3 PELICULAS Y "LA NORIA"

                                                     
     ¡Hola, buen domingo a todos (aquí luce el sol; 10º de temperatura)!

      A comienzos de semana vi "La Muerte tenía un precio", que ya tenía medio olvidada. Me gustó la música, los paisajes (1)  y ante algunas escenas, como la de los disparos a los sombreros que respectivamente se hacían los dos cazarrecompesas (Clint "isbuf", escrito fonéticamente, y Lee Van Cleef, no sé si está bien escrito), me dije: "si  nos llegan a poner en Corias una película de éstas y con semejantes escenas, les hubiésemos ahorrado mucho dinero a los promotores de la obra actual, porque de las voces, gritos y aplausos con manos y pies por la emoción, parte de los tabiques los hubiésemos echado nosotros abajo".
      Hice memoria y, caramba, ésta me patinó de forma alarmante: sólo recuerdo en los siete años que permanecí allí, a película por fin de semana, la titulada "Ricardo corazón de León", creo que alguna de "El Zorro" sin especificar,  otra de espadachines que no recuerdo el título pero sí una escena y hasta la cara del actor, otra que debía ser "La máscara de hierro" (dos hermanos, uno malo que le pone una cabeza tipo buzo de hierro al  bueno: el mito de Caín y Abel), alguna de torneos y justas medievales sin concretar y, "Caravana", en pase reducido para el privilegiado grupo de 7º que en  nuestra sala de recreo veíamos todos los jueves en las clases de inglés por cortesía forzada del profesor Padre ¿José, pero el otro?, un buenazo, pedazo de pan, que sabía mucho inglés pero desposeído de ese carácter mínimo que hay que tener para estar al frente de unos mozalbetes. Llegaba, dábamos diez minutos de clase y bien el Padre Prior Bloggero o algún otro, se levantaba, prendía la tele y al tiempo que aparecían los primeros créditos y compases de música, cerrábamos los libros. Así salimos luego: primeros cursos, francés; en los últimos, inglés, "Caravana" incluida y ahora, ni francés, ni inglés: español, algo de portugués y otro algo de Bable y una docena de palabras y/o frases elementales en árabe (hablo, naturalmente, de mi caso).

     Ayer vi en TVE-1 esa buena película, premiada, reconocida por crítica y público, que ya empieza llamando la atención con el título: "Azuloscurocasinegro". Ojo al director, Daniel Sánchez Arévalo, acreditado cortometrista, y más después de oírle hablar en el coloquio: dará buenos momentos al cine español.
     Cuando terminó el coloquio, bueno, cuando lo corté yo, pues era mi hora de acostarme, se me ocurrió mirar en Telecinco y, vaya, hombre, estaban en pleno DEBATE, a veces gallinero -consentido por el presentador por mucho que disimule, pues a más gritos y rajaduras, más audiencia-, y era debate político. A mí que no me interesa especialmente la política, ni tuve nunca cargo alguno en ella ni militancia fiel (me gusta eso de la "geometría variable" o apoyos coyunturales, que se entiende mejor), pero sí mucho la intrahistoria de la política, como la del fútbol -si gustarme él- o la de cualquier otro deporte o aspecto de la vida, me quedé un poco de pie viendo qué decían los del bando, digamos, conservador por decir algo, y los del bando progresista, por decir también algo. Tema de debate: las pensiones de los expolíticos.
     Tomó la palabra María Antonia Iglesias, lengua de navaja barbera con cadena de motosierra, otrora directora del Ente televisivo -supongo que con F. González, yo no me acuerdo- y dijo lo siguiente: Que se cumplían estos días 30 años de la dimisión de Adolfo Suárez. Que se había gastado mucho dinero con la enfermedad de su mujer, llegando casi a la estrechez económica para lo que debe ser un expresidente. Que si se hiciese una colecta de a 50 céntimos o 1 euro, serían muchos los españoles que la darían con gusto, ella la primera (y yo el segundo).
     Francos, la política en este Blog debe excluirse. De acuerdo, totalmente de acuerdo. Más aún, como dice un viejo adagio, no hables de política ni de religión si quieres conservar los amigos. Pero es que, amigo, no estamos hablando de política ni de religión, de lo que estamos hablando es de dignidad humana, de respeto hacia los mayores, como el que debemos tener más  hacia nuestros ancianos padres, hacia los ancianos que están en residencias o cuidados por sus hijos en sus casas o viviendo solos, pese a la edad y a tener hijos. Estoy hablando sencillamente de amor al prójimo y cuanto más desvalido es éste, como lo es un anciano, como lo es Adolfo Suárez -que además está muy duramente enfermo-, mayor debe ser nuestro sentir. Estoy seguro que eso nos lo enseñaron en Corias también. Y con ese espíritu, mi sencillo y rendido homenaje días pasados al citado personaje.

     La tercera película, vista en TeleIbarra (2) fue "El Piano" (una madre soltera y muda, que se comunica únicamente a través de su hija y de la música que le saca a su piano). De lo mejor que he visto en mucho tiempo.

     Por hoy, vale. Y sí, me voy al campo a continuar podando -que ya están medio brotados algunos árboles-, a hacer un injerto y a dar un paseo con los perros dándole a los pedales. El día, aunque la temperatura se haya desplomado ahora a 8º por el sombrero de una nube, invita a ello.                                                                             Saludos y abracinos, que diría un asturiano.-jrFrancos

(1) Estuve por primera vez por la zona justo el año y fecha en que enterraron a Franco. Lo recuerdo perfectamente porque en una parada del viaje para estirar las piernas y tomar algo, le preguntaron a A. Pinochet, que había venido al sepelio, qué tenía que decir sobre el fallecido, a lo que contestó: "Un gran hombre".  

(2) TeleIbarra es TeleExtremadura, la televisión autonómica, con dos canales y también su versión en radio. "Programación a la carta del que manda y que a mí me costaría 2.000 millones de las antiguas pesetas anualmente, con las que prefiero hacer carreteras, escuelas y hospitales" (Miguel Ángel Revilla, presidente de Cantabria, a RNE en la entrevista que empieza a las nueve y cinco en el programa de nuestro paisano Juan Ramón Lucas y que se llama "En días como hoy"). Revilla, con todas las críticas que se le puedan hacer, a veces dice las verdades del barquero.