PRESENTACIÓN

Anualmente cuando nos reunimos los antiguos alumnos de Corias, bien sea en grupos minoritarios por promociones en diferentes lugares del Principado y alrededores, o de forma general en el encuentro de Corias a finales de cada mes de septiembre, siempre solíamos comentar al sentir la alegría de juntarnos de nuevo que, era una pena el que hubieran pasado tantos años sin comunicarnos y sin saber unos de otros.

Afortunadamente, en estos tiempos eso está subsanado gracias a los medios informáticos disponibles que tenemos a nuestro alcance. Aprovechando la oportunidad que nos brinda BLOGGER para poder crear un espacio cibernético común, en la nube, donde se pueda participar y expresar los recuerdos que cada uno de nosotros guardamos celosamente de aquellos años, es cuando surge el Blog de los antiguos alumnos de Corias.

Esta elemental presentación lo único que pretende y persigue es reavivar la amistad y la armonía que hemos trabado entre todos nosotros durante los años de convivencia en el Instituto Laboral San Juan Bautista de Corias y, que a pesar del tiempo transcurrido, aún perviven frescas en nuestro recuerdo.

Otro de los objetivos del blog es recordar y compartir las peripecias vividas por aquellos jóvenes que coincidimos bajo las mismas enseñanzas, disciplinas, aulas, comedores, dormitorios, juegos, etc., durante varios años en el convento de Corias y que aún las tenemos muy presentes.

La mejor forma que tenemos para rememorarlo es ir contando en este blog todos los pasajes que cada uno de nosotros recuerde, expresados con la forma y estilo propios de cada uno pero, siempre supeditados a los principios del buen gusto, el respeto y a la correcta educación que nos han inculcado los padres dominicos. El temario en principio aún siendo libre, sí debiéramos procurar en general, que tengan preferencia los temas relacionados con el colegio y su entorno, ya que es el vínculo y denominador común entre todos nosotros.

Como es lógico, cada colaborador es el único responsable de sus opiniones vertidas aquí en el blog; las cuales pueden ser expresadas libremente sin condicionantes ni cortapisa alguna por parte de la dirección; tan solo debemos atenernos todos, a las premisas mencionadas anteriormente del respeto y el buen gusto.

Una vez hecha esta breve presentación, se pide la colaboración y aportación de todos los antiguos alumnos pues, seguro que todos tenemos algo ameno e interesante que contar. Unas veces serán relatos agradables y divertidos, y otras no tanto; pero así es la realidad de la vida.

Al blog le dan vida una serie de antiguos alumnos que colaboran de forma fehaciente y entusiasta con Benjamín Galán que es el bloguero administrador. A este galante caballero el cargo de administrador no le fue asignado por méritos propios, más bien por defecto, de forma automática; simplemente, por ser el titular del blog. Pero podría delegar el cargo en cualquier otro colaborador que así lo deseara.

De antemano, muchas gracias a todos los participantes y colaboradores. Tanto a los antiguos alumnos y profesores que deseen intervenir, como a todos nuestros amigos lectores.

¡A colaborar y a disfrutarlo!

(21 de noviembre de 2009)

B. G. G. (BLOGUERO PRIOR)

martes, 30 de noviembre de 2010

UN JUGUETE, UNA ILUSIÓN.

Desde hace bastantes días, y desde algunos medios de comunicación, nos vienen recordando la cantidad de personas, en este caso niños, necesitadas de nuestra buena voluntad. El llamado "bolígrafo solidario", por cierto un poco caro (5 Euros), es la aportacíon que se nos pide para llevar juguetes a los niños de los cinco continentes. Supongo que Europa no entra en este reparto. La pregunta que muchos nos hacemos es si este dinero llega en su integridad al destino deseado. Nos hacemos esta pregunta, a la vista de lo que vemos en los distintos medios de comunicación, principalmente la TV. Estos días sale a la palestra, nuevamente, Haití por la epidemia de cólera y vemos en las imágenes que, después de casi un año del terremoto, no se ha hecho prácticamente nada. ¿Dónde están las prometidas ayudas de todos los gobiernos para paliar los efectos del terrible terremoto? Habría que preguntarle a Juan Carmelo (presidente de IEPALA) qué es lo que ocurre en realidad, dónde va a parar todo lo que se promete, se cumple lo prometido o sólo es de cara a la galería. Seguro que él tiene la respuesta. Pero no es mi intención traer aquí lo que tantas veces se repite y con demasiada frecuencia, sino un recuerdo que tengo en la memoria y que contrasta con el día a día de aquel viejo caserón. Que conste que los detalles están sacados de la "libretina", como comentaba Galán a propósito de los cálculos para roscar. Estamos a 22 de marzo de 1963, para más detalles, miércoles. Por el colegio corre el rumor de que en el pueblo de Corias hay un niño de 4 años con una enfermedad grave (leucemia) y que los médicos le dan pocos dias de vida. Rápidamente, la maquinaria, se pone en marcha y el P. Carmelo organiza una colecta para ayudar, en lo posible, al niño y a sus padres. En poco tiempo se recaudan 6140 pts. que, para aquellos tiempos, era mucho dinero. ¿Qué se hace con el dinero?. Se decide, comprarle juguetes por un importe de 3000 pts. y el resto se entregaría a sus padres para lo que estimen conveniente. ¿Quién entrega el dinero? Se acuerda sea el curso que más haya recaudado y que en este caso fue el de 5º con 1150 pts.. Poco más recuerdo de este triste suceso, sólo que el P. Carmelo se llevó una gran alegría con la cantidad recaudada y que el 19 de abril, casi un mes después, fuimos: el P. Morán, Ángel, Raúl y un servidor a hacer una visita a esta familia. Encontramos al niño muy débil; apenas podía andar pero era, relativamente, feliz con sus juguetes y conservaba intacta su sonrisa. C ambiando el tercio, leo en la "libretina" que, el día 5 de abril se leyeron las notas trimestrales, antes de Smna. Santa, y había 6 suspensos en conducta: Juan Pedro, Juan Manuel, Rogelio y Fontaniella un "0" por no asistir a clase del P. Jaime. Perchín y Dimas un "4" por mal comportamiento.

A CUENTO DEL : HE LLEGADO, HE ESTADO, HE VENIDO...

Al hilo de lo que se dijo aquí ayer en el artículo de La Nopal, respecto de lo finas  que se solían volver  algunas  mozas de los pueblos en aquellos años  cuando emigraban a Madrid   y que, cuando retornaban, no había forma de reconocerlas pues, aparte de que “mondaban”, es decir: adquirían un cutis muy fino lo que era indicio de que no andaban al raso por el campo;  también por lo raro que intentaban  hablar algunas, o al menos a nosotros, es lo que nos parecía.  En aquellos años todos somos conscientes de que en cierto modo, estaba mal visto el hablar en el argot local o bable occidental. Digamos que quedaba pueblerino y denotaba que uno era un tanto atrasado e ignorante. Hoy es todo lo contrario, creo que nos pasamos un pelín. Pienso que en el término medio, como en todo, está la virtud. Con lo cual cuando se salía de la zona por un periodo de tiempo medianamente largo, aunque fuese solamente hasta Tineo,  ya había que demostrar que se estaba uno refinando y el primer síntoma de ello era regresar hablando más fino. Es decir, intentar parecerse  algo  a un castellano que, aunque fuese  “sui géneris”, por lo menos sonaba bien y era diferente al habitual. Dicho esto pasaré a contar una anécdota sucedida en las estribaciones de Los Ancares astures, zona de Villar de Cendias.

