jueves, 27 de febrero de 2014
Las duchas en Corias.
Hoy, sin motivo alguno, se me ha venido a la memoria las duchas existentes en Corias allá por el año ¿1963?.
Recuerdo que teníamos que ir todos los del dormitorio, a una hora determinada, en pantalón corto y albornoz. También, evidentemente, deberíamos de llevar la correspondiente toalla y la pastilla de jabón. No recuerdo que existiesen los geles ni los champús.
Las duchas eran unos recintos cuadrangulares adosados y sin techo con una ducha fija saliendo de una de las paredes y una canaleta de desagüe en el suelo que, creo era de cemento.
El proceso era, creo recordar, como sigue: entraba un número de alumnos, uno en cada ducha, que, por cierto, recuerdo espaciosas. Los "encargados" de las duchas, alumnos también aunque no recuerdo quienes eran, abrían el agua, más o menos caliente, durante un corto espacio de tiempo ( ¿1 minuto?) para que nos mojásemos. A continuación se cerraba el agua durante otro corto espacio, uno o dos minutos, para enjabonarse. Pasado este tiempo se volvía a abrir el agua unos dos minutos para el aclarado final. Una vez cerrada el agua, un minuto y todos afuera para la entrada de la siguiente remesa.
En la puerta un fraile se encargaba de revisar que estábamos duchados mediante el procedimiento de comprobar si teníamos el pelo mojado. (Si fuese hoy día a la mayoría nos enviaría a la "hora de queda". A mi por lo menos el escaso pelo que me queda se me seca en segundos.)
Por encima de las duchas, incumpliendo las mas elementales normas de seguridad y privacidad inexistentes en aquellos días, deambulaban los "encargados" para vigilar que todos nos duchábamos. Supongo que no habría otro motivo.
Creo que las duchas eran semanales y , lo que son los tiempos, nadie nos consideraba unos guarros.
Quizás mis recuerdos no sean exactos. Se admiten comentarios.
Felipe.
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21 comentarios:
Más o menos, yo también recuerdo las duchas así como tú las describes Felipe. La diferencia es que en el año 1959, cursando yo primer curso, el que controlaba la higiene semanal en el cuarto de duchas era un fraile; la mayoría de las veces el mismo encargado del internado Padre Jaime y alguna que otra vez el Padre Eutimio. La ducha era semanal, lo que no recuerdo si era los viernes o los sábados por la tarde. Ahora pensando un poco sobre la frecuencia de los refrescados de entonces dice uno: correteando y saltando todo el día por el patio con la misma muda puesta toda la semana y duchándose una sola vez por semana deberíamos de oler a “chatún”, pero no recuerdo yo nada de malos olores. Eso querrá decir que ahora nos lavamos en exceso. Yo pienso que tenía mucha razón el Padre Jaime cuando alguno se quería escaquear de la ducha y alegaba que tenía fiebre o patraña similar, entonces el fraile de forma magistral decía: “aquí en esta casa mientras esté yo al cargo de esto, cada quince días se ducha todo dios, le haga falta o no”.
Tener agua corriente en aquellos tiempos, era un privilegio.El pueblo de Corias, por aquellos años carecía de abastecimiento, y la forma de ir algo aseado, era la palancana. Los fines de semana el balde con agua caliente.
Llama la atención como os tasaban el agua, siendo los frailes, unos pioneros en el control del preciado líquido.
Era muy frecuente que, al principio, el agua saliera muy caliente y la mayoría nos colgábamos de la barra superior para librarnos de las quemaduras. A la tercera o cuarta tanda el resultado era el contrario y el agua ya estaba fría, por lo que también se colgaban de la barra superior. Pasaba algo parecido a lo que ocurría en el comedor cuando a alguno no le gustaba algún menú y embadurnaba el plato para decir que ya había comido. Algunos se mojaban sólo la cabeza para pasar la ITV.
Se me olvidaba; el agua se calentaba con una caldera de leña y carbón.
Galán, ¿qué no olía mal?. Cuántas veces entraba el P. Carmelo en el dormitorio gritando:"Marranos, aquí huele a humanidad".
Había que preguntarles a las chicas de Cangas cómo olíamos.
...Y Xuanín que anda siempre con el mismo chandal y el Assimil seco, ¿cómo se arreglaría?.
En la foto del jardín nevado que vemos en la cabecera de la entrada, da gusto ver la araucaria así de joven y de esbelta, no como ahora que ya se la ve añosa con las ramas más bajas secas y con aspecto bastante mustio y decrépito. Hasta “la caramiecha” la tiene torcida. No sé si será por falta de cuidados o porque no le pintan bien los cambios de identidad de la casa, pero la última vez que la he visto, este verano, me decepcionó bastante. Es una pena ya que se trata de un árbol exótico y casi único. También por el origen tan singular que tiene, ya que según tengo entendido la semilla fue traída de América por algún misionero dominico. En nuestros años del colegio, una gran mayoría de nosotros tenemos alguna foto hecha al lado de la araucaria. Entonces daba gusto ponerse a su lado pues mantenía un color verde oscuro precioso y un ramaje exuberante. Lástima que Paradores no tome medidas para corregir esta deficiencia. El hermoso y viejo árbol se lo merece.
