domingo, 28 de diciembre de 2014
ASTURIAS 2050 (O UNA CARTA A LOS REYES MAGOS)
Nosotros ya no estaremos aquí. Nuestros hijos serán unos venerables ancianos y los retoños de nuestros hijos estarán en su
plenitud de vida.
Esto es lo previsible en el año 2050. Hacer cábalas a más largo plazo
ya resulta más arriesgado, especialmente en Asturias. Las últimas estadísticas demográficas
revelan que Asturias tiene una tasa bruta de natalidad de 6,28 mientras la tasa
bruta de mortalidad se sitúa en el 11,98. Ambos índices resultan el más bajo y el más alto entre
todas las comunidades autónomas españolas. La
proyección de estas cifras inducen a prever, si no se modifica la
tendencia, que los asturianos, en un período no largo
de tiempo, serán tan rara avis como los urogallos en Muniellos. Digo serán porque yo, evidentemente, ya no seré.
No faltan a lo largo de la historia
antecedentes de pueblos que ante dificultades
insuperables han desaparecido. Las guerras, pero también la natalidad, han sido eficaces armas utilizadas en ese
exterminio. La diferencia entre ellas es que el origen de las guerras
tradicionales está
en los intereses particulares de unas minorías que las impulsan, intereses siempre enmascarados tras los más variados sentimientos,
mientras la otra tiene su razón de ser en la incertidumbre y la pobreza. Pero ambas tienen por denominador común lo último que suele faltar a las personas: el orgullo.Y no es orgullo
precisamente lo que suele faltar en Asturias.
Asturias, tal vez desgastada por tantas
batallas a lo largo de los años reivindicando condiciones más dignas de vida y trabajo, luchas que admiraron a tantas gentes
por el mundo, ahora libra la batalla silenciosa de la baja natalidad. Lícita manera de preservar a inocentes no nacidos de una vida sin
futuro. Se podrá
decir que otras gentes y nosotros mismos hemos vivido épocas peores, no digamos nuestros antepasados, pero, si la experiencia propia y ajena sirve para
algo, lo primero que debe servir es para no cometer los mismos errores. Los
pueblos orgullosos antes de rendirse, en ocasiones, prefieren dejar de existir.
Aunque puedan ser compartidos y sufridos con
otras comarcas y comunidades, motivos para esta nueva rebelión sobran en la maltratada Asturias. La industria y la minería que durante décadas, a costa de un alto precio humano y
ambiental, fueron fuente de sustento han sido en buena parte cercenadas.
Permanecen, con la espada de Damocles, especulativa y estratégica, pendiendo sobre su
futuro, Arcelor, Azsa y unas cuantas más, la mayoría mirando con el rabillo del ojo la decisión definitiva de Alcoa. Se supone que, antes o después, similar a la de tantas otras anteriores. Hasta el sector
ganadero productor de leche está en franca decadencia.
Menos
mal que Bayer- el ácido acetilsalicílico es fundamental para combatir los dolores
de cabeza de la crisis- y unas pocas más parecen
tomar el camino de consolidarse y permanecer. También el sector
de la hostelería apoyado en
el turismo trata de abrirse camino. Sin embargo, este sector, y toda la
actividad económica asturiana, continúa, después de largos
años, boicoteado por las interminables obras en los accesos
terrestres, y sometido al chantaje de las compañías aéreas y marítimas.
Pero no era mi intención enumerar las carencias endémicas que
padece Asturias, tampoco aportar soluciones. Me faltan conocimientos y datos,
además de no vivir allí.
Mi propósito es
intentar abrir un pequeño agujero en el infranqueable muro que
nos separa del futuro para atisbar lo que puede acontecer por Asturias, y más en concreto en Cangas, en el año 2050.
Cierto que mirar el futuro por un agujero
resulta una tarea compleja. Si logramos horadar el espeso velo que tenemos ante
las mismas narices veremos que en ese pequeño punto
luminoso, rodeado por la oscuridad que reina en lo desconocido, confluyen
nuestras percepciones actuales, la historia cercana y lejana, junto a los sueños que cada cual se ha forjado sobre el futuro.
Estos condicionantes, junto a otros que se
me escapan, conforman una visión que bien pudiera estar distorsionada.
Seguro que si cada uno de nosotros mirásemos a través de él tendríamos
percepciones diferentes. Pero teniendo en cuenta el periodo de tiempo,
35 años, entre la visión y la concreción de la
historia, permite que cada persona de nuestra generación pueda defender lo que ve o cree ver y hacer su interpretación de lo que acaecerá sin temor a tener que retractarse cuando
ese futuro, de la forma que sea, se verifique.
