domingo, 23 de febrero de 2014
¿QUIÉN TIENE LA CULPA?
Se escuchan y se leen con demasiada frecuencia, llevando al
límite de su resistencia las costuras de la paciencia, opiniones orales
y escritas que señalan a los “responsables” de nuestros males y penurias:
parados, dependientes, marginados y todos aquellos que comen la sopa boba
cocinada con los impuestos que hemos aportado. ¡Ojo! Que algún teórico “activo”
del “nuevo-viejo orden económico” también mete en el mismo saco a los jubilados
que al prolongar la vida comemos, hasta el tuétano, los dineros al Estado.
Pero ese iracundo dedo acusador tiene un blanco favorito: la
inmigración. Inmigrantes que suelen ser
mirados con suspicacia, cuando no odio- con creciente ahínco cuanto mayor sea
su diferencia en color y raza- como responsables de la degradación de nuestro Estado
de bienestar. Personas que emigran dejando atrás seres queridos y hambrunas en
busca de trabajo y pan, que se internan en desiertos, selvas y demás parajes
infernales siguiendo el rastro del dinero que dejó, y deja, esquilmados los recursos
en sus países de origen. Pero, a diferencia de las fortunas emigradas, que
viajan cómodamente por vía telemática o jet privado y son recibidas con gozosos
brazos abiertos, ellos encuentran barreras desde Lampedusa hasta el desierto de
Arizona pasando por Gibraltar- por citar solo algunos de los lugares más renombrados-
erizadas de los más sofisticados y mortales impedimentos. Obstáculos que les
empujan a tomar barcos de juguete, de desguace, o trenes de la muerte para
acabar, demasiadas veces, en el fondo del mar, o en tierra de nadie, a veces
bajo el impacto de pelotas de goma, también pueden ser balas de plomo, o
desollados por unas cuchillas llamadas concertinas para disimular.
Solo algunos
afortunados logran alcanzar la tierra prometida. Una nueva tierra de esperanza
que puede convertirse en el frustrante
ofrecimiento de La
Farola a la puerta de un súper de Madrid o, aún peor, en
esclavista red de prostitución.
Es sorprendente lo común que resulta para algunos buscar
responsables de su insatisfactoria situación entre quienes, en la escala
social, perciben que están por debajo de ellos. Una tendencia que suele ser
proporcional a la admiración experimentada, aderezada por una puntual o
persistente envidia, hacia los “triunfadores”, esos que, en esa resbaladiza
escala, se encuentran muy por encima de ellos. Afortunadamente, también son
muchos los que miran atrás o al lado, y tienden la mano. Gesto que se ha
llamado, se llama y se llamará solidaridad.
¿Son los parados, dependientes, marginados, inmigrantes,
incluso los jubilados, los responsables de la degradación actual del llamado Estado
de bienestar?
Esa pregunta me hacía leyendo las páginas color sepia de un
diario considerado como serio. Allí, en un artículo aparentemente inocuo y
técnico, se ofrecían cifras que, a pesar de su frialdad, debieran servir por sí
solas para suscitar, no solo indignación, sino una llamarada de rebelión.
Las cifras ofrecidas eran elocuentes; los fondos de
inversión y de pensiones, manejados por una reducida aristocracia financiera,
poseen en la actualidad un patrimonio que supera el 75% del PIB mundial. Ese patrimonio,
cifrado en más 40 billones de euros, es suficiente de sobra para adquirir todas las
empresas cotizadas del planeta.
Al ser irrefutable que quién tiene el poder económico tiene
el poder real, ya sabemos quién detenta hoy el poder global. Por eso no puede
extrañar otro dato aportado por el artículo- estudio en cuestión: el patrimonio
de estos fondos se incrementó desde 2007, es decir durante la crisis actual, en
un 30%, porcentaje que, traducido, supera los 13 billones de euros. Cifras mareantes
difíciles de imaginar. Para hacerse una idea de su dimensión quizá ayude un
dato; el PIB español se sitúa en torno a un billón de euros.
¿Alguien tiene alguna
duda de dónde ha ido a parar el importe de todos los recortes en prestaciones y
derechos que la inmensa mayoría estamos sufriendo?
Si hace ciento cincuenta años Marx escribía aquello de “Un
fantasma recorre Europa” tal vez en la época actual se debiera decir que “Un
monstruo recorre la faz de la tierra”. Un monstruo creado a partir de discutibles
actividades lícitas, pero en gran medida por la especulación más feroz, así
como por los réditos de la corrupción política que posibilitó esa especulación.
