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sábado, 27 de julio de 2013
Al “Prior” ya no le sienta nada bien el relente de la folixa
Se nota que al "Prior" tampoco le gusta doblar mucho la bisagra pues, en vez de cavar y cultivar la huerta y tenerla como un vergel como hace Carlos Lobato, la utiliza como terraza de lectura ¡Cuánto folgazán hay suelto por ahí!
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El caso es que nos encontrábamos aquí en Posada
estupendamente, muy tranquilos y a gusto como se puede ver por la foto durante todos estos días de julio, los cuales tomamos
como vacaciones aprovechando las fiestas canguesas, y, recién pasado El Carmen,
después de tres trasnochadas un pelín prolongadas, ya comenzamos
tanto Elena como yo, a sentir los primeros síntomas de resfriado como son
los típicos picores de garganta o algo de carraspera, pero no le dimos mayor importancia
y lo achacamos a los efectos propios que a veces suelen producir estas exageradas calorinas, así ocasionales, en los bodys que ya van teniendo cierta solera,
como es el caso del “Prior”, pero sin darle mayor importancia. De todos modos no era de extrañar pues, con el calor tan desmedido que lleva haciendo en
lo que llevamos de verano y encima con el grado de humedad tan alto que existe
en el ambiente -en torno al 80%-, es muy propicio para que se produzcan cualquier
tipo de alteraciones en el sistema respiratorio.
Nosotros el día de
Pola, después de haber pasado una
jornada muy a gusto y placentera entre los amigos blogueros, cuando regresamos
a casa estábamos medio cocidos (escocidos no) y no fue por el alcohol
ingerido, no; más bien por la calorina tan tremenda que pasamos durante todo el
día. Así, una vez en casa, no veía uno el momento para poder ducharse y
cambiarse de ropa. Teníamos la molesta y pegajosa sensación de tener la ropa adherida a la propia piel. Al día siguiente, domingo, nos
fuimos a León y el miércoles regresamos de nuevo a Posada.
Durante los días previos al Carmen también
hizo mucho calor: yo he comprobado algunas mañanas el termómetro exterior en
casa en Posada y a las siete de la
mañana marcaba 21 grados de temperatura, cosa totalmente inusual para estos
pagos. En principio los conatos de
resfriado que sentíamos no parecían nada
anormal, más bien los propios de algo pasajero, sin trascendencia. Pero al cabo
de unos días la cosa fue yendo cada vez a peor, hasta que surgió lo que he
contado en el comentario que hice ayer en la entrada de Felipe, La Biblioteca.
El caso es que a Elena no le ha pasado de ser un catarro
normal, pero en mi caso, me pilló bien pillado. Una vez más se demuestra que las mujeres son mucho más duras y
resistentes que nosotros los hombres. Miánicas
que sí. Ahora, estos últimos días
que nos restan de estancia en Posada, estamos recluidos y sosegados en casa
para lograr cuanto antes que yo me recupere para volver
a estar en condiciones lo antes posible y
así poder hacer de nuevo, tanto los paseos matinales por
el valle del río Gillón, como por la
ruta de Romualdo, lo mismo que el resto
de labores propias de un sesentón cumplido como es mi caso.
Lo que más siento es no haber podido colaborar más estos
días en el blog con aportaciones alusivas a los últimos acontecimientos
surgidos en la zona, como fueron la inauguración del Parador, los días de puertas
abiertas y también sobre las fiestas del Carmen, pero hay veces que no se
arregla la cosa. Menos mal, que el Pelgar no debió de estar este año mucho de folixa y por eso en plenas fiestas apareció
con su entrada, donde nos cuenta la llegada
a su pueblo de nuevas mozas, las cuales parece
que le tienen un tanto trastocado. También sería conveniente que este magüetu
de rapaz dejase de lado los embelesamientos atemporales con jovenzuelas
quinceañeras y atendiera más a las peticiones que le hacen los lectores del
blog para que participe más y con mayor
frecuencia pues, se lo están exigiendo
en todas y cada una de sus colaboraciones, y cada día más.
