Los años bisiestos en general, no gozan de muy buena fama que digamos entre el populacho, y creo que ese descrédito o sambenito lo tienen bien merecido pues, cuando la gente les teme y nadie habla en positivo de ellos, eso se debe a que normalmente, estos anómalos periodos de tiempo, son portadores de acontecimientos poco beneficiosos para la humanidad. Y para mayor inri, no conformes con su condición de gafes, los bisiestos se nos presentan con aires de cierta generosidad y grandeza, pues, cada cuatro años surge uno de ellos que presume de tener 366 días y de ser más "grandón", para diferenciarse de los demás. Pero este rasgo de esplendidez aparente es engañoso, en el fondo, representa todo lo contrario, ya que, lo que pretende el taimado bisiesto con esta especie de ñapa, no es beneficiar sino alargar aún más el estado de penuria y de sufrimiento sobre los humanos y seres vivos en general. Y este 2020 así se está comportando y con esa etiqueta de aciago pasará a la historia. Menos mal que, afortunadamente, ya llevamos trascurrido más del sesenta por ciento de su duración.
Por si fueran pocas las privaciones a las que estuvimos sometidos, desde el 14 de marzo pasado en el que se proclamó el Estado de Alarma en el país, hasta el 21 de junio que se levantó la veda, pero con reservas, aún seguimos y parece que el tema va para largo, con limitaciones y prohibiciones, incluido lo peor que es el miedo al contagio, y que desgraciadamente, no se despega de uno ni de noche ni de día.
Entre los múltiples trastornos ocasionados por este pérfido año, tenemos la pena que nos genera el no poder asistir a ciertos acontecimientos lúdicos que celebramos con mucho entusiasmo una vez por año, como es el caso del Encuentro Anual de Corias, prefijado para el último sábado de septiembre y que este año nos lo han usurpado así de un plumazo.
Las circunstancias lo imponen y ahora solo nos queda la esperanza de que para el 2021 haya pasado toda esta pandemia y que nuevamente, podamos juntarnos como viene siendo costumbre desde hace veintitantos años. Para que no se nos olvide la fecha por el paso del tiempo, ya que muchos estamos en edad de eso, de olvidar más que de retener, tendremos que conformarnos con contemplar las fotos de encuentros pasados y pedir que sigamos todos vivos y tiesos como velas para poder reencontrarnos en Corias el último sábado de septiembre de 2021.
B.G.G. bloguero “Prior”