Un monstruo alimentado igualmente por los ahorros de millones de trabajadores
constituidos en fondos de pensiones. Fondos que, fieles a sus principios
especulativos, entregan a esos ahorradores con una mano aquello que les quita
con la otra. Un monstruo que recorre el planeta lanzando a diestro y siniestro
derrotes para llevarse, prendidos en las astas, jirones del que era un
incipiente bienestar, arrancado, éste, con sacrificios y luchas, por sucesivas
generaciones. Y que, sin embargo, no suele tener gran repudio social. Actúa
protegido por grandes e influyentes medios de comunicación que están bajo su
control
Ante tamaña tropelía cabría preguntase, ¿qué hacen los
gobiernos? Preguntar al menos por aquellos que fueron elegidos democráticamente
para velar y garantizar los derechos de sus ciudadanos. La respuesta- basta
seguir alguno de los pocos medios informativos que no ejercen de meros
aplaudidores- es descorazonadora: La minoría de gobiernos que osaron
enfrentarse a esa bestia financiera yacen sobre la arena, desangrándose,
víctimas de sus cornadas. Otros pocos, que tampoco comparten, al menos
plenamente, sus métodos codiciosos, permanecen en el burladero en espera de
improbables tiempos mejores. Pero la inmensa mayoría de los gobiernos que debían
regir, a partir de sus países, los destinos de la humanidad, mantienen dos, no
tan diferentes, actitudes: Unos, sabedores de que una parte del jirón arrancado
por la bestia terminará en su bolsillo, la jalea con entusiasmo y apoya sus
embestidas; otros, más pudorosos, aún albergando la misma esperanza de
participar en el botín, adoptan la postura de Don Tancredo. Dejan hacer subidos
en su pedestal en medio de la plaza.
Me imagino que todo esto suena muy truculento, perdón, pero
es lo que percibo y pienso. Solo queda una esperanza: que las futuras
generaciones- nosotros, me refiero a nuestra generación, ya casi estamos
amortizados- tomen conciencia del fiero animal al que se enfrentan. Eso sería
el primer paso para devolverlo a sus corrales, a esos de los que nunca se le
debió permitir salir.
Ulpiano Rodríguez
Calvo
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15 comentarios:
Ulpiano, leí dos veces tu entrada, aunque ya al leer las primeras líneas casi sabía lo que ibas a comentar.
Estos días estamos todos impresionados por las imágenes que vemos. Tiene que ser terrible la situación de esas personas para arriesgarse de esa manera, tanto por tierra como por mar… y lo peor de todo es que no se le ve solución. Yo no entiendo nada de políticas económicas con lo cual no sé qué decir.
Me imagino que, al igual que yo, estarán sobrecogidas muchas personas y que alguien estará haciendo algo.
Me temo, que los valores egocéntricos y superficiales con los que cuidadosamente han sido y siguen siendo educados las “nuevas generaciones”, les conduzcan hacia una actitud crítica del sistema. A lo mejor se legaliza primero la naturalidad de la eutanasia.
Toda "evolución peligrosa” de la sociedad, se contrarresta sabiamente con el adecuado “opio” para distraer al personal dentro de la pirámide. Y cuyo vértice invisible, más elevado e inimaginable, es el más gordo de los becerros de oro.
¿Hasta cuándo permitirán seguir “empujando por abajo”?.
Andrés, el último de mis hijos, asegura que sólo se arregla este tema con una revolución; y en ésta estamos discutiendo continuamente.
Tengo una duda; ¿la Unión Europea tendría el mismo comportamiento si la frontera de Africa lindara con los paises nórdicos?.
Ulpiano, como siempre, toca un tema que se está poniendo muy de moda y que es un auténtico engaño para el usuario y un gran negocio para las entidades que lo proponen. Se trata de los planes de pensiones. Todo es de color de rosa mientras estás aportando y te beneficias de las desgravaciones. Lo triste es cuando decides rescatarlo y tienes que devolver todo aquello que te presentaron como el chocolate del loro.
Continuamente estamos sometidos a bombardeos de falsas promesas y continuamente caemos en la creencia que ahora nos están diciendo la verdad.
Es demencial observar cómo unos y otros se enfrentan, como perros salvajes, pero a la hora de enfrentarse con el poder económico todos acaban por bajarse los pantalones. Y los que más protestan, contra estos poderes, es porque saben que nunca tendrán la oportunidad de enfrentarse con ellos.
Demasiado profundo para crear mas demagogia. Quizás sea mas sensato ver los toros desde la barrera, aunque ya se que muchos pensaran aquello de que es de cobardes huir, pero también es verdad que el camposanto esta lleno de valientes y yo pregunto...¿que vino primero el pollo o la gallina?
Corrección a la pregunta ¿que vino primero el pollo o la gallina?
Debería decir: ¿que fue primero el huevo o la gallina?
Las neuronas que patinan...
Un vecino de mi pueblo siempre repetía:"Yo prefiero que digan, aquí dio la vuelta un cobarde en lugar de aquí murió un valiente".
Aprovecho para desear a nuestro amigo Gión una pronta recuperación de su aparatoso accidente.