En los días del Carmen nos hemos visto por Cangas con varios amigos blogueros como: Mamen y Castro, Olga, Marta, Baragaño, Rodri,
Caco, Felipe, José Fernando y alguno más que ahora no recuerdo. Nos faltó Alfredo
que no debió de estar y Ramos que sí estaba, pero no hemos coincidido. Con Maribel y Manolo tampoco
nos hemos visto pues ellos esos días estuvieron
en Oviedo por motivos de familia. Si no hubiera sido por este contratiempo mío de
la dichosa neumonía atípica, Maribel ya había previsto que
un día de estos fuéramos a comer al
Parador pero como no pudo ser, no queda más remedio que aplazarlo para mejor ocasión. A raíz de esta invitación le he encargado a Maribel que el día que vayan ella y Manolo, si lo cree
oportuno, le pregunte al jefe de comedor si necesita algún camarero con
experiencia demostrable en portear bandejas como puertas, cargadas con diez o doce platos ya servidos de
comida, desde cocinas hasta el nuevo comedor. Si la respuesta fuera positiva,
Maribel le dirá que no se preocupe que
eso está resuelto, pues ella sabe de varios, pero en concreto hay uno en Posada de Rengos que le encantaría
volver a probar si en estos momentos sería capaz de practicar aquellos mismos malabares
que hacía entonces con aquellas pesadas macrobandejas de madera, transportadas desde los aposentos de
la señora Avelina hasta los jóvenes y apetentes comensales que estaban esperando en el refectorio y que desde sus asientos, puestos en pie, iban recogiendo de forma limpia y rápida, según iba avanzando el hábil camarero, cada uno su plato por riguroso orden de
colocación. Si digo la verdad, aún no he perdido la esperanza de poder volver a repetirlo. En el
caso del Parador, le vendría de perilla contar con personal poseedor de estas habilidades pues cuando se le presenten bodas multitudinarias, sería un método eficientísimo para echar de
comer a tanta gente en un tiempo récord.
B. G. G. bloguero “Prior”
¿Por qué decimos…?
Damas con los picos de marras en las faldas
Alguien tiene que pagar
el pato:
Durante años, me
pregunté por qué el pato y no otra cosa o animal. Os lo cuento.
Cuando La
Reconquista, durante ochocientos años, hubo muchos ataques y retrocesos y, con
frecuencia un mismo territorio, pasaba de unas manos a otras. Ocurría que los
moros reconquistaban una comarca o ciudad y permitían a los cristianos seguir
viviendo allí. Eso sí, a cambio de pagar un tributo anual. No era raro que
exigieran un pequeño número de doncellas. Aquello era un PACTO, que había que
cumplir. Originariamente se decía “Pagar el pacto” pero cómo esa palabra es más
difícil de decir que pato, poco a poco, la frase se transformó en PATO.
Alguien tendrá que cargar
con el muerto:
Hasta finales del
siglo XV los campos de España estaban infestados de bandidos que hacían
imposible viajar ni a pie, ni a caballo, ni en carruaje sin verse desvalijado y
con frecuencia, molido a palos. No era infrecuente encontrar un muerto por
habitantes de pueblo más próximo que cargaran con todos los gastos: funeral,
entierro, misas, etc… Cuando al amanecer aparecía un cadáver en las cercanías,
los del pueblo, lo ocultaban durante el día y, al llegar la noche, lo cargaban
y lo depositaban en una de las puertas del pueblo próximo, para eludir el
gasto. Cuando los del pueblo próximo descubrían el muerto al amanecer, repetían
la jugada, lo ocultaban y, en la oscuridad nocturna lo llevaban al pueblo
siguiente. Hasta que ya descompuesto y putrefacto, alguien se veía obligado a
cargar con el muerto, es decir, con los gastos que este generaba.
Irse de picos pardos:
Dicen que es el
oficio más antiguo del mundo, yo más bien creo que el más antiguo es el de
político. Y no quiero comparar ni discutir este tema, aunque tengo mis razones
para afirmar lo dicho.
