¿DESCENDEMOS DE... o ASCENDEMOS DE...?

                                                          Texto y fotos:  jrFRANCOS      
                                                                                                                             
       Cuenta la intrahistoria que estando Napoleón en una fiesta, donde había generales y nobles que alardeaban diciendo que "descendían del marqués Tal", otros que "descendían del conde Cual" y así unos y otros haciendo gala de su linaje, tomó la palabra y dijo: "Pues, señores, yo, que soy Napoleón, ASCIENDO de un zapatero", lo cual era todo un mérito, ya que había llegado a ser el número uno, dueño de media Europa.

         Repasando nuestras vidas, ahora en el otoño de los años, y olvidándose que hay aspectos en los cuales "descendemos", pongo por caso en vigor físico, que una vez pasados los veinticinco, y tras una meseta que a cada uno le llega donde le llega, iniciamos la cuesta abajo y el ejemplo más palmario lo tenemos en los deportistas; lo mismo podría decirse de la salud, que si no es peor tampoco mejor que cuando teníamos veintitantos años; etc., etc. En cambio, yo creo que en muchos aspectos podemos decir, como el militar galo -que aspiraba a ser emperador de Europa con monarquías títeres en manos de familiares y gente de confianza: nepotismo-, que ASCENDEMOS en formación y cultura, en experiencia, en sensatez y capacidad de reflexión y análisis, en posición económica y modo de vida... con respecto a la que llevaron nuestros padres, hablando en líneas generales, a quienes tocó lidiar con tiempos de postguerra, de plomo y dureza, donde algunos -cual son mi caso- las únicas vacaciones que tuvieron fue cuando cumplidos lo sesenta y cinco se jubilaron y la vida les permitió llegar hasta donde llegaron (mi padre sólo dos años más y mi madre veintiuno).

        Como complemento a lo dicho ahí os dejo esas fotos de tres caurienses: dos jugando al golf en la Morgal y uno esquiando en Sierra Nevada -algo impensable en sus padres-, y para remate, después de tanto "esfuerzo", dando cuenta de una comida en el restaurante "La Torre", a las afueras de Oviedo, que más de uno conoceréis, cuando los suyos (sus padres) a lo más que podían aspirar era a comer "el plato del día", como decían antes, en Cangas del Narcea cuando bajaban de Rañeces de Porley al mercado o iban de La Borra a Salas o de Corniella a Tineo a lo mismo, al mercado a vender cosas producidas en el pueblo (huevos, mantequilla, pollos de corral... y hasta, en momentos de aprieto, los jamones de la matanza -comiéndose el tocino-... para comprar todo aquello que la economía autárquica del labrador no producía: azúcar, café, garbanzos, sopa, aceite... ropa y calzado (aunque aquí yo recuerdo haber usado "carpinos" o "escarpinos" , a modo de zapatillas, que cortaba Dolores, una "sastra" en la materia, a partir de un tejido hecho con lana de oveja llamado "sarga" y que a falta de un batán que aplastase el tejido, picaba si te los ponías sin calcetines). 

       Sí, nosotros ASCENDEMOS de nuestros padres en estudios y cultura y modo de vida (trabajo, ocio, vacaciones, viajes, posibles económicos...), y a su vez, nuestros hijos -pese a los nubarrones del  momento- ASCENDERÁN de nosotros porque tienen más estudios, llegarán a tener  más cultura, viajan y viajarán más y, en general, su vida será mejor  que la nuestra.
        Así avanza la civilización.