miércoles, 17 de febrero de 2016
OLOZAGA
Ante el requerimiento de parte –de doble parte –Ulpiano
y Galán– vuelvo sobre mis pasos para agarrar por las solapas y zarandear un
poco al impresentable de Olozaga.
Primero,
Ulpiano, quiero matizar esa leyenda de
que yo no leo comentarios del blog. Es
una historia que se inventó otro exalumno al cual aclaré, palabra por palabra
que no confundiera las cosas. Que yo no contestaba a las alusiones a mis
entradas porque no quería enzarzarme en discusiones públicas con ningún exalumno.
Es más, quise explicarle que yo hacía de mi silencio una virtud, pues me sobraban
argumentos para puntualizar, pero no lo hacía porque mi tarea como docente
había quedado 40 años atrás.
Tal ocurrió
cuando yo escribí Arturo Más en vez de Artur Más. Hubo varios que se enojaron,
lo cual me sorprendió mucho toda vez que según las normas de la Real Academia
de la Lengua Española, los nombres de topónimos extranjeros se traducen al
castellano. Así decimos Nueva York o Londres o Florencia, en vez de New York,
London o Firenze. Y los onomásticos también se castellanizan si los utilizamos
hablando en castellano. Así decimos el Príncipe Carlos o Julio Verne, Emilio
Zola, Miguel Ángel etc…
Si el catalán
es lengua extranjera debemos decir Lérida, Gerona, Arturo y Jorge.
OLOZAGA:
Difícil me lo
pones, Ulpiano. Hablar sobre el siglo XIX español es tarea más para un
psiquiatra que para uno excamarero como yo: porque es indudable que ese siglo
en España fue un pandemónium de locos matándose entre sí y destruyendo al país.
No hubo años seguidos sin una guerra civil, una sublevación militar, sin una
intentona golpista.
De ese enjambre
de locos que pululaban por el siglo XIX español podemos entresacar, coger con
la pinza de la curiosidad y analizar algún personaje como Olozaga.
El problema que
surge al evaluarle es que el personaje vivió en una sociedad tan compleja y
convulsa que sería necesario primero situarle en una sociedad concreta, con unos
condicionantes concretos, que hagan comprensible la figura de un político
cualquiera. Nadie es comprensible sin su circunstancia, que diría Ortega. Y la
circunstancia de Olozaga me llevaría a mí demasiados folios, tiempo y humor.
Además me deprime hablar de esa época.
Tendría que
comentar que España acaba de salir del reinado de uno de los personajes más
nefastos que han pasado por nuestra historia, es decir, Fernando VII. Durante
su reinado y en gran parte por su culpa, se gestaron todas las desgracias que
duraron más de un siglo.
Sin este
funesto personaje es imposible comprender todas las desgracias que
sobrevinieron. Su actitud cerril, traidora y prepotente al no admitir la
Constitución de 1812 provocó que, tras su muerte, y con toda la lógica, los
españoles se dividieran en banderías. Unos queriendo mantener una monarquía
semimedieval y otros pretendiendo instaurar en un mes y por las bravas una
España moderna, próspera y progresista, como la que su abuelo, Carlos III había
diseñado.
Todo lo
conseguido en tiempos de su abuelo, Carlos III –con Aranda, Floridablanca,
Marqués de la Ensenada, Campomanes, Jovellanos, Esquilache, etc… que supieron introducir a España en la
senda de la modernidad y el progreso– fue desbaratado por el rey más canalla de
nuestra historia. Y, para colmo dejó sembrada la discordia y la confrontación
entre españoles que ya no nos abandonó jamás.
Le sucedió su
hija Isabel II, con tres años. La nación quedó desnortada en manos de nobles,
militares, clérigos, y visionarios que iniciaron el siglo más triste de nuestra
historia. En medio de aquel guirigay de políticos, nobleza, generales etc, que
se montó, aparece nuestro personaje.
Nacido en Oyón,
Álava; alto, guapo, abogado a los 22
años, impetuoso y mujeriego. Se erige como líder del ala más radical del
partido liberal. Es elocuente, osado, y aspira a todo. Su éxito con las mujeres
le hace crecerse. No es de extrañar que resultase un tipo odiado por los
hombres y adorado por las mujeres.
Para colmo le
nombran preceptor de la reina, ante lo
cual, los enemigos ponen el grito en el cielo (Serrano, enemigo suyo dijo que
fue como meter al gavilán en la jaula de la paloma). Durante decenios se
debatió en España -como tema trascendental– si eran o no ciertas
las fechorías amatorias y políticas de Olozaga.
