miércoles, 2 de octubre de 2013
40 millones, que se dicen pronto
Texto y foto
del periódico: jrFRANCOS
Foto del racimo: Santi POVES
Cuarenta y dos millones de litros e imaginándonoslos en
tetrabik y puestos en fila, seguro que llegan de Corias al alto del Acebo
o de Oviedo a Gijón (a 20 cm. cada uno, se puede echar la cuenta). Se dicen
pronto, pero dan para unas cuantas borracheras o siendo más positivos, para
unas pocas de comidas, con buenas carnes, a la familia del Blog (entre 50 y 100
visitantes diarios).
Actualmente Los Santos de Maimona, mi pueblo de
acogida, tiene centrada la mayor parte de su producción de uva en la
elaboración de caldos blancos y en los últimos años, merced a una política
dirigida desde la Junta, lo que se tradujo en nuevas plantaciones de cepas de color,
también de caldos tintos. La uva de mesa, la acreditaba Eva, que
se rifaban los mayoristas de las principales ciudades españolas e incluso en el
extranjero, saliendo al encuentro de los camiones cuando se acercaban a las
plazas de abastos y quedándose con toda la carga o viniendo al viñedo y
comprándola in situ, es casi residual hoy en día, aunque
recuperándose.
El fotógrafo Santi Poves, que fue testigo de aquel esplendor y
tuvo incluso mucho que ver en la celebración de la I Fiesta de la Vendimia, evento
que tuvo lugar por primera vez en toda Extremadura aquí, en Los santos de
Maimona, el 7 de septiembre de 1967 y continuaría celebrándose durante nueve
ediciones, tenía por finalidad poner en valor la citada uva.
En una colección de treinta fotografías, que se han exhibido en la
localidad, en Zafra y en Mérida y en octubre irán a Badajoz, presenta
distintos aspectos de la viña, la cepa y la uva. De su catálago extraigo esta
información:
"La uva Eva de Los Santos ( o Beba, que también
se le dice) como su nombre indica, nació en Los Santos de Maimona,
mediada la segunda década del siglo pasado, gracias a la investigación llevada
a cabo en los laboratorios de experimentación agrícola sobre las
características del terreno del término que llevó a afecto D. Ezequiel
Fernández Santana "El cura de Los Santos"* y sus colaboradores
que, luego de la desaparición del viñedo debido al ataque de la filoxera a
finales del siglo XIX, acertaron con la variedad que había que injertar en la
planta americana o portainjerto, la Rupestri de Lot. Esto dio
origen al nacimiento de la uva Eva, variedad con la que se comenzó la
restitución del viñedo en el término y que, en un plazo relativamente corto,
iba a reinar.
"En 1970 entre el término de Los Santos de Maimona y otros
limítrofes se estimaba en unas 12.000 hectáreas la superficie
dedicada a la misma (más o menos y para hacernos una idea, el equivalente a
doce mil campos de fútbol), lo que arrojaba unos 16 millones de
kilogramos,
que
precisarían de 400 camiones de 40 toneladas, que ya es grande el camión, para
transportarla.
"En 1972 un decreto reconocía dicha variedad de uva de mesa,
con la máxima categoría de Carácter preferente.
"Por diversas
razones aquel momento boyante se vino abajo y hoy en día se estima en la
tercera parte la superficie dedicada a ella, con cierta tendencia a la
recuperación". (...)
El resto y
gran grueso de la producción, que se localiza en la feraz y conocida Tierra de
Barros, se destina, como se dijo, a la producción de vino, que llevan a efecto
las cuatro bodegas existentes en la localidad (una de ellas, en plan
cooperativa, que agrupa a cientos de pequeños y medianos productores). De ahí
salen los más 40 millones de litros.
NOTA:
*El Dr. Ezequiel Fernández Santana,
insigne pedagogo, conocido como "El cura de Los Santos", desarrolló
una inmensa labor en la localidad desde principios del s. XX hasta el inicio de
la Guerra Civil. Fundó escuelas parroquiales para niños y también nocturnas
para los trabajadores del campo, cuando acababan su jornada, empleando
métodos pedagógicos innovadores. Las extendió por toda Extremadura e incluso
por Huelva, Palencia y Salamanca, llegando a contar con dieciocho.Fundó también
un Sindicato Agrícola para defender al obrero del campo de los abusos de los
terratenientes y una Caja de Ahorros. Creó asimismo un colegio de Segunda
Enseñanza con internado. Escribía (crónicas periodísticas, cuentos,
narraciones breves y hasta teatro) y montó una imprenta donde publicaba sus
escritos y cuestiones relativas a sus escuelas. Dejó un interesante legado
fotográfico, pues cultivaba la fotografía documentalista, que fue motivo
de una exposición y un libro, que coordinó José Soto.
Tuvo varias condecoraciones, entre ellas la Cruz de Alfonso XII en 1917.
Su obra dejó huella y el pueblo le recuerda dándole su nombre a
una calle y al instituto.
