lunes, 27 de septiembre de 2010
ENCUENTRO ANUAL, CORIAS 2010
Corias, 25 de septiembre de 2010.
Un año más hemos llevado a buen término la reunión anual de los antiguos alumnos de Corias. No sé el número total exacto de compañeros que hemos asistido, pero observando las fotografías, tanto de la iglesia como del comedor, estimo que seríamos del orden de cuarenta y tantos, aproximadamente. Raúl Teimil lo sabrá exacto, pero tampoco es demasiado importante el dato en sí, como para llamarlo y preguntárselo.
Parece que el número de asistentes se va estabilizando año tras año y aquellos tiempos en los que nos juntábamos del orden de: ochenta, cien y ciento y pico, han finalizado. Ahora las caras de los que asistimos son las mismas, año tras año, salvo raras incorporaciones. Este año teníamos la esperanza de que la existencia del blog sirviese de medio de divulgación y tuviese cierta repercusión ampliadora; al menos, para que la información pudiese llegar a una gran mayoría, y que no pasase lo de años anteriores que gran parte de los compañeros no les llegaba el programa con la convocatoria del acto; pero no fue así. A pesar de que el blog, sí tenemos la seguridad de que es visitado por una parte de los antiguos alumnos ya que, a fecha de hoy, día 27, y desde el día uno de septiembre, ha tenido 1965 visitas.
Para los incondicionales de todos los años, el volver a nuestro antiguo colegio siempre es motivo de alegría y nos resulta una jornada entrañable y nostálgica aunque no nos juntemos todos los que deseábamos. Un año más hemos vuelto a contar con la presencia del P. Basilio, como suele ser normalmente, salvo alguna excepción que hubo por problemas inexcusables de agenda. También asistieron Jacobo, Pepón y el P. Patxi .
El P. Basilio celebró la misa de forma próxima y participativa como suele ser habitual en él para estos casos. A continuación tuvimos la visita a las obras con la ayuda de un técnico bien informado que nos fue mostrando las grandes transformaciones que está sufriendo el convento. La verdad es que, el interior del colegio está “patas arriba” por completo, pero los espacios que ya van avanzados se presiente la grandeza y señorío que tendrán cuando estén terminados. En la visita guiada, al final se disgregó un poco el grupo y una fracción pequeña , entre la que yo me encontraba, casi tenemos que llamar al 112 para lograr salir al exterior. Esto demuestra cómo se encuentran los interiores del antiguo monasterio. La transformación es tan profunda que aún tendremos que esperar varios años si queremos hacer uso de sus lujosas instalaciones. En parte mejor, como será bastante caro así tenemos tiempo apara ahorrar, que falta nos hará si queremos hacer un uso pleno de todas las oportunidades que brindará el Parador a sus ilustres huéspedes.
Durante la visita a las obras de interior y estando un grupo parados en el claustro, junto a uno de los antiguos refectorios, la esposa de un antiguo alumno señalaba que, vaya frío que hacía en ese lugar, y en aquel momento, solamente circulaba una pequeña corriente de aire fresco. Rápidamente le contestamos todos al unísono que, si hubiese estado siete inviernos, o solamente en enero o febrero de los años que estuvo el convento dedicado a colegio, se iba a hacer una idea perfecta de lo que puede ser la tundra siberiana sin necesidad de viajar a lugar tan lejano.
Una vez en la calle, y liberados del intento claustrofóbico sufrido, para entonarnos nos tomamos un rico vinito de Cangas en el bar que está frente a la Iglesia en Corias, y ya rondando las tres de la tarde nos trasladamos directamente hacia Bodegas del Narcea acompañados de un ligero orbayo. Después de los aperitivos compartimos el sabroso menú de costumbre con un postre muy rico. Me pareció que era una especie de Brazo de gitano; me gustó más que el de otros años. El chispeante vino de la tierra, Pesgos, nos alegró la sesión y la comida. A los postres habló el presidente, señor Cuervo, y seguido el tesorero, Pepe, el cual nos informó de la buena salud que disfruta la cuenta corriente que posee ADEACO. Como colofón y por fin, llegó el homenaje requetesolicitado, año tras año, por parte de Jacobo para si mismo. Lo que decía el premio Nobel de las letras, CELA: “el que resiste vence”. Y en este caso, así ha sido. El reconocimiento ha consistido en un diploma enmarcado y un reloj de bolsillo. Ojalá el amigo Jacobo se sienta satisfecho plenamente con los obsequios recibidos, que le siente bien y que, de una vez por todas, no vuelva a mendigar más reconocimientos, en al menos otros cincuenta años. Hay otros que también son merecedores de tal agasajo y aún no han dicho: esta boca es mía.
A propósito. Como parece que está abierta la llave de los homenajes, yo, digo lo siguiente: ¿al P. Basilio para cuándo le tocará tal distinción? Yo creo que ya se le está demorando demasiado y que, en su caso, se ha saltado con creces el orden meritorio.
Al final, después de los sorteos tradicionales de cada año, nuestro amigo y compañero Francos, ha hecho una vez más gala de los buenos productos extremeños que él disfruta a diario y, para hacernos partícipes y conocedores de ello, mediante un seudo concurso-sorteo, regaló un estuche con dos botellas de exquisitos vinos y una botella de extraordinario aceite de oliva virgen extra. El día no dio para más y, contentos y satisfechos, nos despedimos hasta el año que viene, Dios mediante.