El caso es que al
final del medievo y más tarde, las prostitutas estaban obligadas a vivir
recluidas en un barrio concreto de la ciudad. Es más tenían prohibido, andar
libremente por las calles a fin de que no se confundieran con las mujeres de
vida honesta. Y, sí salían tenían que vestirse de una forma distinta. Según la
Real Ordenanza de las Casas Públicas de Sevilla, las tales prostitutas, si
querían salir de su barrio, estaban obligadas a no llevar ni guantes, ni
sombrilla y era obligatorio que en la parte de debajo de su falda, llevasen una
bien visible cenefa que rodease la falda y tuviera un color pardo y toda ella
con picos de ese mismo color.
Así es como
comenzó, cuando unos amigos, pasados de vino, decidieron hacer una visita a las
“de los picos pardos”. Vamos que no les faltaba más que obligarlas a llevar en
la frente la palabra puta.
Pepe
Morán Fernández. Dominico-ex.
miércoles, 24 de julio de 2013
La Biblioteca.
El día de la inauguración oficial del Parador de Corias, durante la visita de la reina Sofía - equivalente, por cierto, a la de Carmen Polo de Franco hace muchos años- le mostraron la biblioteca.
Me llamó poderosamente la atención las estanterías vacías, sustituidas, para ambientar supongo, por unas mesas en las que muy ordenadas y de forma dispersa aparecían unas ¿revistas?. ¿catálogos?. No se podía asegurar lo que eran; lo que no eran si: no eran libros.
Recuerdo la Biblioteca, con B mayúscula, cuando estaba repleta de libros de todo tipo y tamaño- los había altos como una persona, o así me lo parecían entonces-. Allí estaba, por ejemplo la colección Austral de la que se podían llevar libros para leer fuera de la biblioteca. También había libros guardados bajo llave los cuales, según teníamos entendido, estaban prohibidos. ¡Lo que hubiese dado entonces por saber de que trataban!. Nunca me quedó claro si eran los del famoso Índice de Libros Prohibidos o la prohibición era solamente para nosotros alumnos imberbes y en la ebullición de la adolescencia.
Los aficionados a la lectura, ante el inexorable "apagón" de las 10.30 de la noche y el consiguiente ¡silencio!, teníamos una serie de artilugios para poder continuar la lectura dentro de la cama y bien tapados por las mantas para evitar la filtración delatora de la luz. Como, por aquél entonces, no tenía reloj nunca supe hasta que hora duraban mis desvelos lectores.
El "invento" que yo empleaba consistía en un cable plano de 2 hilos uno de cuyos extremos se conectaba a la linea eléctrica que pasaba por debajo de la cabecera de la cama y por el otro a un casquillo de bombilla de las que se utilizaban en las lámparas imitadoras de velas y una bombilla de no más de 25 vatios.
Prueba evidente de la existencia del hoy olvidado Ángel de la Guarda es el que, aparte de alguna pequeña quemadura en la sábana en el punto de apoyo de la bombilla y alguna espaciada descarga eléctrica (probablemente de no más de 115 voltios), no se produjo, que yo recuerde ningún incendio ó electrocución de los furtivos lectores.
Bueno, no era ésto lo que yo quería contar. Lo que quería era expresar la sensación de pérdida irreparable y de tristeza al ver las estanterías vacías. Sentí que eso mismo le había pasado al Convento, sí, para nosotros siempre será El Convento de Corias.
La Biblioteca no es la misma sin los libros y, de igual forma, el Convento no es el mismo sin los alumnos.
Si cierro los ojos y escucho en mi interior aún oigo los gritos, las risas, los sonidos de los balones y pelotas de frontón, los pitidos de los silbatos, los sonidos de la vida en definitiva, de los recreos en los patios. ¿Los oís vosotros también?. Eso es parte de lo que queda de Corias. El edificio, a mi por lo menos, empieza a parecerme extraño.
