas ya mirándulas bién pur u mediu pur si tinia as piedras o nun las tinia, mientras faia estu pinsaba pa él;¡ala!, a discunfiar di todas pur si acasu, nun sia il dimoniu qui mi la faigan outra ve, ¿quien sirá a mala burra qui mi la fairá? Yeran anus probes, faiase lu qui fora pa devar carolu di pan a boca, guey nun faai falta, peru digarántiempus piores.
El "manteigueiru" era la persona que se encargaba de recoger la manteiga y llevarla a Cangas. Para transportarla solia usar el "banastru" que es una cesta alargada para que no se toquen las mantecas.
Ya cun esu alón.
Un abrazu.
Marta.
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