50 años separan éstas dos fotografías.
Pertenecen al grupo de alumnos que terminó 7º curso en el año 1969. Eramos 34. Los 33 que posamos debajo del tendejón del patio de Corias, mas Octavio que, por causas que no recordamos no se hallaba presente, de los cuales, desgraciadamente, solamente estamos en éste mundo 28.
De éstos 28 hemos conseguido reunirnos 18. Los 10 restantes, por causas diversas, no han podido asistir a la reunión.
En la foto superior, de izquierda a derecha y de pie estamos:
Longinos, Carlos, Juan de Tuña, Jose Luis (Rubito), José Ramón (Felipe), Cuervo, Justo, Tino (Cuyás), Florentino, Miguel (Mieres), Isaias, Leví, Fidel (DEP), Joselín (DEP), Fontaniella, Rogelio, Luis Bernaldo, Mario (DEP).
Agachados:
Pepe, Domingo, Tino (Carcarosa), Perosanz, Agustin (DEP), Ginés, Toñin, Pepinillo (DEP), Miguel Angel (Lin), David Collar, Varela, Jose Antonio (Candamo), Pipo (DEP), Fino Pombal, Lada.
En la foto inferior, de pie:
Longinos, Carlos, J,. Ramón (Felipe), Cuervo, Tino (Cuyás), Florentino, Miguel (Mieres), Isaias, Leví, Fontaniella, Rogelio y Luis Bernaldo.
Sentados (ya es difícil el agacharse):
Tino (Carcarosa), Ginés, Lin, Varela, Candamo y Fino Pombal.
Nos hemos reunido el pasado miércoles 23 de Octubre primero en la sidrería La Manzana en la calle Gascona de Oviedo donde compartimos un aperitivo y los saludos y reencuentros pertinentes (alguno no nos habíamos visto en 50 años), y posteriormente, nos dirigimos a la sidrería La Noceda , en la calle Víctor Chávarri donde disfrutamos de un excelente menú y de un no menos excelente trato por el personal de la casa.
Antes de empezar la comida nuestro compañero Cuervo, como más experimentado en hablar en público, tuvo un recuerdo para todos los que no estaban, muy especialmente para los que nos dejaron para siempre. A los que siguen con nosotros un deseo de que se solucionen sus problemas y podamos compartir pronto otra reunión de aniversario. Nos hemos propuesto celebrar el 51º aniversario ya que esperar al 75º nos parecía un tanto presuntuoso.
Del menú no voy a escribir nada. Solamente decir que nada tuvo que ver con los que "disfrutábamos"
en Corias. No voy a calificarlo de mejor o peor. Vamos a dejarlo en "distinto".
En la sobremesa hubo guitarra, canciones de los 60, tradicionales, folclóricas, de siempre..... Pero, sobre todo, hubo recuerdos, confidencias y, lo que hoy en día se dice "buen rollo". O sea: empatía.
Creo expresar el pensamiento de la mayoría de los presentes en que fue todo un éxito que merece la pena repetir y donde se demuestra el vínculo que se creó a lo largo de los años de internado en Corias. Hubo luces y sombras pero, en mi opinión personal, esta camaradería que nos une después de 50 años, es algo de un gran valor.
Un saludo a todos y muchas gracias a los organizadores del evento. Ni un fallo.