Invito a que cada uno aplique el ojo a su
propia y minúscula ventana. Visión más amplia
dudo que en la actualidad alguien la tenga. Para contar a quienes disfrutaron
de ella a lo largo de toda la historia quizá bastaran
los dedos de una mano y aún sobrarían dedos.
Por mi parte intento indagar, reconozco que
ya sin demasiadas ilusiones, por ese diminuto agujero que filtra algún rayo de incierta luz. Horadarlo me costó muchos años y debo admitir que cuando traté, durante buena parte de mi vida, de interrogar al futuro a través de él encontré respuestas cambiantes según el momento, pocas veces
coincidentes.
Tal vez esto debiera empujarme al
escepticismo y a cejar en el empeño, pero no resisto la tentación de echar
una nueva ojeada y relatar en presente cual será la situación en Asturias en el año 2050, según mi particular y actual visión.
La primera dificultad surge ante
imposibilidad de interpretar lo que está ocurriendo
en Asturias sin tener en cuenta el contexto nacional y mundial. Se han
producido cambios que pueden sorprender.
Para comprender esos cambios es preciso
echar una mirada, esquemática y parcial, la luz no da para más, sobre acontecimientos desencadenados en los últimos 35 años.
Durante el periodo 2015-2025 el poder
financiero y demás sectores económicos-especulativos continuaron enriqueciéndose a costa de generar más
precariedad laboral. Paralelamente , fruto de esa codicia, se agravaron los problemas medioambientales que también, desde mucho atrás, el
Planeta venía padeciendo.
A consecuencia de ello se sucedieron múltiples convulsiones en distintas partes del mundo, solo citaré algunas:
En España, por
empezar por lo más próximo, a
pesar de la tan cacareada recuperación económica anunciada a finales de 2014 por el entonces Presidente Rajoy
el paro continuó sin resolverse condenando a millones de
españoles a la exclusión social.
Los empleos creados, en un alto porcentaje, continuaron siendo precarios, con
bajas cotizaciones, lo que provocó un acusado
deterioro en la sanidad y del sistema de pensiones. Si en el periodo 2012-2014
fue necesario extraer del Fondo de Reserva de Pensiones una tercera parte de
los más de 60.000 millones ahorrados en la época anterior para hacer frente al pago de esas pensiones, en los
años siguientes los gobiernos de turno terminaron por esquilmar el
Fondo. Una vez agotado adoptaron la decisión de
introducir nuevos coeficientes reductores provocando que algunos añoraran las “generosas” subidas del 0,25% de la ministra Báñez.
Decenas de miles de personas continuaron
siendo desahuciados de sus domicilios ante la imposibilidad de hacer frente a
las abusivas hipotecas controladas por los fondos buitre. Los Bancos de
Alimentos trataban de mitigar el hambre en miles o millones de hogares. La
caridad de los ciudadanos trataba de suplir las obligaciones del
Estado.
Mientras, la corrupción política y económica, utilizando métodos mucho
más sofisticados, y después de haber
logrado expulsar de juzgados y audiencias a jueces íntegros cruzados en su camino, continuaba campando de forma
generalizada. Los detenidos por esta causa en la segunda década del siglo, valiéndose de argucias
y complicidades ya estaban todos gozando de plena libertad. Todo ello bajo los
mismos gobiernos, los que siempre gobernaron sustentados por el poder económico, votos cautivos y
medios de comunicación afines que eran la gran mayoría.
En
este contexto, con la indignación ciudadana
como una olla de presión a punto de reventar, se llega al año 2025.
La anómala situación no era patrimonio de España. En China,
con un gobierno de antiguas raíces
comunistas, la liberalización de la economía provocaba que una minoría fuera
inmensamente más rica mientras la gran mayoría era solo un poco menos pobre. La misma brecha de desigualdad,
incluso aumentada, se constataba en EEUU, con el agravante de los conflictos
raciales. Esto por citar a las dos grandes potencias mundiales.
En
India y otras naciones superpobladas, y sobreexplotadas,la indignación ante las persistentes injusticias era más explosiva si cabe. En África, la
endémica pobreza ocasionada por el saqueo de materias primas y
gobiernos corruptos continuó empujando a centenares de miles de
africanos a arrojarse al Mediterráneo sobre precarias embarcaciones en busca de un
medio para subsistir con el consiguiente incremento de víctimas en tan arriesgada travesía. El mar
estaba sembrado de agónicas llamadas de auxilio, preludio del
silencioso y mortal abrazo del agua. Las
conciencias no emponzoñadas por el egoísmo, aun manteniendo un aceptable nivel de vida,eran ya incapaces
de procesar tan inhumana situación.