A mediados  del siglo XX, años a los cuales pertenece un servidor, en los pueblos de aquella zona había pocos mozos debido a los estragos causados por  la reciente guerra civil y había casas que tenían tres y cuatro hembras solas y hacía falta casar alguna para que hubiera al menos un hombre joven en la casa para poder afrontar con valentía las labores de la labranza. El caso que voy a exponer es de una casa donde eran varias hermanas pero entre ellas había una que se destacaba de las otras por lo guapa y esbelta que era y que podía tener muchas opciones de casamiento pero, tenía el inconveniente que no sabía hablar ni gota de castellano. Todo lo hablaba en galego-bable. Para colmo de males esta  favorecida hembra como se consideraba más hermosa que sus hermanas y las de su entorno, miraba más alto y despreciaba los posibles  pretendientes de la zona, con lo cual  sus padres decían: hay que ver,  con lo buena moza que es había que casarla con un rico de la ciudad, pero al no saber hablar más que galego esto era un grave inconveniente. Tal que, los padres de esta moza viendo que en la zona no había nada que hacer, se pusieron en contacto con un pariente bien situado que vivía en la capital y le rogaron que si sabía de algún mozo  casadero, soltero, guapo y rico que fuera buen partido y que buscase una buena hembra para casarse que le hablara de la parienta guapa del pueblo. Así fue, un día les escribe el familiar desde la capital y les dice que para tal fecha irá con un amigo de muy buena familia y que quiere una mujer en condiciones para casarse. Los padres de la moza todos contentos se preparan y dicen: Menos mal que el pariente nos ayuda pero lo  peor es que si la nena habla ya la hemos fastidiado pues, seguro que el finolis de la capi, en cuanto la oiga falar en galego saldrá huyendo como gato escaldado. Aparentemente el partido era bueno y no se podía desperdiciar por lo cual dicen: cuando venga el pariente con el posible pretendiente hablaremos nosotros y que la moza esté callada, que solamente asienta a todo mediante señas para decir que sí a todo lo que proponga el pretendiente y que no pronuncie palabra; y así no se dará cuenta el gachó  de que no habla ni papa de castellano. Preparan bien la visita y la moza está advertida de que no abra  la boca durante toda la entrevista, simplemente que diga a todo que sí mediante gestos. Llegado el apuesto pretendiente acompañado de un embustero, como se solía hacer cuando se iba a casar lejos, les pasaron a la cocina de Chariega donde estaba el pote sobre la trébede, colgado de la preganza, con el caldo para la cena. Los invitados fueron sentados en el escaño y obsequiados con castañas asadas y cocidas, y vino caliente con azúcar. Los padres de la moza procuraban llevar  la conversación para no delatar a la pretendida. Mientras su padre hablaba del montón de vacas y gochos que tenía y enumeraba la cantidad de praos tan extensos y llanos que disponía la casería,  l a madre de la moza les iba enumerando por lo bajini a los visitantes las múltiples cualidades que la moza reunía, diciéndoles que era muy limpia, callada y reservada, y que además, cocinaba estupendamente, como ninguna, lo mismo se le daba hacer el caldo, que las  papas, los frixuelos, las castañas, los postres caseros y la comida en general, toda le salía de chuparse los dedos. También sabía coser y bordar.  Tal que el pretendiente ya estaba medio encandilado, pues entre el vino caliente con azúcar y  las cualidades de  la posible novia, junto a lo favorecida que era pensaba:  si, sí, es  la mujer perfecta para mi. Todo transcurría de maravilla hasta que, debido al excesivo fuego que había en la cocina de chariega  para que los visitantes no tuvieran frío, el pote que llevaba un buen rato expuesto a l fuego  con el caldo de berzas para cenar, de pronto, comenzó a hervir de forma impetuosa y en medio del silencio la tapa hacía mucho ruido, tal que  la pretendida, no pudo contenerse y exclamó: ¡mama, mama, forforofoira la cobertoira! Con lo cual el pretendiente se le fue todo el glamour acumulado al carajo, quedando muy desilusionado y aquí se acabó el trato. El que dijo que: “por la boca muere el pez, qué razón tenía.” 

AQUÍ ESTÁ LA NOPAL

De la orquesta canguesa La Nopal, como estamos viendo de momento en este blog, hasta ahora han sido todo elogios lo que se recuerda de ella; y la verdad es que son todos merecidos pues,  los de nuestra época tenemos muy buenos recuerdos por los agradables y embelesados ratos que pasamos  bailando a su ritmo y también, como no decirlo, escuchando sus melodías arrimados al mostrador. No debemos olvidar que, no todo era “xiringo” eh, también había buenas sesiones de barra y barrera;  que por cierto, como fase previa a todo espectáculo, es desde donde mejor se ve el material. Fijaros si esto era así que, como consecuencia de  aquellas prolongadas sesiones de ojeo, yo pienso que desde entonces fue cuando se llegó a  la necesidad, convertida posteriormente en moda, de poner coderas en las mangas de las chaquetas y jerseys debido al desgaste de los codos sobre las barras de los mostradores.

Pues aunque todo lo que se ha dicho hasta ahora de esta orquestina han sido solamente piropos, yo sintiéndolo mucho tengo que apuntar  una pequeña crítica, no de todo el grupo, más bien de uno de sus componentes, y a continuación explicaré  el porqué.

 Un verano  de mi juventud,  por el quince de agosto estaba contratada la orquesta La Nopal para  tocar en Posada de Rengos con motivo de celebrarse la fiesta principal de la parroquia, La Asunción de la Virgen. Como todos sabemos, en aquellos años,  sesenta-setenta las orquestas que iban a las fiestas de los pueblos solían tocar  un ratito por la mañana al salir de misa, para el baile vermú, y por la tarde después de comer, reanudaban la marcha, sobre  las seis o siete, para que la gente se animara y fuera saliendo de las prolongadas sesiones de sobremesa y acudiera al “prao” a mover el esqueleto  hasta la hora de cenar, y después de la cena, otra vez de nuevo hasta las tres o cuatro de la madrugada.

A media tarde solíamos acudir  la chavalería para degustar las rosquillas y avellanas tostadas que vendía Oliva la rosquillera, y sobre las siete o las ocho, pasados los calores,  ya se incorporaban nuestros mayores. Con motivo de la festividad principal del pueblo siempre venían  familiares de afuera que animaban y engrandecían la fiesta. Los mozos estábamos esperando que llegase este día como agua de mayo pues, era cuando se llenaba el pueblo de chavalas procedentes de la capital, principalmente de los madriles.

Estas jóvenes  nos atraían mucho a los del pueblo pues, aparte de lo guapas que fueran,  nos impresionaban bastante por lo bien que hablaban. También estaban las que habían ido del pueblo y tras permanecer un tiempo en la capital se volvían de un finolis subido. La mayoría de éstas, cuando retornaban al pueblo, aunque la ausencia fuera solo de semanas,  también llegaban muy refinadas y  hablaban de manera muy fina. Era la prueba de que habían estado en la capital del reino. Entonces decíamos que: cortaban  el bacalao. Porque no apeaban de su boca el he venido, he llegado, he terminado…,  y en nuestra zona todos sabemos que, gramaticalmente hablando, no solemos usar de forma muy correcta el pretérito para diferenciar si la acción es reciente o pasada. Casi siempre decimos: vine, llegué, terminé sin reparar en que acabes de realizar tal acción o la hayas llevado a cabo hace un año. Es un defecto popular, muy arraigado y difícil de corregir. Pero como la ignorancia es la madre del atrevimiento, nosotros nos reíamos de aquellas pueblerinas amadrileñadas pero, en realidad, aunque nos sonase extraño su forma de hablar, concretamente en este caso,  ellas estaban aplicando el tiempo del verbo  correctamente y nosotros no. 

Bueno, pues aquel año recuerdo de la presencia de una guapa y exótica moza de procedencia madrileña,  que aparte de cortar  el bacalao de lo lindo,  también nos gustaba y atraía  mucho por lo bien parecida que era, lo bien que vestía  y principalmente,  por  lo muy pintada que iba. Tal que esta salerosa forastera era el punto de mira de todos los rapaces jóvenes y de los otros menos jóvenes, más. ¡Vaya si lo era! Aquel año fue el mirlo blanco de la  fiesta. Nosotros los rapazucos de Posada, de vez en cuando la solicitábamos para “echar una pieza” y ella  aceptaba gustosamente, dada la condición de amistad que teníamos con sus parientes del pueblo;  pero yo creo que  lo hacía casi más bien por diplomacia o por caridad, que por gusto,  ya que esta guapa moza era algo mayor que nosotros y emparejada con cualquiera de nosotros, resultaba mucho arroz para muy poco polluelo.

Los mocetes de Posada  estábamos  encantados en aquella tarde festiva, porque a cada poco nos dábamos el pegote de salir a tanguear una pieza o dos, con la deseada y lucida madrileña y   los amigos de los pueblos lindantes al nuestro, se quedaban con la boca abierta viendo  cómo fardábamos los propios con tan buena compañía. Pero, como suele pasar en la mayoría de las cosas de la vida,  lo bueno dura muy poco. Tal que, entre pieza y pieza,  fue pasando la primera parte del baile y, en el primer  descanso que hizo la orquesta, uno de sus miembros, recuerdo que  era un apuesto mozo con los carrillos muy rechonchos y pronunciados,  creo que tocaba  la trompeta, aunque de esto,  no estoy muy seguro; pero instrumento de metal sí era. En la foto no está. El virtuoso músico, que lo era más para otras habilidades,  durante  el descanso  entabló conversación con el mirlo blanco de la fiesta  y la conquista  fue tan exitosa que ya no la soltó. A nosotros nos dejó   “pasmaos” con la  boca abierta toda la tarde pues, una vez finalizado el descanso reglamentario, este pollo no se incorporó como debiera, con los compañeros a su trabajo  y el gran  usurpador de forasteras se pasó la tarde-noche agarrado a la moza a modo de sanguijuela y bailando al ritmo de lo que tocaban sus compañeros. El flechazo había sido tan fuerte que no la soltaba ni en los descansos; aquello era una auténtica lapa. Y nosotros, a mirar.  Menudo bien lo pasó el tío, seguro que si vive,  aún lo recordará. Vaya tarde. Ni en Las Ventas. ¡Cómo para desperdiciar la ocasión estaba la moza!

