PRESENTACIÓN

Anualmente cuando nos reunimos los antiguos alumnos de Corias, bien sea en grupos minoritarios por promociones en diferentes lugares del Principado y alrededores, o de forma general en el encuentro de Corias a finales de cada mes de septiembre, siempre solíamos comentar al sentir la alegría de juntarnos de nuevo que, era una pena el que hubieran pasado tantos años sin comunicarnos y sin saber unos de otros.

Afortunadamente, en estos tiempos eso está subsanado gracias a los medios informáticos disponibles que tenemos a nuestro alcance. Aprovechando la oportunidad que nos brinda BLOGGER para poder crear un espacio cibernético común, en la nube, donde se pueda participar y expresar los recuerdos que cada uno de nosotros guardamos celosamente de aquellos años, es cuando surge el Blog de los antiguos alumnos de Corias.

Esta elemental presentación lo único que pretende y persigue es reavivar la amistad y la armonía que hemos trabado entre todos nosotros durante los años de convivencia en el Instituto Laboral San Juan Bautista de Corias y, que a pesar del tiempo transcurrido, aún perviven frescas en nuestro recuerdo.

Otro de los objetivos del blog es recordar y compartir las peripecias vividas por aquellos jóvenes que coincidimos bajo las mismas enseñanzas, disciplinas, aulas, comedores, dormitorios, juegos, etc., durante varios años en el convento de Corias y que aún las tenemos muy presentes.

La mejor forma que tenemos para rememorarlo es ir contando en este blog todos los pasajes que cada uno de nosotros recuerde, expresados con la forma y estilo propios de cada uno pero, siempre supeditados a los principios del buen gusto, el respeto y a la correcta educación que nos han inculcado los padres dominicos. El temario en principio aún siendo libre, sí debiéramos procurar en general, que tengan preferencia los temas relacionados con el colegio y su entorno, ya que es el vínculo y denominador común entre todos nosotros.

Como es lógico, cada colaborador es el único responsable de sus opiniones vertidas aquí en el blog; las cuales pueden ser expresadas libremente sin condicionantes ni cortapisa alguna por parte de la dirección; tan solo debemos atenernos todos, a las premisas mencionadas anteriormente del respeto y el buen gusto.

Una vez hecha esta breve presentación, se pide la colaboración y aportación de todos los antiguos alumnos pues, seguro que todos tenemos algo ameno e interesante que contar. Unas veces serán relatos agradables y divertidos, y otras no tanto; pero así es la realidad de la vida.

Al blog le dan vida una serie de antiguos alumnos que colaboran de forma fehaciente y entusiasta con Benjamín Galán que es el bloguero administrador. A este galante caballero el cargo de administrador no le fue asignado por méritos propios, más bien por defecto, de forma automática; simplemente, por ser el titular del blog. Pero podría delegar el cargo en cualquier otro colaborador que así lo deseara.

De antemano, muchas gracias a todos los participantes y colaboradores. Tanto a los antiguos alumnos y profesores que deseen intervenir, como a todos nuestros amigos lectores.

¡A colaborar y a disfrutarlo!

(21 de noviembre de 2009)

B. G. G. (BLOGUERO PRIOR)

viernes, 31 de agosto de 2012

COMO AHORRAR EN GASOLINA


 Mañana suben los impuestos.  Al margen de las indicaciones que recomiendan los fabricantes de vehículos y mecánicos, puesta a punto, presión de aire en neumáticos, velocidad controlada, evitar aceleraciones, etc, etc, etc, las siguientes se pueden añadir a las lista para poder llegar a fin de mes un poquito más holgados.

El autor de este texto trabaja en una refinería desde hace 31 años. Así que puede usted tomar en serio los trucos que a continuación expone para aprovechar al máximo su combustible y, por consiguiente, su dinero. Esperamos que le sean provechosos.

1er Truco: Llenar el depósito por la mañana temprano.La temperatura ambiente y del suelo es más baja. Todas las estaciones de servicio tienen sus depósitos bajo tierra. Al estar más fría la tierra, la densidad de la gasolina y del gasóleo es más pequeña. Al contrario pasa durante el día, que la temperatura del suelo sube, y los carburantes tienden a expandirse. Por esto último, si usted llena el depósito al medio día, por la tarde o al anochecer, el litro de combustible no será un litro exactamente.

En la industria petrolera, la gravedad específica y la temperatura de un suelo, juegan un papel muy importante.


2º Truco: Cuando llene el depósito, no apriete la manilla del surtidor al máximo.


Según la presión que se ejerza sobre la manilla, la velocidad del surtidor puede ser lenta, media o alta. Elija siempre el modo más lento y ahorrará más dinero.
Al surtir más lentamente, se crea menos vapor, y la mayor parte del vertido se convierte en un lleno eficaz. Todas las mangueras surtidoras devuelven el vapor a al tanque.
 
Si llenan el depósito apretando la manilla al máximo un cierto porcentaje del precioso líquido que entra en el depósito se transforma en vapor y vuelve por la manguera del surtidor al depósito de la estación. Con lo cual, consiguen menos combustible por el mismo dinero.
 
3er Truco: Llenar el depósito antes de que este baje de la mitad.

Mientras más combustible haya en el depósito, menos aire hay en el mismo. El carburante se evapora más rápidamente de lo que usted piensa.
 
Los grandes depósitos cisterna de las refinerías tienen techos flotantes en el interior, manteniendo el aire separado del combustible, con el objetivo de mantener la evaporación al mínimo.


4º Truco: No llenar el depósito cuando se están rellenando los tanques de la gasolinera ni inmediatamente después.
 
Si llega usted a la estación del servicio y ve un camión cisterna que está rellenando l os tanques subterráneos de la misma, o los acaba de rellenar, evite, si puede, repostar en dicha estación en ese momento.

Al rellenar los tanques, se remueve el combustible restante en los mismos y los sedimentos del fondo. Así que corre el riesgo de repostar combustible sucio.

Espero que sea de utilidad a todas y todos.  Un saludo

jueves, 23 de agosto de 2012


LOS EXALUMNOS DE CORIAS HOMENAJEAN EN SU REUNIÓN ANUAL AL DOCTOR AVANZAS                 (El Comercio.es 23/08/2012)

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Como cada verano, los alumnos de la promoción 1961-1968 del Instituto Laboral San Juan Bautista de Corias (Cangas del Narcea) se reunieron en Gijón, en el llagar El Mancu, en una jornada de confraternización en la que, además de la tradicional comida, hubo lugar para los homenajes. Porque si había un protagonista especial, entre todos aquellos que iniciaron su formación en Cangas en la década de los 60, ése era el doctor Avanzas, jubilado en junio tras 26 años de actividad profesional en el hospital de Cabueñes, en el servicio de Medicina Interna. Después del reconocimiento que le brindaron sus colegas de la sanidad, los que fueron sus compañeros de pupitre y de aulas, alumnos y profesores, también quisieron tener un gesto con él.
«El enfermero»
Tanto para los de su promoción como los de otros cursos, durante su estancia en Corias el doctor homenajeado fue «el enfermero». A Eugenio Avanzas le sorprendieron con una orla de la promoción de 1961-1968. Su promoción.

