PRESENTACIÓN

Anualmente cuando nos reunimos los antiguos alumnos de Corias, bien sea en grupos minoritarios por promociones en diferentes lugares del Principado y alrededores, o de forma general en el encuentro de Corias a finales de cada mes de septiembre, siempre solíamos comentar al sentir la alegría de juntarnos de nuevo que, era una pena el que hubieran pasado tantos años sin comunicarnos y sin saber unos de otros.

Afortunadamente, en estos tiempos eso está subsanado gracias a los medios informáticos disponibles que tenemos a nuestro alcance. Aprovechando la oportunidad que nos brinda BLOGGER para poder crear un espacio cibernético común, en la nube, donde se pueda participar y expresar los recuerdos que cada uno de nosotros guardamos celosamente de aquellos años, es cuando surge el Blog de los antiguos alumnos de Corias.

Esta elemental presentación lo único que pretende y persigue es reavivar la amistad y la armonía que hemos trabado entre todos nosotros durante los años de convivencia en el Instituto Laboral San Juan Bautista de Corias y, que a pesar del tiempo transcurrido, aún perviven frescas en nuestro recuerdo.

Otro de los objetivos del blog es recordar y compartir las peripecias vividas por aquellos jóvenes que coincidimos bajo las mismas enseñanzas, disciplinas, aulas, comedores, dormitorios, juegos, etc., durante varios años en el convento de Corias y que aún las tenemos muy presentes.

La mejor forma que tenemos para rememorarlo es ir contando en este blog todos los pasajes que cada uno de nosotros recuerde, expresados con la forma y estilo propios de cada uno pero, siempre supeditados a los principios del buen gusto, el respeto y a la correcta educación que nos han inculcado los padres dominicos. El temario en principio aún siendo libre, sí debiéramos procurar en general, que tengan preferencia los temas relacionados con el colegio y su entorno, ya que es el vínculo y denominador común entre todos nosotros.

Como es lógico, cada colaborador es el único responsable de sus opiniones vertidas aquí en el blog; las cuales pueden ser expresadas libremente sin condicionantes ni cortapisa alguna por parte de la dirección; tan solo debemos atenernos todos, a las premisas mencionadas anteriormente del respeto y el buen gusto.

Una vez hecha esta breve presentación, se pide la colaboración y aportación de todos los antiguos alumnos pues, seguro que todos tenemos algo ameno e interesante que contar. Unas veces serán relatos agradables y divertidos, y otras no tanto; pero así es la realidad de la vida.

Al blog le dan vida una serie de antiguos alumnos que colaboran de forma fehaciente y entusiasta con Benjamín Galán que es el bloguero administrador. A este galante caballero el cargo de administrador no le fue asignado por méritos propios, más bien por defecto, de forma automática; simplemente, por ser el titular del blog. Pero podría delegar el cargo en cualquier otro colaborador que así lo deseara.

De antemano, muchas gracias a todos los participantes y colaboradores. Tanto a los antiguos alumnos y profesores que deseen intervenir, como a todos nuestros amigos lectores.

¡A colaborar y a disfrutarlo!

(21 de noviembre de 2009)

B. G. G. (BLOGUERO PRIOR)

viernes, 29 de enero de 2016

REFLEXIONES NIMIAS.

Singulares, proclives fechas son
aquellas que a uno le hacen meditar,
porqué el deporte que es de disputar
se acomete si llega la ocasión.

En tiempo de ocio existe una elecciòn
y el humano decidido ha de optar
si el sosiego en asueto va a adoptar
o al contrario recrear competición.

Creo que está en el ADN ser competitivo,
de igual modo buscar perfeccionismo
y el bienestar como único objetivo.

Con tales sensaciones y optimismo
tenis y golf disfruta combativo
este aldeano, "out" de todo pedantismo.


sábado, 23 de enero de 2016

SE ABRE EL TELÓN



                            
Tengo que confesar que sentía cierta satisfacción con la aparición, en el ruedo, de nuevos partidos políticos a nivel nacional. Sus promesas de luchar contra la corrupción, la regeneración democrática, el fraude, la desigualdad y el paro, junto con la savia nueva, que hacía estas promesas, me llenaron de ilusión y esperanza.