Nosotros nos pasamos la noche observando  al bailarín y  de vez en cuando nos preguntábamos, pero este cabronazo no se cansará. ¿Cuándo la  soltará y volverá  a tocar? Nada. No hubo forma de reincorporarlo a su trabajo y que nos  dejara  a nosotros el campo libre. Así pues, a esperar hasta el siguiente año, a ver si con algo de suerte, la nena de la ciudad del  oso y el madroño volvía a visitarnos. La verdad es que: más moral, ni el alcoyano.

lunes, 29 de noviembre de 2010

RECUERDOS DE JUVENTUD

Leyendo el último comentario de Víctor Gión me vienen a la memoria muchos recuerdos de mi juventud en Cangas.
Aquéllos bailes los jueves y domingos en las Plazoletas y en el Paseo. Tres piezas, descanso, otras tres, descanso y las tres finales.
Recuerdo que mi padre algunas veces no me dejaba hasta que acabara, que era en torno a las 12  o 12:30 de la noche, horario que para la gente de Cangas era mas que normal, pero para nosotros que proveníamos de la zona central de Asturias eran horarios a los que los mayores no estaban acostumbrados, con lo cual pese a que ya tenía 17-18 años, a veces cuando los domingos me salía un poco de madre y nunca mejor dicho lo de madre, pues era ella la que al ver que tardaba en llegar, de vez en cuando se levantaba a ver si ya estaba en la cama y entonces mi padre cortaba por la calle del medio y al día siguiente "Ordeno y mando": Horario de los días de diario, 11 de la noche. Los domingos a la 1. Horarios que solía cumplir uno o dos días para luego con la complicidad de mi hermana Mª Carmen que me dejaba la llave debajo del felpudo, volver a las andadas, porque los domingos estábamos en el Trébol con aquellas maravillosas compuestas que sabían a Gloria, hasta que el Habanero empezaba a apagar las luces que debía ser sobre las 3 de la madrugada.
Yo me acordaba de tí tocando con la Nopal, como bien dices en la cuerda de Saxos junto a Neto y los Corolos y sin embargo con la Banda no.  Y eso que éramos vecinos los dos de la calle Dos Amigos.
También yo tenía aficiones musicales y de hecho empecé los ensayos en el Parque donde está ahora el Monumento al Minero con Juanjo que era el Director de la Banda, pero yo pretendía empezar la casa por el tejado, pues no me gustaba mucho el solfeo y lógicamente no podía tocar el saxo sin saber música, con lo que a los dos o tres meses me cansé y lo dejé.
Sí me acuerdo de Antonín, que estaba viviendo con algún familiar en Cangas, y era de Infiesto, que llevaba ya más ensayos que guardias tenía el Picurri en el Ferral en nuestros tiempos de la mili y nunca le daban instrumento, ni lo dejaban tocar en los conciertos. Un día que se lo pidió, Juanjo le contestó que era porque tenía los labios muy gordos, a lo que Antonín le contestó no sin cierta sorna: "Oiga D. Juan los negros tienen los labios como puños y toquen la corneta como Dios". A partir de ahí todo el mundo sabe de quién hablamos cuando nos referimos a "Dios". Por cierto que luego en mi época laboral como viajante de barnices, una de las zonas que mas visitaba era precisamente Infiesto. Allí lo veía con frecuencia y se acordaba de mí. El pobre hombre estaba un poco tocado. Había veces que lo encontraba ya cerca de Nava, distante unos diez Km. de Infiesto, a donde subía a "dar un paseo" todos los días. Hace ya unos cuantos años que murió.
En el comentario de Gión al que hago referencia al principio de este escrito, dice que Samuel colgó varias fotografías de los actos del 150 Aniversario de Corias. Partiendo de la base de que como entendido en estas lides soy lo justo, no encuentro dichas fotografías, por lo que lanzo desde aquí un ¡SOS! A quien me pueda ayudar a ello.
Miguel Ángel dice que tiene la grabación de "Sahara" en un CD. Espero la copia prometida, y si hace falta ir hasta Turón, aprovechamos  para visitar a viejos amigos. Por cierto que esta canción también se la escuché alguna vez a Celia Cruz con su gracejo especial y su ¡Azúcar….! pero tampoco logro encontrarla por ninguna parte.
Acabo de leer el último comentario de Samuel y me uno a su petición para "Anónima" adopte un Seudónimo y así en caso de que haya más , como así ocurrió, saber con quién nos jugamos los cuartos.
Alfredo Fernández

domingo, 28 de noviembre de 2010

CRÓNICA DE DOMINGO

Bueno amigos, aquí estamos a punto de concluir el fin de semana (como dicen los jóvenes el finde)  y a pesar del frío reinante hemos tenido un buen día. Los domingos a primera hora, si mis obligaciones de familia me lo permiten, suelo salir a dar un paseo de unos diez kilómetros entre ida y vuelta por el alfoz de la ciudad. Tengo dos itinerarios predilectos, uno un poco más largo que el otro,  y los voy alternando, según el tiempo de que disponga. Uno me lleva hora y media y el otro casi dos horas y media. Tanto uno como el otro son recorridos bastante frecuentados por los mañaneros andarines que quieren rebajar calorías para luego no tener remordimientos si se pasan un pelín, a la hora de tomar “el blanco” con sus correspondientes tapitas. Como llevo haciendo estas rutas bastante tiempo ya me son conocidas las caras de los otros paseantes que también son asiduos. La mayoría ya nos saludamos cuando nos encontramos y solemos comentar las inclemencias del tiempo como tema principal de conversación. Si un día falta alguno, rápidamente se echa de menos. Al momento. Yo, concretamente tengo dos puntos determinados en una de las rutas que siempre me encuentro al llegar a  esas alturas a las mismas personas; de ahí que hayamos llegado a reconocernos y decirnos los buenos días. Gran defecto de la mayoría de la gente de ciudad que no entiende que, al cruzarse con un semejante, sobre todo en el campo,  lo bueno y correcto es saludarse y darse  los buenos días. Una ventaja más que tenemos los de pueblo pues, afortunadamente,  esa costumbre la tenemos asumida.

Hoy después de desayunar y tomar un segundo café  (éste sin Bálsamo de Fierabrás) me pertreché de bufanda, gorro de lana y  guantes, que todo era poco,  y a la calle. A las diez de la mañana había un sol radiante, pero los charcos aún estaban todos entoldados con una gruesa cubierta de hielo como si fueran lucernas. Sobre las ocho el termómetro aún marcaba  cinco grados negativos pero, a pesar de ser una temperatura muy baja se estaba bien, pues no corría brisa alguna que es la que produce esa sensación térmica de muchos menos grados de  temperatura de la que realmente hace. Al poco de iniciada la ruta me he encontrado con un mañanero habitual  pero le he notado un tanto apagado. En seguida me dí cuenta de que venía solo y  que le faltaba la compañera  inseparable que era su perra de raza pastor alemán. Al preguntarle dónde estaba el can, el hombre todo apenado me dijo que se le había muerto de vieja. Tenía quince años.  Daba pena ver al hombre, de unos setenta años, lo triste y abatido que estaba;  y la diferencia de carácter que tenía comparado como cuando él paseaba con su inseparable y fiel amiga.

La verdad es que, para todo aquel que le gusten los animales es una forma de compañía estupenda, pero para las  personas mayores que viven solas el tener un animal con ellos les supone media vida. Después de charlar un rato con este apenado y triste hombre continué mi camino pero no dejé de pensar en la amistad tan profunda que se puede entablar entre un fiel animal y una persona.

TARDES FRÍAS E INVERNALES


 Con las noticias tan pesimistas que nos brindan diariamente los medios audiovisuales y, no vaya a ser que se nos olviden, también  la prensa escrita insiste y nos lo vuelve a recordar día tras día, de forma machacona y cansina hasta decir basta, como para dejarle a uno la moral por los suelos. Y si nos referimos a los tertulianos, en general,  entonces: apaga y vámonos.  Como reacción a esta campaña orquestada de aburrimiento, los ciudadanos de a pie debiéramos de salir mucho más a la calle para alejar de nosotros  este cenizo que trata de acongojarnos y meternos el miedo en el cuerpo. Si hiciéramos bueno el dicho popular de “al mal tiempo buena cara”, podríamos comprobar que no es cierto todo lo que se barrunta y que el ciudadano normal, a pesar de todas las dificultades de la vida, sigue teniendo muchas más ganas de divertirse y de pasarlo bien, que de regodearse en conspiraciones de índole retorcida y desestabilizadora. En general el personal lo que debiera de procurar era dejar el muermo para otras ocasiones, y a poder ser, cuánto más lejanas, mejor. Y por si fuera poco el tener que soportar esta murga diaria,   el tiempo climático  parece que se pone de  parte de estos presagiadores de mal agüero, empeñados en amargarnos la existencia, y no nos deja apenas salir de casa. Aquí en León que ya rebasamos estos últimos días, los cinco grados centígrados bajo cero durante las noches, aunque los días son soleados, la verdad es que apetece más estar en casa que andar por la calle. Es una pena que no aprovechemos estos espacios de tiempo de reclusión casera para elaborar material  bloggero.  Yo creo que para ello, simplemente tenemos que sentarnos  ante nuestra máquina electrónica con ánimo de recordar ciertos episodios pasados o presentes,   que nos hayan causado  gracia y alegría, o simplemente comentar el tiempo que hace. Aunque en principio nos parezca difícil y digamos: es que no se me ocurre nada. No es cierto. Todos podríamos contar infinidad de cosas,  por banales que nos pudieran parecer en sí mismas; siempre serán origen de discusión y podrán desencadenar un montón de comentarios, bien por afinidad o por disparidad, por parte de alguno de nuestros lectores. En general, creo que somos excesivamente críticos con nosotros mismos y por eso nos censuramos  anticipadamente. Simplemente tendríamos que vencer el miedo tan grande que tenemos al ridículo. Los que normalmente colaboramos en este Blog, queramos o no, ya vamos teniendo algo de oficio y como dice el refrán: “el que hace un cesto hace un ciento”. A primera vista siempre es difícil vencer el pánico al folio en blanco, pero fijaros yo me he puesto al teclado, así como el que no quiere la cosa y ya he dicho varias perogrulladas; pero si sirven para que os dignéis en leerlas ya me doy por contento. En las últimas entradas  sí hubo varios comentarios por parte de los visitantes. Todos de buen tono y algunos muy ocurrentes y amenos. Deberían muchos tomar nota de nuestro “Anónimo/a” que siempre responde  y puntualiza con sus amenos comentarios  a todo lo que se publica en general, y sobre todo, lo relacionado con Cangas. También estoy esperando una colaboración de nuestro amigo Víctor Gión  que tiene  preparada  y en cualquier momento aparecerá  n el Blog.

