TÚ A BOSTON Y YO A CALIFORNIA

Acabamos de estrenar el verano y  una gran parte de la gente ya se nota que está inquieta y en continuo desasosiego como si tuviera el baile de San Vito; es decir,  con muchas ganas de cambiar de aires. Este deseo de huir de la realidad de vez en cuando es lógico y natural, pero si se hace pensando en que si se huye del escenario habitual donde realizamos el día a día de nuestra vida, igual podremos tener la oportunidad de olvidarnos, aunque solo sea por unos días, de la dichosa crisis y de  sus tremendas consecuencias,  equivocados estamos. La crisis  y sus pésimos efectos nos perseguirán  hasta cualquier lugar donde vayamos; la “andancia” es de carácter universal.

Las amenazas que tenemos a diario de que los  tiempos venideros no serán mucho mejores que los actuales, son continuas. Solo basta escuchar a esta panda de “visionarios” tertulianos que invaden todos los espacios radiofónicos y  televisivos mañaneros, tanto en la TV pública como en las privadas, que aburren hasta las piedras con sus cansinas monsergas y premoniciones calamitosas. Parecen pajarracos de mal agüero,  menos mal que no se les suele hacer mucho caso de todo lo que dicen pues, de tenerles en cuenta, no tendría uno ganas ni de bajar a por el pan a la vuelta de la esquina.

Y digo yo: toda esta tropa de agoreros que la mayoría de las veces opinan, recomiendan, vaticinan y auguran sobre acontecimientos y hechos de los cuales no tienen ni idea, ni ellos, ni apenas casi nadie, por qué no se van de vacaciones  de una puñetera vez por todas y nos dejan tranquilos y a gusto una temporada.  

Una buena idea, si no fuera por la precaria situación que vive el país, sería hacer una suscripción popular para recluirles a todos, con regreso  sine díe, en un lugar muy lejano, inhóspito y aislado,  como hacen con los seleccionados del programa  Supervivientes. Por mi parte tendrían  la aportación asegurada.

Los colaboradores del blog como todo hijo de vecino supongo que también serán víctimas de la crisis, pero aún siendo así, espero que sí salgan  de vacaciones y que aquí en el blog tengamos buen  reflejo de ello.

Ahora que el Gobierno  ha vuelto a subir el listón de la velocidad de circulación en autovías y autopistas, de 110 a 120 kilómetros por hora, con esta nueva medida el consumo de combustible de  nuestros vehículos en los desplazamientos vacacionales serán mayores y como se oyen noticias de la picaresca que parece existir por parte de algunos expendedores de carburantes, vamos a decir aquí una pequeña precaución que debiéramos adoptar a la hora de repostar combustible en las estaciones de servicio.

No hace mucho me llegó una presentación en Power Point en la que recomendaba al consumidor que a la  hora de echar combustible  nunca dijera: “lleno”, ni treinta, cuarenta, cincuenta…etc., euros, como solemos hacer; debemos de pedir litros exactos: 20, 40, 60 litros; siempre múltiplos de veinte pues, es la única forma de que los litros que nos sirvan sean de 1000 mililitros cada uno y no de 850 ó 900 como parece que son la mayoría de las veces.

La explicación de esto está en que los tarados de los surtidores que suelen hacerles  las inspecciones  periódicamente, éstas se hacen llenando con la manguera del surtidor recipientes de 20 litros. Por eso al pedir esta cantidad o múltiplos de ella, el software que tienen instalado en la centralita que gestiona y da órdenes a los surtidores, interpreta que la petición hecha puede ser una verificación oficial y entonces ordena el envío de litros correctos, completos de 1000 mililitros cada uno por si las moscas;  no como cuando pedimos una cantidad determinada de  euros que entonces parece que  suele enviar cada litro bastante mermado de volumen.

Otra medida a tomar, que no es difícil de efectuar y que  puede tener su efecto beneficioso para el bolsillo si lo tomamos por costumbre, es la hora en la que repostamos. Siempre conviene hacerlo de mañana temprano, cuando la temperatura ambiente y del terreno es más baja. Los depósitos al estar enterrados bajo superficie  la temperatura del suelo es muy importante en cuanto a la densidad que tenga el combustible en ese momento. Cuanto más elevada sea la temperatura, del gasóleo o de la gasolina, ésta hace que los carburantes tiendan a expandirse y a veces los litros no serán  litros exactos. Aparentemente el volumen de 1000 mililitros puede estar ocupado por algunos menos. En la industria petrolera, la gravedad específica y la temperatura de un suelo, juegan un papel muy importante.

Si sois meticulosos y lleváis a efecto estos  simples consejos caseros, podréis alargar vuestra estancia de asueto, sin aumentar el presupuesto, en al menos dos o tres horas más de lo que teníais previsto.

B. G. G. (bloguero prior)

-La foto es propiedad del autor-