Como la alegría, en casa el probe, dura poco, así terminaron mis expectativas.  Por un lado las coaliciones un tanto desnaturalizadas, por otro los juramentos o promesas, para aceptar los cargos, con textos demasiado rebuscados y finalizados con el puño en alto incluido, me dejaron un mal sabor de boca.

No debemos olvidar los consejos de algunos de los miembros de estos partidos en los ayuntamientos donde gobiernan como: la limpieza de los colegios por parte de las madres de los alumnos, la recogida de colillas, en las calles, por parte de los más pequeños y algún otro detalle de no muy buen gusto.

 Lo que sí me pareció muy acertado es lo de llevar a los bebés al puesto de trabajo. Estoy seguro que los empresarios lo aceptarán de muy buen agrado.

 Será todo un espectáculo ver a las mamás bajar en la jaula de la mina con su retoño en brazos, provisto del correspondiente casco, farol y equipo de emergencia.

Supongo que las destinadas en los transportes públicos (trenes, autobuses, aviones, etc.) podrán interrumpir su servicio para atender al bebé mientras los pasajeros, esperan tranquilamente, sin rechistar, contemplando la enternecedora escena.

No acabo de entender cómo una medida tan sencilla y tan fácil de aplicar no se les ocurrió antes a los gobernantes de turno.

Estoy seguro, que la medida, creará innumerables puestos de trabajo al tener que adaptar locales, en todas las empresas, para cumplir con la norma.

Como estamos en tiempos de vacas gordas, seguro que los empresarios no pondrán demasiados inconvenientes y esto contribuirá, con toda seguridad, al aumento de la natalidad y al descenso del número de parados en nuestro país.

¡Que Dios nos coja confesaos!

Menos mal que bajó el precio de los combustibles, incluido el gas. No tanto como el precio del crudo pero, algo es algo.

En contrapartida subió el precio del kilowatio, aunque el Soria diga lo contrario, y también el del teléfono que está entre los más caros de nuestro entorno.

Todo apunta a que 2016 será un año para el recuerdo, con
elecciones incluidas.

Creo que tiene razón el dominico-ex y lo mejor es votar a la GCT.

 AXA SALÚ

miércoles, 20 de enero de 2016

POLÍTICA O ESPECTÁCULO


Es un tema muy manido, incluso puede torcer algún gesto por inapropiado o aburrido. A pesar de ello traeré unas breves y parciales impresiones personales aquí. Ningún problema debe haber, alguien, aproximándose a la verdad, escribió que todos sabemos ya del pie que cojea cada cual.

La XI Legislatura, de futuro incierto, da estos días los primeros titubeantes pasos de su andadura. Después de ingentes, tensas y subterráneas negociaciones han elegido la mesa que la debe regir.  Las disputas sobre la composición de los grupos parlamentarios se solventarán hoy.

Quienes resultaron elegidos el pasado veinte de diciembre tienen ante sí importantes responsabilidades; dar la mayoría suficiente a un nuevo presidente que dote de gobierno al país -cometido que muchos analistas pronostican difícil de alcanzar-  y legislar nuevas leyes que articulen nuevos derechos y deberes. La orientación de esos votos influirá en nuestro futuro.

La fortuna es esquiva y caprichosa y, como acostumbra, en estas últimas elecciones pudieron resultar premiados quienes, según qué opinión, menos se lo merecen. Aunque afortunados, si se tienen en cuenta expectativas y resultados no hubo ninguno.
Ninguno alcanzó mayoría suficiente para imponer sus propuestas. Pero conociendo el uso que de la mayoría absoluta hizo el gobierno saliente: recortes en los derechos sociales y restricciones en el ejercicio de las libertades, los afortunados deberíamos ser la gran mayoría de españoles.