Seguro que se me han olvidado montones de detalles de la jornada, dignos de mención, pero espero que lluevan los comentarios por vuestra parte para completar mis lagunas como cronista tardío.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Pensaba yo que dado que este año se ha vuelto a la vieja costumbre ultimamnete olvidada, de homenajear a antiguos profesores, en este caso a Jacobo, que deberíamos empezar a proponer algunos nombres candidatos a tal honor. Galán ya ha dado uno, el del P. Basilio, aunque yo creo, aunque no estoy del todo seguro que ya se le hizo en los primeros años de encuentros en Corias. De todos modos estoy en gestiones para conseguir los nombres de todos los antiguos profesores que a lo largo de estos años desde la creación de ADEACO, se les rindió el merecido homenaje.
Yo como veterano del Instituto Laboral pienso que hay dos nombres, creo que los únicos vivos de aquellos inicios en 1957, que deberían estar entre los nominados, como son el P. Jaime y el P. Jesús Martín, Rector durante los primeros cinco años como Instituto Laboral, aunque de este último, como en el caso de Basilio también tengo mis dudas, porque sé que vino hace unos años, además de cuando celebrabámos el Cincuentenario en 1997 de la Primera Promoción.
Es una idea que lanzo aquí en el Blog pare que sirva de debate entre los colaboradores y de paso a ver si animamos a "los mirones" y entran para dar su opinión.
Por la foto se puede deducir que la concurrencia va a menos.
Sobre los homenajes habría que analizar, con detenimiento, una serie de parámetros para ver quién o quiénes llegan a un mínimo de puntuación para merecerlos. El haber estado en Corias, muchos años, no es motivo suficiente para tal honor. Si esto fuera así, muchos estaríamos en la lista.
Creo que por Corias pasaron muchos sin pena ni gloria y otros, que dejaron profunda huella en los que los conocimos, nadie se acuerda de ellos.
Hace años, un grupo de alumnos, decidimos reconocer y agradecer a un fraile el esfuerzo que había realizado para intentar cambiar una serie de costumbres y hábitos en aquella enseñanza y, la junta directiva de ADEACO, no lo consideró oportuno por lo que, el grupo de alumnos al que me referí anteriormente, decidió hacerlo por su cuenta.
Creo que era una persona suficientemente acreditada y con un gran respaldo entre todos los que le conocimos, como para ser homenajeado pero... no sé si es la política, la agenda o la falta de comunicación, algo está fallando.
El que cada vez acuda menos gente a las reuniones no es buen síntoma, como tampoco es buen síntoma la cantidad de visitantes de este blog y la poca participación en el mismo.
Veo, en la foto, a un gran conocido y conocedor de Corias que puede aportar mucho a este blog y que acude por primera vez a los encuentros.
Amigo José Manuel (Gera), me alegra tu incorporación a la tertulia.
Saludos a todos y espero no faltar en el 2011.
HOMENAJES A PORRILLO
Suscribo totalmente el comentario anterior de Samuel y, a propósito de este tema de los pequeños reconocimientos que se vienen haciendo a determinados profesores, yo voy a respaldar lo dicho anteriormente y de paso, no estaría de más el dejar claro de una vez por todas, qué debe de ser un homenaje y los requisitos mínimos que debe reunir el candidato a tal honor. En primer lugar un homenaje es un acto de agradecimiento público que se les hace a ciertas personas por los méritos contraídos o valores extraordinarios demostrados durante el ejercicio de su profesión con sus subordinados o alumnos. Hasta aquí podemos estar todos de acuerdo, pero es que, últimamente, nuestra junta directiva parece que ha abierto la caja de los homenajes y la quiere vaciar a todo meter; como sigamos así, tendremos que preparar un formato estándar para fabricarlos en serie y asignar uno por cabeza, incluyendo a los alumnos, naturalmente.
Como muy bien apunta Samuel, el criterio utilizado para la selección de algunos candidatos, da la impresión de que pudo ser simplemente el haber estado durante varios años en el INSTITUTO LABORAL. Y el haber permanecido durante varios años en el internado, sí tiene mérito, sin duda; pero no es condición suficiente como para que se destaque u homenajee a nadie.
En principio, convendría saber a quienes se les honró ya con esta distinción, desde los primeros encuentros celebrados en Corias, iniciados allá por los años mil novecientos noventa y tantos; y así, podremos valorar cuántos posibles candidatos pueda haber aún sin recibir el premio y que sean merecedores de él.
Los homenajes para no vulgarizarlos ni desvirtuarlos como tales, y que sigan conservando el valor que de por sí tienen, debieran otorgarse solamente a las personas que durante su docencia han destacado de forma extraordinaria en la aplicación de su cometido: bien por su dedicación, eficacia, simpatía, conocimientos…, etc. Pero a la persona que se ha limitado a cumplir correctamente con su cargo o cometido, no veo el motivo por el cual se le deba rendir ningún reconocimiento extraordinario. Se le debe el respeto y agradecimiento de cada uno por haber desempeñado bien su cargo y nada más; simplemente cumplió con su deber para el cual se había comprometido. Esa, era su obligación.
Si la junta directiva sigue en esta línea de, “pelotilleos” tardíos y a destiempo, no sé a donde llegaremos. Bien mirado, también habría que homenajear a las señoras de la limpieza, a las cocineras, al zapatero y porqué no, a los tasqueros del pueblo que buena sed nos han quitado; sobre todo, Casa Benjamín, más conocido como “Casa La Chata”. Pero como ya no existe este bar, mira que bien, un homenaje que nos hemos ahorrado.
También debiéramos exigir que la junta directiva tenga en cuenta la opinión de los afiliados para estos temas y no actúe a su libre albedrío. Pues hasta ahora, me parece que lo hizo a su criterio; es decir, con la opinión de dos o tres solamente.
Como conclusión diré que, por mi parte: homenajes los justos, y que estén merecidos; pues de no ser así, los alumnos también queremos ser reconocidos, al menos, como humildes sufridores. ¡Ea!
Publicar un comentario