Como refuerzo a lo que venía diciendo se une también el aval de que el número de distracciones que uno va teniendo, según  se van  cumpliendo años, en vez de ir a más, todo lo contrario y, lo malo es que casi  siempre es debido a que ya no se pueden hacer gran parte de las cosas que nos gustaban. Y no me refiero a nada especial. Simplemente el poder comer o beber lo que a uno le guste ya puede suponer un pequeño placer muy deseado para el día a día  o de vez en cuando. Por pitos o por flautas,  en la mayoría de los casos ya hay que ir moderándose; cuándo no hay que eliminarlo del todo o sustituirlo por otras actividades que, aunque nos digan  que son muy saludables y distraídas,  ya no es lo mismo. Llegados a este situación una forma de entretenerse y pasar muy a gusto el tiempo es escribiendo. Yo, antes de ponerme a ello me tomo un café bautizado con unas gotas de Bálsamo de Fierabrás (vulgarmente llamado orujo) y detrás un vasito de agua para refrigerar.  Al momento de la ingesta de este espirituoso brebaje parece que me vienen las ideas a porrillo; deben de ser los vapores etílicos.  Ilusionado con el agolpamiento de ideas presentes suelo empezar  con mucha euforia, pero una vez que llevo igual dos páginas o más escritas, hago un receso y me lo leo. Con toda seguridad que no me gusta nada lo que he escrito y lo borro. De momento, pienso en las otras posibilidades que tenía reservadas pero: cuándo quiero tirar de ellas, o se me han olvidado o ya no me son tan sugerentes como al principio. Tal que, al rato, lo pienso de nuevo y digo: pues no estaba tan mal lo que había escrito. ¡Qué pena! No debiera haberlo borrado. Y vuelvo al tajo para intentar recomponerlo. Cuándo quiero darme cuenta tengo a mi mujer al lado llamándome por enésima  vez para que vaya a comer o a cenar de un p… vez.  Resulta que después de no saber qué decir, y de tener toda la tarde por delante, al final se me ha hecho el tiempo corto y tengo que posponerlo para el día siguiente.

viernes, 26 de noviembre de 2010

RECORDANDO COMPAÑEROS

Hablar de campanas, era citar a Galán, si hablásemos de cine de Fray Tejo y su ayudante Alfredo Mario, si de deporte se tratase y para más señas de fútbol, todos en mayor o menor medida   jugábamos, pero hay que destacar (por llegar más lejos) a Jorge (tristemente desaparecido) que jugó en el Granada, Avilés y Turón, entre otros. Richard que jugó en el Lugo, del cual perdí la pista. Ángel (tristemente desaparecido) que jugó en el Mosconia. En carreras de fondo quien no recuerda a Rufinín y a Parrondo con sus duelos, siempre dentro de la mayor deportividad. Parrondo que apuntaba grandes dotes para la talla de la madera. Como dotes tenía Lorenzo para la electrónica, todo un “manitas”. El gran sanitario que teníamos, en compañía del P.Lastra, el mismo que pensáis, Avanzas. "En el apartado musical destacaban dos virtuosos de la música uno de la guitarra, el hijo del café Madrid, creo recordar que de nombre Gerardo y el otro mi buen amigo Gión un artista con el saxofón, aún recuerdo sus actuaciones en Turón con la Nopal y su cantante Marino, nos veíamos con frecuencia en el aeropuerto de Asturias."
Personajes con simpatía a raudales, como...Pombal, Castañón y Miyares. Grandes actores, sobresaliendo sobre todos, en mi opinión personal, Cachito y Granda. Granda sobre todo, tenía una gran capacidad de interpretación. Otro personaje interesante era Fray Pepín, con un dominio del francés, que practicaba, sobre todo en las visitas turísticas a la Iglesia. Había otro personaje que era el tramoyista, pero de ese, no recuerdo quien era. MIGUEL-ANGEL VAZQUEZ VEGA

jueves, 25 de noviembre de 2010

"de bares...que más te da"


La diversión en el interior del colegio, fundamentalmente estaba, en el deporte, dentro del deporte balonmano y sobre todo futbol. El P. Lastra nombraba una serie de compañeros, como cabezas de serie, luego nosotros escogíamos a los compañeros, confeccionando los equipos y formado una liga. Recuerdo que mí equipo, siempre se llamaba el Inter. Fuera del Colegio, al margen de excursiones puntuales, actuaciones en la residencia de ancianos, en las monjas de clausura, los bailes en el Club y las sesiones de cine en el Trébol. La diversión más generalizada era la visita a los "altares" y en Cangas por metro cuadrado había muchos. Comenzando por Corias, el Bar La Chata, se llevaba la palma, cuantas partidas al tute, que truchas tan deliciosas. En casa Galdina, no se la razón,  casi no parábamos. En alguna ocasión fuimos a un bar que había en Regla, recuerdo que era muy pequeño y que había una chica, ya se sabe las moscas a la miel, pero no recuerdo el nombre. Luego estaban las visitas, casi siempre acompañados del P. Eutimio o el P. Noguera al bar del Puente del Infierno. Ya en Cangas los recorríamos todos : El Julter, el Chacòn, el Madrid, el Club, el Royalty.....Pero especial mención en mí recuerdo El Castil y sus deliciosos callos, el Pénjamo, que era de los pocos, que en aquella época se podía degustar nuestra sabrosa sidra. El Chicote, creo recordar que era de un municipal o sereno y tenía dos hijas, tenia buen vino. El Metro y sus sabrosos embutidos y como no, cuando la economía lo permitía, El Blanco, donde ponían la caza de muerte. A buen seguro que me dejo alguno, del que posiblemente fui buen cliente. Muchos de estos establecimientos, hoy no existen, pero están en el recuerdo.  SALUDOS, MIGUEL-ANGEL

miércoles, 24 de noviembre de 2010

ORTOGRAFÍA

                                                
¿Recordáis aquellos galimatías que teníamos que memorizar en Corias para aprender la correcta escritura de las palabras?

Deben escribirse con b ...
Las palabras que comienzan por las siguientes sílabas y a continuación de las mismas: tri-, tur-, nu-, su-, cu-, ca-, gar-, ver- , si-, al-, ur-, tu-, ti-, to-, ra-, ri-, tre-, gu-, lo-, ru-, so-, la-, car-, ta-, ro-, sa-, te-, tra-, ce-, ha-, he-, hi-, ho-, hu-.

Después de casi cuarenta años de mi vida dedicados a enseñar a los niños, entre otras cosas, la manera correcta de escribir las palabras, después de casi una década de ver como los mensajes de los teléfonos móviles y las conversaciones por los “chats” tiraban por los suelos todos los esfuerzos de quienes nos hemos dedicado a la Enseñanaza, pensaba yo que ya lo había visto todo.

No obstante, cuando ya estaba cercano a la jubilación, que ahora disfruto jubilosamente, me llegó un escrito que copio aquí en su integridad.

Sgeun un etsduio de una uivenrsdiad ignlsea, no ipmotra el odren en el que las ltears etsan ersciats, la uicna csoa ipormtnate es que la pmrirea y la utlima ltera esten ecsritas en la psiocion cocrrtea. El rsteo peuden estar ttaolmntee mal y aun pordas lerelo sin pobrleams. Etso es pquore no lemeos cada ltera por si msima snio la paalbra es un tdoo. Pesornamelnte me preace icrneilbe...

Como no podía ser de otra manera, sometí a varios niños de distintos niveles a la lectura del dichoso escrito, pidiéndoles que aunque viesen que estaba mal escrito, tratasen de adivinar lo que había querido decir el que lo escribió, y que así lo leyesen.

El resultado fue unánime. Todos los niños de tercero de primaria en adelante pudieron leerlo y entenderlo sin problema alguno.
Las conclusiones podéis sacarlas vosotros mismos.