BIENVENIDO A CORIAS


Han transcurrido un montón de años pero no creo que dentro de otros ochenta, Verástegui olvide el día que llegó al monasterio de Corias. Estábamos un poco, bastante, muy hartos de que todo el que era destinado a Corias viniera con el prejuicio de ir al fin del mundo, de que fuera despidiéndose de la civilización durante años, de que adquiriera con urgencia unas madreñas y una boina y que, sobre todo, no olvidase proveerse de abundante ropa interior de felpa y de calzoncillos marianos, aquellos que llegaban hasta los tobillos. Los que llevábamos allí dos años fríos, pobres y felices nos sentíamos ofendidos.
Cuando terminábamos la carrera el Prior Provincial se presentaba en Salamanca y nos preguntaba uno por uno cuál era nuestro destino preferido, desde la selva del Amazonas hasta Roma. Cuando llegó mi turno creyó que, como íntimo amigo de mi familia que era, debería ofrecerme que escogiera mi destino y se empeñaba en enviarme a la universidad de Lovaina a estudiar sociología. Me negué a aceptarlo y le dije que solo iría a donde me enviasen y que no aceptaría excepción favorable alguna. Decidió que fuese a la Virgen del Camino. Llevaría en ese destino como un mes, cuando me escribió una carta explicándome que ante la súbita muerte del Padre José Fernández, hermano del Padre Jaime, me rogaba que me fuese un año a Corias. Fueron once, para mi dicha. Acepté en el acto. Seis de mi mismo curso se iban a la selva del Amazonas, o sea, como para quejarse de Corias. Al mes siguiente llegó Carmelo que también se había negado a escoger un destino. Y al año siguiente, llegó Lastra, que escogió Corias de manera tozuda porque allí estaban sus dos amigos del alma: Carmelo y Morán. Pero vamos a lo de Verástegui. Nos comunicaron del Convento de Oviedo que salía para Corias, a donde llegaría a las 10 de la noche un tal Verástegui que iba asustado de lo que se encontraría. Fue la gota que colmó el vaso. Era a últimos de septiembre. Sin alumnos. Y a Carmelo y a mi se nos ocurrió prepararle un recibimiento acorde con sus prejuicios y su estado de ánimo. Asique programamos lo siguiente:
            -Primero. Todas las luces del convento deberían estar apagadas a esa hora.
-Segundo. Un chaval (José, el sobrino de La Chata) estaría sentado en el paredón frente a la parada del Alsa.
-Tercero. Ante semejante oscuridad no le quedaba otra opción que preguntarle al chaval cuál era la puerta de entrada del enorme edificio que se dibujaba en la oscuridad. El niño tenía orden de señalarle una enorme y arqueada oscuridad que se veía en frente.
-Cuarto. Así es que llegó él solo y sin saber dónde llamar.
-Quinto. Al fin, acostumbrado a la oscuridad dio con aquella cadena que colgaba al exterior de la puerta.
-Sexto. Tardaron unos diez minutos en preguntarle desde dentro quién era y qué quería a esas horas.
-Séptimo. Al fin, un fraile disfrazado de astroso obrero oliendo a cucho y a grandes voces le abrió y, al enterarse de que venía destinado a Corias le dijo que seguro no había ningún fraile, que a esas horas todos andaban de juerga por Cangas. No obstante se asomó a uno de los arcos del jardín y, a grandes voces, clamó: “¿Hay por ahí algún fraile? Aquí hay uno que dice que vino ahora en el Alsa y que viene destinado aquí.” Lo repitió, cada vez más estentóreo. Por fin, una voz desde la lejanía contestó: “Bueno, que busque una habitación vacía”. Todo esto en plena oscuridad. Recordaréis que al entrar al claustro había, a la derecha, una noble escalera que llegaba hasta arriba pero muchos ignorarán que, a la derecha, había una puerta pequeñita que conducía a otra escalera cochambrosa y llena de trastos. El pretendido criado le llevó a esta segunda escalera y subieron al primero tropezando aquí y allá, pues la única luz que les alumbraba era el mechero del fraile que no daba llama pero sí la chispa del encendido.
-Octavo. Como estaba todo previsto, le llevó a una habitación vacía, solo con una cama y una silla y, so pretexto de buscar a alguien, le dejó allí en la oscuridad unos diez minutos.
-Noveno. Cuando regresó le dijo que no había nadie en el Convento y le indicó que le acompañase a cenar algo. A golpe de chispa de mechero llegaron al comedor… de los criados. Dijo que iba a buscar algo de cenar. Se ausentó otros diez minutos. La cena estaba ya preparada en una bandeja. Se la llevó y encendió una vela. De una botella que contenía ¾ de vino y ¼ de vinagre le sirvió un vaso y le preguntó: “¿Qué? ¿Buen vinillo, eh?”. Verástegui comió un pescado frito del día anterior pero se negó a repetir de vino.
Vuelta a golpe de mechero, el pretendido criado le dejó un rato en la oscuridad del segundo piso desde donde se percibía gritos tales como: “Pero, coño, haber arrastrado con la sota”. Volvió el criado y le dijo que le acompañara a la sala de recreación.
Cuando entraron vieron a cuatro frailes sentados en cajas vacías de botellas alumbrados con una vela y con los naipes en la mano. No recuerdo qué cuatro éramos pero sí que estábamos Carmelo, el Padre José y yo. Carmelo y yo, que le recordábamos de Salamanca le saludamos efusivamente y le ofrecimos otra caja vacía de botellas diciendo: “Ponte cómodo”. Alguien dijo que había que celebrar la llegada de un fraile nuevo. Fuimos en la oscuridad al primer piso y, al llegar a la puerta de la sala de recreación verdadera, ¡Oh, milagro!, se encendieron todas las luces del Convento. Entramos y encima de una mesa había botellas de champán, de vino, un ramo de flores, pasteles en abundancia, frutas variadas, etc. Y un letrero que decía: “BIENVENIDO A CORIAS”.

Pepe Morán Fernández. Dominico ex.

martes, 21 de agosto de 2012

DOÑA MARÍA



Aprovechando el ripio de José Manuel en la entrada de “Jesusín”, donde nos describe de forma lírica y humorística cómo tuvo que ingeniárselas para poder degustar  las fabas pilosas sin tener que paladear el extenso “gadecho”;   yo tomo  pie del mismo ripio y voy a contar algo que nos sucedió al propio  José Manuel  y a mí, estando los dos en la misma patrona en León en el año 1966.

Cuando terminamos el bachiller superior  en Corias, junio de 1966, tanto JM como yo  teníamos decidido comenzar en octubre a estudiar Ingeniería Técnica Agrícola y en aquellos años como no había tantas opciones como hay hoy, para poder estudiar  en la propia capital de uno, no había más remedio que poner tierra por medio e irse a otra ciudad.  En principio, intentamos matricularnos en la Escuela de Madrid, que por cierto, era en agosto  y contamos con la compañía y valioso asesoramiento de nuestro amigo Manolo Camposín que se encontraba en los Madriles y se brindó a acompañarnos como más conocedor del tema, hasta la Ciudad Universitaria madrileña para orientarnos en los trámites que requería la gestión.

A los pocos días de haber hecho los primeros papeleos para matricularnos  en Madrid,  recibimos una carta donde se nos decía que siendo del norte y debido a la saturación que había de alumnos, “numerus clausus”  no podíamos  ser admitidos en esa escuela para ese curso  y que deberíamos trasladar  la matrícula para la escuela de León por ser la más próxima a nuestra procedencia. Pero en aquellos años, sí estaba ya adjudicada una escuela de Ingeniería Técnica Agrícola para León, pero aún no estaba construida  y entonces se nos instó por parte de la Universidad de Oviedo a que lo hiciéramos en  la Escuela de Minas de León, ya que el primer curso era, prácticamente común a todas las ingenierías técnicas y si al año siguiente  ya funcionaba la de agrícolas, podríamos cambiarnos pues se nos convalidarían todas las asignaturas que tuviéramos aprobadas. Tal que, así hicimos y nos matriculamos en Minas en León.

El día que llegamos a la Estación de RENFE  en León a primeros de octubre, con sendas “gallegas“  abultadas a punto de reventar y abrazadas por cuerdas,  lo primero que hicimos antes de cualquier otra cosa fue acercarnos a  la Virgen del Camino por si los dominicos sabían de algún sitio adecuado a nuestros bolsillos para residir todo el curso escolar de octubre a junio y  así poder alojarnos en un sitio de confianza. Recuerdo que el  Padre Sama era archiconocido y muy valorado en todo León, tanto por su valía personal, como  por la exitosa forma que tenía de dirigir los ejercicios espirituales que impartía en la mayoría de los centros religiosos de la ciudad y provincia.

La verdad fue que acertamos plenamente en acudir a nuestros antiguos profesores. No recuerdo bien quienes estaban allí de los nuestros de Corias, pero había  más de uno que habían estado con nosotros. Nada más que dijimos lo que deseábamos se puso en marcha la “operación patrona” para encontrar cobijo para los dos pobres corienses  y, gracias a los conocimientos y amistades de los dominicos en la capital, en cuanto hicieron  un par de llamadas telefónicas, al momento ya teníamos alojamiento buscado en León y en una casa decente y "limpia" como Dios manda para el curso que íbamos a iniciar.

Nos colocaron en una casa particular  de una señora viuda, de profesión maestra,  no ejerciente, llamada Doña María, que era muy religiosa y que tenía admiración por los frailes dominicos en general, pero  en particular,  sentía debilidad por el Padre Sama. Esta buena señora vivía en una amplia casa en la céntrica calle de Colón y se dedicaba a tener huéspedes.