Solo en algunos países latinoamericanos, que a comienzos de siglo iniciaron tímidas reformas para paliar la desigualdad, junto a los estados nórdicos europeos donde el capitalismo casi siempre ha sido un poco
más inteligente y un poco menos avaricioso, la situación aparentaba ser menos explosiva. Además, por supuesto, de aquellos que continuaron ofreciendo refugio
como paraísos fiscales a las inmensas fortunas acumuladas.
A la injusticia social venían a sumarse los problemas ambientales desencadenados desde hacía décadas por la irracional gestión de los recursos
naturales. Situación límite que ponía en cuestión la propia pervivencia del ser humano.
El calentamiento global de la tierra
provocó
terribles inundaciones. Buena parte del Sureste asiático quedó devastado por los tifones, igual que el
sur de EEUU lo fue por los huracanes. Las inusuales olas de frío mantuvieron paralizada toda la actividad económica en el norte de este país, al igual
que en media Europa. A esto hay que sumar los desastres ecológicos provocados por algunas técnicas, como
el fracking, que se consideraron
novedosas a comienzos de siglo para la extracción de hidrocarburos. Además de
resultar costosas, asolaron amplias zonas de Norteamérica. Además, en un país de Centro Europa , que mejor no revelo aquí, una fuga en un reactor nuclear amenazó con convertirse en un nuevo Chernobyl o Fukushima. Más de veinticinco años después, a pesar de las ingentes cantidades invertidas, son visibles sus
terribles efectos.
A finales del primer cuarto de este siglo
XXI, a consecuencia del fracaso del fracking y del colapso en la producción de crudo por parte de Arabia Saudí, cuyas reservas resultaron muy inferiores a las estimadas, el
precio del petróleo experimentó un brusco incremento, con fatídica
repercusión en el coste de la vida.
El cambio ambiental ocasionado por el
abuso de combustibles fósiles se tradujo en España en una subida de temperaturas, más acusada en el Mediterráneo y zona
sur. Año tras año arruinó cosechas
expandiendo las áreas desérticas. Las
tempestades marítimas se cebaron con las infraestructuras
costeras con brutal precisión. En el caso de Asturias, el mar embistió con violencia algunos puntos del Principado. Entre otros, en
Salinas socavó los
cimientos de las Torres de Gauzón que
tuvieron que ser derribadas, En Gijón acometió contra el muro de San Lorenzo derribando alguno de los edificios
de primera línea, casualmente los más feos, y ,
por fortuna, igual que en Salinas, después de que sus
habitantes se hubieran puesto a salvo. También en el
interior se sucedieron temporales violentos que afectaron a infraestructuras,
viviendas y cosechas.
Me niego a continuar con las tragedias
ocurridas durante ese periodo. Según la estadística de esperanza de vida muchos de los que puedan leer esto las
tendrán o tendremos que sufrir.
A estas alturas de la carta valoro la
magnitud del desajuste social y dudo de
que su compañía sea buena para lograr el deseo que
persigo. En épocas de profunda crisis, la sociedad,
salvo honrosas excepciones, suele
replegarse y buscar algún refugio en
lugar de luchar, lo que pone en cuestión el dicho
pretendidamente revolucionario de “cuanto peor,
mejor”
Sin embargo…
En el año 2025 la
olla a presión de la indignación ciudadana
estaba a punto de reventar. El estridente aviso emitido por la válvula de seguridad alarmó a los
poderes económicos. Éstos encomendaron a los gobiernos, que
siempre les habían servido fielmente, solucionar tan anómala situación. Pero los gobiernos se declararon
impotentes; la policía, incluso el ejército, pilares sobre los que siempre habían sustentado la autoridad usándolos para
reprimir, se negaban a acatar sus órdenes.
Todos tenían familiares, amigos, vecinos a los que el sistema negaba una
vida digna. Ellos mismos no se consideraban justamente pagados. El otro puntal,
los medios de comunicación afines, estaban tan desprestigiados que
nadie hacía caso de sus patrañas. Además los profesionales de esos medios se negaban a continuar dando informaciones tergiversadas.
Hasta la iglesia, que desde lejanos siglos había dado
cobertura moral al poder, cambió de práctica y mensaje . Al retornar sus primitivos principios se situó al lado de los menos favorecidos.
