miércoles, 8 de septiembre de 2010
El Padre Castaño
Hoy día de la Santina de Covadonga, día de Asturias, nos hemos levantado con una noticia que al menos a mi me ha impactado y creo que también les habrá ocurrido lo mismo a todos los que en distintas épocas pasamos por Corias. El P. Castaño, o Pepito Castaño, creador entre otras muchas cosas en Corias de la Tuna y del Museo de animales, residente desde bastantes años en la localidad de Las Rozas (Cangas de Onís), es hoy portada en los diarios regionales y hasta en los noticiarios de Televisión, ya que el Arzobispo de Oviedo le ha prohibido decir Misa en las Parroquias que atendía. En una palabra lo ha jubilado a la fuerza, lo que ha provocado que Pepito se haya declarado en huelga de hambre por no permitirle "trabajar", a pesar de sus 80 años.
Parece ser que este verano sufrió una trombosis que le afecto levemente a su parte derecha, lo que le obligaba a utilizar una muleta para ayudarse en su caminar y en su recuperación. Todo el pueblo y las Parroquias de las que se encargaba apoyan su actitud, en una época en la que la falta de Curas es evidente.
Desde este Blog quiero dedicarle mi cariño a quien tuve por Profesor durante tres Cursos en mi paso por el Instituto Laboral de Corias, al tiempo que desde este Foro lanzo la idea de que aunque con escasez de tiempo propongamos si fuera posible su estado de salud, el que en el próximo encuentro de ADEACO, se le invite al mismo y de esa forma se continúen con los homenajes que en las primeras reuniones se le rendían a los antiguos Profesores, aunque Pepito yo acudió hace unos años pero creo que fue si no me falla la memoria a título personal su presencia en Corias.
Alfredo Fernández
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2 comentarios:
La verdad, no estaba al tanto de las circunstancias que afectan al padre Castaño en cuanto a su salud y mi deseo es que se recupere cuanto antes, en lo que humanamente le sea posible. Pero yo creo que a su edad ya debiera de ir pensando en vivir de forma privada recogida y tranquila sin responsabilidades laborales. Estas personas que ocupan un cargo público y se aferran de forma tan desmedida a su sillón, no parece muy acertada, ni correcta, su postura. Lo primero que debieran reconocerse ellos mismos, aunque se crean únicos e insustituibles, es admitir sus propias mermas físicas, simplemente, las que todos vamos adquiriendo con el inexorable paso del tiempo y darse cuenta de que, como todo en la vida, llega un momento en el cual hay que dar la conformidad para que las siguientes generaciones, que están en espera de poder ejercer y no tienen oportunidad, puedan hacerlo.
En el caso de los sacerdotes es un tema un tanto especial y particular, dada la escasez de vocaciones que actualmente tiene el clero. No obstante, la cerril postura de perpetuidad en el oficio que muestra nuestro antiguo profesor, se da solamente en contadas ocasiones, y desafortunadamente, la mayoría de las veces, aunque éste no sea el caso, no llegan a producir más que hilaridad en el desarrollo de sus funciones. Veamos el caso del señor Fraga y algunos más que, claramente están “gagás” y erre que erre en el empeño.
En cuanto a la proposición de Alfredo de que ADEACO propusiese hacerle un reconocimiento por parte de los antiguos alumnos, lo veo muy bien, creo que lo tiene merecido y yo también lo suscribo. Pero a nuestro antiguo profesor yo le diría: “macho, jubílate ya, que lo tienes bien merecido”.
Creo que comparto la opinión de los dos. Por un lado reconocer el trabajo realizado, en Corias, por el P. Castaño no es mala idea, independientemente de los fallos que pudiera tener en aquella ocasión y ahora en su segunda niñez.
Alfredo, se te olvida que también fue al creador de la amplia colección botánica que allí se dejó morir al igual que el museo de Ciencias.
También hay que reconocer que la edad le está pasando factura, y que la forma de actuar de sus superiores no me parece la mas adecuada, si tenemos en cuenta que estuvo desempeñando sus funciones como párroco durante muchos años, problemas con su zoo al margen.
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