                     José Antonio Ramos García

martes, 23 de noviembre de 2010

ATERRIZAJE EN CORIAS

¿ Como llegue?,en realidad llegamos,pues nuestras vidas fueron muy paralelas hasta los diecinueve o veinte años,donde cada uno tomo el camino que la vida le permitio o se busco. Me refiero a Rufino (Rufinón),para mi madre hasta hace unos años era Rufinin.
Llegamos a Corias procedentes de Turón,donde habiamos asistido a la escuela publica de los cuatro a los siete años,con el clasico maestro de "pueblu".A los siete años ingresamos en el colegio de La Salle de TURON,donde estuvimos hasta los catorce y quince años.En este colegio   eramos todos externos y se podia cursar el bachiller, si lo querias, de no ser así,hacias hasta quinto curso,la enseñanza era gratuita,costeada por Hulleras de Turón.Fue un colegio moderno en su momento,con muy buenas instalaciones y con capacidad para cuatrocientos o quinientos alumnos.Hago estos comentarios por el contraste que percibimos en nuestro aterrizaje en Corias.Nosotros no queriamos estudiar,queriamos hacer maestria en Mieres,muy cerca de Turon. El P. Jacobo,vecino nuestro,se incorporaba tambien a Corias, es el día de hoy que no se si fuimos engañados o no, o él tampoco sabía lo que ocurria en CORIAS.bien engañados o no, se nos vendió la idea que era una escuela de oficios (en alguna manera si lo era) saldriamos carpinteros,torneros....
Con esa idea, salimos  un día gris, tristón,de esos que tenemos muchos en Asturias camino de Corias fuimos en taxi Jacobo,Rufino y un servidor.Confio en no molestar a nadie,no es mi intención,según nos acercabamos a Corias,por esa zona,no se si antes o después de Tebongo,zona donde la roca sin vejetación,el rio y la carretera se abrazan, me parecio que ibamos hacia el fín del mundo,me parecio bucólico, muy triste. Nos deja Jacobo en el patio, en ese momento se nos cae el mundo encima,el día no acompañaba,comenzo hacerse de noche,el patio sin una luz, aquellos pasillos inmensos sin iluminación o minima,nos enteramos que de artes y oficios,nada de nada,Bachiller Laboral.Fueron muchos impactos en un momento.En nuestro caso no fue el malestar por separarnos   de nuestros padres,pues en cierta medida estabamos aconstumbrados a ir a campamentos...Fué impotencia por el  engaño y la impresión del sitio donde nos metian.Por nuestras cabezas paso la idea de escaparnos esa misma noche,afortunadamente no lo hicimos,recuerdo que nos animo mucho Cachito,gran chaval, que después Rufino y yo seriamos ayudantes de él y de Gera en la preparación de los decorados, en las obras de teatro.Muy pronto nos adaptamos,Rufino tenia parientes en Cangas(una gran familia),recuerdo a Carmen,Antón,Maria...,esta buena gente invitaban los domingos a comer a Rufino y como no ,a su socio,un servidor, a lo cual el P. Lastra consentia de buen grado. Aquellas mañanas en el Club y sus calamares fritos todavía hoy recordados y aquellas comidas,con aquella familia, copiosas,con abundante carne ,estos señores tenian una carniceria en la Calle Mayor, nos hacian olvidar las penurias...al menos una semana.   MIGUEL-ANGEL VAZQUEZ VEGA
  
     

domingo, 21 de noviembre de 2010

CONTRAPORTADA DE LA MANIEGA Nº 178

Aunque esta noticia sea publicada un tanto a toro pasado, como sé que a todos nosotros nos gusta verlo, por eso la pongo. Cuando llegó La Maniega nº 178, hace un par de días, me acordé de  los compañeros que no hayan podido asistir  al encuentro en Corias, y que tampoco tengan acceso a  esta revista, si no es por el Blog, no llegarán a estar al tanto de los ecos de sociedad protagonizados por una parte de los antiguos alumnos caurienses. Además, no olvidéis que,  El Blog, aparte de distraer también informa.

¡QUÉ PASTELES MÁS RICOS!

Este caballerete de la foto con cara de buen neno, sin serlo,  es el bloggero mayor  Benjamín Galán, en vísperas de  iniciar su andadura en el  Instituto Laboral  San Juan Bautista de Corias. Corría el curso escolar 1958-1959 y sobre abril o mayo en la escuela nacional de Posada de Rengos, un buen día el señor maestro  nos comunica  que, según disposición oficial reciente, los que teníamos doce o más años deberíamos finalizar el periodo escolar de la enseñanza primaria al concluir ese mismo curso;  es decir, en junio de 1959. El motivo de esta sorprendente noticia se debía  a la promulgación de una ley, por parte del Ministerio de Educación y Ciencia, que afectaba  todas las escuelas nacionales. Esta ley que fue  tan incomprensible como  extraña,  decía que la enseñanza obligatoria estatal, a partir de ese curso,  debería de finalizar cuando el alumno tuviese  cumplidos  los doce años. Tal que yo, que tenía trece abriles, junto a otros tres o cuatro compañeros del pueblo de los mismos años, nos tocó abandonar la escuela aún teniendo  una edad muy temprana para dar por concluida la enseñanza primaria obligatoria por parte del Estado.

Aquella ley que, a todas luces había sido hecha sin pies ni cabeza, duró poco, ya que  pasado un tiempo, en seguida fue abolida y se volvió a retrasar la edad de la enseñanza obligatoria hasta los dieciséis años, por lo menos. Hasta aquel año de 1959, la enseñanza primaria obligatoria estatal llegaba hasta que se cumplían los dieciocho años y después, hasta entrar en quintas, se podía asistir de forma voluntaria a las clases nocturnas que se impartían, precisamente,  para los muchachos mayores.

En mi casa ya se había previsto que yo debería continuar los estudios en un internado una vez concluida la escuela en el pueblo pero, al ser yo solo de hermanos, mi madre le parecía que aún estaba muy “tierno” para comenzar el “calvario”, y, aunque lo deseaba de corazón, se hacía un poco la remolona a fin de  que pudiera seguir disfrutando de su cobijo y de la libertad que daba el estar en el pueblo, durante un poco más de tiempo. Y yo encantado.  Pero mi gozo a un pozo. Pues al quedar fuera de la escuela así, casi de sorpresa y  sin esperarlo,  había que tomar una determinación de forma  inmediata,  y en este caso estaba muy clara. Puestos en contacto mis padres con los frailes de Corias, éstos dicen que hay que examinarse de ingreso primeramente, y si el aspirante lo supera pasa  directamente a  primero de bachiller. De no superarlo  tiene que cursar ingreso.

La cita para el examen de ingreso, si mal no recuerdo,  debió de ser sobre mediados del mes de agosto o primeros de septiembre. Como era lógico el día del examen concurrimos varios candidatos a la prueba, de los cuales recuerdo perfectamente a: David Boto García, Avelino Fernández Legazpi, Rafael Berguño Coto y un servidor, entre otros. El examen nos lo hicieron el padre Morán y creo que el padre Eutimio. Como era lógico, todos nosotros acudimos acompañados de uno o de  los dos progenitores. En mi caso solamente pudo acompañarme mi padre.

El examen consistió en una primera parte en la cual se debían resolver  una serie de operaciones aritméticas con números fraccionarios; es decir, mixtos y quebrados. En la escuela del pueblo lo que eran -las cuatro reglas- las manejábamos casi todos a la perfección  pues  habíamos tenido la suerte de contar con un gran maestro y aquello para mi era pan comido; en un  pispás llegué al resultado correcto. La segunda parte del examen consistía en  analizar gramaticalmente un párrafo bastante amplio que estaba escrito en el encerado y, de forma oral nos  iban haciendo una pregunta a cada uno sobre cada término de la oración. Esto también lo tenía claro y muy bien ejercitado de la escuela. A la segunda respuesta acertada que tuve, después de haberlas fallado primero otros, el padre  Morán me dijo que  era suficiente y que podía abandonar el examen por lo bien preparado que  estaba.

 El examen continuó para el resto de los compañeros con un tercer bloque referente a preguntas de Historia de España que, precisamente no era mi punto fuerte, pero gracias a los aciertos anteriores me libré de lo que más temía y de lo que más flojo estaba. Yo salí todo contento del aula y al verme los familiares que esperaban afuera, me preguntaron si ya habíamos finalizado el examen. Yo les dije que no, que continuaba, pero que a mí me habían mandado salir  porque no era necesario que hiciera más. Algunos de los parientes de los examinandos lo tomaron por el lado contrario y, para su interior dijeron: a éste lo han largado porque no dio pie con bola.

 Transcurrido un rato salió otro liberado aventajado y al poco,  ya salieron todos. Los padres estaban todos ansiosos de que el fraile saliera  y les dijera a cada uno de ellos, que las joyas de sus hijos eran unas auténticas lumbreras. Como todo en la vida hubo aplausos y también hubo silencios. Pero de aquel grupo, la mayoría pasamos  directamente a primero de bachiller, sin problemas.

Yo, al salir del examen antes que el resto, mientras esperaba fuera que terminaran los otros, me uní a mi padre que ya  había entablado conversación con la madre de Avelino Fernández Legazpi, del Pontigón, que era una señora muy favorecida, simpática y muy cariñosa, la cual nos animó mucho  a todos antes de entrar, diciéndonos que no tuviéramos miedo pues todos teníamos cara de muy listos y que el examen seguro que lo superábamos fácilmente.  Tal que, esta buena señora al decirle que había salido airoso de la prueba, yo creo que le caí bien y le decía a mi padre: vaya suerte que tiene usted, ya puede estar orgulloso  de tener un  neno tan espabilado. Y encima, es que tiene cara de bueno. Mi padre asentía con la cabeza, pero diciendo para su interior: ¡si usted supiera la pieza que está hecho! Pero bueno, estudiar, sí estudia bien. Eso es cierto.
                                                                                                                                                                                                                         Concluido el examen y satisfechos los requisitos burocráticos de secretaría, nos despedimos los unos de los otros y nos volvimos a nuestros respectivos lugares de origen hasta primeros de octubre que daba comienzo el curso.