Felipe.
lunes, 22 de julio de 2013
A LA RAPIEGA GUSTAN-TSE LAS GRUEÑAS
Ribichones, ribiyones, miruéndanus... (Fresas silvestres)
Nesti mes que chevá-mus de branu, ta faiendu más calore aiquí que
na Mancha. Este anu pur Cangas suda-se abondo, ya nun ía solu pula
gafedad que fae, tamién faen muitu lus amagus de turmenta que hai a cada poucu
cun bona tona ya tou. You toi tou’l día fulgandu aiquí pur casa amuzargau sin apenas
faer nada pulus praus, purque nun ta
nada axeitau pa siguir gadañandu. Agora mesmu tengu muita yerba gadañada ya
arramada pu las poulas, peru cumu nun urea del tou nun pudé-mus apañá-la. Miánicas
cumu siga muitus días mais asina, cuna dichosa nublina arrastru, que muecha más que sulecha, pundrase-me toda cardinienta ya mediu podre
que nun valdrá pa más que pa mutsir las vacas ya pal cuitu.
Menus mal que loutru día
chegá-nun aiquí al nuesu tsugarín pa
casa de la Rulindes, unas rapazacas roxas ya rizosas que son primas detsa pur
parte de sua mai, ya dixe-nun que vienen desi puelu que faen nel branu la
zapatiesta esa de lus tumates. Dixé-nun que se chama Buñol ya que ta en
Valencia. Son duas nenacas roxinas muitu rabileiras ya sempáticas cumu etsas
solas, asina cumu la Rulindes, peru más xuvenzacas. Chaman-se: una Amparitu ya
loutra Vicenteta, pero inda son guapinas
ya axeitadas que manda madre. Estas duas pascaxinas a min cháman-me Xiscu, ya
esu que Rulindes ditses que non, que you soi Jasusín, peru etsas nun faen casu
ya tan tul día: Xiscu p’acó ya Xiscu p’acutsó. You nun sei onde demonius
sacá-nun estas peltrazus de nenas ese
nome, peru you catsu la bouca purque gustá-me
muitu tiné-las al pía miou. Miánicas tsievan las duas unus camisetuchus
escutaus que sin casi amerar pa etsas, veinses-tses las peronas, ya cunus
pantalunzacus idem de tsienzu, son tan cortus que parta-me un rayu si tienen
algu más de dous dedus de pernera. Ya you cumu ya toi feitu un buen galifate, miedru
una cuarta ya espúrrese-me tou cada ve que tses agüetsu las pantorras tan guapas que tienen las cundenadas. Asina na más que
escuitu dicire: ¡Xiscu, Xiscu…! cuntestu-tses escapau ¡cuandu la vi you más gorda, que más
quieru you!
Ya estas rapacinas son muitu madrugadoras. Queréis creer que
güei pu la mañena bien ceu ya tuvienun
sintadas un ratau aiquí nu escanu de la nuesa cucina, ya you casi me pongu trespeitau de tantu amirá-tses
pa lus cadriles tan richonchus que tienen ya pa las peronas que las tsievan poucu
menus que al aire del tou. El casu ía que a estas nenacas gusta-tses muitu el
tseite de las nuesas vacas; subre tou el de la Garbosa que tien muita nata, cuandu
ta recién muciu etsas, tsapan-lu asina cunus espumaraxus ya tou. Nun ía de
extrañar purque esta tenrala nuesa tien un tseite muitu bonu, corta-se la nata
cuna navacha na canada. Cúmu sirá que veise dun día pa outru cumu miedra el xatín
que tien agora que ta ricién parida. El
casu ía que na más escumincipiar a muñir ya tan estas duas cativas aiquí na
nuesa corte tsapandu’l tseite de la canada
cumu si foran duas xatinas. Ya tses dixe you que nun tomen tantu tseite
desti natural que ingorda muitu, subre tou, las peronas, peru etsas riinsi de
lu que you tses falu, ya nun me faen caso nenguno. A min fain-me muita gracia, ya gusta-me tar cun etsas,
purque ía muitu raru que rapazas destus
tiempus mudernus faigan estas cousas. Nos, faia-mus lu mesmu, peru yeran outrus
tiempus. La xente nova desta xeneración
d’agora, ía raru que tses gusten las mesmas cousas que a nos, cuandu yera-mus pequenus.