Ha sido objeto de diversos estudios y libros. Uno de los más
interesantes es el de José Soto y Juan Manuel Gordillo Luna titulado Estudio
bibliográfico de Ezequiel Fernández Santana: Escuela y Literatura.
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5 comentarios:
Aprovechando que estoy en Cangas, mientras Elena hace la compra, yo me refugio durante un ratillo en el cíber y así aprovecho para poder subir al blog esta entrada del amigo Francos que ya lleva en lista de espera un par de días por lo menos. Me gusta el tema que trata y como además yo soy un defensor de los excelentes vinos extremeños, me ha venido al pelo este artículo. Sobre todo, pensando en que la próxima vendimia ya está en pleno apogeo en muchas zonas vinícolas de nuestro país. Elena, y yo también, todavía recordamos los diferentes vinos que nos ha ido trayendo Francos en diferentes ocasiones, pero sobre todo Elena recuerda lo rico que estaba el blanquito que nos regaló a cada uno de los compañeros de promoción, en el encuentro de Baselgas II, que venía excelentemente presentado con botella personalizada para cada uno de nosotros.
En este tema de los caldos yo soy bastante complaciente y plural pues, siendo buenos, me da igual de la región que sean, pero los vinos extremeños los tengo en gran consideración. Me gustan todos: Montánchez, Pitarra , Barros, … ¡Todos! Por motivos de trabajo siempre me he relacionado con gente extremeña que estaba desplazada de su sitio y cuando iban a sus casas solían traer vino natural de cosecha propia y eran todos exquisitos. Una vez hechas amistades con aquellas personas, siempre me han traído vino de esa tierra porque sabían lo que me gustaba y porque siempre los ponderaba en público. Una vez estando en una tasca en Bilbao, hice tal apología de los caldos extremeños, ante un grupo de txiquiteros -poco viajados- que no lo conocían, que el dueño del bar nos convidó por dos veces a mí y al grupo que estaba conmigo.
Apareciste Francos,pensamos que habias emigrado,pues mira que hace tiempo que no aparecias por aqui, te echamos de menos en la comida de los ex; sales con el tema de los vinos,que en Cangas en esta momento tambien estan en ello,pronto sera la Fiesta de la Vendimia,aunque este año parece que esta la cosa un poco mas chunga,cuando una cosa funciona bien y empiezan a meterse intereses personales,ya la cosa se complica,esperemos que se dialogue y las personas sean un poco mas tolerantes, ahora que apareciste,no seas tan perezoso y sé un poco mas asiduo por aqui
Agradecidos pueden estar los extremeños, en especial los santeños, con tú incansable actividad de cronista de esa tierra. Unas veces elogias y relatas las actividades artísticas de tus próximos y vecinos, otras, la bondad de los productos pacenses.
Aunque, en ocasiones, con todo derecho y razones, desapareces y reapareces (no en vano te aposentas en las proximidades del Guadiana) puedes estar seguro de que tu participación, en este blog, es esperada como agua de mayo o como el vino del que nos hablas, y ensalza, estoy de acuerdo, Benjamín.
Con esta oportuna entrada, estamos en tiempos de vendimias, compensas, en cierta medida, tu ausencia del último encuentro de Corias. Ausencia debida, estoy seguro, a imponderables de la vida.
Un abrazo.
A mi entender tenían que nombrar a Francos, cronista oficial de Los Santos y comarca.
Pocas personas hacen tan buena propaganda de sus tierras, como el amigo Francos.
Los 42 millones de litros, que comenta, no darían la vuelta al mundo pero, según mis cálculos, podríamos acercarnos a Irán si los ponemos a los 20 cm. que apunta.
Siento no poder opinar sobre los caldos. Ya sabéis que, aunque sean tintos, me gustan fríos y parece que no es buen síntoma ese.
Como ya señala Galán la botella, personalizada que nos trajo, estaba de maravilla.
Francos, estaba leyendo, un poco por casualidad, “El 19 de marzo y el 2 de mayo”, de Galdós, y, en un diálogo entre Godoy y el cura de Aranjuez, me encontré con tu pueblo de adopción.
Aunque supongo que ya conoces el pasaje, me permito transcribir un fragmento de esa conversación. Corrobora tus laudatorias crónicas sobre esa tierra.
…/…
(Godoy)
-¡Ah!-exclamó el Príncipe-. Ya recuerdo… el otro día… se le dio a usted el curato, por recomendación de la señora condesa de X-(Amaranta)-. ¿Es usted natural de Villanueva de la Serena?
(El cura)
- No, señor; soy de Los Santos de Maimona. ¿No recuerda Vuestra Alteza esa villa? En el camino de Fuente de Cantos. Allí se cogen unas sandías que pesan muchas arrobas, y también hay muchos melones…
…/…
Francos, supongo que se continuarán recolectando sandías y melones, aunque no sean del tamaño que dice el cura.
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