Samuel, ten en cuenta que, en cuanto se junta personal abundante en plan colectivo, por aseado que éste sea, siempre huele a chotuno. Cuando los blancos decimos de los negros que huelen a brea, ellos dicen de nosotros lo mismo; solo que en vez de oler a brea, lo nuestro es a sebo.
¿Me podríais ayudar a recordar, en que lugar se hallaban las duchas?
Longinos: creo recordar que las duchas estaban en el piso de las aulas, subiendo por la escalera estrecha y a mano derecha. Que alguien me corrija si no es así.
En cuanto al olor...es como el del tabaco: el fumador no lo percibe.
Perdón: a mano izquierda, no a mano derecha.
La situación de la sauna con hidromasaje incorporado de entonces, no la ubico, como diría Cubanín, en estos momentos. Quiero recordar vagamente de tener que subir a la segunda planta en "gayumbos" con el albornoz encima. De lo que sí estoy más seguro es que estaban en el ala este del edificio, casi al tope. Samuel sí se acordará con detalle de dónde se encontraba el centro de "descazaratamiento" semanal.
De acuerdo, los recintos aquellos, con poca o nula privacidad, estaban situados en la segunda planta y encima de las cocinas.
¿Quién dijo albornoz?. Un servidor, y la mayoría de los obligados al peladero (los primeros salían colorados como gambas), íbamos con el bañador y la toalla al cuello, desde el dormitorio hasta la cola que se formaba a la puerta de la ducha y en pleno invierno.
No me extraña que uno se inventara cualquier tipo de enfermedad para librarse del paseillo.
Ahora lo tomamos a cachondeo pero la vida allí era muy dura.
Recuerdo el lavabo que teniamos, tipo pesebre, en el primer piso. Hubo una temporada que se había estropeado la llave para prender la luz y conseguíamos prenderla atando el cable a uno de los muchos grifos que allí había.
Parece que las clases de electricidad del P.Dimas eran bien aprovechadas.
Samuel,en el librito que nos daban al ir a matricularnos al colegio, venía un listado con el ajuar necesario para el alumno interno y recuerdo que figuraba un albornoz. Yo el mío, que era de color zul oscuro, lo conservé hasta muchos años después. Luego no sé que fue de él, porque ya no me entraba, pero aún estaba ponible.
Bueno aqui estamos despues de leer los comentarios acerca de las duchas.
No recuerdo donde estaban, pero eso si, estoy con Samuel en lo del albornoz; dicha prenda estaba para los hijos de papa; los demás a pelo descubierto, sanos sanotes, puros machotes, con pelo en pechu y en culo felechu como dirían en el anuncio "hala chicos, al tostadero".
De lo que si me acuerdo muy bien es de que aquellos que tuvimos la oportunidad de disfrutar de las "camarillas", las susodichas duchas estaban a la derecha según entrabas al espacio ocupado por ellas, y eran unas cebollas en la parte superior de unos pequeños reservados donde se hacía todo tipo de necesidades biológicas, colocando los pies encima de sendas huellas ceramicosas
las cuales, si tenias suerte, estaban libres de "obstáculos". Los lavabos, en forma de pesebre longitudinal y paralelos a los pequeños reservados, te permitían lavarte perfectamente el tronco superior y con un poco de malabarismo lograbas hacer lo mismo con tus "quesos".
También recuerdo que algunos compañeros de mi curso, el Migue (que en Gloria este), Rufinon, Granda, Pombalon, Alfredo Mario... pidieron venia a los frailes y a las seis de la mañana se largaban a la orilla del rio y se zambullian con todas sus humanidades hiciera frio o calor. No recuerdo cuanto tiempo duro la experiencia, pero que si lo hicieron ya lo creo que si.
Hasta aqui llega mi memoria.
Yo no recuerdo la relación de prendas necesarias para los internos, que de una manera u otra existía, pero lo del albornoz está muy claro que cuando yo ingresé era parte del vestuario necesario. Aún lo conservo, bueno lo estoy mirando, es de fondo azul o azulón con rayas blancas. Acabo de probarlo y aunque corto todavía me sirve. Está impecable y tiene 56 tacos. Cubanín doy fe (y lo digo con afecto) que más que para "hijos de papá" era para "hijos de papa y mama". Si no fuera obligatorio yo no dispondría del mismo.
Si me acuerdo que en las duchas, un colega cuando se sintió sorprendido con agua helada, lanzó una oblasfemia y descubierto fue expulsado...creo.
Lo del dichoso albornoz es tal como dice José Manuel. Y decir que era prenda de hijos de papá, tararí que te vi. Yo en mi casa no lo tenía, precisamente se adquirió porque lo exigia el protocolo del colegio. Y en cuanto al blasfemo que le costó la expulsión, lo recuerdo perfectamente. Es de suponer que aquel exabrupto, soltado de forma involuntaria a causa de un resbalón, fue la gota que colmó el vaso, pero ya debía de estar muy fichado, como solíamos decir en esos casos. Sin embargo su hermano mayor, como debía de ser mejor hablado, no tuvo ese tipo de problemas y continuó allí hasta que le convino.