De 2025 hasta después de 2030 se produjeron convulsiones sociales a lo largo y ancho
del mundo, por fortuna sin grandes derramamientos de sangre. La actitud
responsable del ejército y la policía, también de manifestantes y huelguistas que en decenas o centenares de
millones reclamaban condiciones de vida más acordes
con las necesidades humanas, consiguió , de forma
insólita, que no se repitieran
las masacres que desde tiempos inmemoriales jalonan la historia.
No
fue un proceso fácil. Las sociedades son magmas complejos
de intereses cruzados, de ideologías y
creencias diversas, adquiridas o heredadas, que dificultan al bisturí de la razón extirpar el tumor que las está corroyendo. La defensa más eficaz de
la exigua minoría que posee millones de vacas ha sido,
durante toda la historia, el temor de la inmensa mayoría a perder su única vaca.
Por fortuna para las generaciones
venideras el bisturí logró hacer su
trabajo. Los gobiernos incapaces, serviles o corruptos fueron cayendo como
fichas de dominó y sustituidos por otros elegidos democráticamente con amplias mayorías cuyos
miembros provenían de
fuerzas políticas emergentes, y de otras de toda la vida a las que pocos, en épocas anteriores, habían hecho
caso. Además, en ellos participaban movimientos asociativos vecinales y
sindicales inmunes a las tendencias burocráticas y
acomodaticias detectadas en periodos anteriores. Los movimientos xenófobos que habían aflorado con fuerza en Europa a
comienzos de siglo se fueron diluyendo, víctimas de
sus aberrantes contradicciones, como terrones de azúcar en el agua fértil de la protesta social.
Poco a poco estos gobiernos fueron
coordinando sus actuaciones a través de ágiles organismos y formando
una especie de eficaz V Internacional
vacunada contra los errores cometidos por las anteriores.
Al poder económico se le puede acusar de muchas cosas. La historia nos dice que
en demasiadas ocasiones actuó de forma
sangrienta y suicida en defensa de sus intereses. Pero se debe reconocer
que, más en esa época, dispuso de inteligencia y
perspicacia. La estupidez solo alcanza las cotas más altas cuando la inconsciencia le impide ver la realidad.
Ante la perspectiva de perderlo todo o
conservar una parte, actuó con pragmatismo y astucia, negociando y
acatando las decisiones de los nuevos gobiernos. Éstos fueron implantando medidas para revertir la situación: reformas
fiscales equitativas para personas y corporaciones, imposición a las multinacionales de tributar en el país donde se generaron los beneficios y abolición de los paraísos fiscales - estos puntos provocaron
dura confrontación con algunos estados como Luxemburgo,
Suiza, Singapur etc. que acabaron cediendo al verse expuestos a un boicot por
parte del resto de naciones. Se crearon bancas públicas para competir, a igual nivel con las privadas y así facilitar
créditos a la investigación y al
desarrollo empresarial, priorizando al régimen de
cooperativas. También para la adquisición de primeras viviendas. Paulatinamente los salarios fueron
incrementados, al igual que las pensiones, lo que favoreció un aumento del consumo y la buena marcha de la economía. Fruto del incremento recaudatorio fue posible dedicar ingentes
cantidades de dinero a educación, sanidad,
dependencia y demás servicios prestados por el Estado.
Otra apuesta decidida de los gobiernos
fue por las energías renovables para así detener, no la amenaza, la realidad del cambio climático.
Múltiples
medidas fueron adoptadas en todo el mundo durante los veinte años
transcurridos entre 2030 y 2050. Permitidme no enumerarlos pues temo, de
continuar extendiéndome, no
regresar a 2014 antes de la llegada del 15.
Contaré sucintamente
cual es la situación política y
social cuando ya transcurre el 2050.
Resultaría exagerado,
además de incierto, decir que se ha cumplido el sueño de aquel barbado filósofo y
agitador social del siglo XIX: “A cada cual
según sus necesidades y de cada cual según sus capacidades” Aún queda mucho por recorrer, pero se avanza por ese camino.
Dos cosas son evidentes; el malestar
social está
muy mitigado y los desajustes meteorológicos, como dragones acorralados en su caverna, de forma sostenida
van remitiendo.
Resultan llamativos algunos cambios
experimentados en el último período. En EEUU, donde se han sucedido presidentes afroamericanos, blancos
y latinos, todos ellos promoviendo la integración racial, la sanidad pública y
combatiendo la intolerable desigualdad,
casi han desaparecido los conflictos raciales y demás tensiones sociales. Sus tropas, antes desplegadas por todo el
mundo como gendarme mundial, han sido replegadas a sus fronteras y las
multinacionales que hace años imponían su
inapelable ley global compiten, en
igualdad de derechos y deberes, con el resto de las empresas locales.