Aunque nos parecía que aún faltaba mucho para que comenzase el curso, el tiempo pasó antes de lo deseado y llegados los primeros días del mes de octubre,  sintiéndolo mucho, hubo que preparar el ajuar y ponerse camino de Corias. El día que ingresamos nada más pisar la plaza de la entrada principal del convento, lo primero que hicimos fue descargar  del  taxi de Agustín  (Jarabo) la maleta y el colchón de lana que iba en la baca del coche enrollado y atado con una cuerda. Nada más  entrar en  la portería, qué gran alegría me llevé pues allí estaba muy sonriente la señora del Pontigón con su hijo Avelino que éste, no estaba tan alegre como su madre. Más bien tenía cara de pocos amigos y no me extrañaba, sabiendo lo que le esperaba  y el  tener que quedarse solo en aquel caserón sin la protección y cariño de su guapa madre. Nada más vernos y  saludarnos  la señora se puso muy contenta de poder juntarnos de nuevo, sobre todo,   para que  Avelinín le fuera más llevadero el “destete”.  A pesar de la morriña que nos embargaba a ambos, aunque yo, aparentemente,  lo disimulaba mejor, pero la procesión iba por dentro. De aquel día y de este encuentro  tengo un gran recuerdo  pues, esta señora para paliar los pucheros que ponía el amigo Avelinín, le había comprado una bandeja de exquisitos pasteles en la confitería Milagros de Cangas e, inmediatamente  le dijo que los compartiera conmigo. Una vez que nos situaron en el dormitorio y nos colocaron  la ropa y maleta, los padres tuvieron que despedirse y se ausentaron. Nosotros nos quedamos allí solos, atribulados y muy tristes. Avelino al ver marchar a su madre hipaba de vez en cuando y a la vez que daba algún sorbetón para evitar que le cayese la moca, iba sacando  un pastel para él y  otro para mí. Gracias a los pasteles de Avelino pudimos  endulzar  aquellas amargas lágrimas que nos caían al vernos solos en aquella fría y enorme casona llena de frailes y de niños despistados y meditabundos. El dicho de:” las penas con pan son menos penas”, qué gran verdad es. Y en este caso con  pasteles, miel sobre hojuelas.

Toda mi vida recordaré el detalle tan oportuno de aquella amable señora y de lo ricos que estaban los dulces;  y eso que para mí no eran desconocidos pues mi madre cada vez que iba a Cangas, siempre me traía unos exquisitos y golosos  pasteles variados, los mismos que los de la madre de Avelino, comprados en  la señorial confitería  Milagros. -B.G.G.-

viernes, 19 de noviembre de 2010

SEUDOCHULETA, LA LIBRETINA


 La foto que encabeza este comentario corresponde, aparentemente,  a la portada de una vulgar libreta que, a pesar del paso del tiempo como se puede ver, aún mantiene legibles sus  inscripciones  como son: el anagrama,  el nombre del colegio y, su precio. 2,50 pesetas. Su formato es totalmente de bolsillo pues mide: 10,5 cm de alto por 7,5 cm de ancho. Sus  hojas cuadriculadas están un tanto amarillentas por el tiempo transcurrido pero, este pequeño cuaderno sujeto por una  espiral metálica, en su día tuvo  identidad propia y se llamaba: “la libretina”. El objetivo principal de este bloc de notas fue el albergar un formulario de la asignatura de Física utilizado en  sexto curso. Alguno podrá decir: mira el gandul de Galán, cómo se pertrechaba de chuletas para salir airoso de los exámenes; así, aprobaba cualquiera. Pero, nada de eso. La “libretina” en cuestión no era una simple y vulgar chuleta, sino todo lo contrario. Era una ayuda de estudio, fruto del esfuerzo y del trabajo realizado por el alumno para  recopilar todo un compendio de complicadas fórmulas, las cuales, suponían la  herramienta adecuada para llegar  a la solución de los problemas planteados en el examen. Además, para hacer una aplicación correcta de las fórmulas, todos sabemos que no era suficiente con saber de memoria su composición, sino también, había que saber interpretar el significado de los distintos  elementos que la componían, y cómo  se podían obtener indirectamente éstos, cuando no los proporcionaba el enunciado.

Los de mi época recordaréis que en el bachiller superior, algunas veces, ya se nos permitía asistir a los exámenes de ciertas asignaturas, tales como: Física o Matemáticas, con estos pequeños formularios que elaborábamos personalmente y, donde se recopilaban única y rigurosamente, las fórmulas que pudieran  ser necesarias  para la resolución de la parte práctica del examen, que eran los problemas. Esta novedad de poder asistir a los exámenes, ayudados al menos de los formularios, creo que la aportó Carmelo. Aunque, Olegario, el profesor de Química, recuerdo que también lo permitía y además, hacía bastante hincapié en que los elaborásemos para cada examen. Estas pequeñas ayudas que teníamos  en aquellos tiempos, no era ningún privilegio de Corias, aunque lo pareciese. En las escuelas técnicas y universidades de todo el país, en los exámenes, no solo se  permitían los formularios, sino que también  se recomendaba su uso.

A primera vista, como he dicho, podía dar la impresión de que aquella medida suponía el suavizar la dificultad de los exámenes; pero nada de eso. Era todo lo contrario; pues, el alumno para poder dotarse de la ayuda del formulario, tenía que previamente, recopilar y consultar varios textos  y, solamente con este trabajo, ya  suponía un buen ejercicio para familiarizarse con el temario. La ayuda estaba más que justificada pues, algunas fórmulas resultaban muy largas y también muy complicadas,  tanto en extensión como en nomenclatura para memorizarlas. Por eso, se nos permitía llevarlas apuntadas. Además, lo importante para llegar a resolver el problema planteado, no consistía solamente en saberse de memoria las fórmulas, sino en saber encajar bien el  planteamiento y en el desarrollo  posterior de la fórmula adecuada.

También recuerdo haber utilizado otra mini libreta de éstas, pero de color mostaza, también como formulario para la asignatura de Tecnología, en el taller de metal. El cometido de esta “segunda libretina” consistía en tener a mano los cálculos del tren de ruedas que era necesario colocar en la lira o guitarra del torno, para obtener un avance de la cuchilla acorde con el paso de rosca a realizar. A continuación copio literalmente  una de las anotaciones de “la segunda libretina”.

“Cuando no se tienen   ruedas de la serie, del mismo número de dientes que divisiones queremos, ni ningún múltiplo suyo, se utiliza la fórmula siguiente: N partido por C = A partido por B;  donde N es  el número de divisiones a efectuar o número de hilos por pulgada, C el número de dientes de la rueda divisora; A es igual al número de dientes de la rueda del cabezal, y B el número de dientes de la rueda intermedia”.

“La segunda libretina” también recoge varios casos prácticos resueltos para los pasos más usuales que solíamos realizar. Y como estamos  metidos en materia,  recordaré los tipos de rosca que manejábamos y que eran principalmente: la  rosca métrica,  la rosca Whitworth, rosca cuadrada y rosca fina internacional.

A pesar de que los cálculos utilizados para hallar los juegos de piñones necesarios en cada caso,  eran casi inmediatos, salvo en los casos que era necesario buscar  alternativas utilizando la anterior fórmula por no disponer del juego completo de ruedas que componían la serie, ya que no era necesario tenerlas todas pues, se podía obtener el mismo resultado con múltiplos de éstas y cambiando las posiciones  de las ruedas dentadas conductora y conducida. Para estos casos más enrevesados era cuando entraba en acción la libreta chivata, revelando las distintas combinaciones posibles ya hechas, sin tener que volverse uno  tarumba buscando la  solución.

El profesor Lisardo disponía de una tabla completa que venía con el torno,  facilitada por el fabricante, donde estaban resueltas todas las diferentes posibles combinaciones necesarias pero, esta chuleta no estaba a nuestro alcance. La tenía él guardada bajo llave a buen recaudo, junto a la botella de orujo  en aquel armario metálico suyo, donde también tenía los cuadernos de calificaciones. A los alumnos no se  nos facilitaba el acceso a dicha tabla, simplemente, para que nos esforzáramos en saber hacer manualmente los cálculos  y así, estuviéramos preparados para los casos que no se dispusiese,  ni de la tabla que él tenía, ni de “la segunda libretina” de marras. B.G.G.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

¡FELICIDADES! EL BLOG CUMPLE UN AÑO

El blog de los antiguos alumnos de Corias  comenzó su andadura el 21 de noviembre de 2009; por lo tanto, el próximo día 21, cumplirá un año. Hasta ahora el recuento de sus movimientos es el siguiente: en los dos meses de 2009 tuvo 21 participaciones como entradas directas, las cuales originaron  varios comentarios breves. En el 2010, y  hasta la fecha, se llevan publicadas 111 aportaciones con numerosos comentarios a las diferentes entradas. En total: los colaboradores que han participado hasta ahora, suman 11. Al final de la página principal del blog, bajo el título de Etiquetas, se pueden ver los nombres de los participantes y el número de intervenciones que ha tenido cada uno.

