Tomando "un algo" como él dice en Sta, Cristina
Hacía ya un tiempo que le había
prometido a mi nieto Diego llevarlo a conocer el tren con un viaje a
Oviedo y otro a Avilés.
La semana pasada, hice un alto en
mis paseos diarios y después de recogerlo en su casa nos fuimos en coche, porque el autobús que también es un medio en el que le gusta viajar pero nos queda un poco a desmano, hasta la estación
de trenes de Gijón para ir hasta Oviedo. Allí sacamos el billete para mí, puesto que los niños menores de 6 años, de
momento no pagan. Después de una pequeña espera, que llevaba con impaciencia,
preguntando cada poco cuánto tiempo faltaba para salir, nos subimos al vagón de
RENFE en dirección a la Capital. Me preguntaba cuántas veces iba a parar y como
quiera que a voleo le dije que unas doce, cada vez que llegaba a una estación
iba descontando. Entonces le tuve que medio engañar, que debían ser menos porque en algunas las
iba a pasar de largo sin parar. No le convenció mucho la respuesta, pero no
dijo nada más. Le llamaban especialmente los túneles. Cuando habíamos pasado la estación de la Corredoria, por la vía de
FEVE un convoy nos adelantaba, no sin las protestas del infante que no quería
que otro tren llagara antes. Se llevó una alegría cuando al entrar en la estación
en Oviedo el otro tren que iba despacio para acceder a su andén, fue adelantado por el nuestro. Nos
bajamos y fuimos por la calle Uría a dar un paseo y luego a tomar un refresco
en la Cafetería Santa Cristina al lado de la Estación. Allí nos hicimos una foto y a la vuelta en vez de
RENFE, elegimos FEVE, que desde hace un par de años cubre el servicio de Gijón a
Oviedo con solo cuatro paradas. Regresamos a su casa y al
despedirnos después de pedirme los billetes para guardarlos, me dijo:
Destino: Gijón
- Güelito, otro día tienes que llevarme a Avilés.
- Vale, vale. La semana que viene
¡Vamos a Avilés!.
Y ayer hicimos otro alto en los
paseos y a cumplir la promesa hecha. Otra vez a la Estación, billete para el
tren que antiguamente se denominaba el Carreño, hoy FEVE y para Avilés que nos vamos. La primera pregunta:
-¿Cuánta falta para el tren?
Como en la Estación hay un reloj bastante grande le dije que cuando la aguja grande, que estaba en las 10:15, llegara al nº 6, el tren salía. El reloj tiene un segundero grande con un circulo en la punta para señalar los numeros y me preguntaba si era aquella aguja.
-No, cada vez que esa aguja da una vuelta, la otra grande da un salto, ¡fíjate bien!. Cuando comprobó que así era, estuvo toda la espera viendo el minutero dar saltos.
Contemplando como pasan las agujas del reloj
Después de subir al tren la pregunta de rigor.
-¿Cuántas estaciones hay?
-Hoy tenemos más que el otro día. Ya iremos contando.
Viaje normal, contemplando la fábrica de Aboño y la antigua ENSIDESA en Llaranes.
Una vez en Avilés un paseo hasta la plaza del Ayuntamiento, un refresco en una terraza y vuelta a la estación, diez minutosde espera y a casa.
Vuelta a casa
Al paso del tren por Perlora he
sentido una tristeza enorme. La llamada Ciudad Residencial, un ejemplo en su día
como destino vacacional para la gente obrera, jubilados y gente joven que
llegaba desde distintos puntos de España de “campamentos”; un lujo que en
aquellos tiempos era reservado solo a unos pocos; con cerca de 100 casas construidas en una
amplia finca limitando con el mar, construida a principios de los años 60 y que
tantas veces había contemplado en mis viajes en tren hasta Gijón, cuando desde
Cangas bajábamos en los camiones de la mina hasta Pravia o San Juan de Nieva,
está abandonada por completo.
A los chalés se los come la maleza
El hotel que había además de las casas
individuales que habían sido construidas por encargo de distintas empresas para
las vacaciones de sus trabajadores en turnos, ya fue demolido hace unos años y
el resto estaba pendiente de un pelotazo urbanístico que no pudo consumarse de
momento debido a la crisis del ladrillo. Aunque las fotos están tomadas desde
el tren en marcha, se puede apreciar el deterioro que padece lo que fue un lujo
para la clase trabajadora. ¡Qué pena de políticos!
Hórreo - vivienda "en el desierto"
Ahora ya tengo el compromiso de que "cuando Pablo sea como yo, tenemos que llevarlo también en el tren".
14 comentarios:
Alfredo, eso que has hecho con tu nieto es muy importante y seguro que no se le olvida al niño en su vida. Los descubrimientos que hacen los niños por primera vez en compañía de alguien querido para ellos son estupendos y los tienen grabados para siempre.