Tal que, nada más llegados a casa de Doña María, esta mujer preparó un alboroto tremendo entre los huéspedes residentes, para desalojarlos y cambiarlos de sus habitaciones habituales con el objeto de darnos a nosotros la mejor habitación doble que había en la casa. A partir de ese momento, nosotros en la pensión éramos: “Los chicos del Padre Sama” y eso sí eran palabras mayores. Cuando llegó la hora de la cena y nos juntamos todos los pupilos en la mesa del comedor, la otra gente que había en la casa: un estudiante de Magisterio, una estudiante de Comercio, una enfermera ATS y una madre con un hijo mayor de unos cincuenta años y asturianos para más; no nos quitaban ojo de encima y seguro que todos pensarían  para sus adentros ¿Quiénes serán este par de gilís, para que esta mujer se desviva de esta manera por ellos y nos saque a todos de nuestras habitaciones de siempre para darles a ellos lo mejor de la casa? Nosotros sí éramos conscientes de que estábamos siendo mal mirados por aquella gente pues tenían motivos sobrados. Menos mal que a los pocos días, los compañeros de pupilaje reconocieron nuestra buena disposición para la convivencia y fuimos admitidos en la comunidad plenamente, dándose cuenta todos que la debilidad de Doña María por nosotros,  no se debía a nuestra alcurnia, sino más bien a la de la persona que  nos había recomendado y a la pleitesía que doña María le rendía.

La tal Doña María era una señora muy especial. Una de sus debilidades era rezar  todas las noches el rosario perpetuo, que así lo llamaba ella, y que lo radiaba la emisora local,  Radio León de la cadena SER  sobre las nueve de la noche, diariamente. Llegada esa respetada hora, la buena Doña María se ponía de rodillas en medio de la  cocina y contestaba todos los rezos en voz muy alta. Nosotros todos, aunque estuviéramos en nuestras habitaciones o en el salón, teníamos que estar callados como si fuéramos mudos. Durante el tiempo que duraba el rosario no se le podía molestar a la buena señora aunque hubiera fuego en la casa, o se produjera un terremoto. Eso era  dicho por ella cada vez que se le llamaba por algo, aunque fuera urgente y de suma necesidad. 

Otro detalle  de la buena Doña María era que, una o dos veces  por semana y casi siempre cuando estábamos comiendo, llamaba a la puerta el “Gaseosero” y  nada más que la señora le franqueaba la puerta, aquel hombre pasaba como una exhalación  pasillo adentro hasta la cocina que estaba al fondo, para depositar allí un voluminoso garrafón de vino de 16 litrazos. Este señor tenía la severa advertencia, por parte de Doña  María, de entrar lo más rápido que pudiera por el pasillo y siempre con la carga  en la mano izquierda para que los huéspedes, que estábamos en el salón a la mano derecha del pasillo, no pudiéramos divisar lo que aquel hombre portaba en sus manos. El caso es que en aquella casa  se consumía más vino que en muchas tascas del Barrio Húmedo, pero los huéspedes ni lo olíamos. Nosotros todos, sabíamos que la tal Doña María le daba al jarro de lo lindo y que se reponía de las largas postraciones en el frío y duro mosaico de la  cocina, con buenos latigazos de tinto al terminar los rezos. Pero no era de extrañar;  menuda sed y sequedad de boca que tendría la sufrida mujer, después de pronunciar cansinamente las repetitivas letanías. Uffff.

También diré que algunos de los pupilos, aprovechando las ausencias de la señora de la casa cuando iba a la iglesia parroquial, le rebajaban un tanto el nivel al garrafón, pero teniendo la precaución de dejarlo siempre como estaba, aunque para ello hubiera que recurrir al grifo. Lo más importante de todo era mantener el nivel en su sitio pues lo dejaba marcado.  Cuando era poca la reposición, apenas lo notaba, pero cuando  había más de una cata, menudas broncas le daba al “Gaseosero” en las próximas visitas que hacía con más carga,  por la mala calidad que presentaba el  género últimamente.

Debo decir que Doña María era una patrona atípica, pues reunía una cualidad importante  que era muy rara entre las personas que se dedicaban al negocio de los pupilos: que  era muy abundante y generosa en cuanto a la comida y también por la buena calidad y variedad de los alimentos que nos daba. Solamente había un problema en aquella pensión y no era el hambre no: eran  los pelos. En aquella casa había pelos hasta en las lámparas del techo. No digo que solamente los hubiera  en la sopa, en los filetes, en el café, en el agua, en el pan, en los pasteles del domingo…, no. Había pelos hasta en  las cosas más extrañas. Tenían pelos pegados hasta las  patatas fritas, sí, sí; por increíble que os parezca esto. En  la fuente de ricas y recientes patatas fritas que normalmente hacían de guarnición a los filetes, había mogollón de pelos. Tal era así que, cada patata frita parecía una honda de pastor pues, era el trozo de la patata más un pelo de varios centímetros de largo soldado por la fritura  al cuerpo de la patata y unido de tal forma que te veías negro para poder separarlo. Cuando Doña María se ausentaba del comedor a la cocina, yo cogía la patata con rabo  por el extremo del pelo y le daba vueltas como si retratara de una honda para lanzar un guijarro. Cada vez que hacía ésto, el personal se partía de risa y la tal Doña María volvía de la cocina muy mosqueada porque no sabía el motivo de nuestras risas y decía que eso era de muy mala  educación el reírse en la mesa aprovechando la ausencia de algún comensal. Tenía mucha razón, pero esta mojiganga de la patata frita, que tenía tanto éxito entre algunos de los comensales, tuve que dejar de hacerla pues, el hijo de la señora  asturiana, Doña Beni, que se llamaba Fernando, cuando me veía hacer malabarismos con la patata sirviéndome del pelo que tenía agarrado, se levantaba de la mesa con dirección al retrete con claros y sonoros síntomas de querer vomitar. Llegó un  momento, en que la sensibilidad de este hombre para detectar la presencia de pelos en la comida, era tal que, si tenías uno o  varios pelos en el plato, tenías que seguir comiendo con toda naturalidad,  sin hacer el más leve ademán de apartarlos,  pues este delicado hombre en cuanto notaba movimientos sospechosos ya comenzaba con  el número de las arcadas y las carpidas.

Así pues, volviendo al origen de esta historieta, y después de haberos soltado todo este rollazo, no me extraña nada que José Manuel haya salido airoso y tan bien parado del reciente  tropiezo piloso con las fabas, pues experiencia ya tenía a pesar de que hubieran pasado 46 años de aquel aprendizaje. Pero, está claro: lo que bien se aprende, nunca se olvida.


