En mis tiempos -y en los vuestros, de mi quinta-, cuando un adolescente decía en casa que quería ser pintor, cantante, torero, músico..., en fin, encauzar su vida por el mundo artístico, sus padres le solían contestar: "Bueno, sí, pero tú estudia una carrera (o aprende un oficio) primero". Es decir, que lo otro pertenecía al mundo de la bohemia y la farádula, gente del mal vivir (porque se morían de hambre, bien retratado en la novela -y película homónima- "La Colmena" de C.J.Cela en la persona de los poetas, y también en la de Van Gogh, sobre los pintores; y porque hacían gala de costumbres socialmente enfiladas por libertinas).
Hoy día, en cambio, he visto cómo padres de alumnos míos, cuando les veo por la calle y les pregunto por sus hijos, me dicen con toda naturalidad: "Se ha ido a Mérida a hacer el bachiller artístico". (Hay, todavía, quien con cierta retranca apostilla: "Quiere ser artista... Nos va a sacar de pobres", pero son los menos).
Suerte la de estos chicos. Yo en casa, cuando dije que quería ser torero, escuché: "Estás chalao. ¡Cuántos grillos en la cabeza...!". Aunque también hubo quien, más condescendiente y comprendiendo que tenía inquietudes, me aconsejó que estudiara mucho durante el curso y por el verano que me fuera por los campos de Salamanca y Extremadura de maletilla.
Con el tiempo, y a base de palos de ciego y de ensayo-error, me centré en la escritura y la fotografía, las cuales cultivo de un modo intermintente, modalidades en las que lo que pueda saber lo hice de un modo autodidacta, lo cual lamento mucho, pues se malgastan muchas energías, aunque lo que aprendes queda grabado en ti con convicción de fuego.
Nunca toqué la pintura. Es más, los alumnos en mis clases hacían láminas, frescos sobre lienzos de papel, y graffitis sobre paredes autorizadas que yo era incapaz de hacer (lo mío, y las matrículas de honor, era en dibujo lineal). Pero ellos, sin mi motivación, ideas, sugerencias, correcciones y todo lo que es la labor de un maestro, no serían capaces de hacerlas.
Sí me gustó siempre la escultura (y el diseño); por ahí tengo algunas maquetas de conjuntos monumentales que allá, en mi campito, con la colaboración de un ayudante -que sepa soldar, pues a mí se me olvidó...,lo siento, Sr. Lisardo- igual un día me animo y las llevo a la práctica.
Aspecto que presentaba la pared el día de San Isidro, 15 de mayo.
El porrón de vino que no falte, ni tampoco un boomerang para jugar. Entre ambos... ¿qué os sugiere esa figura? A mí, por lo menos dos cosas. ¿Quién se atreve y lanza una?
NOTA.-Veo que me salté la toma del lienzo de pared 4, donde aparece un globo sangrante, un sombrero, un ratón tras una pelota y un tanque-animal sin patas. Bueno, da igual. Sólo deciros, para terminar, que después de esta realización, se me olvidó el tropiezo del ordenador con el BARRIENDITO, me metí en casa, me aseé, comí y dormí la siesta desde las 18,15 a las 19,30.
¿En qué quería yo cagarme a las 11,30 cuando se me quedó en blanco la pantalla?
2 comentarios:
Rectifico: donde digo que la figura quiere parecerse a un porrón (de vino: debe ser que pensaba en la copa que me tomo en la comida, cuya hora era), a lo que da más aire es a una alcuza o aceitera.
Y complemento: la figura del lienzo 4 que semeja a un sombrero, también puede ser una plataforma marina transportando un gran bloque (quizás no lo apreciéis bien, pues es la foto que se me escapó insertar).
Evidentemente amigo Francos, imaginación no te falta. No se si el muro de marras es el que rodea tu casa, la cual dicho sea de paso por lo que se puede apreciar en la foto, es una belleza. Paredes cubiertas de follaje es toda una pasada (asumo exista su pozo de agua correspodiente, puesto que regar tanta enrredadera no será tarea fácil). Aprovecho el comentario para notificarte que el vino de Pitarra me supo a poco y el vaso de barro correspondiente con su memorabilia hacia las 454 ventanas todo un éxito, lo tengo expuesto conjuntamente a otros objetos que tienen caracter sentimental. Agradecido por el premio. Tambien aprovecho esta ocasión para dar la bienvenida a Maribel a quien con el tiempo espero conocer. Un abrazo
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