Güei cumu ya dixe, bien ceu ya taba la nublina en cuerda
toda arrastru pula mañena ya nun taba pa dir a la yerba ya astoncianas dixenun-me
estas duas tsangurdias que quirían subir
a la braña ya mité-se dientru duna cabana. Ya Rulindes dixu-tses que sí, que
tinía you que dir cun etsas. Ya you tsoucu di cuntentu. Cuchí-mus lus
sumbreirus ya la guichada, ya la capietsa duna fugaza de la masera ya una riestra de tsinguaniza de l'hórreu, mitimus-lu
tou dientru dun espurtietsu ya puxímu-nus a chapinar lus tres camín arriba,
apruveitandu pula fresca. Etsas nun quirían tsevar el espurtietsu, falaban pu lu baixu que yera
muitu mexor la talega esa grandona que tsieva esta xente xoven toul día al tsombo, peru you nun
quixe. Augua nun faía falta tsevar nenguna, purque hai augua abonda na fonte de
las Andulinas que mana toul anu bastante, anque agora nu branu, si nun chueve a
cada poucu, nun sal muita; sal asina cumu la mixada dun carneiru, peru esu sí, bien fresquina que ta. Na más que chegá-mus al
tesu la tsóndriga que ta muitu cuestu, pará-mus pa cucher un pouquinín d’uxíginu
purque diva-mus aflanandu del tou. Nesi mumentu una destas rapazacas punxu-se de
piá d’un blincu ya escumenzou a esnalazá-se toda cuandu viu un ruscatseiru que
tsevaba clavadas nus aguichones del tsombu dous manzanucus piquenus. Yal
mumentu l’outra nenaca viu un cagachón de la rapiega nu altu dun murrillu duna
tsinde, que taba tsenu de grueñas de zreizas bravas que cumiera la raposa, ya dixu: ¿Xiscu, estu que ía oh? Ya you
cuntestei-tse al filu: ía lu que tas
amerandu nena; que va ser: ía un cagachón de la raposa, ricién esfueirau , espués
de que se fartou bien el anemal de zreizas bravas. Ya la rapacina intrugou-me
de novu: ya lus güesus esus de que son ¿Qué güesus agüechas tú munina? ... Ah,
esu nun son güesus oh, esu son las
grueñas de las zreizas que, la raposa cumu tien priesa pa cumé-las, pur si
chega alguien a quitatse-las, tsápalas
escapau cun grueña ya tou. Nesi mumentu
dixe-tses you: you tamién papu las
zreizas asina interas cun grueña ya tou lu mesmu que fai la rapiega. Ya minudu tses
gusta a las mias pitas pul tiempo las zreizas tar al tsau miou cuandu toi
baixandu’l pantalón na corte, ponen-se todas alredor pa puder picar las grueñas sigún
las voi esquitandu. Estas rapazucas cumu nun cumprenden la metá de lo que you
tses aldrumeiru, rinsi asina cumu cousa tonta
ya farfotsan entre etsas que you soi “muitu básicu”. Ya sirá virdá. You faigu-me
cumu que nun las escuitara, peru fartar,
fartamus-nus bien de riir cun etsas, lu mesmu la Rulindes que you. Sicasí, esta
mucheraca de Rulindes, anque ía xoven cumu las outras, peru ía d’aldea ya esu
caltriza muitu. Pur esu la cundenada espatarraba-se
de la risa loutru día cuandu tse cuntei que las outras quedanun-se
espaparutadas del tou na más que agüechanun el cagachón de la rapiega tsenu de grueñas, atsí
engaramichau na caramietsa'l murrillu.