En China, en India y en la inmensa mayoría de países las condiciones de trabajo son mucho
más humanas y su retribución más justa. Sorprende en
especial la evolución del continente africano. La explotación de sus riquezas naturales de forma sostenida y justamente
remunerada, una vez expulsados los gobiernos corruptos y las compañías especuladoras, permite revertir esas riquezas en los pueblos a
través de salarios dignos, educación y sanidad gratuita y eficaz. Ningún africano atraviesa ya el Mediterráneo en patera. Quienes lo hacen es en gigantescos ferries o
aviones.
Por increíble que parezca, han desaparecido conflictos que en el primer
cuarto de siglo aparentaban tener difícil solución. El terrorismo islamista después de
expandirse por Oriente Medio, buena parte del norte de África y Sahel, utilizando métodos terribles y
sanguinarios, prácticamente ha desaparecido. La retirada
de apoyos a los clérigos fanáticos por parte de los gobiernos surgidos tras la expulsión del poder de las monarquías
confesionales, teocráticas y semifeudales, junto a la
erradicación de la pobreza extrema, impidió
que se continuaran reclutando mártires para tan irracional causa. El amor a la vida fue
sustituyendo al fanatismo religioso. Así cesaron los salvajes atentados llevados a cabo en los países occidentales siguiendo la estela del 11S, 11M y de tantos
otros. También cesaron los cometidos contra sus propios pueblos. Éstos y aquéllos hacían dudar de
la existencia de límite entre lo humano y lo animal.
Actualmente chiíes y suníes conviven
pacíficamente después de enterrar el hacha de guerra contra sí mismos y los llamados infieles.
También, una vez
superados los nefastos gobiernos ultraortodoxos y del Likud, de Netanyahu y sucesores, judíos y palestinos comparten tierras y colaboran en armonía. Otros conflictos étnicos y
territoriales se fueron paulatinamente extinguiendo. Las primeras en
desaparecer, respetando de forma plena su cultura, historia y peculiaridades,
fueron las tensiones nacionalistas en España y otras
naciones.
España en
2050 es uno de los países más beneficiados por el cambio global. El
descenso paulatino del desempleo hace que la tasa de paro en la actualidad esté situada cerca de la tan envidiada suiza de comienzos de siglo. Los
salarios contribuyen a una vida digna, y sus correspondientes cotizaciones a
elevar el poder adquisitivo de las pensiones. También permiten invertir en
educación, sanidad o infraestructuras. Decenas de
miles de personas cualificadas, obligadas a emigrar a otros países por la falta de trabajo,
fueron retornando a partir de 2025 con nuevos y valiosos conocimientos
adquiridos. Dotados de financiación, han
desarrollado técnicas nuevas y valiosas patentes que
posibilitaron la creación de
un elevado número de empresas innovadoras. Los
equipamientos para producción de energía renovable y la automoción eléctrica son dos de los segmentos más pujantes. La agricultura, apoyada en vanguardistas y ecológicos métodos, ha dado un salto de gigante. Con
tesón se ha superado la tendencia a exportar con precios irrisorios
productos a granel para ser envasados en el extranjero y vendidos a precio de
oro. Una potente industria manufacturera de alimentación se encarga de esa elaboración para
consumo interno y exportación generando más valor añadido y un elevado número de puestos de trabajo.
También el turismo
continúa siendo un pilar de la economía, un
turismo sostenible, de calidad, alejado del turismo de botellón tan extendido a principios de siglo. Bien es cierto que en la
zona mediterránea, con la subida de las temperaturas
provocada por el cambio climático, la afluencia de turistas se había resentido, especialmente en verano. Pero esa tendencia, que ya
se está
corrigiendo al atemperarse las temperaturas con la
reducción de las emisiones que
provocaron el efecto invernadero, resultó hasta
cierto punto beneficiosa al evitar una
mayor masificación y diversificar el turismo hacia otras
zonas de España. Asturias es ahora una comunidad
puntera.
Aquí, Asturias
2050, era donde quería llegar al comenzar esta carta: saber lo
que está
acaeciendo en Asturias ,y más concretamente en Cangas, a mitad del siglo XXI.
El Monasterio de Corias donde, pronto hará cien años, había estudiado,
está renovado por recientes obras. Éstas
realzaron la nobleza del edificio siguiendo las brillantes pautas arquitectónicas marcadas por el arquitecto Peridís en la primera reforma. Permanece dedicado a Parador con gran
afluencia de clientela. La armoniosa araucaria, más crecida, continúa adornando
el claustro noble, mientras, en el otro claustro, la advenediza secuoya la
supera en envergadura, mas no en elegancia, tan difícil de equiparar.