Ante la problemática social  -ayer una reputada y poco sospechosa ONG informaba que el 27% de la población está en peligro de exclusión y 2,5 millones de parados no  reciben prestación- y las tensiones separatistas instaladas en el país, quienes recibieron mandato y apoyo suficiente para pactar deberían centrar sus esfuerzos en lograr acuerdos con el objetivo de revertir la actual situación. No parece admisible en esta tesitura dar cancha al juego de líneas rojas de quita y pon. De la capacidad para alcanzar acuerdos y  ofrecer soluciones depende el éxito de la legislatura. De la falta de acuerdos, su fracaso, el final de esta oportunidad política, y la convocatoria de nuevas elecciones ¿indeseadas? por la mayoría.

 Cierto que lograr acuerdos de gobierno se presenta difícil. Una evidencia de la última campaña electoral, y en cierta medida de su resultado, es que estamos ante nuevas formas de hacer política (si no son nuevas han adquirido mayor intensidad) convirtiéndola en un  espectáculo más. Los medios, sin exclusión, ofrecen hasta el aburrimiento debates excluyentes, actuaciones y entrevistas banales  que cultivan lo anecdótico en detrimento del análisis de los distintos programas. Tal vez es éste el más recién descubrimiento de quienes manejan los hilos del poder. Ni los más ingenuos deberían pensar que los poderes económicos propietarios de los medios ceden sus platós para promocionar a un partido sin pasarle  factura cuando llegue la ocasión.

 Imaginar una realidad en la cual la política sea sustituida por el espectáculo y que esté en manos de los telepredicadores de turno resulta una pesadilla.

No debe extrañar por eso la tentación a convertir al Parlamento en un plató de televisión. Su Sesión de  Constitución no estuvo exenta, más bien caracterizada, de actuaciones pintorescas; desde las declaraciones y gestos de mal gusto por parte de representantes elegidos en las listas del partido  del gobierno saliente sobre formas de vestir o  rastas de algún nuevo diputado, hasta los fuegos de artificio verbales pronunciados al prometer su cargo por parte de no pocos de los recién llegados. Éstos tratando quizá de la labrarse una épica de la que aún carecen o de iniciar  su próxima campaña electoral. Incluso una diputada apareció con su bebé. No seré yo quien discuta el derecho de una madre a no separarse de su hijo, menos a quien luche por la conciliación familiar. Pero, aunque pueda parecer poco moderno y a riesgo de ser tachado de algo que no soy, mi opinión es que el lugar de un bebé está en su casa o en la guardería, no en el Congreso de los Diputados. Una cosa es reivindicación y otra espectáculo. El derecho de apego al que se acoge la madre ¿está de acuerdo con la legislación vigente de protección al menor?

 Al parecer en esa sesión inaugural espectáculo y política se cruzaron en la puerta, uno entraba mientras la otra salía.

 No resulta extraño que, en la práctica, quedaran eclipsados otros comportamientos peligrosos y no menos llamativos; los cambios en el tono de voz, de arrogante a suplicante, del portavoz del partido que gobernó durante los últimos cuatro años para reclamar pactos sin avenirse a cambiar de política. La misma que, desde su mayoría absoluta,  despreció cualquier tipo de diálogo con los demás dando alas al incremento de la desigualdad -hoy se publica que los 20 españoles más ricos tienen tanto como el 30% más pobre- y al auge del preocupante anacronismo separatista.

 En paralelo los llamados barones del segundo partido más votado se afanaban, se afanan, en poner  palos en las ruedas y mover la silla de quien detenta la dirección de ese partido con la cada vez menos secreta intención de tomar ellos los mandos con un no declarado pero sospechoso propósito.
Pero lo más grave fue que centrados en el espectáculo casi pasó desapercibido por el hemiciclo, y pudo emitir su indigno voto, un reelegido diputado segoviano imputado por corrupto.

