domingo, 12 de diciembre de 2010
LA RADIO QUE NUNCA FUNCIONÓ
Leyendo el relato de Miguel Ángel “Novelas y relatos”, no he podido resistirme a contar algunos pasajes de mi relación con la Radio. Aunque yo nací en Quirós, poco después de nacer mi hermana, mis abuelos maternos me llevaron con ellos a Muñó, una Parroquia del concejo de Siero. En aquella época de finales de los años 40 nadie o casi nadie tenía aparato de radio y había que ir a las casas que disponían del "invento" para poder escuchar principalmente, "el parte" y los discos dedicados que solían ser por las tardes-noches, ya que en los pueblos donde había que atender el ganado y todo lo que conllevaba una casería, no te permitía poder escuchar las novelas. Pero un día mis padres avisaron, eso si con el tiempo suficiente para que un determinado día bajásemos a la casa de unos vecinos que eran los únicos que disponían del aparatín y que distaba algo menos de 1 Km. y que escucháramos Radio Oviedo en la sección de discos dedicados. Y era que me habían dedicado una canción, que dicho sea de paso no recuerdo cuál. La ilusión de un niño de 4 años escuchar su nombre en la radio era algo que no se puede explicar. Una vez que a punto de cumplir los cinco años mis padres dijeron que ya estaba bien de seguir en casa de los abuelos y me llevaron para Quirós. Y en nuestra casa ya había aparato de radio. Según nos contaba mi madre cierto día se presentó mi padre con un aparato de la marca “Invicta” que duró hasta bien entrados los años 80. En ese aparato seguía mi madre las novelas sobre todo de “Ama Rosa” que yo creo que junto con otra de los años 70 “Simplemente María” fueron las que más hicieron llorar a las mujeres españolas. Por las noches se escuchaban la sección de discos de “¡Aquí Radio Andorra, Emisora del Principado de Andorra!” con la interminable lista de nombres que duraban yo creo que hasta cerca de media hora cada dedicatoria. Recuerdo también las secciones para los niños como Supermán y el hombrecito Mig" con su Kriptonita, los cuentos de Garbancito, La Gallina Marcelina, La Ratita, o Caperucita Roja, y por supuesto Matilde, Perico y Periquín en Radio Intercontinental y Radio Madrid de la Ser, emisoras éstas que solamente se escuchaban por la noche, algo que nunca me llegué a explicar el porque por el día no podías escucharlas. La Saga de los Porretas, con el abuelo D. Segismundo que tenía una amiga de su juventud a quien llamaba “la Bella Chulita”, su hijo Avelino y Candelaria la mujer de éste y sus dos hijos Juanito y Pepita ya eran de los años 70. En Radio Oviedo presentaba Menchu Álvarez del Valle, la abuela de la Princesa Litizia, un programa que se llamaba “Coser y cantar”, y durante bastantes años se emitió “Rumbo a la Gloria” un programa-concurso de voces noveles que emitía Radio Oviedo, de donde salieron algunos que luego fueron famosos como el caso de Rosa Mari Patallo, conocida después como Rasa Maria Lobo o Maya. En la radio seguíamos los partidos de fútbol en “Carrusel Deportivo” o en Domingo Deportivo Español” éste en Radio Oviedo de la REM, y en Radio Asturias recuerdo las entradas de Ricardo Vázquez Prada para ir adelantando cómo iban las cosas el Tour cuando corría Bahamontes, según iba recogiendo la información de las emisoras francesas. En fin que la radio fue nuestra fiel compañera hasta la llegada de la Televisión, que en el caso de Cangas no fue hasta 1962-63, con la antena que instaló en Santana Eduardo, que tenía la tienda de Electrodomésticos al lado del Siglo, junto a la Barbería de Oscar. A partir de ahí ya podíamos ver los partidos de la Copa de Europa y los reportajes del Tour de Francia. A mi casa no llegó el Televisor hasta 1970, coincidiendo con el Campeonato de Mundo de Fútbol de México. Citaré una anécdota que nos surgió estando en 4º. En la clase de Electricidad con el Padre Dimas, éste nos dijo un día que íbamos a hacer un aparato de radio para poder escuchar los partidos de fútbol. Con gran ilusión nos pusimos a ello y tras las pruebas pertinentes de sonido etc., la terminamos casi a fin de Curso, justo cuando iba a celebrarse la Final de la Copa de Europa entre el Barcelona y el Bemfica de Lisboa. Pero nuestro gozo en un pozo. Ese día por aquel altavoz solamente salían ruidos que parecían chisporroteos y no podíamos escuchar nada, pero Dimas muy previsor por si acaso había llevado uno que si funcionaba y gracias a él pudimos escuchar la narración. Fue aquel partido donde Ramallets portero del Barça se metió un gol en su propia portería, sus delanteros estrellaron varios balones en los postes (que por cierto todavía eran cuadrados) y que al final perdieron por 3-2. Creo que fue el último partido que Luisito Suárez jugó con el Barça antes de irse al Inter de Milán. Fue la Radio que nunca funcionó. Pese a eso, años mas tarde, la radio siguió siendo mi compañera de viaje a lo largo de mi vida laboral, y hoy cuando viajo en coche, aún la sigo sintonizando.
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