El elevado número de visitantes se debe a que Asturias, y Cangas en particular
con Muniellos, Fuentes del Narcea y otros parajes maravillosos, se ha
convertido en un pujante destino vacacional.
A pesar de ese desarrollo turístico, en el interior y la franja costera, Asturias no se convirtió en el parque temático que vaticinaban algunos a principios
de siglo.
Cierto que la costa, una vez restañados los desastres ocasionados por los fenómenos atmosféricos de las primeras décadas de este siglo, acoge gran cantidad de turistas. Gijón, Salinas-Avilés y otras ciudades costeras aprovecharon la reparación de los daños ocasionados por las antiguas
embestidas del mar para levantar armoniosas
y acogedoras edificaciones. En el interior numerosos palacios y casonas
en riesgo de ruina fueron rehabilitados para acoger al numeroso turismo rural.
Pero la industria, levantada sobre las
cenizas existentes en la segunda decena del siglo, es vigorosa. Fueron
consolidadas las empresas que permanecieron y Arcelor fue nacionalizada después de un difícil acuerdo con la familia Mittal. En la actualidad manufactura,
con tecnologías avanzadas, acero de altísima calidad
que reduce pesos y espesores al tiempo que incrementa resistencia y
maleabilidad, destinado a la industria del automóvil, aeronáutica y naval. Otras empresas pertenecientes al sector privado continúan el mismo camino. El desarrollo de planes I+D ha obtenido magníficos resultados. Prueba de ello es la fabricación a gran escala en plantas asturianas de una sustancia con las
mismas propiedades del grafeno muy demandado por las tecnológicas más avanzadas. También la captura de CO2, utilizado posteriormente en industria y
agricultura, ha permitido la reapertura de minas y la extracción y uso de carbón con métodos seguros y sostenibles.
No solo los sectores de la industria y
turismo, al igual que en el resto de España, han
despegado en tierra astur. La alimentación es una de
sus bazas más fuertes. Los excelentes quesos de las distintas denominaciones
de origen son exportados a través de
eficaces cadenas de distribución por medio
mundo. Su alta demanda provocó un incremento de la ganadería bovina, ovina y caprina cumpliendo los estándares ecológicos y medioambientales. Igual ocurre
con la producción de sidra. La de mesa y brut se exporta
y conquista las clientelas de afamados restaurantes en numerosos países. Para atender las necesidades de manzana para su elaboración fue precisa la plantación de nuevas y extensas pomaradas. También en la ría del Eo, a salvo de las secuelas
ambientales que pudiera provocar la mina de oro de Salave descartada
definitivamente, se incrementó la producción de ostras compitiendo con las más
prestigiosas variedades de Arcade, Cancale o Arcachon. Igual que la de
Villaviciosa, limpia de toda contaminación, es un
reputado criadero de mariscos.
Todos los sectores agroalimentarios que
siempre en Asturias habían disfrutado de merecido prestigio han
recobrado demanda y valor.
Asturias ya no permanece aislada. La
autovía del Cantábrico ha sido mejorada corrigiendo las
deficiencias en tramos terminados deprisa y mal para posibilitar la fotografía del político de turno, como también las que unen los principales núcleos de
población. Madrid se alcanza en tren en poco más de dos horas desde Gijón y
gigantescos ferries parten del Musel con regular frecuencia cargados de mercancías y viajeros a puertos del Norte de Europa. Mientras, en Ranón, operan las más importantes lineas aéreas regulares uniendo Asturias con los principales aeropuertos de
España, Europa y otros continentes.
En Cangas
el turismo no tiene por destino solo el Parador-Monasterio de Corias.
Casonas y palacios de todo el concejo han sido rehabilitados para alojamientos
rurales. Hasta el antiguo Hotel Truita, abandonado durante décadas, acoge dentro de sus recios muros de piedra un confortable hotel.
El maravilloso entorno natural, protegido
y recuperado de las agresiones llevadas a cabo durante el siglo XX y
comienzos de éste, atrae a millares de visitantes en
todas las épocas del año. Atrás quedaron
los litigios entre ganaderos
propietarios de terrenos y el desarrollo del Parque Natural Fuentes del Narcea.
Ganadería, turismo y protección de medio
ambiente conviven en armonía.
Pero tampoco Cangas es un centro temático para el avistamiento de la población consolidada de osos o de
las recuperadas colonias de urogallos.