Éste puede ser un parlamento florido. Pero sabido es que las flores se marchitan, desaparecen, y quedan en la nada si no dan fruto.

 ulpiano rodríguez calvo 

domingo, 10 de enero de 2016

DON ELOY


Hablando de maestros, creo que todos los que procedemos de  zonas rurales, guardamos grandes recuerdos de los primeros educadores  que tuvimos en nuestra infancia. Los niños de la ciudad supongo que también tendrán referencias  iguales o parecidas a las nuestras, pero pienso que menos, ya que entonces en los pueblos el señor maestro era el tipo culto,  preparado  y distinguido;  junto con el cura, casi los únicos personajes instruidos  entre una vecindad campesina poco ilustrada en general, y con numerosos semianalfabetos en su población. Sin embargo,  en  los núcleos de mayor demografía los maestros  ya pasaban más desapercibidos y no destacaban tanto pues compartían su preparación y cultura con otros muchos profesionales residentes como médicos, abogados, religiosos,  farmacéuticos…. En los pueblos el maestro, salvo raras excepciones, era considerado como una autoridad en todos los sentidos, de ahí que fuese  una persona muy respetada  y valorada;  tanto por los alumnos como por la población adulta en general.

En mi caso concreto,   el maestro que a mí me correspondió en la escuela primaria del pueblo fue don Eloy, zamorano de procedencia y casado y afincado en Posada de Rengos. Este buen señor no solo era el encargado de desasnar a la infancia masculina de la parroquia, sino también de redactar cualquier tipo de documento o trámite burocrático que se llevase a cabo en su delimitación territorial,  generados por temas hereditarios,   por intercambios de fincas,  o por transacciones económicas entre vecinos.

Recuerdo que en los años cincuenta y hasta bien entrados los setenta, en el concejo  de Cangas del Narcea, era  corriente que algunos dueños de las haciendas más solventes con mayores posibilidades monetarias, prestasen dinero “a los intereses” con su rédito correspondiente a quienes lo solicitasen.
Era bien conocido el caso de familias que, aún disponiendo de buenas fincas y numerosas  cabezas de ganado,   vivían rayando  la miseria  pasando “fame” y calamidades todo el año, con el fin de poder “ aforrar” unos cuartos para luego ponerlos a los intereses durante unos años, aprovechando que siempre había  algún “echao palante”  local, que se arriesgaba  a acometer algún negocio en la capital sin tener un duro propio. En Madrid sobre todo.

 Uno de los negocios más solicitados en aquellos tiempos,  que generaban este tipo de necesidades entre la gente más emprendedora, eran los traspasos de las plazas de sereno en Madrid. Entonces  el coger de traspaso una de estas "propiedades virtuales", sobre todo en las zonas céntricas,  suponía el desembolso de entre veinte y treinta  mil duros, que pocas familias disponían de semejante capital.  También se pedían prestados los dineros  para otro tipo de empresas  como podrían ser: comprar un taxi y su licencia, traspaso de una pensión, de una taberna,  etc.

Estos préstamos entre particulares, como se puede intuir tenían la validez de la  palabra, como pasaba con el trato de una res en la feria, pero estaban totalmente al margen de la ley ya que no tributaban al erario público ni un céntimo, y  para darles constancia ante la Justicia, en el caso de que el deudor saliera rana, se redactaba un documento privado entre el que prestaba y el que recibía,  con la presencia  de ciertos personajes como eran : el acreedor,   dos testigos  de confianza y de un fiador o dos, según fuera el monto del préstamo. En este acto de compromiso el deudor manifestaba  ante el  redactor del documento, el acreedor, el fiador y los testigos, que devolvería hasta el último céntimo del pie, así como de los intereses devengados  y  en el plazo fijado. Sin embargo, no siempre se cumplían estas promesas y por eso se exigía  la presencia  del fiador,  que era el aval, el “pardillo”. El fiador era la persona que respondía del compromiso adquirido por el deudor y que  garantizaba al acreedor la devolución íntegra del préstamo en metálico. Llegado el caso que el deudor no cumpliese lo pactado, el fiador  lo haría en su lugar, bien con dinero o a costa de su hacienda y patrimonio.

