martes, 27 de febrero de 2018
domingo, 25 de febrero de 2018
“FATUM”
Yo, que
quise ser marinero
y surcar
los siete mares,
he visto
pasar la vida
tierra
adentro, entre encinares.
Yo, que
quise ser tuareg
y hollar
con mi pie el desierto,
he visto
pasar la vida
varada en
el mismo puerto.
Yo, que
quise ser escritora
y contaros
lo que siento,
he visto
pasar la vida
escribiéndole
al silencio.
.....
MGM
jueves, 1 de febrero de 2018
REALIDAD VIRTUAL
Estaréis de acuerdo conmigo en que en estos tiempos que corren, hasta las personas mayores estamos rodeados, y a veces saturados, de tener tantos enredos informáticos a nuestro alrededor.
El caso es que, para llegar a este estado de hartazgo electrónico, nosotros mismos somos los culpables pues a
veces protestamos, pero nos dejamos llevar por los gustos de la juventud y por los medios propagandísticos de prensa, radio y
televisión que nos los meten hasta por los ojos. No obstante, conviene tener en cuenta que aparte de la comodidad y distracción que nos reportan, hoy en día para estar un poco al tanto de las nuevas
tecnologías y para no quedarse descatalogado y descolgado antes de tiempo, forzosamente tienes que identificarte
con el mundo cibernético, porque si no es así, es como si no existieras.
Pero claro, como lo virtual ni se toca ni
se palpa, a muchos nos pasa lo mismo que a santo Tomás,
que si no metemos el dedo en la llaga no creemos, por eso no
nos convencen del todo, este tipo de entelequias. No obstante, los grandes vendedores siempre están al acecho, buscando formas atractivas capaces de captar la atención del cliente, hasta
la de los más escépticos, para lograr hacernos cada día que pasa más dependientes de las nuevas tecnologías.
Tal es el caso de la venta por internet,
protagonizada por comerciales de ámbito mundial, como es el caso de AMAZON, cuya firma es capaz de proveernos de todo lo que
necesitemos mediante una simple operación de teléfono móvil, y sin tener que movernos de nuestra casa. De ahí que pocos lugares habrá en el mundo,
por remotos que estos sean, que no haya
llegado algún paquete con remite de esta gigantesca firma comercial de venta
electrónica. Concretamente, en mi
pueblo, Posada de Rengos, en Asturias,
raro será el día que no se haga
alguna entrega de mercancías procedentes de Amazon.
Y lo curioso del caso es
que, a pesar de ser un lugar distante de la capital y de los nudos centrales de reparto, con precarias carreteras, se
desplaza un transporte especial para la entrega de estos ridículos pedidos, cuyo valor puede no superar los 5 euros. Es increíble
cómo pueden permitirse esto. De todos modos, viendo el éxito que está cobrando la venta electrónica, me está entrando cierta curiosidad contable por saber cómo se
las apañan estos magos de las ventas, para
que les resulte rentable la venta y entrega de insignificantes mercancías en
lugares tan apartados.
Pienso que utilizarán la técnica del humorista José
Mota: “las que entran por las que salen”. Bromas aparte, comprobado el éxito que están tomando
todo este tipo de operaciones virtuales, yo también desearía encontrar una técnica similar para la práctica
del ejercicio físico obligatorio, pero para realizarlo no en el suelo, sino en la nube, sin tener
que rebajar el nivel de colesterol a base
de pedalear como un poseso hasta la extenuación, por caminos pedregosos de
tierra y grava, o por carreteruchas de quinta categoría.
En realidad, a lo que yo aspiro confiando en los avances diarios de la ingeniería cibernética, es poder practicar deporte cómodamente
desde la butaca de mi mesa de trabajo, de forma placentera y sosegada, aunque hubiera que calificarla de ficticia, eso no me importaría lo más
mínimo. Es más, la foto que ilustra esta reflexión, ya me está aportando
las primeras pistas sobre el asunto, porque veo que se aproxima bastante a la
utopía que yo pretendo conseguir, que no es otra que la realidad virtual.
B. G. G. bloguero “Prior”
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