Espueis de amerar pal cagachón de la rapiega ya riínus
abondu , tsou, etsas duas rapacinas chanun
a currer cumu si las tsevaran lus demonius, ya poucu a poucu fumus chegandu a
la cabana. Delantre la mesma cabana, al pía de la cancietsa del curral,
esveirá-mus un poucu pula vera del
rigueiru, ya cuchimus un muntón de ribichones bien madurus, que a estas nenas
gustanun-tses muitu purque nun lus cunecian, ya la Rulindes ya min también,
anque nos tamus fartus de cumé-lus a minudu pul monte. Etsas, las valencianas, chaman-tses fresas silvestres.
Ya falandu un poucu de tou, nesti mumentu alcuerdu-me que nun
tengu patacas na cucina, ya las que quedan nu muntón que tuvía hai na budega, tan
todas ribichidas ya mediu podres. Nun tindrei outru rumediu que cucher el picaxu ya dir a esverdiar un
riegu u dous a la currada nas deste anu.
Aiquí nu nuesu puelu nun ía custume andar cunu picaxu nus pías de la patacas
novas, anantias del 25, Santiagu; peru este anu, las poucas que tengu viechas
tan todas ribichidas ya feitas un fumión; nun valen ni pa lus gochus. Nun sei
si atouparei alguna que mirezca la pena, purque sulfatei-las loutru día pa lus cocus. La metá
tan en flor tuvía.
Ah, dixenun-me estas rapazacas valencianas que esti anu tiníamus que dir a
la fiesta de la Tumatina la Rulindes ya you, que ía pur agostu. Tantu la
xustrona de la Rulindes cumu you, pa curré-las diximus-tses que sí, peru nesas
fechas you nun puedo muvé-me d’aiquí de casa purque tengo que recucher las fabas
ya semar lus nabus.
“Jesusín”, el Pelgar
martes, 16 de julio de 2013
Ya tenemos Parador
Momento del recibimiento con abucheos
Las fuerzas del orden imitan a los alumnos cuando esperaban en fila la entrega de la merienda, pero en el exterior del monasterio, por si fuera necesario salir cortando
Momento en el que la reina abandona el Parador
Una vez los personajes dentro, ya se fue suavizando un tanto la protesta
Momento en el que la reina abandona el Parador
Despedida y cierre
Corias, 15 de julio de 2013. Por fin el Parador de Corias
(Courias según la Academia de la Llingua asturiana) está ya inaugurado y por lo tanto en servicio; esperemos que, en adelante, funcione tan bien como el monumento se merece y como deseamos
la mayoría de asturianos que somos
exalumnos del antiguo y excelente colegio que este grandioso monumento albergó en
sus pertenencias desde los años cincuenta hasta entrados los ochenta.
En la mañana del lunes 15, tanto en la puerta principal del
monasterio, como en la entrada al aparcamiento, antiguo patio del colegio, se
agolpaba un buen número de personas así
como en el lateral de la carretera por el lado contiguo al río Narcea, ya que
la otra mano pegada al edificio, estaba completamente
tomada por las fuerzas del orden público: Guardia civil y cuerpos especiales. La
gran parte de los asistentes de la zona que habían recibido invitación para la
inauguración ya se encontraban todos dentro del Parador desde hacía bastante
rato a la espera de que llegasen las figuras estrella. Sobre las doce menos cinco de la mañana llegó a Corias la comitiva con las dos
personalidades que, no estaban pero sí
se les esperaba para la inauguración del
nuevo parador situado a orillas del río Narcea. Según aparecieron por la carretera,
AS-15, procedentes del helipuerto de Tineo, venían en
coches con las lunas tintadas y entraron directamente al parking con lo cual,
los que estábamos esperando supusimos que eran la reina y el ministro, pero no vimos con detalle a los personajes que
iban dentro de los diferentes autos. En ese momento la gente que allí estaba
esperando se abalanzó sobre las cintas que separaban la calzada de la acera y después
de invadir la carretera se agolparon a
las puertas de la entrada al Parador profiriendo gritos, pitidos y
abucheos, principalmente dirigidos al ministro de industria (el amigo de la
minería) y también a la reina.