Seguidores del blog tenemos 17 reconocidos, que no está nada mal, más los mirones. ¡Ay los mirones!…, haberlos  haylos, y  a montones. Basta ver el  contador que, desde el día uno de septiembre que se instaló, hasta la fecha,  en tan solo dos meses y medio, pasan de seis mil las visitas que ha tenido el blog. Si las aportaciones fuesen proporcionales a las visitas, ya se nos habría agotado la capacidad que Google nos tiene asignada. No obstante, de un tiempo a esta parte,  parece que van apareciendo nuevos comentaristas que, aunque tímidamente, y a pesar de que algunos lo hagan de forma anónima, al menos, van posando sus opiniones  respecto de las  publicaciones que van apareciendo. Esto de posar la patita aquí por escrito, debiera de ser  lo mismo que, como dice el refrán refiriéndose al comer y al rascar, que solo es empezar. Ojalá fuese así de fácil, pero aún parece que los compañeros que lo visitan a menudo,  todavía sienten miedo o vergüenza de identificarse y de expresar su criterio u opinión respecto de lo que aquí se diga.

Como contrapartida tenemos el caso de varios compañeros que han facilitado sus fotografías y documentos de interés divulgativo para todos nosotros, que guardaban como  recordatorio particular y personal de los años del colegio. Estos amigos que han aportado al blog recuerdos de mucha estima, han sido: Alfredo Fernández, Joaquín Álvarez, José Suárez, José A. Ramos, Samuel Menéndez., Fidel Bigotes, Peque, Francos, Everardo, Celestino, Malvárez y Miguel Ángel Vázquez. El bloggero, Galán,  sigue abierto a todos los compañeros visitantes que tengan  a bien enviarle fotos o documentos de interés general relacionados con el colegio, para que puedan ser  compartidos  con el resto de los amigos de Corias, mediante el blog. En la cabecera del blog figura mi correo al cual se puede enviar el material  que tengáis digitalizado, y si lo tenéis en papel físico, igualmente. A través del correo electrónico os doy la dirección postal y lo que me enviéis por el correo tradicional, una vez copiado y digitalizado, os será remitido a vuelta de correo. Los que me han enviado cosas,   pueden atestiguar que es cierto lo que estoy diciendo.

Espero seguir teniendo vuestra colaboración como hasta ahora
y, si puede ser, cuanto más cuantiosa sea, mucho mejor. De todas formas, muchas gracias a todos: a los participantes y a los lectores. Y que el blog siga cumpliendo años. Como se dice en los brindis: de hoy en un año y antes muchas veces.

RESTAURACIÓN DE LA PROVINCIA DE ESPAÑA

Después de la entrada de Gera con su detallada descripción del acontecimiento, poco me queda a mi que rascar. De todas formas lo voy a intentar; muy resumido, aunque el acto se prolongó hasta las 11 de la noche y allí quedaba alguno todavía, como resistiéndose a abandonar El Molinón temiendo no llegar a celebrar el siguiente cincuentenario. Como estaba anunciado, la misa comenzó a las cinco y media oficiada por el P. Lázaro (provincial) y concelebrada por unos 40 frailes llegados de todos los puntos de España. Compartía el altar, con el P. Lázaro, el P. Jesús Martín y el P. Emiliano Burgos, actual prior de Corias. No muy lejos estaba el P. Basilio, el P. Lastra, P. Jaime y el P. Fco. Javier (Pachi). No vi más caras conocidas, aunque supongo que alguno habría de otras etapas posteriores a la mía. En el ofertorio se presentaron ofrendas que representaban los cinco continentes además del libro del centenario y un bonsái simbolizando la germinación de la semilla que la orden fue repartiendo por todo el mundo. Estaba también presente un nutrido grupo de personas de Cangas y de Corias y un reducido número de antiguos alumnos de la etapa de Instituto Laboral. Hay que destacar la estupenda actuación de la Coral de Cangas y se echó de menos el sonido del órgano que tantas veces nos acompañó en las multitudinarias misas dominicales. Terminada la misa, y después de los saludos de rigor y algunas fotos, nos dirigimos al Teatro Toreno de Cangas donde se celebró una conferencia sobre la historia de Corias y su trascendencia en la vida cultural, religiosa y económica de la comarca. La mesa estaba formada por el P. Lázaro, P. Jesús Martín, P. Emiliano, P. Javier Carballo, José M. Cuervo y Joaquín López de la publicación Tous pa Tous. Joaquín comentó el sentido de su publicación, su contenido y el fin perseguido con ella. A continuación, y con casi una hora de duración, el P. Carballo, historiador de la orden, expuso con gran detalle y siguiendo un orden cronológico cómo, lo que en principio fue una filial, pasó a ser desde 1860 la provincia de España. Comenzó con la salida de los Benedictinos del monasterio en 1835 y todos los pasos dados por los frailes: Julián Velinchón, Mariano Cuartero y Antonio Orge hasta conseguir que el Ministerio de Ultramar les concediera permiso para ocupar el Monasterio. El P. Jesús Martín, también con mucho detalle, se refirió a la época de la enseñanza, tanto en su faceta de Colegio Apostólico como en la de Instituto Laboral (1957-1981); los problemas para su puesta en marcha, la búsqueda de profesores para los distintos talleres, lo que suponía el día a día de un centro que llegó a tener más de 500 alumnos y su dependencia del Rey Pelayo de Cangas de Onís. José M. Cuervo se centró en lo que había supuesto, no sólo para la comarca si no para gran parte de Asturias el Instituto de Corias: la oportunidad de estudiar a gran número de jóvenes con escasos recursos y también el impulso económico que había supuesto para Cangas. Y como final y tratando de buscar una frase que reflejara lo que Corias había sido dijo: "Corias fue la de Dios". Posteriormente nos trasladamos al restaurante El Molinón donde, durante la cena informal, no faltaron las anécdotas y comentarios como ocurre en todas las reuniones anuales.

martes, 16 de noviembre de 2010

Corias casi casi 50 años después

CORIAS, CASI CASI, 50 AÑOS DESPUES.
Estaba anunciado un día, como se leía en aquel paraguas que compré en Berlín, “un día de perros”. Sin embargo la mañana apareció, ladera abajo, del brazo de algunas nubes, que más bien hacían de damas de honor –discretas ellas, de gris casi transparente-, apareció digo, bien espléndida y rebosando azul, con más de diecisiete grados y eso a pesar de estar a diecisiete días de san Andrés.
Íbamos a Corias; a participar en la celebración del 150 aniversario de la llegada de la Orden de Predicadores (Padres Dominicos, O.P.) a Corias. El programa no lo llamaba así, pero, ¡qué caray!, en palabras ingenuas así era. Y dije íbamos, porque mi esposa y mi hijo Pío no me dejaron ir solo. Gracias.
Voy, sino evadir al menos soslayar, la gabela, la carretada, de sentimientos que surten –como lo hace el surtidor del patio de la araucaria del monasterio, araucaria macho por cierto- a borbotones al pisar aquellos lugares, reconocer imágenes sedimentadas en el subconsciente; al intentar identificar a antiguos compañeros, profesores, …, o sus nombres. Y es que, como oímos en la eucaristía, no somos lo mismo, aunque soy el mismo. Abrazos entrañables, elogios y parabienes que… ¿Me habrá caído la baba? ¡Pero si dije que lo iba a esquivar!
Cuando se celebró el 100 aniversario también estuve presente. Sería alumno de cuarto, acaso de quinto. Fue un evento más importante de lo que yo podría valorar por lo histórico que me pareció. El caso fue que unos días después el profesor que más me quería, Padre Morán, llevó a clase los tres periódicos que por aquel entonces se publicaban en Oviedo. Hizo un amplio y conciso examen, no exento de humor, ¡ y de rigor !, como era normal en él, de cómo “daban” la noticia cada uno de los diarios. Muy diferente por cierto: Región, no sé si tenue o mortecina; apática sí. En cualquier caso sin relieve. La Voz, en un período de expansión popular, hacía una exhaustiva exposición de los acontecimientos citando todos los personajes protagonistas y los escenarios. Todos. Cronológicamente muy bien ordenados. La Nueva España, en cambio y sin olvidar el catálogo, vertía más tinta en los detalles, escudriñaba en los gestos, en los sentimientos, en lo bello,…, en lo importante. Tarea más compleja y complaciente para estudiantes ávidos de estilo y porque las cosas más bellas no pueden ser vistas ni tocadas. Tal fue lo que yo entendí y así lo escribí en el ejercicio que se nos pidió y que me produjo una buena satisfacción a ser leído en clase.
De esto hace casi casi, cincuenta años, porque fue unos días después de aquel centenario.
¿Quieren ustedes creer que lo mismo me pasó en el Acto Cultural que de este evento, 150 años de…, se desarrolló en el Teatro Toreno? Intervinieron varios oradores sabios, con unas, -esta vez más que nunca- documentadas exposiciones históricas que aunque no fuera nada más que por la tarea, ardua supongo, de “empalmar” los datos ya merecía, como así sucedió, el reconocimiento y aplauso. Pero ¿y los sentimientos? ¿Y lo importante? Si enseñar es dejar huella en la vida de otros, habrá que utilizar otros bueyes para que de ilusiones de jóvenes, pasemos, de viejos, a recuerdos.
Aquella admiración que siempre sentí por el Padre Jesús Martín, se justificaba una vez más y es que, como diría Javier Marías, conforme pasan los años uno se vuelve más vulnerable por fuera pero más incombustible interiormente. Su misma majestuosa forma de andar, el perfume de loción de quinina que inundaba los claustros delatando su presencia, su sabiduría de entonces y más aún su kerigma de ahora sobre todo, haciendo un profundo zum, trajo a primer plano las vivencias, los recuerdos.
Por eso le agradezco, que en las postrimerías de su exquisito “testimonio” hubiera leído parte de otro escrito mío, aparecido en esta misma sección hace algún tiempo, en el que me refería a huellas, emociones y recuerdos de Corias. Recuerdos, el único paraíso del que nadie nos podrá expulsar. Recuerdos que, efectivamente, son el perfume del alma. Recuerdos entrañables a los que también aludió desde la misma mesa, D. José Manuel Cuervo Fernández y de los que he disfrutado hoy y que serán mejores aún en el futuro si nos volvemos a ver. J.M.F.R. “GERA”.