B. G. G. bloguero “Prior”

sábado, 18 de agosto de 2012

SENTIMIENTOS


Sentimientos.
La ausencia puede parecer que uno es de acero, por lo que -aunque fuera con abrasado desatino-, henos aquí,…, para lavar las ofensas, diría Muñoz Seca, con el alma embebida, y acaso temerosa, viviendo en lo que imagino. Hasta que una mañana cualquiera, paseando por Ribadeo, esforzándome en vano por apresar el tiempo fugitivo, una voz inunda la plaza:
-¡G.e.r.a!
Desde la distancia, ¡oh cielos cuán viejo me estoy poniendo!, no identifiqué a Víctor Gión. Hablamos, atropellada e impetuosamente, de lo humano, situados en el terreno del lirismo, de los recuerdos melancólicos; de la ternura. Hablé de lo acertado y motivo de reflexión que para mí, había sido su escrito, en este blog, referente a la armonía, a las notas intermedias, a…Los encuentros con Gión son como tomarse una buena dosis de endorfinas, hormonas que, como acaso sabéis, produce nuestro cuerpo de forma natural cuando sentimos felicidad o también de forma exógena con chocolate, sexo, risa,…, o con “palabras gestuales” como la conversación con este cangués.
Cojo el Word, otrora el esferógrafo Mont Blanc, para escribir, porque Víctor me lo rogó, al igual que algunos más de vosotros, antes. Previo al arranque, acaso para entrar en trance, acaso para reclamar la presencia de la musa inspiradora Calíope, ojeo los últimos mensajes aparecidos en el blog e incluso abro –por primera vez- los comentarios realizados a los míos. ¡A veces, ésta por ejemplo, se derraman los sentimientos y se cierra el círculo de la intimidad! Si bien es cierto que la belleza está en los ojos del que mira, no he podido resistir la emoción al leer la participación de Olga -¡cuántas veces con Angelina, mi mujer desde aquel momento que recuerdas, nos hemos acordado de ti,…, de Ángel, de vuestra boda, de dónde estarás, de cómo se puede vivir sin Ángel,..; de si te veríamos alguna vez más y dónde… Cuántas veces...! ¿Cómo alguien se puede acordar de un cuento escrito por un niño de segundo? ¡Gracias Alfredo! Efectivamente, Benjamín, el malogrado y entrañable Gilberto se encargó de difundir la coplilla del reloj de pulsera y la venta de gochos en Gera, con la que tantas veces me jeringó. Gracias a ti también por tus cariñosas palabras. ¿Palabras todas o sentimientos?
En fin, todo en la vida depende de la óptica con que se mira y del tratamiento literario. Es como ver el mundo a través de unos prismáticos, que acercan el objeto hasta pegarlo a los ojos o bien si miras por el otro lado, alejan la belleza que está al alcance de la mano. Gracias a todos, por esas palabras cariñosas y a todos los demás por la serie de imaginaciones con que adornáis e ilustráis el blog que revelan el germen, el estilo de una era: neo-corias, -en el sentido histórico de esa palabra “era”- que nos instilaron entre la armonía -permíteme copiarte Gión, ya hemos aprobado los dos- de las aparentes sordas e inertes paredes.
No es fútil esfuerzo: Vuestras intervenciones convierten en delicioso jardín para los esporádicos paseantes por el blog.  Por cierto, la argamasa utilizada en aquellos muros era, es, higroscópica y al igual que, como explicaba el profesor de Agronomía Sr. Hernández, el agua subía por ósmosis, aquí, esa argamasa, se empapaba de tanta cultura ambiental logrando un verdadero sincretismo artístico.
Ese germen, como tal, era, desde luego, una obra abierta mientras la vida de cada uno aliente. Cada uno con su propia experiencia del mundo; cada uno mirando con ojos de asombro ante la fascinante diversidad del mundo, de la gente del mundo y sus sentimientos que según, si mal recuerdo, Francisco Ayala “nos hacen sentir que, pese a todo lo que nos rodea podemos sentir la felicidad hasta en la completa soledad de los últimos días, y hasta en el momento final, si estamos en paz con nosotros mismos.”
Bien sé que los sentimientos son como los vientos que mueven el velero. Pero es al timonel a quien corresponde marcar la dirección hacia la que lo quiere conducir.
Me asalta el mismo temor de Erica Jong en su novela Miedo a Volar (Añadir este título a la lista de D. José Morán –lo cito así por la indestructible admiración-). Manifiesta temer, digo, que después de leer a tanto buen escritor, ¿puede tener importancia lo que ella pudiera escribir? ¿Lo tiene lo mío cuando además hablo de algo tan cercano e íntimo como son los sentimientos?
¡Salud!, os desea josemanuel “GERA”. AGOSTO DE 2012.

P.D. “Miedo a Volar”, es una tragedia vista de cerca; pero, desde el otro lado de los prismáticos, es una comedia. Y como pienso que un día sin una ráfaga de humor, sin una sonrisa, es un día perdido, por eso recomiendo su adición a la lista.

viernes, 17 de agosto de 2012

VIAJE A LA COCA COLA


Existen pasajes aislados en la lejanía, casi en la raíz de esa enredadera que es el discurrir de la vida, recordados con nitidez, otros, igual de lejanos apenas se pueden apresar.
De uno de estos últimos, compartido con vosotros, quería escribir, mejor dicho recordar confiando con la ayuda de la privilegiada memoria que algunos habéis demostrado atesorar. Se trata de una excursión a Oviedo fijada en tres fotogramas, pero como estos son borrosos tal vez fueran dos, cada una a distinto lugar, y yo las asocio convirtiéndolas en unidad.

PRIMER FOTOGRAMA: EL VIAJE.- Con claridad retengo la imagen de cuando varios externos llegamos, en hora, a la puerta del convento y el autocar, con el resto de excursionistas, había tomado las de Villadiego dejándonos en tierra. Momentos de desconcierto que no nos arredraron, tras   recontar el dinero disponible entre todos localizamos a Linera y en su taxi salimos persiguiendo a los huidizos y felices, teóricos, compañeros de excursión.

Del viaje de persecución recuerdo poco, si de lo apretujados que íbamos en la parte posterior y de la fragancia del bocadillo de tortilla con jamón que mi madre me había preparado, no resistía más y pasado Tebongo,- a pesar de las advertencias de los compañeros “no comas ahora, te vas a marear” mientras Linera decía “este no se marea ni dentro en un odre de ferir la manteca”-, ataqué el bocadillo. No sé si por el bocadillo, por las apreturas o las curvas, o todo a la vez, pero algo de sudor frío, posteriormente, si me entró.

Cuando, entre el jolgorio general, dimos caza al autocar que llevaba al grueso de la expedición, alguno, al vernos descender del taxi nos miraba, o nosotros nos sentíamos, como si fuésemos  mismísimos Onassis.

SEGUNDO FOTOGRAMA: EN LA COCA COLA.-Aquí surge la duda de si realmente el destino de ese viaje era Oviedo, más concretamente, visitar la fábrica de Coca Cola, donde, además, algunos teníamos que participar en un concurso de redacción que organizaba esta marca de bebidas, para hacerse publicidad evidentemente. Me parece recordar que por Asturias había llegado antes la Pepsi haciéndose más popular. Nos mostraron un carrusel, al cual, desde un contenedor, las botellas acudían solas en matemática formación al lavado (usar y tirar quedaba lejano) previo a recibir “los polvos” de la fórmula secreta  guardada bajo cien llaves en USA y rellenarse de agua de Oviedo bajo la atenta mirada de una mujer, que retiraba las rebosantes o faltas de agua, para después ser coronadas con el correspondiente tapón y buscar ya el embalaje de rigor. Una cadena simple, con posterioridad tuve que devanar los sesos con otras más complejas para aumentar productividad. Finalizada la visita nos invitaron a una Coca Cola, tomada aún con prevención a causa de su sabor “a medicina”.

Yo era la primera vez que iba a Oviedo, y me habían cogido para participar en el concurso cuando realmente mi interés era empezar a ver mundo. Así es que cuando  encerrados en una sala nos facilitaron el tema de redacción: EL FUEGO, rápidamente, echando mano de algo que, prendido con alfileres, había leído sobre la divinidad del fuego en algunas civilizaciones, intenté, de forma me parece recordar un tanto irreverente, establecer un paralelismo entre el fuego y Dios en menos de medio folio. Ante la sorpresa del jurado o controladores del concurso, ¿Ya?-supongo que mayor sorpresa se llevarían con el contenido de lo escrito.- entregué la hoja y salí corriendo, intentando, ahora si, ver mundo.
                                                                                                                                                                 TERCER FOTOGRAMA: OVIEDO.- Mundo, en aquella ocasión, no recuerdo haber visto mucho. Las imágenes portadas por los recuerdos son como las percibidas a través de una ventana con cristales densamente empañados: 
Muchos coches en circulación cuando en Limés todavía jugábamos al fútbol y se hacía el baile del Cristo en mitad de la carretera apartándonos cuando pasaba algún camión cargado de carbón. Paredes ocres y renegridas, regias, formando parte de una ciudad antigua, descrita con minucioso bisturí, lo descubrí años después, la Vetusta de Clarín; por cierto, ¿nos hablaban, más allá de citar el nombre, de Clarín y tantos otros en las clases de literatura en Corias?... Difuminada en tono gris aparece, imponente, la fachada de la catedral con la aguja amenazando al plomizo cielo… ¡Vaya!... El vaho de uno de los cristales parece haberse evaporado, a través de él veo una estrecha calle a la que llego conducido por alguien más avispado que yo. En ella unas mujeres profusamente pintadas, de rojo las uñas de manos y pies, de rojo y negro la cara, se ríen mientras exhiben partes del cuerpo nunca vistas hasta entonces, si imaginadas bajo los vestidos de alguna, inalcanzable, quizá casada, mujer soñada. Estoy en mitad de la calle, atenazado por fuerzas opuestas; la vergüenza empuja a correr y marchar, la curiosidad a permanecer y mirar. Mirar aquellos cuerpos voluptuosos cargados de misterioso morbo sensual, tan diferentes a otros, someramente descubiertos hace ya algún tiempo, más sutiles y tempranos, de formas recién amanecidas, ofrecidos con inocente descaro en el juego iniciático de la  niñez  pero ocultados con recato al  avanzar su despuntar… ¡Eh!... ¿En qué vergeles me estoy metiendo? Gracias por avisar, ni puedo, ni debo continuar…Digamos que el tiempo transcurrido ha velado de nuevo el cristal.    

Nunca más me seleccionaron para un concurso, y menos de redacción.

ulpiano rodríguez  calvo 

EL BRANU TA A PUNTU DE FUXIR


Ah rapaces, sei que muitus de vos intrugasteis  abondu pul pelgar nesta tempurada pasada, peru nun fixe nada purque sigu tandu feitu’n cacharru. Este cadril dereitu téngu-lu entotsau, que apenas puedu muvé-lu, andu cunel arrastru sin pousá-lu cumu si tuviera tulliu. Agora apenas faigu nada na casa: doi-tses de cumer a las vacas, a lus gurinus, a las pitinas ya poucu más. Nun puedu cunu caldeiru la chavaza lus gochus. Toi más tiempu estramazau nu escanu que de pía.

