LO PROMETIDO ES DEUDA, GIÓN
Víctor, había prometido colgar esta foto cuando la localizara, ahí va. Seguro que estábamos haciendo un trabajo conjunto, tal vez lo hiciste tú, se te ve más aplicado, yo entonces odiaba los talleres, basta ver la forma poco ortodoxa de coger el metro. Paradojas de la vida, toda mi vida laboral ha estado relacionada con empresas metalúrgicas.
Por lo leído sigues fiel al Oviedo. Yo también lo era y de alguna forma aún lo soy. Aquel Oviedo de Caldentey, Toni, Marigil, Iguarán, Paquito, Sánchez Lage, Amarilla y compañía tiraba mucho. Desde la lejanía sufro cuando le veo transitar por Tercera o Segunda B con unos dirigentes poco presentables. Cuando bajó a tercera estuve a punto de hacerme socio, pero el personal que llegó después para hacer negocio me quitó las ganas. Sin embargo, a pesar de esta querencia oviedista, tengo que reconocer mis simpatías, desde los tiempos de Corias, hacia otro equipo, inducido por algo que no sé si alguno recordáis: Un día en clase, o en el descanso entre clases, estábamos comentando el partido que aquella semana jugaba el Real Madrid en Asturias, no recuerdo si contra el Oviedo o el Gijón, y el profesor, que tenía mucha influencia sobre nosotros, al menos sobre mí, dijo algo así; “ Los del Real Madrid cuando vienen a jugar a Asturias se ríen de los paisanos por llevar madreñas, los del Barcelona son respetuosos con las costumbres y tradiciones de los pueblos.” Aquello, tan simple, me hizo volver los ojos al color blaugrana de los Ramallets, Olivella, Rodri, Gracia, Segarra,Gensana, Evaristo, Kubala, Suárez, Kocsis, Csibor y demás. Nunca fui muy aficionado a los deportes, excepto al ciclismo de antes. Durante muchos años he seguido el fútbol con el rabillo del ojo y siempre fui un forofo de muy baja intensidad. Pero tengo que reconocer que no fue fácil, a veces, vivir tantos años rodeado de compañeros y amigos merengues acérrimos, especialmente cuando lo ganaban todo. Afortunadamente los del Atlético de Madrid, aunque menos, eran muy aguerridos y hacían piña conmigo. Salvo en los Atlético-Barcelona, claro.
Bueno Víctor, que te voy a contar a ti de todo lo que nos enseñaban en Corias. Hasta hacerte del Barca si te descuidabas. Ahora lo importante es que el Oviedo, más pronto que tarde, vuelva a Primera División
Ulpiano Rodríguez Calvo
3 comentarios:
Contemplando a estos dos jovenzuelos de la foto, coincido plenamente en lo que dice Ulpiano en cuanto a su poco gusto por los talleres en aquellos años. Es más, la forma que tiene este mozo de extender el flexómetro es como para no dejarle volver a tocar un aparato de medida en el resto de su vida, obligándole a que en lo sucesivo tuviera que tomar las medidas que necesitara a palmos con su mano extendida. El castigo lo tenía predestinado ya que como él ha dicho, no se vería libre del mundo del metal durante su vida laboral. Ironías de la vida. Sin embargo Víctor está muy aplicado, ¡menudo gandul estaba hecho!
Aparte de esta broma, la foto me depara un detalle de infancia muy añorado por mí que es el almanaque que hay colgado de la pared. Estos calendarios los expendía como publicidad una casa de pinturas de Bilbao que eran tres socios: Muñuzuri, Lefranc y Ripolín. Todas las hojas del calendario recogían pinturas de estampas cotidianas vascas muy bonitas como: un partido de fútbol entre bilbaínos muy altos y desgarbados ataviados con ropa normal de trabajo, txapela, pantalones de Mahón Azul de Vergara, camisa de cuadros, fajín rojo a la cintura y de calzado alpargatas atadas a la pantorrilla. También había un mercado lleno de baserritar (caseros) vendiendo sus productos, un mercado de ganado…etc. El que más me gustaba a mí, era una estampa de una estación vasca de la línea de FEVE, hoy Eusko Trenbideak, donde estaba el tren parado y se estaban subiendo los caseros y caseras cargados a tope con sus paraguas, productos de huerta, huevos, conejos y de aves de corral, para llevar a vender al mercado de la capital. Los personajes todos tenían el perfil y fisonomía característica de la raza vasca.