 En mi pueblo todos estos documentos los redactaba y los  llevaba a cabo siempre el señor maestro en su casa. Yo he tenido en mi poder  algún ejemplar de estos,  manuscritos, que tenían  una letra  de caligrafía preciosa, pero endiablada de leer y casi de interpretar pues, aparte delo recargados que   resultaban los rasgos de las diferentes grafías, también estaba el inconveniente añadido  por parte del redactor, de incluir excesivas frases retóricas más propias de la jerga  jurídica-financiera que de la “fala” común.
   
Otra función encomiable  que desempeñaba en mi pueblo el señor maestro todos los finales de mes, era la de distribuir y entregar la “Paga de Vejez” que cobraban algunos ancianos de la parroquia y que  rondaban las 300 pesetas. En los días de pago,  la Casa del Maestro se transformaba en un  auténtico Saloon del Oeste americano por las numerosas caballerías que allí permanecían  atadas a las argollas de la fachada exterior, con sus aparejos de silla y alforjas y que casi impedían el acceso  a la entrada de la casa.

Una vez dichas algunas de las  bondades y cualidades que dedicaba  este señor a sus convecinos y alumnos,  apuntaré algún  defectillo que otro, como era el de obligarnos a los escolares a cantar el Cara al Sol con demasiada frecuencia. También debo decir que don Eloy como eficiente docente que era,  para el pleno desempeño de su vocacional oficio, se auxiliaba  de abundante bibliografía y de material didáctico en general, pero sobre todo no se separaba de un elemento, poco  pedagógico e instructivo,  pero  que le resultaba muy eficaz  e imprescindible para la buena marcha de la escuela.

Dicha pieza no era nada electrónico o potencial como pasa hoy en día, pues entonces ni siquiera se contemplaba el  término virtual a nivel de la enseñanza primaria. Si acaso, en  los tratados de Óptica. En realidad se trataba de algo bien distinto,  palpable y material  pues,  consistía  en una rígida vara seca de avellano, de unos setenta centímetros de largo y un diámetro aproximado de un centímetro. Aquellos malditos palos nos medían y masajeaban las costillas palmo a palmo y a menudo,  sin excepciones de edad ni condición familiar, incluido su propio hijo.  Cierto arresto, un poco más ejemplarizante y menos cruel,  no digo que no fuera necesario, pero a este señor maestro  no le cabía la mínima duda  que el  método de la “guichada”, o vara de arreador, era una de las tácticas más pedagógicas y eficientes que existían en aquellos tiempos para la doma de potros asturcones bípedos, aún por bravíos y montaraces que estos saliesen.

Lo incomprensible del caso era que el aprovisionamiento de estos odiados y temidos punteros corrían a cargo de los mismos alumnos. A cada tanto, uno de los principales entretenimientos de algunos de los  escolares, mientras guardaban las vacas en los prados, siempre por encargo del maestro, era cortar y preparar  algún feje de varas de avellano para que al domador  no le faltasen nunca y no llegara a sentirse desarmado y solo frente a la barahúnda de escolinos.

Aquí, sí se cumplía con creces el refrán que dice: “Además de burros, apaleados”.

B. G. G. bloguero “Prior”


P.D.  Como curiosidad diré que en la foto,  el “Prior”, es el segundo por la derecha de la fila inferior.

viernes, 8 de enero de 2016

EL MAESTRO


“Sr. Maestro, Tino valtó (derribó) un nial”. Don Antonio humedecía la yema de su pulgar derecho con la lengua y reclamaba “Tino, ven acá”.