La autovía La
Espina-Ponferrada, con ramal desde Villablino a León, hace años que fue terminada. Su diseño, ejecución y funcionalidad, siguiendo criterios de
vía verde para no causar impacto en el paisaje, han sido premiados
en varios certámenes del sector. Esta mejora de las
comunicaciones, junto a planes de financiación pública para el desarrollo y la investigación en la comarca, se concretó en
espectaculares éxitos económicos.
Fueron recuperadas razas ancestrales de
ganado y se promovió la producción de carne de vacuno adulto, bueyes y vacas, que pronto alcanzó gran prestigio mundial haciendo competencia hasta la misma de
wagyu. Similar proceso experimentó la crianza
porcina. Recuperado el “gochu asturcelta” , alimentado con castañas y suelto
por los montes durante los últimos meses de crianza -montes de castaños que están en periodo de expansión una vez saneados y eliminadas enfermedades, como el chancro, que
en otras épocas los había amenazado- sus jamones y embutidos,
curados en secaderos situados en las zonas más altas del
concejo, gozan de un prestigio similar a los más afamados
ibéricos como los centenarios 5J o Joselito.
Siguiendo la estela del despegue de la
industria cárnica surgió una cooperativa para la elaboración de productos de alimentación que da
trabajo a cientos de personas. Gran éxito tienen
los “bollos preñaos” y empanadas
distribuidos ultracongelados por las grandes cadenas y que han logrado
desbancar en las preferencias de los consumidores a las, antes, omnipresentes pizzas.
Igual evolución experimentaron los vinos de Cangas elaborados en exclusiva con
variedades autóctonas. La bonanza climática, con un ligero aumento
de las temperaturas a final de verano y comienzos de otoño y ausencia de tormentas, permitió elevar lo justo el nivel de azúcar en la
uva y lograr espectaculares blancos.
También los tintos alcanzan nivel de excelencia. Solo un dato: la
prestigiosa Guía Parker, fundada por un americano en el
pasado siglo, otorgó en las últimas
ediciones hasta 98 puntos a algunos caldos cangueses. Su demanda supera con
mucho a la oferta.
Si no lo estuviese viendo me parecería increíble que en Cangas se pudieran haber
producido tantos cambios en apenas treinta y cinco años. Solo apuntaré dos más. Una, al
ser eliminadas, mediante ingeniosas y sencillas compuertas, las barreras de
Soto del Barco y Pilotuerto que hacían imposible
el ascenso de los salmones por el Narcea, éstos han
comenzado a remontar, alcanzando la cabecera de los ríos por todo el concejo. Hace pocos días un salmón de más de seis
kilos fue capturado debajo de Riomolín, en las
mismas faldas del Cueto de Arbas. La otra es consecuencia de todo lo anterior.
En Cangas y toda Asturias el índice de natalidad, fruto de la bonanza
económica y de una responsable
planificación, se está situando al nivel del resto de España. Al prolongarse la esperanza de vida por la mejora de la sanidad
y condiciones de vida, las alarmantes
tasas natalidad/mortalidad observadas en 2014 se han ido equilibrando.
Asturianos, igual que canarios, andaluces, catalanes…etc.etc. habrá para rato.
Si alguien llegó hasta aquí leyendo
ya se habrá
dado cuenta de que todo esto no es más que una carta a los Reyes Magos para nuestros nietos. Solo
ellos, si recibieran el regalo de una sociedad mejor, serían quienes la pudieran disfrutar. Sí, ya sabemos que los Reyes Magos no existen y nunca existieron,
pero, mientras fuimos inocentes, nos crearon ilusión.
Quienes no tenemos la esperanza de ver la
evolución del mundo a través de un
celestial agujerito cuando dejemos de existir, tenemos derecho, al menos, de
imaginarlo.
Claro que de ilusiones solo no se vive, y ,si queremos legar a
nuestros nietos algo más que una carta de reyes tendremos aún que colaborar en la medida de nuestras posibilidades para
cambiar este mundo que hace ya muchos años describía Galdós: “Verdad es
que parte de la responsabilidad corresponde al mundo, por permitir que una
docena de hombres o uno solo jueguen con él a la
pelota”.
ulpiano rodríguez calvo.
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3 comentarios:
El Sr. Ulpiano,tan optimisma como siempre.
El localismo de las gentes de Cangas,no considera necesaria la autovía,ni para el año 2050, La Espina,Tineo,Pola,Grandas,Fonsagrada,entrada y salida lógica del centro de Asturias para Galicia y el Norte de Portugal.Mamen en sus visitas a Lugo,lo agradecería.
La distancia en kilómetros La Coruña-Tineo es en estos momentos -60 kilómetros por Fonsagrada.Con viaductos podría ser de -80.
Dicho lo cual, FELIZ AÑO 2015.