Fai poucu, a primeirus del branu, pur San Xuan, cheganun lus subrinacus de Madrí ya unu detsus, el más piquenu que ía afichau miou, ía algu tsangurdiu ya curtexador, ya cun esu truxu cun él una rapazaca flacucha que paré un bilimbau, peru esta rabilera de mucher vaya arte que tien la cundenada; ía salerosa cumu etsa sola. Entre tous etsus echánun-me una manu pa pañar la yerba que foi cumu si viniera dios a ve-me. La nuviaca esta del subrinu faía-nus la cumida ya cucinaba muitu bien. Fíxu-nus un día unas fabas cun urecha de gochu que taban cumu pa tsamber la escudietsa. Miánicas si nun fora pur esta xente ya la Rulindes que tamién nus echou una manu, tendríamus que deixar nus praus toda la yerba sin gadañar.

Lo pior deste rapazacu subrinu miou, ía que él ya la nuviaca duermen xuntus nu mismu camastru ya pu las nueites nun paran de fuchigar ya reblincar, reniegu’l diablu si  nun paré que tuvieran la zogue; tal ía la xirigonza que amañan toda la nueite, que nun nus deixan pigar güechu a lus demás. You nun sei lu que faerán peru más paré que durmieran nun xergón de fuecha de maiz que nun culchón de tsana. Minudu ruxidoiru en toda la nueti. Hai nueites que tantu me cabrean que tsevantu-me  ya salgu pal estroucasa ya cunas madreñas calzadas encima lus carpinus  andu d’acó p’acutsó, de la sulana al curredor, hasta que me fartu. Astoncianas catsan un poucu lus diablecus estus, peru al ratau ya tamus outra ve lu mesmu. Nun paran de fuchigar, cumu si tuvieran anialaus entre la pacha. Mia mai diz que lus deixe en paz,  purque esu agora fain-lu tous lus rapazucus nuevus ya cunu pirmisu de lus pais. Asina que, a catsar la bouca. El outru  día cuandu tses dixe you que, qué caraxu faían pu las nueites que tantu estrueldu mitian ya cuntestou-me él que yera que la guaxuca esa, que ta marietsa cumu si la gumitara‘l gatu, tinía muitas cusquietsas nus pías ya na barriga ya cuandu él l’afalagaba dábatse la risa ya daba curcobus cumu sifora una xatina nu prau. Riniegu lus demonios lu que hai que uyir;  you atsouquezcu cun estus rapaces, ya cun esu alon. Tamus pirdius cuna xuventú.

Peru voi dicí-vus que anque nun pude apenas agüechar el blog nesta tempurada última,  sei que chegou una rapaza nueva que se chama Maribel. A esta mucher cunozcu-la you. Minuda rapazona repotsuda que taba feita de moza; ya agora supongu que tará lu mesmu. You anque agora toi tou derranau feitun peltrazu, de rapacín tengu beitsau alguna ve cun esta nena nus Nugales candu baxaba-mus al Carmen. Ya paecía una gran rapaza purque you yera un retacu piquenu que nun faía parexa cun etsa nin muitu menus, ya etsa ya l’amiga nun nus  dicían que non cuandu tses pidíamus que  beitsaran una pieza cun nos. El outru que diva cumigu taba más espurriu que you,  paecía un velaxu de lu tsargu que yera; espués tamién tuvo unus anus cunus flairones de Corias. Agora nun sei pur ou andará aquel magüetu.

Tamién sei que esta moza casou-se cunu rapaz de Camposín, Manolo,  que estudiaba muitu bien. Ricuerdu que tandu en  Corias cunus flairones a él ya outru rapacín dienun-tses un diploma ya cuartus en mitálicu pu lu buenus estudiantes que yeran. Taba na Barbería de Oscar un papel pigau na paré cuna riestra de nomes de lus mexores estudiantes de Asturias. El primeiru yera de Cangas de Onís ya lus dous siguientes de Corias. Unu destus yera este rapaz de Camposín, yal outru nun m’alcuerdu quien yera.

Cuandu andu a minudo de pelgar pur Cangas, suplandu algún vinín que outru pul Murenu,  u salgu del Ayuntamientu, quedu-me espaparutau amerandu pa la fachada de lus curredores de madera tan guapus que tien  la casa deste rapaz de Camposín.

Agora, anque nun tengu tiempu de tseer muitu, nutei questa rapaza, Maribel, garabatea muitu bien aiquí nu blog, ya cumu sei que tien bona mimoria de tou lu de Cangas, a ver si s’alcuerda de cuandu tien beitsau de nena alguna ve cumigu. Cumu pista direitse que you baxaba a la Vitsa lus sábados siempre cuna guichada, peru pa beitsar pousába-la  na paré.
Intrúgutse-lu a etsa purque estus outrus rapazones del Blog nun s’alcuerdan nada de quien yera “Jesusín”. Ya lu dixi outras veces, que cun Olguina la de Marcus tamién tengu beitsau de rapacín, antes de que etsa curtexara cun el sou home;  aquel mozu de Salas que yera un gran rapaz, bon depurtista ya bon estudiante;  ya vaya bien que beitsaba esta rapacina,   yera lixera cumu una pionza. Cun Mamen nun pude beitsar purque esta mucina yera muitu guapa ya nun faia casu de los aldeanus que andábamus de madreñas, cuna guichada pu  LaVeiga, rudeaus de xatus ya gurinus.

“Jesusín”, el pelgar

lunes, 13 de agosto de 2012

PAPÁ, MAMÁ, QUIERO SER ARTISTA

 Texto y fotos:  jrFRANCOS


     En mis tiempos -y en los vuestros, de mi quinta-, cuando un adolescente decía en casa que quería ser pintor, cantante, torero, músico..., en fin, encauzar su vida por el mundo artístico, sus padres le solían contestar: "Bueno, sí, pero tú estudia una carrera (o aprende un oficio) primero". Es decir, que lo otro pertenecía al mundo de la bohemia y la farádula, gente del mal vivir (porque se morían de hambre, bien retratado en la novela -y película homónima- "La Colmena" de C.J.Cela en la persona de los poetas, y también en la de Van Gogh, sobre los pintores;  y porque hacían gala de costumbres socialmente enfiladas por libertinas).
    Hoy día,  en cambio, he visto cómo padres de alumnos míos, cuando les veo por la calle y les pregunto por sus hijos, me dicen con toda naturalidad: "Se ha ido a Mérida a hacer el bachiller artístico". (Hay, todavía, quien con cierta retranca apostilla: "Quiere ser artista... Nos va a sacar de pobres", pero son los menos).
    Suerte la de estos chicos. Yo en casa, cuando dije que quería ser torero, escuché:  "Estás chalao. ¡Cuántos grillos en la cabeza...!". Aunque también hubo quien, más condescendiente y comprendiendo que tenía inquietudes, me aconsejó que  estudiara mucho durante el curso y por el verano que me fuera por los campos de Salamanca y Extremadura de maletilla.
 
   Con el tiempo, y a base de palos de ciego y de ensayo-error, me centré en la escritura y la fotografía, las cuales cultivo de un modo intermintente, modalidades en las que lo que pueda saber lo hice de un modo autodidacta, lo cual lamento mucho, pues se malgastan muchas energías, aunque lo que aprendes queda grabado en ti con convicción de fuego.

     Nunca toqué la pintura. Es más, los alumnos en mis clases hacían láminas, frescos sobre lienzos de papel, y graffitis sobre paredes autorizadas que yo era incapaz de hacer (lo mío, y las matrículas de honor, era en dibujo lineal). Pero ellos, sin mi motivación, ideas, sugerencias, correcciones y todo lo que es la labor de un maestro, no serían capaces de hacerlas.
     Sí me gustó siempre la escultura (y el diseño); por ahí tengo algunas maquetas de conjuntos monumentales que allá, en mi campito, con la colaboración de un ayudante -que sepa soldar, pues a mí se me olvidó...,lo siento, Sr. Lisardo- igual un día me animo  y las llevo a la práctica.

                                    Aspecto que presentaba la pared el día de San Isidro, 15 de mayo.  


