Algunos dirán que, al no vivir ahí, no puedo opinar. Pero haber nacido y vivido los primeros dieciocho años en esa tierra, a la que continuo sintiendo como mía, y descender de antepasados que la habitaron desde época ignota, me obliga a expresar temor por lo leído sobre amenazas que se ciernen sobre Cangas, e indignación por las tropelías y desidias constatadas en el oriente asturiano durante la reciente estancia.
Hace días la prensa asturiana publicaba declaraciones del nuevo alcalde cangués, tras una reunión con el nuevo presidente del Principado, anunciando la intención, compartida, de poner en marcha la instalación de parques eólicos en el concejo de Cangas. Para comenzar, en la parte de Sierra. No estoy contra las energías renovables, las apoyo. Según cómo y dónde. La imagen refleja, en demasiados puntos de España, idílicos lugares destrozados por la invasora presencia de los aerogeneradores.
Escalofríos da imaginar al Acebo rodeado de esos monstruosos espantapájaros de acero. Otra novedad anunciada por este alcalde es la rebaja de la protección del parque Fuentes del Narcea. Parece razonable facilitar la participación directa de los propietarios-residentes en la gestión del parque y se busque la convivencia conservación-habitabilidad, primando, eso sí, la maravillosa herencia legada por las generaciones precedentes. Rebajar el nivel de protección, cuando el “progreso” montado en 4 x 4 amenaza las riquezas, a duras penas conservadas, de la flora y fauna en el más recóndito rincón, no parece ir en esa dirección. Si son estas las ideas de Alcaldía y Principado para impulsar a Cangas ¡pobre Cangas! No quiero recordar aquella niñez, cuando llegó el desarrollismo basado en el carbón, y el río bajaba negro, espeso de carbón. Afortunadamente, hoy, no estamos en la misma situación, pero mucho me temo que los intereses y la ideología que impulsan esta toma de posición están íntimamente ligados a los de aquella época.
Durante la reciente visita al Oriente asturiano pude constatar la desesperante lentitud para acabar la autovía del Cantábrico, alguien me decía: “Cómo se nota que no habéis tenido un Presidente del Gobierno asturiano”. También contemplar como la voracidad de la especulación urbanística no es exclusiva del Mediterráneo. Llanes y pueblos limítrofes exhiben horribles construcciones que afean el entorno. Para mayor sarcasmo muchas vacías, víctimas del estallido de la burbuja inmobiliaria. Ante el abandono del magnífico monasterio que es San Antolín de Bedón solo pudimos decir ¡Pobre Asturias! recordando otros monumentos históricos, recientemente visitados, como las múltiples construcciones del románico pirenaico o castellano, rehabilitados con mayor o menor acierto, que lucen con esplendor la antigua nobleza de su arte y su historia.
Al terminar de escribir estas líneas leo en El Comercio de ayer, “Foro reclama a Trevín que asegure la financiación para restaurar San Antolín”. Se compaña de una fotografía del monasterio tal como lo vi hace unos días. Mucho me temo que estas declaraciones sean solo juegos verbales para arrimar el ascua a su sardina política. Conociendo la trayectoria del Sr. Cascos y de alguno de sus acompañantes no parecen entrar estos temas dentro de sus prioridades. Tampoco debió serlo para quienes gobernaron Asturias anteriormente.
Duele escribir de forma crítica sobre esa tierra, pero convertir el Paraíso Natural de eslogan a realidad, requiere la participación de todos los que nos sentimos asturianos.
Ulpiano Rodríguez Calvo.
4 comentarios:
A los vendedores de energías alternativas se les llena la boca anunciando las bondades de estos sistemas que presumen de ser ecológicos, como es el caso de las eólicas y las fotovoltaicas. Los políticos de turno, como hay grandes intereses de por medio en todos estos tejemanejes, nos quieren vender la moto de que estos sistemas aparte de limpios, no contaminantes y renovables, pueden llegar a ser suficientes como para cubrir las necesidades energéticas de toda una región o autonomía, sin tener que contaminar la atmósfera, pero esto es una verdad a medias. De todos es sabido que estas energías renovables de por sí solas, ni fu ni fa; pues para solucionar la verdadera demanda de electricidad de un país, tendría que ser tal su densidad, que nos veríamos rodeados y nos comerían hasta el espacio.