sábado, 13 de noviembre de 2010

**LOS MAIZALES**


Hoy he leído una noticia en el periódico que decía: Los maizales hospedan la maría. En ese mismo momento he pensado para mis adentros, vaya, lo que le faltaba al maíz, aparte de manipularlo genéticamente ahora le quieren hacer cómplice de situaciones ilegales. El cultivo de la "maría" cuyo nombre científico es  Cannabis sativa, se ha hecho tan doméstico, últimamente,  que el menor día la veremos adornar los balcones  y ventanas de las casas. Aunque para alféizares y repisas de ventanas y balcones, la verdad es que no se presta mucho, no por otra cosa, simplemente por la gran altura que alcanza la planta pero, visto lo visto,  todo puede llegar. Hasta ahora se cultivaba de forma camuflada  en parcelas baldías, situadas en medio del monte, sobre todo, en sitios alejados del tránsito humano, y en tiestos de gran tamaño en el interior de las casas con luz artificial;  pero a los maizales aún no les  había llegado el turno. Ahora, parece que ya sí.

 Los maizales siempre han sido unas plantaciones gregarias hermosas con múltiples usos. Digamos que, hasta los  años cincuenta-sesenta, más o menos,  en las zonas rurales  como no se disponía de cuartos de baño  en las casas, las evacuaciones mayores corporales se hacían principalmente en dos puntos cercanos a la vivienda:  en la cuadra durante el invierno,  y en el verano y parte del otoño, en los maizales. Esta frondosa y esbelta gramínea que alcanza gran altura y que  gracias a  la espesura y verdor que logran sus plantaciones cuando  están bien desarrolladas, ponen a nuestro alcance, gratuitamente, camuflaje y cobijo para múltiples usos.

En las fiestas de los pueblos los maizales que estuviesen próximos a los prados donde se celebraran las romerías veraniegas, ya podían prepararse pues,  los cortejos vespertinos que llegaran a buen término, por la noche siempre se culminaban bajo la protección de estas plantas. A veces, los efectos eran devastadores, similares al paso de una piara de jabalís. También los había muy discretos y cuidadosos que  apenas se notaba su paso por la plantación;  pero al dueño del maizal cuando le tocaba, éste, podía echar todas las pestes que quisiera, pero tenía que  aguantarse. Muchos animales también los usan como guarida para protegerse del hombre y así poder camuflarse durante el día, y la noche. Otra utilidad del fruto ya maduro, de uso exclusivamente infantil y un tanto chusco que hacían la chavalería en el invierno, era el utilizar el pelo de las panochas para situárselo adecuadamente, a los muñecos de nieve en los bigotes y en otras partes.

Y si el pelo de las panochas se usaba para presentar escenas chistosas, no digamos de las hojas de las mazorcas que servían como relleno recambiable y sonoro de los jergones para los  peques en las casas, ya que,  cuando a éstos se les soltaba la espita sin previo aviso durante la noche, no quedaba otra solución que  vaciar  el jergón y “fuecha” nueva . Había casas en las cuales, gastaban tanta que,  toda la fuella  que hubiera en el cortinal, toda era poca.

Bien podemos decir que el maíz, es una planta tan útil que,  aparte de su cometido vital alimentario,  tanto humano como animal,  también  se presta a proporcionarnos durante su  desarrollo, toda una serie de servicios primarios muy necesarios. Etimológicamente, su aumentativo sirve para designar a un tío desgarbado y muy grande, llamándole maizón. El fruto, es decir,  la mazorca, también suele servir de elemento comparativo para ponderar lo voluminosa que debiera ser  cierta parte el cuerpo, que ahora no viene al caso mencionar.

Concluyendo, digamos que el maíz nunca puede disfrutar de estar solo. Cuando no es el hombre quien le manipula o perturba, son otras plantas que también gustan de vegetar junto a él, en su mismo terreno: como las habas o los calabazones. Pero como hoy día, todas estas utilidades que nos prestaba el maizal, han ido quedando obsoletas, resulta que, ahora que el maíz estaba empezando a estar muy a gusto y contento   él solito; va y le sale una nueva intrusa que es la “maría”. ¡Qué poco dura la alegría en casa del pobre! Lo peor es que a esta peligrosa y psicoactiva  dama, también apodada como “marijuana”, le gusta mucho el sol y, por lo tanto, como no se dé prisa en crecer  para, al menos igualar,  a las estiradas espadañas de las mazorcas, tendrá que asistir a sesiones diarias de rayos UVA para suplir la falta de luz solar.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Y estos mozalbetes, ¿quienes son?


La página web: www.touspatous.com publica un artículo, que debierais  leer, titulado: Los Dominicos y Corias: de la nostalgia a la responsabilidad,  Por Fr. Javier Carballo, O. P. - Prior Provincial Provincia de España-. Ilustrando el texto en el libro del centenario se  insertan varias fotos: unas son de antiguos alumnos, pertenecientes a la Escuela Apostólica,  otras de los padres dominicos, y algunas son del monasterio, como la que recoge  la  techumbre de la iglesia donde se puede ver la vieja linterna de madera que remataba la torre y que en el año 1960 fue sustituida por la cúpula actual. O en la que  están tres hombres elevando una piedra tallada grande, mediante una polea, y el pie de foto dice: obreros en los trabajos de reconstrucción de la cúpula; el de la derecha era el constructor Alipio de Tebongo, padre de los hermanos Llano que hicieron el bachiller en Corias. De las otras fotos que acompañan al artículo, destaco ésta, de un grupo de alumnos que están de excursión y está fechada sobre 1962; ya de nuestra época, cuando el colegio se había convertido en instituto laboral.  En el año que pone la foto, yo estaba en tercero de bachiller y el curso más avanzado que existía era quinto. Después de reparar bastante en las caras de los integrantes del grupo,  puedo decir que no reconozco a ninguno de ellos. Al menos de momento. A ver si vosotros tenéis mejor ojo y localizáis  alguno.

viernes, 5 de noviembre de 2010

150 AÑOS DE LA RESTAURACIÓN DE LA PROVINCIA EN CORIAS

¡Venga muchachos!, que la ocasión la pintan calva. El que esté libre de ocupaciones y quiera, puede  hacerse con una invitación, de las veinticinco que ofrecen los Dominicos a los miembros de ADEACO, para asistir a la cena del día 13 en Cangas. Para lo cual, simplemente es preciso hacer lo que indica nuestro presidente, Cuervo, en la invitación que se adjunta.
Yo, sintiéndolo mucho,  no puedo desplazarme a Corias en estas fechas, por quehaceres  familiares diarios, pero ya  me gustaría; no obstante, seguro que las veinticinco invitaciones,  sabrán a poco y se  agotarán  en un pispás. Así debiera de ser, y así lo deseo.


miércoles, 3 de noviembre de 2010

SIN, Y CON






Como detalle complementario referente a la polémica entablada por la colocación de las dichosas columnas  de hormigón sobre los restos de la antigua iglesia románica, del siglo XI, descubierta durante la fase de  excavación del aparcamiento subterráneo del parador de Corias. Os presento, a modo de ilustración, estas dos fotos juntas donde se puede apreciar el desaguisado o el acierto cometido, según las diferentes versiones que podemos leer en la prensa. Actualmente, estos antiguos y originales restos, no son visibles desde el exterior debido a que el aparcamiento ya tiene la cubierta construida, como se puede apreciar en la foto del reciente artículo de La Nueva España, que está incluido en el blog.

Las fotos  fueron hechas en abril y en septiembre, de este año 2010,  por mí y por Samuel, respectivamente. Ambas fotografías están incluidas en el blog, por separado según sus  fechas, cada una  con su comentario  correspondiente.

martes, 2 de noviembre de 2010

NOTA NECROLÓGICA


Ha fallecido el  compañero de Corias Manuel Bastos Prado. Este amigo de origen gallego que  había hecho Medicina en Sevilla y donde también ejercía, un cáncer de pulmón terminó con su vida a la edad de sesenta y un años. Descanse en paz.