miércoles, 7 de diciembre de 2011
LA CIRIGÜEÑA
Siguiendo la campaña iniciada sobre la herboristería rural con acepciones varias, hoy vamos a hablar un poco de la Cirigüeña o Celidonia mayor. Esta plantita suele surgir de forma espontánea y le encanta crecer y vegetar cerca de las casas, huertas y construcciones del hombre. Nos persigue como nuestra propia sombra. La encontramos en las rendijas de las paredes que cierran huertas, prados y corrales, principalmente en las que estén construidas de mampostería con piedra seca sin argamasa. En las que estén construidas con cemento también se ven, sobre todo, en cuanto se produzca la más mínima grieta, allá tendremos una cirigüeña asomando. Es muy frecuente verla como parásito junto a nuestras plantas ornamentales dentro de los tiestos con geranios, a los cuales llegan las semillas en los excrementos de los pájaros y transportadas por el viento. También suele abundar entre los matorrales y pedregales por las orillas de los caminos.
Esta planta es de la familia de las papaveráceas (Chelidonium majus), de tallo ramoso de unos 50 cm. de altura, hojas verdes por el haz y amarillentas por el envés, flores pequeñas y amarillas y frutos en forma de ramas capsulares muy delgadas.
Seguro que muchos de nosotros alguna vez habremos roto con la mano algún tallo de esta planta y nos habremos manchado de un abundante látex amarillento anaranjado y espeso que tinta mucho y que es extremadamente amargo. Pues a mí me ha pasado varias veces de mancharme los dedos con este jugo amarillo al cortar una rama, y después de lavarme y frotarme bien las manos, aún notaba el fuerte amargor si por casualidad me llevaba los dedos a los labios o a la boca.
En los pueblos se le tiene mucha fe a esta planta por sus cualidades curativas. Es tónica de las funciones hepáticas y de la bilis. También es eficaz en la gastroenteritis. Puede decirse en términos generales que sus principios activos son muy afines con los del opio, por lo que se emplea sobre todo para calmar el dolor. Pero debido a su alto grado de toxicidad se debe tomar siempre bajo control médico.
Sin embargo, aparte de las infusiones que se pueden tomar hechas con cualquier parte de la planta, la aplicación más popular que tenía en los pueblos, y sin riesgo alguno para el paciente, era para eliminar las verrugas y los golondrinos. Sobre todo los golondrinos. ¿Os acordáis de los golondrinos? Sí hombre, los golondrinos eran aquellos forúnculos tan dolorosos que salían en los sobacos, principalmente a la mozas, y que veía uno las estrellas de dolor hasta que se reventaban y se secaban del todo. Pues para aquellos asquerosos e inoportunos granos, el látex de cirigüeña era muy efectivo. Lo mismo de eficiente resultaba para las verrugas de las manos. Te dabas varias aplicaciones sobre la verruga con la leche aquella amarillenta, y mano santa, a los pocos días, adiós verruga; ni rastro quedaba de ella.
De esta planta, a diferencia de las dos anteriores, no sé que se utilizase para motejar a las personas. Al menos yo, nunca supe de nadie que le llamasen cirigüeño, por haber tenido golondrinos.
B. G. G. (bloguero “prior”)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
lo unico que te falta por poner, un dicho muy popular, que dice la cirgüeña de todos los males dueña, lo demas es conocido.Es verdad, ahora no se ve nadie con los dolorosos "golondrinos" desaparecieron,como los sabañones, que debian de ser muy populares, en vuestra epoca de estudiantes en Corias.
Publicar un comentario