     Las fotografías que vienen a continuación, son precisamente de pintura, una pintura libre, sin boceto ni premeditación que fui haciendo sobre el contorno de las piedras vistas en una pared en diente de perro encalada, tal y como me iban saliendo. En principio me limitaba a contornear la piedra, pero como vi que tenía -sin querer- mucha influencia "mironiana", rompí formas y salió lo que vais a ver, inspirado en objetos cotidianos, como un porrón, un sombrero, un coche, gaviotas volando, globos sangrantes, etc.
     La realización fue entre las doce del medio día y las cinco de la tarde, 35º en el termómetro,  bajo la protección de un paraguas, con interrupciones para beber agua (sé sincero, amigo, lo que bebías era sidra,  etiqueta negra, marca Trabanco, acompañada de bocados de membrillo con tropezones de nuez y almendra, cosecha propia, y pan duro que había desecado al sol para los perros, pues no había otro) y darme un  chapuzón en la piscina). 
        La misma pared el 12-8-12  a las 17 h.  Único espectador, Tonmy o Róver, uno de mis perros.    

Como veis, por ahí aparece la silueta de un coche. (La mancha negra del acerado, y que aparecerá en otras tomas, es del agua de la fregona, con que quité las salpicaduras).



Y aquí ahí vuelan dos gaviotas. Una olla inclinada y un elefante intentando subir la basa de la columna conforman la composición.


      En esta secuencia se ve desde un nueve que se descompone por el pedúnculo a lo que cada uno quiera imaginarse, como por ejemplo la bolsa de los "ahorros" de los directivos de Bankia.
 

El porrón de vino que no falte, ni tampoco un boomerang para jugar. Entre ambos... ¿qué os sugiere esa figura? A mí, por lo menos dos cosas. ¿Quién se atreve y lanza una?


NOTA.-Veo que me salté la toma del  lienzo de pared 4, donde aparece un globo sangrante, un sombrero, un ratón tras una pelota y un tanque-animal sin patas. Bueno, da igual. Sólo deciros, para terminar,  que después de esta realización, se me olvidó el tropiezo del ordenador con el BARRIENDITO, me metí en casa, me aseé, comí y dormí la siesta desde las 18,15 a las 19,30.
¿En qué quería yo cagarme a las 11,30 cuando se me quedó en blanco la pantalla?

domingo, 12 de agosto de 2012

BARRIENDITO...y sin que sirva de precedente/2


Por jrFRANCOS

     (NOTA preliminar para refrescar la memoria.-Hubo un tiempo en que tenía un sección que titulaba "BARRIENDO... y no precisamente con escoba", que me era muy útil, pues como entraba al Blog de tarde en tarde, ahí metía todo lo que en su día debían haber sido comentarios hechos en fecha y forma. Pero, a mí que me gusta ser un poco como el ave Fénix, destruyo para volver a construir y bajo esa filosofía que aplico a casi todas las facetas de mi vida, llegados a la entrega 12 finiquité las "barreduras", como en cierta ocasión dijo Cubanín. ¿Qué sucedió? Que me di cuenta que había  tirado la guadaña antes de concluir la siega de la hierba. De ahí estas "barreduras" menores, por seguir con la terminología del citado, a quien añadí en la entrega uno la coletilla de "...y sin que sirva de precedente", como si pidiese excusas por reincidir con la misma agua pero de distinto cantar o no tan distinto (un poco sí, en el "modus" de lectura interlineal). Y a fe que lo emplearé de tarde en tarde (el anterior fue... ¡uf!, ya ni me acuerdo: tiempo ha), en casos de extrema necesidad (?), como ahora, en que tras mirar fechas atrás un día el índice de entradas, veo que de diez, cinco eran mías. ¡O sea, que yo llevando el 50% del peso del Blog (si exceptueamos los comentarios!). Al carajo, me dije, yo también me voy a tumbar a la bartola, como hacía el Prior por su Rengos natal pescando truchas en el alto Narcea, excursioneando por el monte o taconeando por Cangas, echando de vez en cuando la caña (léase garganta) y pescando algún que otro vinín, cuando no de mantel y mesa con las blogueras. Y como habéis hecho muchos de los habituales.
Pero sucedió que al volver al Blog veo en el índice varias entradas, algunas leídas y otras ojeadas solamente, y queriendo contestar -y también decir-, me veo en la necesidad de ser reincidente
     FIN de la nota).

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Para MARIBEL.-Te gusta Extremadura y Portugal, dices (5-8-12, comentario). Coincidimos. Cuando vuelvas por aquí, pídele el teléfono o correo al Prior y ponte en contacto conmigo. Me gusta gusta recibir a la gente y hacer de improvisado guía. El pasado año por estas fechas así sucedió con Alfredo fdez.  y señora (tidempos atrás lo hicieron también Samuel y la suya), aunque no estuve muy a la altura, pues ¡me vinieron en pleno agosto, justo cuando se derretía la suela del zapato mientras íbamos paseando y viendo por Zafra! Es que yo a partir de los 35º dejo de existir, concentrando todas mis energías en luchar contra el inclemente, bien sea encerrándome en el salón con el aire acondicionado, saliendo sólo de madrugada, tanto matutina como vespertina, o duchándome  cuatro o cinco veces al día, o haciendo el rana: entrando y saliendo de la piscina otras tantas de veces.
Te digo: la época ideal para visitar Extremadura es el otoño, largo y suave, con la hierba ya rebrotada, que te lleva a diciembre casi en mangas de camisa, y la primavera, que de un modo intermitente empieza a finales de febrero ("Por San Blas, la cigüeña verás") y se prolonga hasta San Isidro, en el ecuador de mayo. Una primavera peculiar, en dientes de sierra o mejor de tronzador (útil empleado por los antiguos madereros para cortar troncos), con días de  temperaturas de baño, para a la semana siguiente tener que prender la estufa. Pero de un campo y unos bosques (la dehesa) verde como la mejor Asturias y si acompaña la lluvia, exhuberante.
d
     Escribes: ..."Al no ser antigua alumna de Corias, no puedo tener demasiado que aportar". Craso error. Como apreciarás por el contenido de las entradas, aquí se habla de casi todo, menos del convento y de Corias. Como cuando nos juntamos el último domingo de septiembre para comer convocados por ADEACO. (Repito, para comer y sólo para comer..., y repartir "distinciones". Ya me entendéis).

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Para GALÁN, nuestro nunca bien amado y ponderado Prior.-Pulgar hacia arriba por esa remodelación  visual en la presentación del Blog. La fotografía es muy espectacular. Buena Me gusta.
Deberías seguir, por ejemplo, sin quitar el sello o escudo del convento, decirle a un pintor que con alguna de las técnicas (acuarela, aguarfuerte..., de las que difuminan contornos) te hiciese una versión moderna. Es un poco "demodé" y rancia la que aparece, no acorde con el contenido de las entradas del Blog, a veces vivas, de actualidad y  dinámicas.
     Otra cuestión: a mi parecer, la PRESENTACIÓN es muy larga. Y no responde en su filosofía (recordar cosas del internado y de aquellos años de estancia en Corias, fundamentalmente, aunque sin cerrarse a otras) a lo que está sucediendo, que es, para no repetir, lo que le he dicho a Maribel en el úlltimo párrafo: de casi todo, menos del convento y el internado.

(Respecto a lo de larga, esta anécdota: Con motivo de esa serie dedicada a los artistas santeños, entró en cierta ocasión el amigo de uno de los reseñados. El hombre no debía de tener muy claro lo que es un prólogo y otras cuestiones, porque cuando me ve, dice: "Estuve viendo en TU blog lo que escribiste de... Vaya rollo que te marcaste antes de ir la grano". Se refería a la presentación, que se la leyó de pe a pa, creyendo que la había escrito yo, ya que se trataba de MI blog).

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Una de arena para MORÁNen que en .-Escribes con cierta regularidad. Y lo haces bien. Estilo pulido, con trasfondo culto a veces, muy medidos los tiempos y los espacios (me recuerdas a esos columnistas que ya saben que en folio y medio -o en dos mil caracteres- tienen que decir lo que quieren decir. y lo consiguen, porque tienen oficio. Tú también. Aunque si por hacer honor a un conocido mío, que dice que siempre tengo que poner un alfiler tras un elogio (apreciación que no comparto, pues me gusta ser generoso con el trabajo de los demás, así como no pido que lo sean con el mío, pues me interesan las críticas... si no van con mala baba, como aquí en el Blog se me han hecho muchas, siempre sin  explicar ni razonar, porque ,o otro es lo fácil y esto requiere de sesera), te diría que, bajo mi punto de vista, eres bueno pero sin apasionar, bien sea a favor o en contra. Repito, bajo mi personal apreciación.
     Pero no era eso lo que quería decir. Lo que quería era censurar con cariño tu falta de participación en los comentarios. Jamás he visto uno. Como esos blogueros que lanzan sus propuestas, escritos o hipótesis para que el vulgo opine y dedbata, pero ellos jamás lo hacen. Me recuerda esa postura a la de los emperadores romanos, que lanzaban al circo a fieras y personas para que se despedazaran y entretuviesen al personal sin implicarse lo más mínimo (bueno, sí, ponían el pulgar hacia arriba o hacia abajo al final de cada actuación), sólo se limitaban a poner su figura (en tu caso, firma), para recibir los elogios y aplausos del respetable.
     Bueno, pues por una vez, si exceptuamos aquella en que hablaste de educación y saltamos Ulpiano y yo, ahí tienes una.

