jueves, 10 de marzo de 2011
EXCURSIONES AL ACEBO
Las visitas al Acebo por alumnos del Convento,
en excursiones de recreo,tratadas fueron en tiempo
por bloggers comentaristas, actores de tal evento.
Además, el que es Prior, fue encabezando a tenor
con grandes ilustraciones, las Entradas en el Blog,
de excursionistas , Iglesia y todo su alrededor.
Como en aquella ocasión, aún no estaba yo aquí,
si me permitís colegas, algo deseo añadir.
Las subidas al Santuario siempre eran hacia la noche,
portando lo necesario, sin sobrante, sin derroche.
Tras la cena que tocaba, salpicada con jolgorio,
la pandilla al completo se dirigía al dormitorio.
Los pernoctes en una sala, todos juntos en una hilera
como colchón saco o manta, sobre la misma madera,
si en rectoral había cama, ¿quién dormía sobre ella?
Como en todo grupo ocioso, y más en estas ocasiones
siempre había algún gracioso, nunca faltaban bribones.
Después de una media hora, arropados y vestidos,
tras cachondeo y su mofa, comenzaron los ronquidos,
el suave respirar y el trepidante sonar de algunos intestinos.
¡Qué carracas, que expelidos! ¡Qué diversos los sonidos!
¡Cuán facilidad de algunos para emitir tales ruidos!
más parecía que alumnos, una gran bandada grillos.
En este “silencio” estaba, todo que sala albergaba,
con la luz ya extinguida, la parroquia adormilada.
Ya se oye un “restallazo”, el cimbreo de una vara,
y el fuerte encontronazo, del golpe en plena taba,
zurriagazos de intención, hasta la altura de nalga,
mas la mucha oscuridad y por falta de destreza,
también ataques llegaban al tronco y a la cabeza.
Golpetazos de un cabrón, mamporros para dormidos;
ayes, quejidos e insultos, brotaban, surgían vivos.
¿Quién es este gran “japuto”, que sin andar a la greña
de un modo tan astuto, nos da “cisguazos” y leña?
Aunque señales quedaron y secuelas leves ha habido,
demostraron los balances que sangre no llegó al río.
Después de un breve debate, con presencia del que manda,
las aguas vuelven a cauce y hasta ocho de mañana.
Tras aseo descuidado, misa obligada y sermón,
preparamos itinerario a pueblos de alrededor.
La corta arenga en la misa era expuesta por tutor,
aunque el ambiente era risa, se expresaba con rigor.
Era un cambio radical, como la noche es al día,
como el bien es al mal, así era su homilía.
Este momento es tutela, trasladaba claro a tropa,
saber estar es muchachos, adaptarse cuando toca.
De excursión a sendos pueblos,
aún me quedan los recuerdos.
La primera a Bornazal, siendo mentor Juan Carmelo,
¡que gran tipo, que cabal, el mejor en tierra y cielo!
Mientras jugaban partida, nuestro cura y los demás,
nos daban la bienvenida e invitaban a bailar,
dos muchachas que eran lindas, ambas de la casa-bar.
La segunda a Brendimiana, a distancia más lejana,
llegamos al mediodía después de gran caminata,
para comer la vianda, paramos en pueblo y bar,
con las ansias de un refresco o vino con que tragar.
El chigrero observaba, mientras servía los vinos,
y serio nos preguntaba, ¿de dónde sois chavalinos?
Las respuestas a sus preguntas,
nos llegaron todas juntas,
sobre la mesa posó, roja y larga longaniza,
que vastamente cortó, alegrando olfato y vista,
¿es nuestro este manjar? preguntamos presurosos
¡qué olores, qué enaguar! sí, sí, es para vosotros,
tu padre es conocido y a la vez amigo mío,
y me apuntaba con la cara mientras dirigía un guiño.
Comiendo con enseñanza, finura y mucho esmero,
con brío y repleta panza, regresamos al Acebo.
Hasta el próximo amiguinos,
cariñosos saludinos(Gión)
en excursiones de recreo,tratadas fueron en tiempo
por bloggers comentaristas, actores de tal evento.
Además, el que es Prior, fue encabezando a tenor
con grandes ilustraciones, las Entradas en el Blog,
de excursionistas , Iglesia y todo su alrededor.
Como en aquella ocasión, aún no estaba yo aquí,
si me permitís colegas, algo deseo añadir.
Las subidas al Santuario siempre eran hacia la noche,
portando lo necesario, sin sobrante, sin derroche.
Tras la cena que tocaba, salpicada con jolgorio,
la pandilla al completo se dirigía al dormitorio.
