domingo, 4 de diciembre de 2011
La Carqueixa
Hace poco salió a relucir aquí en el Blog esta planta arbustiva, que es bastante abundante en los terrenos ácidos de los montes del norte de la Península Ibérica. Yo recuerdo de pequeño oír nombrar por este nombre, siempre en plan peyorativo, a determinadas personas, sobre todo a mujeres, que fueran gordas y torpes. Ni que decir tiene que el apodarle a alguien con este nombre era siempre a modo de insulto. Y aunque la planta en sí no tiene nada que pudiera servir de mofa, más bien todo lo contrario, pues los vahos de su cocción se respiraban para aliviar el dolor de muelas y de cabeza (Saiz Barrio 1991). También tiene varias aplicaciones medicinales relacionadas con los dolores reumáticos. Pero sé de buena tinta, que a la persona que se lo llamaban no le hacía ni pizca de gracia.
Esta planta, aparte de muchos otros usos y todos beneficiosos, en los pueblos la principal utilización que tenía era para fregar los platos y cacharros de cocina dada su aspereza y resistencia al rozamiento. Digamos que era el Scott Brite de entonces. En galego se dice “lavacuncas” (lavaplatos). Cuando a una persona se le denominaba con este nombre lo que se quería dar a entender es que era, aparte de torpe y adusta, áspera y recia como la propia planta. En algunos pueblos también se utilizaba esta palabra para referirse al órgano genital femenino en plan vulgar y de broma. Aunque ambas cosas no tuvieran relación alguna, yo pienso que se le asignaba simplemente por la fonética, que suena un tanto a guasa.
La carqueixa cuyo nombre científico es (Pterospartum tridentatum) se da en matorrales y llega a alcanzar alturas de hasta 50 cm. Cuando florece presenta unas flores amarillas muy bonitas y muy apreciadas por las abejas por la cantidad de polen que tienen y por sus cualidades melíferas. También se utiliza para medir el tiempo de gestación de las lobas. Referente a esto, en León existe un dicho popular que dice lo siguiente:
Carquesia abotonada,
Loba preñada,
Carquesia florida,
Loba parida.
Para otra vez, hablaremos del Gamueto.
B. G. G. (bloguero “prior”)
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3 comentarios:
La primera vez que escuché este nombre, fue cuando yo vivía en Cangas. Se decía en plan peyorativo: "A tomar baños de carqueixa" cuando se queria dar por finalizada una discusión. Y la realidad es que dicha planta tiene propiedades curativas como se puede ver en la oferta que se hacía en los distintos Balnearios gijoneses de principios del pasado Siglo XX y que copio de Internet
"UNA OFERTA VARIADA HASTA EL CIERRE"
Los balnerarios, como "La Favorita" o "Las Carolinas" ofrecían a sus clientes distintos servicios como los baños de ola (0,50 pesetas), los de algas y de carqueixa (1,75 pesetas), los chorros y duchas frías y calientes, pero también las sábanas de felpa (0,35 pesetas), las toallas, los trajes de baño, el jabón o las alpargatas. Desde 1913 y hasta 1935 el fenómeno balneario tuvo su declive. Los cierres primero de "La Sultana" y "Baños de Ola" precedieron el fin de "La Cantábrica" en 1926. En 1936 "La Favorita" y "Las Carolinas" fueron incendiadas. Con la llegada de la Guerra Civil los balnearios dejaron de tener sentido y las visitas a la playa perderían su motivo terapéutico. Las sombrillas en el arenal se imponían a las casetas y los lugares de baño dejaban de ser lugar de reunión.
Sigo con serios problemas para hacer los comentarios y nuevas entradas.
Ya no sé si es el ordenador, el servidor, un servidor, ADSL, o todo junto.
Otra de las aplicaciones de la carqueixa es como iniciador en la cocina (económica). Se solía utilizar para prender el fuego ya que mantiene la llama el tiempo suficiente hasta que se prende el resto de la leña.
Aprovecho, que estoy en línea, para daros una mala noticia y es que el viernes se incineró un antiguo alumno de Corias: José Francos Francos de 58 años y vecino de Murias (Tineo). Promoción 1964-1971, primo carnal de nuestro corresponsal en Badajoz y primo (político) de otro colaborador, E.Garrido.
Supongo que Galán conservará la lista que habíamos empezado hace tiempo y que, lamentablemente, iremos aumentando poco a poco y cada vez con más frecuencia.
Muy interesante todo esto que dices, Benja. Añadiría entre sus usos, el de ramaje para escobones. Hasta hace poco, prestaba sus servicios para el ayto. de Valdés (Luarca) un señor mayor, como barrendero, que las utilizaba amarrándolas al extremo de un palo y haciendo asi una vistosa escoba.
Desgraciadamente, desde la globalización de los plásticos, esto no se usa. Asi, producimos ingentes cantidades de plásticos que no podemos reciclar y enviamos directa o indirectamente al fondo de los mares. Luego vienen los bonitos con mercurio y todas esas animaladas.
Sigue con la garueta
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