Los que nacimos en aldeas y en otros tiempos muy distintos a los de ahora, no pudimos descubrir ninguna de las modernidades que ya existían entonces, de la mano de nuestros padres. Yo la primera vez que monté en tren lo hice por mi cuenta cuando tenía del orden de quince o dieciséis años. El mar lo vi por primera vez con las excursiones que hacíamos desde Corias a la playa por la fiestas rectorales. El cine, tres cuartos de lo mismo. El circo igual. ¡Qué le vamos hacer! Habrá que conformarse con lo que nos ha tocado. Igual nacimos en malos tiempos. No lo sé…
Alfredo, me encantó tu historia con el nieto. Estos días está mi hijo jorge de vacaciones y hoy es el cumpleaños de mi hija, bueno pues ayer estuvo buscando por internet alguna manualidad para que los sobrinos le pudieran hacer a su madre como regalo, pero para todo eso se necesita un poco mas de tiempo y no lo había, ya que yo que sería una de las manos organizadoras estaba recién llegada y nos era materialmente imposible poder hacer algo medianamente curioso.
El caso es que se los llevó a un vivero, compraron unas pequeñas plantitas con un macetero de cristal que rellenaron de bolas de gelatina de diferentes colores, los envolvieron en papel de celofán con unos buen lazos que la abuela tenía por casa de las sobras de Navidad y estaban encantados. Es cierto lo que dice Galán, que esas primeras aventuras de los más pequeños siempre se recordarán como algo especial en esa relación abuelo nieto. En mi caso estos nietos de los que hablo ahora, solo me tienen a mi de abuela, ya que por la otra parte tampoco están ya. Eso quizás haga que yo me involucre mas con ellos.
Galán, en la foto de la portada estás que te sales con todos los barrenos que tienes de fondo.
Olga, muchas gracias por el elogio. Tienes razón que estoy que me salgo, sí, pero en cohete. De todos modos, yo creo que esta vez ha sido un acierto el cambio de imagen porque ya sois varios, y todos con muy buen criterio fotogénico, a los que os ha gustado la foto. El primero en decirlo fue Francos y ya sabemos todos el ojo tan crítico y certero que tiene este mozo bloguero para los temas fotográficos. La foto me la hizo Elena mi mujer y ella dice que como me ve con buenos ojos, por eso salen bien las fotos. Y será así como ella dice. No lo dudo. Las mujeres siempre tienen razón y si no la tienen hay que dársela lo mismo. Dios nos libre la que se puede armar de no hacerlo.
A este nenu roxín, tan guapu, llamado Diego, cuando sea un poco mayor le vamos hacer bloguero adjunto, como heredero legal por parte de abuelo materno, para que nos haga las crónicas de los viajes que seguramente seguirá haciendo por su cuenta en tren, después de este bautismo ferroviario que ha tenido de la mano de su abuelo Alfredo. Eso como mínimo, pues igual le da por hacerse de mayor maquinista de RENFE o FEVE.
Alfredo, buen trabajo.
Mi pregunta es: ¿quién disfrutó más, el abuelo o el nieto?.
Sobre las viviendas de Perlora más vale no hacer comentarios. Parece que al ser una obra (digna de conservar) del antiguo regimen es preferible dejarla abandonada a reparar los daños y ponerla a disposición de quien la necesite.
Igual pasó con La Universidad Laboral que estaba en un estado lamentable, hasta que se dieron cuenta que era una maravilla y la están restaurando, junto con los edificios anexos: silos, cuadras y otras dependencias.
Así es la política o, mejor dicho, los políticos.
Hola Alfredo, me gustó mucho la entrada que pusiste con los viajes en tren con tu nieto Diego.
Además ya lo dije en mi presentación, con tu participación, ayudabas mucho a dinamizar el blog, con permiso del Prior, que tiene todos los honores y medallas posibles, y sin olvidar a muchos más. No sé muy bien el motivo, pero a pesar de no conocernos, me resultas cercano.
Eso de ir a tomar “un algo” está muy bien. De todas maneras lo que más me gustó es la fotografía del Diego “Contemplando como pasan las agujas del reloj”. Además de que el niño es guapísimo, en esa fotografía tiene una expresión angelical. Yo creo que es digna de enmarcar y con el pie de foto también, pues luego pasa el tiempo y no se recuerda muy bien lo que era. Bueno, yo lo que haría con una fotografía como esa, además de enmarcarla, sería llevársela a un pintor, que captase bien la expresión que tiene en ella, aunque eso es difícil.
Esta entrada da para comentar más cosas, pero vamos a dejarlo en lo principal.
Corrección: Donde digo que lo que más me gustó fue la fotografía “del” Diego. Quiero decir la fotografía “de” Diego. Estos duendes hacen cosas muy raras, pues no sé de donde salió esa letra ele.
Samuel,sobre lo que dices sobre Perlora y la Laboral habría para escribir un tomo entero y creo que todavía nos faltaría espacio. Alguna vez pensé en escribir algo sobre este tema, concretamente de la Laboral, a la que ahora denominan poposamente LA Boral. Yo no sé si es porque suena a antiguo o a otra cosa. Más bien creo que a esta última. Siempre pensé que el Campus mal llamado de Viesques, pues está en Cabueñes, aunque sea más pomposo decir Viesques, debería estar en lo que fue la antigua Universidad Laboral, que siendo yo un guiaje y antes de ir a vivir a Cangas visité y hasta subimos a la torre por unas escaleras que eran solo tres ladrillos por peldaño. Un edificio que lo tiene todo para ello, pero que por motivos que nunca llegaré a entender desaprovecharon. Algunas veces pienso que no tiraron el edificio, pero por ganas no quedaron.
