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Ayer después de escuchar a los portavoces del gobierno,- donde dije digo, digo Diego,- relatando las medidas presupuestarias adoptadas para sacarnos del hoyo donde nos ha metido el gobierno de Zapatero, dicen ellos, los bancos y los especuladores, digo yo, tenía la impresión de estar escuchando propuestas del anterior gobierno agravadas y amplificadas. Pero ¿no eran estos los que decían que toda la culpa era de Zapatero y cuando ellos gobernasen todo iría como la seda? Es evidente que el gobierno de Zapatero se equivocó no parando a tiempo, incluso alentando, el tsunami especulativo heredado de Aznar, también intentando reactivar la economía con medidas negligentes como el regalo de cuatrocientos euros y otras cuando los picapedreros del sistema ya se estaban llevando los cimientos del incipiente estado de bienestar. No voy a hablar de los presupuestos, la letra pequeña, la de las lágrimas, está anunciada para el martes cuando quien pueda estará disfrutando o preparando un ocio merecido, las malas noticias se digieren mejor en la playa o en el pueblo que a pié de tajo, a esas tretas ya estamos acostumbrados. Solo citar una de las medidas adoptadas anteriormente para que los ayuntamientos puedan hacer frente a sus deudas: si cumplen una serie de condiciones impuestas por el gobierno estos podrán recibir créditos de los bancos al “módico” interés del 5% cuando esos mismos bancos han obtenido ese dinero de las instituciones financieras cobrándoles un interés del 1% ¿se trata de paliar la crisis o continuar esquilmando los bolsillos de todos nosotros? Porque ¿quién va pagar al final ese 5%?
Como dicen en los casinos: La banca gana (siempre).
Como las desgracias nunca vienen solas, junto a las colectivas también asaltan las propias, reflexionaba que uno de los primeros síntomas percibidos de que se aproxima la vejez, aparte de inevitables enfermedades, es cuando al caminar por una acera, los jóvenes con sus piernas más flexibles, te adelantan dejándote atrás. Hace poco eras tu quien adelantabas a todos los demás.
Esta mañana caminando por Guzmán el Bueno, inevitablemente, me adelantó una exuberante joven enfundada en una leve minifalda. De frente venía un hombre, disminuido y macilento, portado en silla de ruedas por un asistente suramericano. Al ver a la agraciada mujer los apagados ojos del postrado señor desprendieron destellos de emoción al tiempo que iniciaban un perceptible giro para seguir su trayecto.
Quizá la respuesta, voluntaria o refleja, de este hombre sea la confirmación de que la emoción o ¿el deseo? Pervive en las situaciones más extremas.
O como dice el dicho: La esperanza, lo último que se pierde.
Ulpiano Rodríguez Calvo
2 comentarios:
Cómo serán de restrictivas las medidas que se están tomando para paliar la dichosa crisis, que hasta el pobre Genarín de León, también se ha visto afectado y por un pelín, nos hace quedar a todos en casa la noche del Jueves Santo próximo. Menos mal que al final los tasqueros del Barrio Húmedo se han avenido y se dignaron en sufragar los gastos de la música como hacían otros años. También una empresa de sonido de la capital, se hizo cargo de la megafonía. Gracias a toda esta gente Genaro hará su orujero recorrido jaleado y vitoreado por las “hordas sedientas” como todos los años por estas fechas. De no ser por los hosteleros leoneses, el Genaro tendría que quedarse aburrido en su guarida un año más, o hacer mutis por el foro.
Ulpiano, me parece que la semana de pasión se va a prolongar, por lo menos, todo el año. Serán unos ejercicios espirituales como los de los buenos tiempos: examen de conciencia, propósito de la enmienda, silencio todo el día y visitas continuadas a la iglesia.
Lo malo es que no va a servir la receta de entonces y la penitencia será sin principio ni fin, como la comida del Lazarillo.
Los recortes abundan por todas partes, menos mal que a la Casa Real sólo le han recortado un 2% lo que no creo que les afecte demasiado. Parece que la crisis sólo se ensaña con las clases bajas.
Lo de los bancos ya es harina de otro costado. Lo curioso es que parece no interesar este asunto, como si esta forma de actuar fuera lo más ético, moral y legal del mundo.
CAMBIO DE TERCIO.
El parador sigue en obras. Pasé por allí el lunes y todo parece seguir su ritmo normal, aunque con mucho retraso. Supongo será hasta que se termine el presupuesto del año pasado, después vendrán las vacas flacas.
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