Como complemento de ayuda, sí son válidas y "limpias", pero teniendo como respaldo cercano una central hidroeléctrica, térmica de ciclo combinado o nuclear, que son las que verdaderamente tienen capacidad para abastecer las necesidades energéticas de cualquier complejo industrial de una región.
Por lo tanto, antes de sacrificar una zona o paraje natural, como es el caso del Acebo en el concejo de Cangas del Narcea, debieran sopesarse bien los pros y los contras para no cometer errores garrafales. Los aerogeneradores, más conocidos popularmente como molinos, si se dice la verdad: son horrorosos. Producen un impacto visual a gran distancia y convierten los montes en paisajes quijotescos fantasmagóricos, aparte de suponer un grave peligro y una gran trampa para las aves.
No se debe ignorar ni olvidar, que detrás de todas estas bondades aparentes que se les atribuyen a estos novedosos sistemas de producción de electricidad está el que, al ser denominadas energías limpias, están fuertemente subvencionadas por los gobiernos de turno. Y ahí está el quid de toda la cuestión.
De hecho, este tipo de instalaciones han proliferado tanto debido a que suponen una actividad muy golosa y con futuro aparente para muchos inversores. En el caso de la energía fotovoltaica producida en los huertos solares se dio hasta el caso de que, aparte de beneficiarse de las subvenciones estatales, hubo un huerto solar que tributaba como todos su producción de energía eléctrica a una gran compañía, la cual al valorar las aportaciones habidas por esta planta solar durante un periodo de tiempo, se dio cuenta que ésta, no solo generaba electricidad durante las horas diurnas de sol, sino también por las noches. El listo o listos de turno, tomaban la energía de la red eléctrica para después devolverla a la misma como si fuera generada por las placas solares y beneficiándose de las subvenciones por ser kilowatios limpios no contaminantes, pero sin diferenciar el día de la noche. Se le coge antes a un mentiroso que a un cojo. Pero la picaresca, siempre presente.
También convendría valorar y tener en cuenta el trabajo que está llevando a cabo CIUDEN en Ponferrada, que trata de desarrollar una planta de experimentación (a nivel industrial) que trabaja en cómo se podría capturar, transportar y almacenar bajo tierra el C02 producido en una central térmica de carbón. Ésta es una opción para conseguir la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero impuesta por la Unión Europea. Y si este plan de investigación progresa, probablemente no tardando se pueda volver a quemar carbón en las centrales térmicas sin miedo a excederse de los cupos impuestos por Kioto. Por lo tanto, antes de jalonar el horizonte de impactantes fustes metálicos convendría pensárselo bien por si, pasados unos años, no se sabe qué hacer con unos armatostes de dudosa eficacia, que pueden llegar a ser hasta inservibles.
Por ser así orientado
en el Blog y su ideario,
antes era tema obviado
en Entrada y comentario,
la política en sesgado.
Cierto cambio he observado
y todo lo que está escrito,
por D. Benja y D. Ulpiano,
teórícamente suscribo
con algún que otro reparo.
Un pragmático colega
utiliza algunas citas,
dejando a un lado la pega
del que nomina utopías,
por imposible cumplirlas:
.No puedes tortilla hacer,
sin antes huevos romper.
.Es de orden superior
restañar un "mal mayor",
antes que estética hacer
para el cuerpo embellecer.
Este asunto da para largo,
por ser importante y basto,
dejémoslo aquí y ahora,
para evitar la modorra.
Saludos
Benjamín,excelente comentario y francamente ilustrativo,gracias y a seguir contando estas realidades y decirle al ripiante que como siempre,muy acertado y ocurrente.Slds muy cariñosos.
El "basto" de la última estrofa
es con "uve", la "be" sobra.
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