Os agradezco las alabanzas por el viaje "ferrocrrilero" con Diego. Era algo que tenía en mente desde hace tiempo porque a mi siempre me gustó mucho viajar en tren. Aunque ahora no utilizo pracicamente nada más que el coche, prefiero el tren al autobús donde vas como las sardinas en lata, sin la libertad que el tren te permite. Hace unos años viajamos a Madrid en ALSA porque ibamos a coger un avión a Barajas para Londres y no había donde dejar el coche. Al regreso volvimos en tren aunque la duración del viaje era de casi una hora más.
Maribel, aunque yo no te renocería, creo que tu si puedes acordarte de mi al ser un poco mayor que tú, ya que cuando marché todavía eras una jovencita. Mi último trabajo en Cangas fue en la Droguería Dupont.
Hace unos días visité los talleres de La Laboral (madera) y son una maravilla. Toda clase de maquinaria moderna. Me llamaron la atención los bancos de trabajo con dos tornillos por unidad y algunos para zurdos, como un servidor, algo que siempre eché de menos en Corias, pues siempre tenía que ponerme al revés para poder cepillar alguna pieza.
Alfredo, ¿por qué no tiraron el edificio? Yo creo que no encontraron sitio para tanto escombro, de lo contrario lo hubieran hecho y todos tan contentos y felices.
También merece la pena visitar las cocinas; con un diseño totalmante espacioso y toda clase de comodidades para la época en la que fueron proyectadas. Casi, casi como las de Corias.
Dn Alfredo,enhorabuena por tu escelente comentario del viaje con tu nietin,algo asi me recuerda mi comportamiento con los mios,ellos disfrutan y los abuelos...mas,ahora tienes que llevarlo en Avion,los mios ya lo hicieron y van como pancho villa,ni se inmutan.Benjamin recuerdo que cuando hiciste el primer viaje en tren,ataste la maleta a la pata del asiento y al bajarte...te dijo el revisor,amigo que te queda la maleta enganchada,tu rapidamente le contestaste que efectivamente se te habia enganchao...pero ni hablar era por si algun desaprensivo te la llevaba confundida...jajaja,otros el mar y la COSTA la veian desde muy lejos,!!!buenisimos tiempos pasados!!! habia cosas que descubrir,hoy ya van quedando muy pocas,una pena.Slu2
Votorin, Diego ya tiene casi tantas horas de vuelo como el abuelo. Precisamente ahora están en Lanzarote. Debe ser ya el tercer viaje que hace. Quien se inició en el vuelo es su hermano Pablo, que parece ser hizo un viaje bastante cómodo pues su adre no las tenía todas consigo. Durmio un ratín y el viaje se le paso rápido. Se lo están pasando todos como los indios en la piscina
Víctor, ahora que dices lo de la maleta, te diré que de maleta nada de nada. Yo monté en el tren con un capacho o esportillo grande y tuve suerte de no tener que ir con la caja de cartón de Veterano o Fundador atada con cuerda, que era lo más usual. La maleta ya fue un lujo posterior cuando hubo que salir de la provincia. Llegado el momento como no había más remedio que prepararse para emigrar, fuimos mi padre y yo a la tienda de “Los Nenones” que estaba en la calle Mayor, al lado de la Zapatería Carchuelas, y allí sí mercamos una buena “gallega” de aquellas marrones con cuadros, que los cierres no eran muy fiables y para asegurar el “ajuar” que llevaba dentro había que rodear la valija, a modo de cincha, con alguna correa vieja de los pantalones que hubiera por casa. Así eran los Samsonites de entonces. ¡Y qué buenos!
Ya veo que esta esto muy activo,yo estoy un poco vaga esta temporada,ya vi el viaje de Alfredo, con su nieto, las fotos muy expresivas, sobre todo, una que tiene una expresion de admiracion o de susto,muy buena.Francos como siempre haciendo un poco de polemica con sus comentarios,ahi esta la salsa, para dinamizar un poco la cosa,y lo de la maleta de Benjamin,bueno al principio no era maleta segun el nos explica,la propiamente dicha fué adquirida en los NENONES,que como su nombre indica, eran unos nenos un poco grandes, no de tamaño mas bien un apelativo cariñoso, que la verdad alli podrias encontrar toda clase de articulos.Felicitar a los que dice que estan de fiesta y bienvenida a la nueva bloguera.Y a Samuel que se ve que esta cabreado, con lo de Perlora,es para estarlo,yo algunas veces que voy de Aviles a Gijon en el FEVE, como Alfredo, es para cabrearse, penoso que este aquello abandonado.
Me ha encantando lo que han hecho abuelo y nieto. Imposible no emocionarse. En hora buena y un abrazo muy grande, de este abuelo y nieto, viajeros.
Martin y Ernesto.
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