Ulpiano, costome digerir la extensa carta que le diriges a los Reyes Magos, desde tu inagotable fuente del saber, de una cabeza bien amueblada. Debe ser que hace muchos años que no le pido nada a ellos y si a Papá Noel.
Peme que no puedo estar muy de acuerdo contigo, en muchos aspectos. Miras al hombre de forma positiva, como Rousseau. Yo quizá más negativo, lo miro como un “perverso polimorfo”, acorde con S. Freud y Nietsche. Quizá de las distintas civilizaciones que nos precedieron, no aprendí nada bueno de ellas en derechos del hombre, o los Dioses que las sostenían no lo eran tanto.
Haces una exposición clara del período 2015-2025, con una analítica acertada en diversas partes del globo terráqueo: la especulación, lo derechos civiles en retroceso, la desforestación, el efecto invernadero, las hambrunas por los cambios climáticos, Dictaduras sostenidas por el FMI…..El dinero no tiene fronteras. Del 2025-2050, te vuelves manso y parece que “tor mundo e gueno”. La Sociedad mundial pega un giro de 180 grados, y esto es el paraíso terrenal, prometido por el Dios judeo-cristiano.
Desde ese pequeño agujero que nos invitas a mirar el espeso muro; con niebla incluida, estoy contigo desde el 2015-2025, pero el segundo período lo veo diametralmente distinto, con arreglo a lo que te explicaba anteriormente sobre la humanidad.
Con respecto al mundo. 2025-2050, solo se conseguirá mejorar con la educación. Que no existan analfabetos en el mundo, para no ser manipulados, cosa harto improbable, de lo contrario muy a mi pesar:
Seguirán los derramamientos de sangre. Los Dictadores, seguirán masacrando a sus pueblos apoyados por el FMI. ( cómo está Haití, Somalia….)
Los movimientos xenófobos, adquirirán auge, y en cualquier momento pueden eclosionar.
La ONU, inservible mientras exista el derecho del veto.
Entre otros, China e India, invertirán ingentes cantidades de dinero en Proyectos Espaciales y Militares, mientras sus pueblos (un tercio de la población mundial), carece de lo más elemental para subsistir.
El conflicto arabé-israelí, seguirá con sus altibajos pero latente, no desaparece por arte de magia, el odio está enquistado en las dos sociedades. Pese a descender del mismo tronco común.
Como no me deja insertarlo todo, lo hago en dos partes: continuará
Con respecto a Asturias y Cangas, sigo con lo mismo:
Arcelor como buena multinacional, si no hay ganancias , nos vamos a otra parte. Espero que Alcoa-Avilés y A Coruña, continúen dando empleo a sus comarcas.
Para abrir nuevas minas, en el suroccidente, lo primera que hay que hacer es tapar las escombreras que tanto afean a los pueblos. En As Pontes ( A Coruña), cesó la actividad minera, y en el hoyo escavado hicieron un magnífico lago artificial, abastecido por el rio Eume, en las colinas circundantes , echaron tierra vegetal con plantación de árboles.
Autovía La Espina-Ponferrada, con ramal a Villablino-León, eso es una quimera que le da la risa a los Reyes Magos.
Las fachadas marítimas de las ciudades costeras, sufrirán lo suyo, ( incluyo a Gijón y Salinas), el hombre se cansará de reparar tanto desperfecto, enterrando ingentes cantidades de dinero, que hacen falta en otros menesteres. La Pachamama, reclamará lo que fue suyo
Tu aportación para generar empleo y fijar población, en un área en franca decadencia poblacional, a base de explotar adecuadamente la raza del gochu “astur-celta). - En A Fonsagrada (Lugo), están en ello y con aciertos -. El vino otro motor de la economía, pero había que plantar como antes de 1950, donde todo el valle del Narcea eran bancales. Esta idea Ulpiano, es genial.
El hacer escalas salmoneras, en los embalses de Calabazos y Pilotuerto, es posible factible y exigible; sería ideal que los salmones remontasen a las cabeceras de los ríos Narcea y Naviego, como mínimo hasta Rengos y Riomolín. Esperemos que los osos no se dediquen apañar salmónidos que “ Habelos hailos”
Eres un gran fabulador y desde ese pequeño agujero viste al mundo, y tu lugar de nacimiento, como un niño, que quiere la felicidad para el ser humano.
Debo reconocer, del Instituto Laboral San Juan Bautista de Corias, regentado por los Padres Dominicos, salieron gente con mucho talento, en unos tiempos francamente difíciles
Como decía A. Camus:” Todas las desgracias de los hombres provienen de no hablar claro”.
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