Quiero aportar algo a lo que dice FELIPE,sobre las duchas de Corias.Yo ingresé en Corias en Septiembre de 1955.El aseo personal era en un lugar,al lado de los dormitorios corridos,donde había infinidad de grifos con agua fría...lavado de cara,boca y si acaso,axilas...Los sábados por la tarde,lloviese o no,con nuestro guarda polvos,aún no se había oficializado el albornoz,,toalla y jabón,cruzábamos la carretera y al prado debajo del convento a lavarnos los pies en el ría Narcea,en primavera y verano aprovechábamos para mirar bajo las piedras,por si caía alguna trucha.Esto dejó de ocurrir en el curso 1956-57,que incorporaron las duchas que dice Felipe,mas rudimentarias que las que el describe.Apoyábamos nuestros pies sobre unas tablas de lo que podríamos llamar palet que usa el transporte y habría un desagüe general.Creo que la ducha era los sábados,no recuerdo que hubiese agua caliente...yo en el 57 me fui a León.No recuerdo vigilancia por encima de las duchas,ni control de cabezas.Si recuerdo que el agua del convento en aquellos años la tenían en un depósito por la parte de arriba del añadido construido al Parador.Éramos más 400.El agua de consumo era de la fuente que había cerca de los comedores.
Dice bien Carlos Lobato lo de la palangana....y el agua corriente en las casas.Hoy en día prácticamente la totalidad de las aldeas,digo aldeas, del Concejo de Tineo,NO tienen una traída municipal de aguas tratadas,se arreglan con fuentes,fuentes comunales,y traídas y TRAÍDAS ILEGALES hechas por las bravas, en el caso de la casa donde yo he nacido,hay una mina de 60 metros cavada en la roca y es la que se emplea para el consumo.Por cierto que para hacer esta mina y ante la protesta de un vecino,mi abuelo Inocencio,por los años 20 ó 30 tuvo que pedir la mediación del Alcalde de Tineo.D. José Maldonado,después presidente de República en el exilio.Ni que decir tiene,que en este momento las aguas fecales y sucias,van a los prados...me estoy refiriendo a las aldeas y parroquias,no en el concejo y no digamos nada de los purines de las cuadras....
Si esto ocurre ahora....pensemos en los años 50,60.
Muy buena la descripción que acabo de leer de Samuel,lavabos TIPO PESEBRE,al igual que los URINARIOS,que estaban situados al fondo del campo de fútbol,también tipo PESEBRE,con agua que corría siempre,aveces se tiraban alli barras casi enteras de pan de los bocadillos,esa agua iría,supongo al Narcea.Esto años 1955,56 y 57.Vdes. son posteriores...
Tiempos duros,si, tiempos duros.....pero aquí estamos para contarlo.Recuerdo que en una pensión de la calle Fomento de Madrid,años 66 ó 67,junto a la Plaza de España,Madrid,en invierno antes de meterte entre las sábanas,era conveniente tumbarte un rato encima de la manta,para que cogiese algo de calor.
Si mal no recuerdo, dependiendo del curso en que estuvieras, había más de un sitio con duchas. En los últimos años que estuve, las teníamos en la misma planta de los dormitorios haciendo esquina con la carretera general y el frontón cubierto.
Yo tampoco recuerdo la lista de prendas que comenta Galán.
De todas formas supongo y afirmo que para mis padres, bastante supuso el tener que comprarme hasta el colchón y la almohada. Unas zapatillas, unos zapatos, lo indispensable para aquella época y que hoy se podía meter en la maleta de un vuelo barato.
En nuestra época no había más duchas que las de las camarillas y el tostadero del 2º piso.
En las camarillas, a la segunda ducha, ya estaba el agua fría y había que madrugar si se quería uno quitar lo más gordo. Lo fino quedaba para el verano en el Chadeo.
En los urinarios de junto al leñero, detrás del frontón, de tipo "pesebre, algún gracioso colocó en una fecha ahora indeterminada de los 60, un cable con corriente. La "gracia" era cuando los utilizabas y el chorro entraba en contacto con el agua en la que estaba sumergido el cable...el calambrazo era instantaneo con lo que se cortaba el "chorro", se interrumpía el circuito y no sabías que era lo que te pasaba. Menos mal que eran 125 voltios!.
Habíamos inventado el elctroshock y sin enterarnos.
Hoy se "demandarían" tales cosas. Y con asistencia de la prensa internacional. Con manifestaciones de la asociación de madres afectadas. Con declaraciones de la "oposición" en la TPA, ( Ni comparación lo de la infanta). .... Vamos que la "Orden se vería obligada a hacer un ERE, y enviar a la mayor parte de los predicadores al paro.
Eso si, la pequeña y la mediana empresa seguiría igual de abandonada.
Si a esto le sumamos: la operación Minerva, el disparo en el bosque y el reconocimiento médico, ni ERE, ni nada; concurso de acreedores y todos a la p. calle.
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