domingo, 23 de julio de 2017
“DALÍ”
Desvalido,
solitario,
enfermito
imaginario
traído de
acá para allá
por
tiránicas blancuras
en níveas
urnas rugientes;
triste
majestad sedente
en férreo
trono rodante
coronada
gentilmente
por
barretina colgante.
¡Pobre
Salvador Dalí,
pobre niño
consentido
sin papás y
sin amigos
a quien
todos dicen sí!
Patético
niño mío,
no sé si te
habrán querido
pero ahora
serás feliz
en el
Ampurdán celeste
que he
pintado para ti.
.....
MGM
viernes, 14 de julio de 2017
VISITA A LA CENTRAL HIDROELÉCTRICA DE GRANDAS DE SALIME
Ayer
día 13 de julio, dada la mala fama que arrastra el número trece según la superstición popular, es probable que
para muchos no fuera un día muy propicio para alejarse del entorno conocido de
cada uno. Sin embargo, nuestro amigo y compañero Samuel, allá a primeros de
junio ya pensó en organizar una excursión junto a sus compañeros de
colegio y esposas, que no fuera muy lejos y que tuviera un poco de todo: gastronomía, paisaje,
entretenimiento, distracción, cultura… El punto elegido con mucho acierto
fue la Central Hidroeléctrica de Grandas de Salime sobre el río Navia.
En principio íbamos a ser
bastantes más los asistentes , pero por diversos motivos y ocupaciones
familiares hemos acudido solo once: Samuel, Olga, Manolo Camposín y Maribel, Alfredo y Conchita, Raúl y Rosi, Galán y Elena. Como miembro e invitada especial, participante y entusiasta del Blog de los
antiguos alumnos de Corias, nuestra entrañable amiga Gloria.
El
punto de encuentro fue en Pola de Allande a las diez de la mañana. Una vez que
tomamos café nos pusimos en marcha toda
la comitiva con dirección hacia el Embalse de Grandas. La hora prevista para la
visita eran las once. Llegamos sobre las once y diez. Como Samuel lo tenía todo
gestionado a la perfección, no hubo ninguna sorpresa. A la entrada de la
central ya nos estaban esperando los guías, que por cierto, uno era exalumno de
Corias, pero de promociones posteriores a las nuestras.
Antes de iniciar el
recorrido nos pertrecharon de una especie de redecilla de color blanco, a modo
de velo, de usar y tirar, para cubrir la cabeza, y sobre ella nos calamos el flamante y reluciente casco blanco.
Fuimos recorriendo los distintos departamentos de la central, acompañados por
personal acreditado que nos fue explicando el funcionamiento y control de los
cuatro grupos generadores que posee la central, con los consiguientes cuadros
de mandos así como los dispositivos autómatas que vigilan y regulan los posibles
imprevistos que pudieran surgir durante la generación de la electricidad. Como
detalle que apreciaron rápidamente las mujeres fue el refulgente brillo que despedían
los rótulos y dispositivos de los cuadros de mandos que eran de bronce.
En la
sala de generadores existe en la parte alta de uno de los laterales un atractivo mural con mucho
colorido en el que se representa el
proceso completo de la construcción de la presa y que es obra de los artistas Vaquero,
padre e hijo. También recoge figuras que hacen comprensible el proceso de generación
de la electricidad mediante el agua embalsada. Comienza por la nube que
proporciona el agua que aportará la energía potencial necesaria, hasta que
salen de la central los kilovatios a la subestación y de ahí a la red eléctrica. Todo el recorrido fue muy ameno,
muy interesante y bien explicado en
términos muy accesibles para profanos y entendidos.
Sobre
las 13 horas finalizamos la visita, nos hicimos la foto de familia en la
entrada de la central y nos fuimos a comer
a un hotel cercano, en la carretera hacia Grandas, llamado Las Grandas.
Por la tarde nos acercamos hasta Grandas de Salime para visitar el Museo
Etnográfico y que algunos ya habíamos visitado hace muchos años. Nos gustó
mucho a todos por el lugar donde está albergado, el contenido, lo bien ordenado, el número de piezas que posee,
por la simpatía de los guías y por qué no decirlo: por el precio tan económico de la entrada, 1,50 €. Gloria firmó en nombre del grupo en el libro
de visitas y con esto dimos por concluida la excursión.
A la
salida de la visita al museo tomamos un café en un bar frente a la bonita
iglesia del pueblo y cada mochuelo a su olivo. Todos regresamos a casa muy satisfechos de haber disfrutado de
un estupendo día entre viejos amigos. Lástima que Josefa, la mujer de Samuel, no pudo asistir por tener otros compromisos.
Muchas gracias a Samuel por la dedicación y esfuerzo en la preparación del
evento, y decirle que es todo un experto
en logística pues, no deja ningún cabo suelto, todo atado y bien atado, no como les pasó a
otros. Así da gusto.
B. G.
G. bloguero “Prior”
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