En aquellos tiempos todavía no se había inventado lo de la presunción de inocencia, de modo que el maestro pasaba directamente a ejecutar la sentencia sin juicio previo. El castigo eran unos varetazos con vara de avellano en el trasero.  El baremo dependía de la gravedad del delito denunciado: tres varetazos por destruir un nido. Cuatro por robar algo, dos por faltar al respeto a una persona mayor, cinco por montar la escuela (o sea hacer novillos). “Sr Maestro, Celso ayer mandó a  ______  a Jesús de la Molinera”. Celso ni reclama, sabe y acepta tan resignadamente que le esperan unos varetazos en el trasero.

Don Antonio tenía una obsesión evidente por la educación cívica de los guajes. Era un tipo íntegro y con evidente vocación para la enseñanza.  Supongo que tenía treinta y pocos años. Soltero. Vivía con una hermana también soltera en una aldea a cinco kilómetros de la escuela caminando por el monte. Por el invierno utilizaba un candil de carburo para alumbrar el camino, pues se le echaba la noche encima al regreso. Traía una cesta de mimbre, cesta obrera, la comida del medio día que sin excepción, consistía en un pequeño pote de berzas. Una mujer que vivía próxima a la escuela se lo calentaba. Según averiguaciones que he hecho, debía ganar 275 pesetas al mes. Un huerto familiar, seis gallinas y media docena de colmenas complementaban los recursos de Don Antonio y su hermana. Justamente para llevar una vida de mera subsistencia. Un raído traje marrón era todo su fondo de armario. Eso sí, una corbatina verduca que parecía a fuerza de cotidianidad, formaba parte de su anatomía. Así de simple era su nivel de malestar en aquella sociedad misérrima. Bien es verdad que la casi totalidad de sus vecinos también vivían en una penuria similar a la suya.

Mal de muchos… una vez más un dicho popular falsea la realidad. En una sociedad donde la inmensa mayoría de sus miembros tengan un gran nivel de bienestar Juan Nadie no podrá soportar el agravio comparativo de que la fortuna visite todas las casas menos la suya. Cuando yo era niño en Campomanes nadie se sentía especialmente desgraciado por no tener un coche, ya que solo lo tenía uno en el pueblo, el médico. De modo que Don Antonio logró esquivar el hambre gracias al recurso de todos los aldeanos: proveerse de alimentos de huerta.

La relación conmigo resultó completamente atípica debido a que mi madre, que había cursado estudios en las Dominicas de Oviedo, me enseñaba ella con antelación lo que después estudiábamos en la escuela. Por lo demás en mi casa había bastantes libros, supuestamente novelas: recuerdo que había las obras de Palacio Valdés, de Pereda y de Galdós. Incluso compraban el periódico los domingos y los lunes. Los lunes no salían los periódicos normales. Durante años se publicó una hoja del lunes con el título de Carbón. En ella saciaba yo mi bulimia de goles. A tan temprana edad yo necesitaba mi dosis diaria de goles como tantos y tantos españoles.
Yo no podía pasar sin mi dosis semanal de goles. De goles del Oviedo y los goles del Oviedo los fabricaba Herrerita. Por esa razón no entendía que el libro que contenía todo el sabor humano, o sea, la Enciclopedia Álvarez mencionaba varios míticos personajes patrios, como Viriato, Don Pelayo, El cid etc… y no mencionara al fenómeno futbolista ovetense. Me costó aceptar este fallo de la Enciclopedia.

El afán doméstico de mi madre por enseñarme provocó un serio problema en mi vida escolar. Cuando empezaban los demás, las primeras lecciones en la Enciclopedia Álvarez yo ya me la había estudiado en casa casi entera.
Resultado: me aburría en clase y me dedicaba a incordiar. El maestro se dio cuenta del asunto y lo corrigió de un modo muy imaginativo. En vez de azotarme con la vara, me separaba de los demás, enviándome a una mesa solitaria situada al fondo del aula. Como se dio cuenta que no era fácil tenerme tranquilo probó a anestesiarme con lecturas. ¡Bendito Don Antonio! Fue mi inicio en el mundo de los libros con los cuales y de los cuales viví el resto de mi vida. Comenzó dándome a leer a Miguel Strogoff o el Correo del Zar, de Julio Verne. Siguió con viaje Submarino, Ivanhoe de Walter Scott, el Sr. de Bembibre de Gil y Carrasco, etc, etc…