Los pernoctes en una sala, todos juntos en una hilera
como colchón saco o manta, sobre la misma madera,
si en rectoral había cama, ¿quién dormía sobre ella?
Como en todo grupo ocioso, y más en estas ocasiones
siempre había algún gracioso, nunca faltaban bribones.
Después de una media hora, arropados y vestidos,
tras cachondeo y su mofa, comenzaron los ronquidos,
el suave respirar y el trepidante sonar de algunos intestinos.
¡Qué carracas, que expelidos! ¡Qué diversos los sonidos!
¡Cuán facilidad de algunos para emitir tales ruidos!
más parecía que alumnos, una gran bandada grillos.
En este “silencio” estaba, todo que sala albergaba,
con la luz ya extinguida, la parroquia adormilada.
Ya se oye un “restallazo”, el cimbreo de una vara,
y el fuerte encontronazo, del golpe en plena taba,
zurriagazos de intención, hasta la altura de nalga,
mas la mucha oscuridad y por falta de destreza,
también ataques llegaban al tronco y a la cabeza.
Golpetazos de un cabrón, mamporros para dormidos;
ayes, quejidos e insultos, brotaban, surgían vivos.
¿Quién es este gran “japuto”, que sin andar a la greña
de un modo tan astuto, nos da “cisguazos” y leña?
Aunque señales quedaron y secuelas leves ha habido,
demostraron los balances que sangre no llegó al río.
Después de un breve debate, con presencia del que manda,
las aguas vuelven a cauce y hasta ocho de mañana.
Tras aseo descuidado, misa obligada y sermón,
preparamos itinerario a pueblos de alrededor.
La corta arenga en la misa era expuesta por tutor,
aunque el ambiente era risa, se expresaba con rigor.
Era un cambio radical, como la noche es al día,
como el bien es al mal, así era su homilía.
Este momento es tutela, trasladaba claro a tropa,
saber estar es muchachos, adaptarse cuando toca.
De excursión a sendos pueblos,
aún me quedan los recuerdos.
La primera a Bornazal, siendo mentor Juan Carmelo,
¡que gran tipo, que cabal, el mejor en tierra y cielo!
Mientras jugaban partida, nuestro cura y los demás,
nos daban la bienvenida e invitaban a bailar,
dos muchachas que eran lindas, ambas de la casa-bar.
La segunda a Brendimiana, a distancia más lejana,
llegamos al mediodía después de gran caminata,
para comer la vianda, paramos en pueblo y bar,
con las ansias de un refresco o vino con que tragar.
El chigrero observaba, mientras servía los vinos,
y serio nos preguntaba, ¿de dónde sois chavalinos?
Las respuestas a sus preguntas,
nos llegaron todas juntas,
sobre la mesa posó, roja y larga longaniza,
que vastamente cortó, alegrando olfato y vista,
¿es nuestro este manjar? preguntamos presurosos
¡qué olores, qué enaguar! sí, sí, es para vosotros,
tu padre es conocido y a la vez amigo mío,
y me apuntaba con la cara mientras dirigía un guiño.
Comiendo con enseñanza, finura y mucho esmero,
con brío y repleta panza, regresamos al Acebo.
Hasta el próximo amiguinos,
cariñosos saludinos(Gión)
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1 comentario:
Efectivamente, ya hemos hablado en otros comentarios de los comienzos del blog sobre estas excursiones al Acebo y la verdad es que, nos gustaban mucho porque lo pasábamos muy divertido correteando por el monte tan guapo y limpio del entorno del santuario y por los pueblos próximos.
De las diversas maldades que cometíamos durante nuestra ocupación de las pertenencias del cura del Acebo, Don Herminio, ya hemos enumerado la “mini descarga de voladores “, hecha de forma libertina y pirata por Miyares a costa de los remanentes del pequeño polvorín que tenía allí el párroco reservado para las ocasiones e imprevistos festivos.
También de los repiques de campanas hechos a deshora por el mismo de los voladores y no me olvido de la merma de las Coca Colas y refrescos que habían sobrado de los festejos veraniegos y que permanecían allí en la bodega a la espera del siguiente verano, pero lo peor era que no contaban con la presencia de caminantes tan sedientos como nosotros.
Los garrotazos que se mencionan en la entrada también corrían a cargo del mismo de marras; es decir: el señor don Luis Sánchez Miyares. Este caballero es que no se perdía ni una, oye. Estaba en todas y, menudo pájaro. Le estoy picando un poco a ver si de una vez se le ocurre colaborar en el blog. Por lo menos para poder defenderse de las acusaciones que se le imputan. Es probable que se haya vuelto tan formal que ya no recuerde sus fechorías de joven alumno en Corias.
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