Resulta difícil
discernir la verdad de la leyenda. Quizás lo más creíble sea atenerse a los
informes que la embajada de Francia, e Inglaterra, mandaban a sus gobiernos,
así como los que a Roma enviaba el Nuncio.
Debían estar bien informados porque el embajador
francés se enteró a las dos horas y diez minutos de que la jovencita Isabel
había protagonizado un evento fisiológico propio de su edad. El embajador de
Inglaterra se enteró a las 24 horas. Se lo contó Olozaga.
Aunque solo sea
cierto el diez por ciento de lo que se le atribuye, ya sería grave. Quizás lo
más sonado fue su relación con la joven reina o el episodio que protagonizó con
Sor Patrocinio. La famosa monja de las llagas. Da vergüenza enterarse por qué
senderos tan cutres y desvergonzados transitaba España.
Nuestro
personaje murió en París a finales del siglo XIX. Su coetáneo Zorrilla, creo un
personaje que declamaba orgulloso:
Por
donde quiera que fui.
La
razón atropellé.
La
virtud escarnecí.
La
injusticia burlé.
Yo a las mujeres vendí.
Yo a las cabañas bajé.
A
los palacios subí.
Yo los claustros escalé.
Yo en todas partes dejé
Memoria
amarga de mí.
No se sabe si
lamentó en su vejez el haber sido tan guapo como el personaje de Muñoz Seca que
decía de sí mismo:
Todas
por mí como un trapo
Y
con igual pretensión.
¡Ay!
Infeliz del varón
Que
nace como yo tan guapo.
Pepe
Morán. Dominico-ex
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9 comentarios:
Cuando Roso de Luna visitó la iglesia parroquial de Cangas de Tineo, son palabras suyas, en busca del Tesoro de los Lagos de Somiedo, después de haber estado compartiendo con el último superviviente del Císter astur, quedó asombrado de los epígrafes grabados en el mejor latín, sobre el frente de la mesa del altar, tanto como para exclamar:
“Leed, sino estos epígrafes latinos, y advertiréis que hasta en los mayores desiertos de la sequedad moral, crecen florecillas del amor hacia los pequeños…”
Sequedad moral, Morán. Haberla, hayla y, muita. ¡Que le vamos hacer! Y para más inri: ignorancia supina. Y florecillas ninguna.
Abdicas de seguir siendo docente, mas, ¡qué buena lección si hobiese bon señor! Pocas veces me ha gustado tanto un alegato…Gracias por el esfuerzo, por el estilo,…, y aleluya por lo atinado y documentado…
Por lo demás, te comprendo: Yo mismo he necesitado dos años para hablar y sesenta para aprender a callar…
¡Salud!
Gera
Disculpa, Morán, por suponer sin pruebas, solo con la presunción, que no lees los comentarios del blog. Comprendo y respeto, faltaría más, esa renuncia a entablar polémicas públicas con tus antiguos alumnos.
Comparto el brillante y certero relato que haces sobre el funesto reinado de Fernando VII, también del trágico siglo XIX (¿hubo algún siglo en la historia de España que no fuera trágico?) regido, como bien dices, por personajes de la más variada calaña.
En el comentario anterior, relacionado con Olorzaga, solo expresaba la extrañeza que me causaba tu animadversión (inquina decía entonces) hacia ese señor cuando otros muchos de sus coetáneos fueron más nefastos que él. Cierto que según los cronistas tenía éxito entre las mujeres, si bien no todos los historiadores coinciden en que mantuviera un “primer evento fisiológico” (ocurrente y fina definición de acto tan natural) con la reina niña Isabel II. La frase de Serrano, el gavilán en la jaula de la paloma, es posible que fuera dictada por celos. Existe amplia coincidencia testimonial en señalar a Serrano como el primer amante, público al menos, de esa reina. Ella le puso el sobrenombre de “el general bonito” con el que posteriormente sería reconocido. Pero esos asuntos y los múltiples y sucesivos amantes atribuidos a esa señora no debieran tener mayor relevancia, sí el sin fin de hechos aciagos que empedraron su reinado.
El que Olozaga sea merecedor de figurar en el callejero puede ser más o menos discutible.
El callejero de Madrid está repleto con nombres de políticos del siglo XIX. Sin ir más lejos yo vivo en el barrio de Arguelles que debe su nombre al asturiano Agustín Arguelles, preceptor principal de Isabel II. Él abrió las puertas de palacio, y de la reina, a Olorzaga. Muy próximas a mi domicilio se encuentran calles dedicadas a Cea Bermúdez, Bravo Murillo, Joaquín María López… todos políticos del XIX, y haciendo esquina queda Donoso Cortés, posiblemente el enemigo más encarnizado de Olorzaga y autor de gran parte de los infundios contra él.
