Hoy jueves, mientras caminaba un rato a primera hora de la mañana, he observado un pequeño detalle en algo que me atrevería a decir, que pocos serían los viandantes que por allí caminaban a la par mía, que hayan reparado en lo mismo que yo. La verdad es que, una vez que os diga en que consistió el asunto, alguien podría decir que no le ve nada de especial, y que el fijarse en esas pequeñeces es propio de personas un tanto tiquismiquis. Y será cierto; pero a mí, me encantan estos pormenores y como en el blog de algo hay que hablar, por eso os lo cuento.
Como he dicho, fue esta misma mañana mientras daba un paseo a primera hora, que en León aún siendo verano, a esas horas un tanto tempranas, sobre las ocho, no superábamos los diez grados y, la verdad es que, daba gusto el caminar así, con ese fresco tan bueno que te impacta en la cara de tal forma que sería capaz de hasta despertar a un sonámbulo.
En estos recorridos que hago por el alfoz de la ciudad siempre suelo llevar conmigo la cámara de fotos por si surge alguna situación que sea digna de retener. Al llegar junto a unas antiguas naves semiabandonadas, que en su día fueron fábrica de muebles y que hoy están cerradas y no muy sobrantes de seguridad y estabilidad, estaba un señor delante de la fachada principal con una brocha en la mano y un bote de pintura, mirando para escoger el lugar más visible donde situar un letrero. Al darle los buenos días me contestó muy amablemente y al decirle si estaba de pintor me contestó que iba a poner un aviso para que nadie se acercara o intentara adentrarse en el recinto, ya que existía el peligro de colapsar, tanto la techumbre como los muros perimetrales.
Después de darle el parabién y aprobación por lo que iba hacer, continuamos hablando un poco del tiempo mientras él se entregaba a la rotulación. Me dio alegría el verle escribir con tan buena caligrafía y correcta ortografía. Así da gusto. Yo cuando veo un cartel anunciador de algo público, pero hecho de forma casera y escrito de cualquier forma, torcido y la mayoría de las veces con faltas de ortografía, me dan ganas de insultar al autor de semejante zafiedad. Pero hoy fue todo lo contrario. Como muy bien se puede apreciar por la foto, el rótulo está casi perfecto y fue hecho sobre la marcha sin referencias ni guías de ningún tipo, y apenas sin pautas.
Tal que, le dije al señor que vaya bien que rotulaba, y me contestó que había estudiado caligrafía en los primeros cursos de magisterio y que la verdad se le daba bastante bien, y encima le gustaba mucho escribir a mano. Le di la enhorabuena por su buen gusto y habilidad y me fui tan contento por haber presenciado algo que no se prodiga demasiado. Sobre todo, si nos fijamos en los carteles de ciertos anuncios particulares que se ven en las fincas, hechos de forma burda, chapucera y la mayoría de las veces: incorrectos.
A cuento de todo esto diré que, dentro de la apatía y la falta de comunicación que suele imperar hoy día entre las gentes de las ciudades, en León, aparte de ser una hermosa ciudad, todavía se mantienen ciertas costumbres con arraigo de pueblo. Esto se nota por ejemplo en que la gente mayor, sobre todo, normalmente nos sigamos dando los buenos días, aún sin conocernos de nada, cuando nos cruzamos en los caminos periféricos de la ciudad, más conocidos como las Avenidas del LDL (colesterol malo).
B. G. G. (bloguero prior)
4 comentarios:
Casi todos los días, al no tener mejor quehacer, acompaño a mi mujer al trabajo, después regreso caminando por la orilla derecha del lago cruzando los parques Barton, Perle du Lac y Mon-Repos, cubiertos de verdes praderas y salpicados de enormes robles, tilos, sequoias y otros árboles ilustres y centenarios. Esta mañana, cuando cruzaba los solitarios parques, me encontré con un hombre, aún joven, con pinta de trotamundos, por la indumentaria y la enorme mochila que tenía al lado. Estaba tocando el violín al borde mismo del lago. No entiendo mucho de música, pero me pareció que tocaba maravillosamente. Permanecí un rato, a una distancia prudente para no molestar, escuchando las notas que flotaban sobre el parque y las aguas del lago.
Tiene razón Benjamín, da gusto comenzar el día con encuentros así.
Como decimos Ulpiano y un servidor, los buenos detalles que nos pasan de vez en cuando durante las primeras horas de la mañana, parece que de alguna manera condicionan o determinan el resto del día, y la mayoría de las veces nos aportan energía positiva para afrontar la jornada con mayor ánimo y humor.
