lunes, 27 de mayo de 2013
VIAJE A JAPÓN/ÚLTIMO CAPÍTULO
A la vuelta de Kyoto tuvimos que
cambiar de hotel pues el de Sinagawa no disponía de habitaciones para esas
fechas. Estaba un poco más hacia el centro de la capital junto a la Estación de Hamamatsuchō, en Minato-Ku, distrito donde se encuentran la
mayoría de las Embajadas y algunas de las más importantes empresas
preferentemente del automóvil y la electrónica. La estación se encuentra debajo
del que en su día fue el mayor rascacielos de Tokio, el World Trade Center. De este distrito parte la línea Mono Rail que
lleva hasta el Aeropuerto de Haneda. Justo al lado de la estación hay un pequeño parque con un estanque lleno de tortugas. No muy
alejado está lo que pudiéramos denominar “la milla de oro” en el barrio de Ginza. En la
calle principal se encuentran todas las tiendas de moda electrónica y joyería
que uno se pueda imaginar porque aquí también hay diferencias de clases
sociales como en todos los lados. Los días de fiesta la calle está cortada al
tráfico hasta las 6 de la tarde, lo que facilita el paseo
Muy cerca se encuentra la Tokyo Tower, que se
construyó hace ahora 50 años y quisieron imitarla a la Torre Eiffel. Tanto que
mide unos ocho metros más que la francesa. Originalmente
se ideó para la transmisión de televisión, pero con el cambio de la televisión
analógica a la Digital Terrestre se
encontraron con el problema que la altura de la Torre no era suficiente para
soportar la TDT en toda la zona.
La solución fue construir la Tokyo Sky Tree de 634 metros y que es edificio de comunicaciones mas alto de todo Japón.
Tokyo Tower
Tokyo Sky Tree
Ocho estaciones de Metro al oeste
se encuentra Shinjuku, importante centro comercial y administrativo, cuya estación de tren es
la más transitada del mundo con más de 3 millones y medio de pasajeros diarios.
Aquí también se encuentra la Sede del Gobierno Metropolitano de Tokio
(Ayuntamiento), una torre que a partir del piso 33 se convierte en dos que
suben hasta la planta 48. Como casi todos los grandes rascacielos también un
ascensor te pone en las plantas superiores donde hay dos miradores panorámicos desde
donde podrás contemplar la ciudad.
Foto tomada de la red
Yokohama Landmark Tower
Bahía de Yokohama
Vista del MonteFuji desde Yokohama
Como
colofón a la visita japonesa nos acercamos hasta Yokohama, la segunda ciudad
más poblada de Japón con casi 6 millones de habitantes, con la idea de pasear
por la Bahía pero el día no era el más
apropiado para ello pues vientos de hasta 60-70 Kilómetros por
hora nos lo impedían, so pena de que el carricoche donde viajaba Mateo saliera
volando niño incluido. Ello no impidió subir hasta Yokohama Landmark Tower, el edificio más
alto del Japón de 70 plantas y casi 300 metros de altura. En la 69 a la que un ascensor te
pone en solo 42 segundos prácticamente sin enterarte, hay un observatorio donde
se contemplan panorámicas espectaculares de la Bahía y en días despejados se
aprecia perfectamente el Monte Fuji y los grandes rascacielos de Tokio.
"EL PAPEO"
Para los occidentales pienso que los más complicado, dejando
el tema del idioma aparte (pocos hablan más que japonés), es cuando de darle
gusto a la pituitaria se trata. Puedes encontrar restaurantes japoneses por
supuesto, chinos, indios, pakistaníes, coreanos, mejicanos, italianos, hamburgueserías…
y hasta algún español, uno de ellos muy cerca del hotel que ocupamos tras la
vuelta de Kyoto y que estaba situado un poco más hacia en centro de Tokio. Eso
si, nadie hablaba español aunque la carta si lo estaba con lo cual solo tenías
que indicar con el dedo lo que querías comer.
En los bajos de algunos grandes rascacielos hay zonas donde
puedes encontrarte restaurantes de distintos estilos. El local cuenta con unas
máquinas donde eliges lo que ves a comer, metes el dinero de lo que cuesta, te
da un ticket que llevas a los mostradores donde te dan un artilugio similar a
un mando a distancia de os que abren los portones que cuando el plato esté
preparado emitirá un pitido para que te acerques a buscarlo. Todo muy
mecanizado.
De todos modos en casi todos los restaurantes tienen la
muestra en el escaparte. Es un replica exacta de cada plato pero en silicona,
con lo cual te facilita mucho el entendimiento con los camareros. Estos
japoneses están en todo.
Aquí no hay platos de cuchara, salvo una sopa servida en un
bol, que lleva todas las verduras que os podáis imaginar y una especie de
fideos parecidos a los espaguetis, que comen con los palillos y luego beben el
caldo pues no es mal visto que uno
agarre el plato o el bol y lo acerque a la boca para que no se te caiga nada.