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Una de cal para MORÁN.-E en junio representaron en la plaza del parador de Zafra la obra de Alejandro Casona La barca sin pescador. Y hace tres semanas en el auditorio de aquí Los árboles mueren de pie. ésta sí la fui a ver, pese a no ser muy aficionado al teatro (cosa que  no puedes decir en público y mucho menos entre culturetas, sino quieres que te digan de Atapuerca para arriba, pero yo lo digo). No recordaba el argumento, que en pocas palabras resumo así: se trata de una ONG que ayuda a personas con problemas personales, todo ello mezclado con situaciones de enredo, humor y un sentido poético y trascendente.
     (A ver si un día hablo de este autor con más detenimiento).

     Yo siempre recordé como positivo, incluso con cierta satisfacción, el que cuando nos dabas clase de Literatura nos leyeses varias obras de este autor (aparte de las citadas, La barca sin pescador  y  La sirena varada). No porque prendiese en mí en gusto por el teatro, que ya dejé clara mi postura, sino porque me despertaste la mente y la capacidad ensoñación, que es una forma, una cara de ese poliedro llamado inteligencia, muy necesaria -la capacidad de ensoñación y fabulación- a quien como a mí nos gusta escribir y encontramos en ello una válvula de escape y un cauce de comunicación. Por tanto, y ya sin mas dilaciones, pulgar hacia arriba por aquel profesor a quien llamaban el Padre Morán, un poco presumidillo él -¡y quién no, con veintitantos años! ¡Pero si hasta lo sigo siendo yo y tengo sesenta y cuatro!- pero buena gente y mejor profesor.

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Descubierto un tercer especímen de la FAUNA IBÉRICA.-Para quienes no recuerden, decirles que en su día hablé de los ADANISTAS (aquellos que piensan que antes de Adán, nada, cual son los nuev


PROMOCION 62 - 69

Buenas noches.

Por distintas razones no dispongo de mucho tiempo para entrar en el blog por lo que, cuando entro, np tengo tieempo para leer todas las entradas atrasadas.

Hoy no es una excepción. Por ello voy directo al asunto:

Este año se cumple el 50 aniversario de la entrada en Corias de la promoción 62-69.

Para los que no lo recuerden es aquella que formamos, entre otros, Cuervo, Candamo; Isaias, Ginés, Rogelio; Malvarez, Bernaldo, Lin, Mieres, Fino Pombal; Carlos Alvarez; Chani, Gustavo, Flor, Tinin "Carcarosa", Tino "Cuyás", Pepe, Lada, Fidel, Leví; Justo, Dimas, León, Roberto, Agustín, David Collar, Arguero, Maximino; Paco Bárcena, Chus, Mario, Esteban, Mieres; José Luis, Octavio, Pepinillo, Llaneza, Biempica, Domingo, Varela, Longinos, Toñín; Juan de Tuña, Fontaniella, Pero Sanz, Pipo, Joselín,....y otros que seguro se me olvidan

Si alguno sabe de ellos sería de agradecer que los avisase de que este año pretendemos reunirnos en Corias apovechando la reunión anual de ex-alumnos.

Sería algo inolvidable para todos nosotros,

HACER CORRER LA VOZ.

Gracias a todos,

Felipe (José Ramón Fernández Fernández)

viernes, 10 de agosto de 2012

EL ABUELO Y EL NIETO ¡PROMESA CUMPLIDA!



     Tomando "un algo" como él dice en Sta, Cristina

Hacía ya un tiempo que le había prometido a mi nieto Diego llevarlo a conocer el tren con un viaje a Oviedo y otro a  Avilés.

La semana pasada, hice un alto en mis paseos diarios y después de recogerlo en su casa nos fuimos en coche, porque el autobús que también es un medio en el que le gusta viajar pero nos queda un poco a desmano, hasta la estación de trenes de Gijón para ir hasta Oviedo. Allí sacamos el billete para mí,  puesto que los niños menores de 6 años, de momento no pagan. Después de una pequeña espera, que llevaba con impaciencia, preguntando cada poco cuánto tiempo faltaba para salir, nos subimos al vagón de RENFE en dirección a la Capital. Me preguntaba cuántas veces iba a parar y como quiera que a voleo le dije que unas doce, cada vez que llegaba a una estación iba descontando. Entonces le tuve que medio engañar, que debían ser menos porque en algunas las iba a pasar de largo sin parar. No le convenció mucho la respuesta, pero no dijo nada más. Le llamaban especialmente los túneles. Cuando habíamos pasado  la estación de la Corredoria, por la vía de FEVE un convoy nos adelantaba, no sin las protestas del infante que no quería que otro tren llagara antes. Se llevó una alegría cuando al entrar en la estación en Oviedo el otro tren que iba despacio para acceder a su andén, fue adelantado por el nuestro. Nos bajamos y fuimos por la calle Uría a dar un paseo y luego a tomar un refresco en la Cafetería Santa Cristina al lado de la Estación. Allí nos hicimos una foto y a la vuelta en vez de RENFE, elegimos FEVE, que desde hace un par de años cubre el servicio de Gijón a Oviedo con solo cuatro paradas. Regresamos a su casa  y al despedirnos después de pedirme los billetes para guardarlos, me dijo:

                                          
                                                   Destino: Gijón

- Güelito, otro día tienes que llevarme a Avilés.
- Vale, vale. La semana que viene ¡Vamos a Avilés!.
Y ayer hicimos otro alto en los paseos y a cumplir la promesa hecha. Otra vez a la Estación, billete para el tren que antiguamente se denominaba el Carreño, hoy FEVE y para Avilés que nos vamos. La primera pregunta:
-¿Cuánta falta  para el tren?
Como en la Estación hay un reloj bastante grande le dije que cuando la aguja grande, que estaba en las 10:15, llegara al nº 6, el tren salía. El reloj tiene un segundero grande con un circulo en la punta para señalar los numeros y me preguntaba si era aquella aguja.
-No, cada vez que esa aguja da una vuelta, la otra grande da un salto, ¡fíjate bien!. Cuando comprobó que así era, estuvo toda la espera viendo el minutero dar saltos.


        Contemplando como pasan las agujas del reloj

Después de subir al tren la pregunta de rigor.
-¿Cuántas estaciones hay?
-Hoy tenemos más que el otro día. Ya iremos contando.
Viaje normal, contemplando la fábrica de Aboño y la antigua ENSIDESA en Llaranes.
Una vez en Avilés un paseo hasta la plaza del Ayuntamiento, un refresco en una terraza y vuelta a la estación, diez minutosde espera y a casa.

 
                                                  Vuelta a casa

Al paso del tren por Perlora he sentido una tristeza enorme. La llamada Ciudad Residencial, un ejemplo en su día como destino vacacional para la gente obrera, jubilados y gente joven que llegaba desde distintos puntos de España de “campamentos”; un lujo que en aquellos tiempos era reservado solo a unos pocos;  con cerca de 100 casas construidas en una amplia finca limitando con el mar, construida a principios de los años 60 y que tantas veces había contemplado en mis viajes en tren hasta Gijón, cuando desde Cangas bajábamos en los camiones de la mina hasta Pravia o San Juan de Nieva, está abandonada por completo.


                  A los chalés se los come la maleza

El hotel que había además de las casas individuales que habían sido construidas por encargo de distintas empresas para las vacaciones de sus trabajadores en turnos, ya fue demolido hace unos años y el resto estaba pendiente de un pelotazo urbanístico que no pudo consumarse de momento debido a la crisis del ladrillo. Aunque las fotos están tomadas desde el tren en marcha, se puede apreciar el deterioro que padece lo que fue un lujo para la clase trabajadora. ¡Qué pena de políticos!