En mi casa toda la vida tuvimos en la cocina estos bonitos calendarios que nos lo proporcionaba Emilio el de la Droguería Narcea, como clientes de la casa que éramos, y como amigo de mi padre por ser quintos y haber hecho parte de la guerra juntos.
Esta bonita y famosa colección de pinturas que recogían estos almanaques no hace mucho, se pudieron ver en el Guggenheim de Bilbo. En muchos bares y sidrerías del País Vasco los tienen enmarcados en sus paredes por lo bonitos que son, y por lo que gustan, tanto a la gente propia, como a la de afuera.
Definitivamente hemos de reconocer la gran agudeza visual de Galán que reparó en el calendario colgado en la pared del taller de metal, con la publicidad de Droguería Narcea de Emilio Arias en la calle Mayor, patrocinado por la fábrica de pinturas Ripolín y que a mi personalmente me trae buenos recuerdos dicha marca motivado a mi vida profesional dentro del mundo de la pintura.
Ahondando un poco se puede intuir que corresponde a las hojas de los meses de septiembre y octubre de 1961, cuando nuestra generación iniciaba 5º curso.
En cuanto a la foto en sí, se puede comprobar lo bien aplicado que era Víctor que paradojas de la vida enfocó su vida hacía hacia parámetros totalmente distintos a la Metalurgia, al contrario que Ulpiano que parece "pasar" de la clase que nos habría puesto Lisardo y según nos comenta luego terminó de lleno en ese mundo.
Me incorporo de nuevo en mi lugar de residencia,Oviedo y menuda alegría al ver esta foto prometida del amigo Ulpiano,gracias amigo,eres de palabra y generoso en tus excelentes comentarios,la foto sin comentarios,creo que ya están dichos todos,si acaso yo aportaría un dato isignificante...vaya par de sonrisas más socarronas,Quién sería el fotógrafo?el enfoque bien pero a ti Ulpiano te cogió un tanto desprevenido,yo quizás fui un pelín más discreto y adopté una postura de más laboriosidad...da igual lo importante es vernos de nuevo y comentar y recordar estas historias pasadas,vividas y disfrutadas pues yo desde luego siempre recuerdo mi adolescencia en Corias y Cangas como lo mejor y creo que nos pasa a la mayoría.Ulpiano menos mal que no eras un forofo del fútbol...porque hay que ver que alineaciones das,con pelos y señales y por el orden correcto,Iguarán Paquito,vaya media en el Real Oviedo,el barcelona siempre fue excelente equipo y el Real Madrid también,todos lo sabemos,por lo menos los que disfrutamos con este deporte.El ciclismo parece que te gustaba más,pues con tu buen hacer en esto del teclado informático y la memoria prodigiosa que conservas serás un comentarista deportivo magnífico,de veras que me alegro mucho volver a charlar a través de este sistema tan moderno...Quién nos lo iba a decir Ulpianín,que después de 50 años o más esteríamos comentando esta foto y otras muchas que el amigo Benjamín y otros excelentes compañeros nos muestran,da gusto vernos.Benjamín no quiero acabar este humilde comentario sin mencionarte...pero tú tenías en casa esos almanaques?te los daba Emilio el de la droguería Narcea,ahora ya está su hijo Emilín,quizás los almanaques sean otros,los tiempos como todo cambia hasta el color del mar,pero nosotros a seguir en lo posible siempre fieles a nuestros principios,como decía en su estupendo comentario Pepe Morán;se me hace de veras difícil llamarlo así,pues decía que él irá al cielo,efectivamente Morán,yo también espero ir,y si tenemos que pasar por el purgatorio pues pasamos.Por cierto me encantaría que viniese a Villamanín,bueno él y todos ya lo sabeis,nada más ,agradecido por tu formalidad amigo Ulpiano,la foto preciosa y el comentario como siempre excelente,Slds muy cariñosos a todos.
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