Pero no todos los días se puede decir lo mismo. Ayer os contaba el detalle de la rotulación del día anterior que me gustó y me alegró el momento. Sin embargo hoy, a pesar de haber tenido suerte, no fue lo mismo. Resulta que esta mañana, en el cauce del río Torío, a su paso por las inmediaciones de la capital leonesa, en el área recreativa de La Candamia, apareció el cadáver de una persona flotando sobre las aguas que había sido arrastrado por la corriente y retenido por las zarzas de la orilla.
El hallazgo se produjo por el aviso de un viandante como yo, que lo localizó sobre las ocho y cuarto de la mañana. A las ocho y cinco había pasado yo por ese mismo sitio pero tuve la gran suerte de no mirar para donde estaba la persona muerta por eso me pasó inadvertida. Al regresar, ya desde lejos observé la presencia de varios coches de policía y bomberos y que la zona permanecía acordonada con el paso cortado por el puente, lo que nos hizo a los paseantes que optamos por no detenernos y continuar nuestro camino, rodear bastante distancia para volver al itinerario habitual.
A media mañana ya he visto en la edición digital del Diario de León la noticia: “Aparece un cuerpo flotando en el río Torío, a su paso por la capital, a la altura de La Candamia”. Se trataba de un pobre hombre indigente, un tanto perturbado mentalmente y que solamente tenía 34 años. La muerte en principio, parece ser que le sobrevino por causas naturales ya que no presentaba lesión externa alguna, por lo que se descartaba la posibilidad de que pudiera haber sido víctima de alguna agresión por parte de desaprensivos.
Afortunadamente, como decía ayer, en estas ciudades pequeñas que la vida es tranquila sin muchos sobresaltos, al mínimo acontecimiento escabroso que surja, ya es el comentario general en todos los corrillos. Lo que se decía antaño de la capital leonesa que, a pesar de contar con solo dos estaciones durante todo el año, que eran el invierno y la de RENFE, esta apacible ciudad, todavía hoy, más que capital, continúa siendo un pueblo grande.
Espero que la próxima noticia de los paseos mañaneros sea más lúdica y agradable que la de hoy.
Parece que ya son tres los que dedican una parte de sus mañanas a "peatonar" la geografía de sus localidades con margen para disfrutar de detalles como los de Benjamín, paisajes como los de Ulpiano, o curiosear al pueblo en El Muro y sus aledaños como Alfredo. Buena y sana costumbre la vuestra.
Por aquí la cosa cambia un poco. El peatonar se practica bien poco; todo está orientado al cosumo y aunque los hay que caminan o corren sus millas, el paisaje no "presta" tanto como por Europa, al menos aquí en Miami.
Considerando lo anteriormente dicho, si decides soltar los galgos, has de tener en cuenta que el populacho no está acostumbrado a encontrarse "unidades biológicas" por la calle, y tampoco está educado para respetar al peatonaje, y cuando la velocidad media oscila entre los 56 y los 72 kilómetros/hora, a veces no basta con tener tres ojos y has de convertir tu cabeza en limpia-parabrisas para crear el efecto panorámico y poder reaccionar ante tonelada y media en cuatro ruedas que pueda impedir tu andadura.
Otro aspecto a tener en cuenta es el tiempo. Los trópicos en esta época del año son poco de fiar. Cuando parece que respladece el sol, aparece una de esas nubes bajas "cojonera" que te agua la fiesta.
Estamos en temporada de huracanes desde Junio hasta Noviembre. Don, el cuarto de este año, anda rumbo hacia el Sureste de Texas en el Golfo. Y aunque el Centro de Huracanes no tiene pronosticado nada para la Florida en las próximas 48 horas, ayer cuando curioseé uno de los muchos satélites que orbítan por "allá", parece que se encuentra una pequeña formación con cierta organización a unas 1500 millas de distancia de las Antillas, que podría convertirse an Emily.
Bueno muchachos que las nietas reclaman atención, un abrazo.
He de dar las gracias al futuro marqués por la introducción de las nuevas fotos de Cabueñes 2010, reunión a la que no pude asistir y en la que disfruto de los cambios que todos hemos sufrido con el paso de los años.
Toda una tropa de "viejitos" con un montón de anécdotas que podrían estar reflejadas en este Blog y sólo Dios sabe los motivos por lo que aún no han aparecido.
Thank you very mucho, un abrazo.
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