No sabía que Gión había tenido un accidente y por lo que comenta Samuél, aparatoso.
Te deseo que te recuperes pronto y de nuevo nos deleites con tus cariñosos y optimistas comentarios.
Un abrazo.
Suponemos que el accidente del amigo Gión ha sido con el coche. Quizá Samuel nos pueda informar del estado de salud de nuestro querido y entusiasta colega. De cualquier modo mucho ánimo y deseos de "verlo" en ya en este medio.
Un abrazo Gión!!
Hombre, yo no aseguraría que fue del todo aparatoso; tal vez la edad, los kilos y que uno ya no tiene los reflejos como a los 40.
Lo cierto es que, creo que fue en la Gascona, patinó sobre una tapa de una alcantarilla, se caýó al suelo y se sentó sobre la pierna que quedó debajo rompiendo el peroné y algún ligamento.
Fue operado y está pendiente de que le pongan el yeso, lo que le obliga a estar en casina y en silla de ruedas. Después vendrán los 40 días de rigor y la consiguiente rehabilitación.
Intentará acudir al blog, cuando la situación se lo permita, y dirá si lo apuntado es cierto o me he equivocado en algún punto.
Aprovecho para pedirle a la señora Marcos Boto que conteste al correo que le puse hace bastantes días.
Aunque el título de esta entrada es ¿QUIÉN TIENE LA CULPA? En el caso del inoportuno accidente de nuestro amigo Gión la culpa no fue del chachachá como dice la canción, si no de la tapa del registro de la alcantarilla. La verdad es que el caerse es facilísimo y como nuestros huesos ya van siendo cada día más frágiles, cuando menos lo esperas te puedes desgraciar y de la forma más tonta. Así pues, como Víctor es hombre optimista y vital, sé que se pondrá bien rápidamente y así se lo deseamos los amigos y compañeros de fatigas corienses. ¡Ánimo Víctor que eso para ti no es nada!
La señora Marcos Boto que soy yo, no ha recibido ningún correo de Su Señoría.Esto me hace
pensar....Cuantas Olgas tiene Vd. en su correo y a cuál se lo habrá enviado?
Uno mis deseos para la pronta y total recuperación de Gión. Las tapas de alcantarilla, así como las bandas pintadas de pasos de cebra y otros cepos urbanos, son traicioneras trampas de las que están sembradas numerosas ciudades. ¿Quién de nosotros no ha tenido que dar, en más de una ocasión, improvisados pasos de baile intentando evitar ir al suelo? Resulta inconcebible que esos ayuntamientos, conocedores de su peligrosidad, aún no las hayan sustituido por materiales antideslizantes.
Claro que algún malpensado, conociendo la zona del fatídico accidente, y no conociendo a Gión, echaría la culpa a la sidra antes que a la tapa.
Con tus ocurrentes comentarios, algunos adobados con con algún cantarín; se te echa de menos por estos pagos.
Me uno a los blogueros, término afectivo, lo contrario que en Galicia," bloqueros es peyorativo", para tu pronta recuperación.
¡ Animo Víctor, tú si vales!.
Olga, no te pases, sabes sobradamente que nunca se me dieron bien las damas y ahora mucho menos.
Con todos los buenos deseos aquí manifestados, estoy seguro que Vitorín saldrá airoso de este percance antes de lo previsto.
Está con el buen humor de siempre y el optimismo que lo caracteriza. Da gusto hablar con él.
Creo que va a presentar demanda contra el alcalde que tuvo la feliz idea de poner la tapa debajo de su zapato. No lo va a tener fácil porque ahora es el delegado del gobierno y "con la iglesia hemos topado".
Cubanín, la Biblia dice que Dios creó una pareja de animales de cada especie; luego el pollo y la gallina salieron al mismo tiempo. Después vinieron los huevos, suponemos que fecundados.
Vaya,no sabia nada del accidente de Gión,le paso lo mismo que a una amiga mia de Oviedo,resbalo en una alcantarilla,y tambien estuvo mes y medio en una silla de ruedas,fué una cosa parecida,tambien le quedo la pierna debajo,y rompio el tobillo,menudo peligro de alcantarillas,yo hago lo que Ulpiano, las evito todas,despues de lo que me contó mi amiga y ahora esto ,con mucho mas motivo,esperemos que se recupere pronto.Samuel lo de los planes de pensiones,es tal como dices,nosotros teniamos uno que lo rescatamos,cuando se jubilo,vaya sablazo que nos metio hacienda aquel año,vaya timo,que los que no tenemos un duro,son los que nos clavan,aqui todo el mundo roba millones,que cuando hablan de las cantidades,alucinas,en tu vida y cen 20 vidas que vivieras, lograrias reunir lo que esta gente roba,lo peor es que aqui nadie devuelve nada,ese es el problema.
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