                             Hórreo - vivienda "en el desierto"

Ahora ya tengo el compromiso de que "cuando Pablo sea como yo, tenemos que llevarlo también en el tren".

miércoles, 8 de agosto de 2012

COMENTARIO A “DE LAS COSAS DEL COMER”

En realidad este texto era un comentario a la entrada de Ulpiano sobre, “de las cosas del comer”, pero me salió un tanto largo y no me lo admite como comentario, por eso lo pongo como una nueva entrada.

Dice Samuel en su comentario a la entrada “de las cosas del comer” que Ulpiano y yo tocamos todos los palos, pero debo precisar que en el tema gastronómico yo no puedo compararme con Ulpiano en nada; este mozo de Limés es un auténtico sibarita en cuanto a gustos culinarios y yo me considero solamente un zampón con buen apetito que no pone peros a casi nada. Lo que sí puedo decir es que durante los años de trabajo sí tuve la oportunidad de comer en excelentes restaurantes de casi toda España, pero, aún así, yo no tengo el bagaje gustativo de Ulpiano ni por el forro. En el tema de cata, ahí sí poseo algo más de experiencia, pero en general, no le llego a los calcaños. Para  que esto quede claro voy a relatar algo insignificante, pero muy ilustrativo, que me pasó en Madrid hace muchos años.

Durante una de mis estancias en Libia, junio y julio de 1979, trabajando en pleno desierto a 55 grados centígrados de temperatura ambiente, por encargo de Ferrovial para  un proyecto de autopista, las condiciones climáticas eran tan extremas que del paso del calor tan elevado que había en el exterior, al frío aire acondicionado de la oficina  se me produjeron ciertos daños en los bronquios que en el momento no noté sus síntomas. A los pocos meses de regresar a casa tuve un contratiempo pulmonar importante por el cual fui ingresado en el complejo hospitalario del Hospital del Rey en Madrid, concretamente en lo que se llamaba Hospital Victoria Eugenia que estaba dedicado exclusivamente a las enfermedades del tórax. Nada más ingresar se me asignó una dieta ligera para perder peso y con aquella dieta hipocalórica pasaba bastante hambre pues, mi alimento fuerte en las comidas principales se componía de alcachofas de bote cocidas sin sal y con un aspecto y un color que daban más ganas de huir que de sentarse en la cama a comer.

Un día por error llegó a mi poder una bandeja con un colmado plato de paella y otra cosa más; yo nada más posarlo en mi cama  me dí cuenta que aquello no era para mí, pero  le metí mano a todo correr para que no se pudiera deshacer el entuerto y así fue. Tal que la enfermera al darse cuenta y volver rápidamente para retirarme el menú  ya era tarde; yo ya le había hincado el diente de tal forma que tenía media paella trasegada. Aquella moza se cabreó mucho conmigo y me echó la bronca hasta más no poder, por comenzar a comer aquel plato que sabía de antemano que no iba destinado a mí, pero como ya tenía mal arreglo la cosa, me dejó continuar.

A pesar de la voluptuosidad con la que yo estaba engullendo aquel arroz, pude observar  que entre los tropiezos había un cuerpo un tanto extraño y muy diferente de las  pocas almejas  y algún  mejillón que por allí había. Según fui avanzando en  el corte del arroz  al llegar con el tenedor a donde estaba la cosa  desconocida vi perfectamente que aquello no era  marisco sino, una oronda cucaracha rubia de antenas muy largas y  de tamaño aceptable. Yo, ni corto ni perezoso aparté el bicho aquel  hasta el borde del plato y seguí comiendo como si tal cosa. Es más, concluí la ración dejando  el plato reluciente con tan solo dos o tres valvas de las almejas, alguna de los mejillones y la señora cucaracha bien a la vista y en posición normal como si fuese a caminar. Cuando llegó la persona que recogía las bandejas le dije en plan de broma: “mira, por favor, dile al cocinero que cuando vuelva a hacer paella que no hace falta que le eche de este marisco tan raro; para mi gusto está igual de bueno el arroz sin él. ¡Buena la hice! Aquella moza al ver la cucaracha en el plato y éste completamente limpio de comida, salió despavorida de la habitación camino de las cocinas y volvió acompañada de una legión de mujeres y todas apelotonadas en la puerta de mi habitación preguntaban ¿Cuál es, cuál es? Porque la habitación era de tres camas. La camarera les decía a las otras, es aquel: el de la ventana, el de la ventana, el que se comió  la cucaracha. Todas aquellas mujeres ponían unos gestos de asco que solo les faltaba escupir al unísono todas en el suelo par hacerlo más patente. Yo me reía y les decía: sois unas exageradas. Tampoco es para tanto hombre, pues  no me  comí el bicho; habréis comprobado que  tan solo tomé la sustancia. También debiera haberles dicho: si tuviérais la fame que tengo yo y  hubierais pasado siete años por el internado de Corias, seguro que tampoco le hacíais  ascos a este gustosísimo plato de arroz.

Debo decir que, durante el resto de los veintiocho días que estuve internado en aquel estupendo sanatorio, raro sería  el día que no apareciese  alguien por la puerta preguntando por lo bajini: ¿quién es  el de la cucaracha? Yo les respondía al instante: soy yo, soy yo y siempre huían con cara de asco y haciendo ¡¡¡puajjjj!!! Así pues, como deduciréis por esta anécdota,  y tengo varias más, el refinamiento mío en este sentido deja bastante que desear.

B. G. G. bloguero “Prior”

lunes, 6 de agosto de 2012

ATRAS SANCHO, CON LA ADMINISTRACIÓN HEMOS TOPADO

Supongo, que estas fechas, ya todos hemos cumplido con nuestra obligación ante la Agencia Tributaria y seguro que, quien mas quien menos, tiene alguna anécdota curiosa o, a nuestro parecer, en muchos casos injusta a todas luces.
Viene este comentario a cuento, después de hacer la declaración en la misma Agencia Tributaria, como todos los años, y me encontrara con detalles un tanto insólitos.
1º Con nosotros vivía, desde hace varios años, la madre de mi mujer que falleció en abril de 2011 y por la que se estaba deduciendo en el apartado de “mínimo por ascendiente” mayor de 65 años.
Al cumplimentar este apartado nos comunica, el que nos ha tocado en turno, que no tenemos derecho a deducción alguna por haber fallecido antes del 1 de enero de 2012.
Yo le contesté: “De acuerdo, se podrá deducir la parte correspondiente al tiempo que vivió con nosotros”
Contestación: -No señor, si hubiera fallecido el 1 de enero tendría derecho a ponerlo en su declaración pero al fallecer antes de esa fecha ya no puede hacerlo.
Pregunto: - Es decir, que si fallece el 31 de diciembre tampoco puedo incluirla?.
Contestación: - No señor, no puede incluirla.
Si alguien lo entiende, que me lo explique porque yo
NO LO ENTIENDO.
2º Tu hijo ha cumplido 25 años el 31 de diciembre de 2011 y sigue viviendo con sus padres, porque está estudiando o no tiene trabajo. Tampoco lo puedes poner en el apartado de descendientes a su cargo porque a fecha 31 de diciembre tiene 25 años.
Si los hubiera cumplido el 1 de enero de 2012 la cosa ya es distinta. Por una hora ya no se le puede dar de comer ni se le puede vestir; se tiene que arreglar él solito.
NO LO ENTIENDO.
3º Mi mujer es copropietaria de un inmueble declarado de interés histórico por lo que está obligada a mantenerlo, cuidarlo y abrirlo al público.
Se solicita subvención para obras urgentes y totalmente necesarias.
Para ello es necesario presentar proyecto y presupuesto de la obra a realizar. Conceden la subvención pero por un importe inferior a la cantidad solicitada.
Para el abono de dicha subvención es imprescindible presentar la factura por un importe igual o superior a la cantidad concedida y que personal autorizado compruebe que la obra se ha realizado correctamente.
Lo curioso es que, a la hora de hacer la declaración, esta subvención hay que ponerla como incremento de patrimonio con lo que la escala del IRPF se dispara y el saldo positivo sale por las nubes.
Pero lo más curioso es que los gastos ocasionados, tanto el importe de la obra como los de mantenimiento y conservación, sólo desgravan el 15% de su importe y con el límite máximo del 10% de la base liquidable.
Conclusión: una obra de 12.000 euros, subvención de 10.000, incrementa la declaración unos 3000 euros y desgravan, en un sueldo medio, aproximadamente 500 Euros.
Esto explica la cantidad de edificios, declarados de interés, que están abandonados porque es totalmente insoportable su conservación.
Como dato curioso, las donaciones a los partidos políticos tienen una deducción del 25% . y el mantenimiento de edificios declarados de interés un 15 %..
NO LO ENTIENDO.