Donoso Cortés era un firme valedor de Maria Cristina, regente del Reino tras la muerte de Fernando VII y madre de Isabel II, y se convirtió en hombre de confianza de Fernando Muñoz, Guardia de Corp, casado en secreto con la regente poco después de la muerte del rey.
Cuando ésta fue obligada a dejar la regencia se exilió a Francia junto a su marido. Desde allí ejercieron todo tipo de influencias y continuaron esquilmando el ya paupérrimo erario español gracias a los buenos oficios de Donoso y otros.
Después de un exhaustivo estudio de la copiosa correspondencia que se conserva -entre Donoso Cortés y Fernando Muñoz, y entre Isabel II y su madre Maria Cristina- la historiadora Isabel Burdiel en su Biografía de Isabel II (ya citada en mi primer comentario sobre el tema) llega a una lapidaria conclusión que dice literalmente :
“En su trato con la reina, con la monarquía constitucional, Olozaga era un caballero liberal y Donoso se comportaba como un proxeneta reaccionario”. Parece que de todo había en la corte de Sor Patrocinio.
Morán, aunque lamento no coincidir plenamente en la valoración de ese personaje rescatado del XIX por una de las inoxidables pinzas de tu memoria, solo puedo agradecer tu cercanía y valiosas aclaraciones.
Saludos
Querido Ulpiano merece la pena disentir de ti sólo por el placer de comprobar que sitúas el diálogo en un nivel de rigor informativo que casi es imposible de encontrar en discusiones al uso.
Con frecuencia me ocurre que pretenden involucrarme en discusiones gente que exhibe unas carencias tan palmarias que le desaniman a uno de intentar dialogar con una mínima solvencia.
Al final no queda zanjado si fue Olozaga o Serrano quien tuvo el honor de dar satisfacción a la reina. Como parece quien le dio a leer “Las amistades peligrosas” fue Olozaga se le atribuye a él el ser quien se adelantó a su enemigo.
Ante semejantes historiadores es difícil seguirles.
Llama la atención los comentarios de Pepe Morán, sobre los "eventos fisiológicos" de la corte, en época de Isabel II.
Parece que todo comentario es poco, si hacemos caso al libro atribuido a los hermanos Bécquer, sobre lo que en palacio ocurría.
No se escapaba nadie, ni clerigos, ni laicos.
Morán, me doy por aludido en tu párrafo que empieza:"Con frecuencia me ocurre...".
Samuel, coincido contigo en el calificativo que les haces a Morán y Ulpiano, y en que no puedo decir nada al respecto. Sólo admiración.
Y aprovechando, pedirte que nos informes de la pluviometría que debió de ser muy abundante.
Maribel, fue un buen mes de precipitaciones (193 l/m2), o lo que es lo mismo 193mm.
El mes de febrero suele ser abundante en lluvias, aunque no tanto como está siendo por algunas comarcas.
Estos días hablan mucho del criadero de salmones de Cangas. ¿Cuál es el problema?.
¿Cerró este invierno el parador?. No comentáis nada.
Samuel, ya veo que febrero fue más lluvioso que enero, al menos ahí. Yo no estaba segura, porque como tanto en enero como febrero la lluvia vino con viento y es bastante molesta porque si tienes que salir te mojas aunque lleves paraguas, me pareció mucha tanto un mes como el otro.
En cuanto a lo de los alevines que preguntas, te diré que sé lo mismo que tú, porque es lo que veo en los medios de comunicación. Sé que la crecida del río causó destrozos en el sitio donde los tenían y parece que los que pudieron salvar los llevaron para Cangas de Onís, mientras les buscan ubicación, bien arreglando el sitio anterior o buscando uno nuevo. Es una pena porque es una asociación que trabaja mucho por los ríos. Además de las repoblaciones limpian los márgenes de residuos de plástico y demás.
En cuanto a si cerró el Parador de Corias, cerró el día tres de enero y reabrirá este viernes día cuatro de marzo.
Hablando de eso, están trabajando desde hace tiempo en la acera desde Corias al Reguerón, con lo que se terminaría de Corias a Cangas. Todavía parece que falta, pero ya está bastante adelantada. Parece que está a punto de echarle el piso y eso se hace pronto.
Villamil, te acuerdas cuando bajábamos como cohetes, alumbrando con las linternas a todo vehículo que venía defrente?.
Entonces no hacían falta aceras, toda la carretera era nuestra. Yo creo que tardábamos menos que un taxi.
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