Es difícil encontrar un restaurante donde tengan pan (ahí me
dieron en toda la cresta porque el pan es uno de mis mejores manjares). Su
ración de cereal va en el arroz que comen a todas horas, no en vano es el
segundo cereal más cultivado en el mundo detrás del maíz. Junto al arroz casi
todos los platos llevan cerdo o pollo generalmente rebozado y algunas veces
acompañado de un huevo, todo ello servido en un bol y con abundantes especies
que afortunadamente sirven por separado. Las ensaladas como podéis apreciar en la imagen también se comen con los palillos
Ensayando con los palillos
Para poder comerte un buen entrecot de buey hay que buscarse
alguna franquicia generalmente americana o australiana donde te sirven un buena
carne y muy bien preparada en parrilla. En algunos lugares tienen patatas
fritas de las de verdad.
Algún goloso y no apunto a nadie en concreto, me preguntará
por los postres. No hemos observado que después de comer en los restaurantes se
tome postre o café. Donde si hemos visto y probado alguno fue en cafés especializados donde te puedes
encontrar manjares como los que ilustran
la foto. Puedo dar fe y no soy goloso que estaban de chuparse los dedos.
Envidia para los golosos
En cuanto a los vinos, caros y regulares de calidad solamente. Mucho
Cabernet de California, Chile, Argentina o Australia y algún español de la
Mancha o Valencia. En tiendas puedes encontrar bastante oferta de Bodegas de la
denominación Burdeos pues desde hace ya bastantes años los japoneses son unos
de los principales compradores de los caldos franceses, preferentemente de la
zona de Margaux. Eso si, tanto en restaurantes como en tiendas bastante caros.
Bueno como casi todo.
Se que algunos os estaréis preguntando por los pescados y el
famoso Sushi. A decir verdad como no soy nada amigo de los pescados no
le presté mucha atención. A Conchita le gusta el pescado, pero eso comerlo
crudo…. como que no.
Y tras quince días en tierras del lejano Oriente el "Narita Exprés" no devolvió al Aeropuerto camino de la normalidad Occidental.
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5 comentarios:
Alfredo, finalizas las entradas de tu estancia en Japón, con otro excelente reportaje. No tiene nada que envidiar a los que se ven en las revistas de viajes, con la particularidad de que tiene muchas y buenas fotografías.
Yo, la comida de allí no me apetece mucho, pero esos pasteles de la fotografía… Ahí sí que iba a caer en la tentación.
Comentas que allí en los restaurantes la gente no suele tomar postre y café, y ahora que lo dices, creo recordar que en Canadá tampoco. Recuerdo que en uno había en la carta lo que llamaban “café español” y pregunté cómo era y es, más o menos, el que aquí llamamos “irlandés”. Allí tenían la costumbre de entrar a unos cafés que lo vendían para llevar, especial para coche, pues los coches allí tienen un sitio para poner los vasos, en las partes delantera y trasera del coche, y como allí no se mueven casi los coches, porque tienen buenas autopistas y está la velocidad limitada a 90 Km. hora. No sé si ahora sigue esa limitación, porque nosotros estuvimos en 1994. Ya encontré las costumbres muy distintas yo allí, así que si voy a Japón…
Resumiendo, que hicisteis un gran viaje.
Con semajante detalle ya no nos hace falta ir a la tierra del sol naciente.
Con tanto plato virtual y mando a distancia, me temo que, el 6 de julio nos vamos a quedar con hambre.
Ya está hecha la reserva, a falta de confirmar el número y hora.
Si hay alguno o alguna que necesite menú especial, debe comunicarlo con antelación. Aunque la sopa de gallina y el resto del combite no está reñido con ninguna dieta. Se me olvidaba decir que el postre, también se puede cambiar por yogurt natural, sin azúcar.
Amigo Alfredo,felicitarte por todo lo que nos contaste y las fotografías tan estupendas que colocaste en este blog,son excelentes,Japón es un País extraordinario,darte las gracias por enseñarnos algo más de este Planeta,que al paso que vamos dentro de nada se nos va a quedar pequeño,habrá que ir pensando en solicitar billete para otros más próximos y ponernos en WL,Lista de espera,porque según tengo entendido ya hay muchos candidatos,mira se me está ocurriendo que sería una buena fuga de evasión de capitales...jaajaja,estaremos al acecho para ver quienes suben primero,segurísimo que los que más tienen,los jubi seremos los últimos de la lista,hasta luego.PD Entre EEUU y la URSS,estará la cuestión,no creo que España lo intente ni siquiera,con esta tegnología punta,no llegamos ni a la laguna de Leitariegos.
Bueno Alfredo, vaya reportaje, te has empleado a fondo y con todo lujo de detalles demostrando además tu habilidad con los palillos. Así da gusto. Las fotografías estupendas y demuestran que habéis disfrutado del viaje.
Estupendo reportaje amigo Alfredo, como es habitual en tí. Permite que dude de tu habilidad con los palillos; yo creo que su uso quedó en los ensayos....
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