A los doce años ya leí Nuestra Señora de París de Víctor Hugo. Ni Don Antonio ni mucho menos yo, sabíamos que aquel maridaje mío con los libros desde tan niño era premonitorio de lo que sería una constante en mi vida. Años más tarde, hacía mediados de los años 80, le encontré un día cualquiera por la calle. Ya era un viejecito y le saludé consciente de lo que le debía. Le informé que mi trabajo de funcionario consistía en comprar libros en lenguas europeas para la Biblioteca Nacional. Se lo dije sabiendo que sentiría el sano orgullo de haberme introducido en el mundo de la lectura.

Mi vida hubiera sido muy otra, no sé cual, sin mi madre, el maestro, y las Dominicas.

Sobre todo un ramillete de bellos recuerdos de mi niñez, tengo escritos dos nombres: mi madre y Don Antonio. Desde la cima de la edad, vuelto hacia aquellos años hago una agradecida evaluación de ambos. Y he que ambos son para mí el prototipo de las dos profesiones que más hicieron por sacar adelante este país de miseria y ruindad, que nos ha tocado como patria.
Reclamo una calle, una plaza una estatua o un monumento que recuerde aquellas mujeres y a aquellos maestros que en unos años de miseria económica y moral sufrieron con sacrificio y valentía.

Ya en una ocasión reclamé – sin éxito – una calle para el tonto de mi pueblo. Este pueblo nuestro olvidadizo e ingrato dedica calles importantes a perfectos desconocidos cuando no a reconocidos sinvergüenzas como una calle en el centro de Madrid  al lado de Cibeles dedicada a Salustiano Olózaga. Leed su biografía, y rogad a Dios que no os salga un hijo de la catadura moral de ese fulano.

El recuerdo de mis años escolares me incita a reflexionar sobre el eterno problema de la enseñanza que con el libro, fue parte consustancial de mi vida. Fueron 40 años de experiencias apasionadas. Ahora, como simple y afligido observador. Cada año aparecen evaluaciones de organismos internacionales, sobre la mínima calidad de nuestro sistema educativo.  Teniendo en cuenta que el dinero destinado a la enseñanza se ha multiplicado por diez en los últimos treinta años no sería un despropósito reclamar que la calidad hubiera conllevado un aumento proporcional a la inversión. Pues no. Año tras año, aparecen evaluaciones de organismos internacionales sobre la calidad de la educación en diferentes países (por ejemplo en los 34 países de la OCDE) y año tras año figuramos a la cola de esos países.

Si fuéramos un pueblo inteligente y serio, que no lo somos saldríamos a diario a la calla con pancartas que rezaran “Por una enseñanza de calidad”. Por que una de las pocas verdades que ya no discuten los economistas en que la única inversión, la única, que tienen asegurada la rentabilidad es la educación.  Lo dijo Servan-Schreider a mediados de los 50 y lo corrobora la historia de la economía mundial. La riqueza de una nación ya no se mide en recursos naturales. Se mide en calidad educativa.  Un país sin recursos naturales, como Corea del Sur invirtió tanto en la educación que es uno de los países más prósperos del mundo. En el año 1950 tenía la misma renta que Zambia.

Acabamos de soportar la tabarra de las elecciones y ni una palabra sobre el tema educativo. Normal. La sociedad  - voluntariamente despreocupada del tema– no se involucra. Los políticos ignoran el problema  pues saben que no da réditos electorales.  Es más como la que postula  José Antonio Marina –que sería fenomenal– no gozaría de la popularidad ni de los docentes ni de los ciudadanos.

Así nos va. Dentro de unos años ese 30% de fracaso escolar se convertirá en parados de larga duración a los 41 años.

Nos es igual. Ya vendrá algún Pablo Iglesias a solucionar nuestros problemas.


Pepe Morán. Dominico-ex