Las pitadas y abucheos que recibieron como bienvenida ambos personajes, fueron tan sonoras e intensas que no les debieran
pasar inadvertidas ni a los políticos allí presentes, ni a los protagonistas
principales de la inauguración. Entre el
personal asistente al acto como público, era frecuente ver en camisetas, gorras
y pancartas varios eslóganes alusivos a la continuidad y defensa de la minería
del carbón, así como una gran bandera tricolor. Un grupo amplio de mujeres
jóvenes, esposas de mineros, llevaron a
cabo una sentada en la acera, a las
puertas del Parador, mientras interpretaron el himno de la minería: “Santa
Bárbara bendita, patrona de los mineros…”.
El personal presente en la carretera y aledaños estaba compuesto principalmente
por personas relacionadas con la minería del carbón procedentes del occidente asturiano y de
otros lugares limítrofes, pero también había muchas otras personas que eran ajenas
al gremio, pero solidarias con la
protesta y que querían hacer causa común con las reivindicaciones de la gran familia
minera asturiana. También conviene resaltar que había algunas mujeres, no
muchas, que simplemente estaban allí
para ver si podían vitorear y saludar a la reina doña Sofía. Mientras algunas
protestaban a las fuerzas del orden porque no les dejaban ponerse donde ellas
consideraban que divisarían mejor a su majestad, uno de los asistentes les dijo
que para eso que ellas pretendían, no les habría hecho falta desplazarse a Corias
pues, con el simple hecho de adquirir el Hola lo tendrían resuelto de
inmediato.
Durante el tiempo que duró el acto de inauguración en el
interior del Parador, la gente que había en el exterior poco a poco se fue
diluyendo y marchando, y ya a las tres menos cuarto cuando finalizó todo, apenas quedaban en la calle un puñado de entusiastas
con el ánimo ya bastante debilitado, para vitorear o increpar ligeramente al
ministro y a doña Sofía, o simplemente para
poder hacer unas fotos del histórico momento.
El recibimiento tan hostil que llevaron en Corias los políticos en general, y en particular los dos protagonistas principales invitados al
acto, por parte de la gente que les
estaba esperando en las inmediaciones del monasterio, puede que a muchas
personas les haya parecido desmedido,
inadecuado e inmerecido, pero no se debe pasar por alto que la gente está
ya muy harta de tener que mantener a infinidad de corruptos y sinvergüenzas,
sin que se mueva un solo dedo, por parte de quien lo tiene que hacer, para erradicar de una vez por todas, estas perniciosas y
viciadas prácticas que cada día que pasa descubrimos que se prodigan más y más entre
nuestros dirigentes.
B. G. G. bloguero
“Prior”
lunes, 15 de julio de 2013
Fuera ropa
Después de estos
meses de frío, lluvia diaria, apenas aparecidos un par de días de sol, he
notado que las muchachas han empezado a lucir, anatomía, es decir, carne, con
una repentina aparición de pantaloncitos minúsculos y ¿Por qué no decirlo? Provocativos.
Quizás de haber
leído demasiado, sea un handicap para enjuiciar fríamente los cambios de
nuestra sociedad actual.
Por una
asociación de ideas, harto comprensibles, me han venido a la mente lecturas
pasadas, pero eternas e imborrables.
Una de ellas
es “La decadencia de Occidente” de
Oswald Spengler. Otra “Auge y decadencia de los imperios” de Paul M. Kennedy
y “La Rebelión de las masas” de Ortega y
Gasset. Y, últimamente las obras del francés Lipovestsky. También debo incluir,
un libro fenomenal de Indro Montanelli, el genial periodista italiano titulado
“Historia de Roma”. Tanto Spengler como Kennedy, destacan un fenómeno
histórico, empíricamente constatado. Todos los imperios que se han sucedido en
la historia, tienen una característica que se repite en todos. Todos nacen
guerreando, suben al poder, dominan a las demás naciones y llega un momento
inevitable en que empiezan a decaer, hasta desaparecer. No falla. Y lo más
curioso es que ambos historiadores señalan una serie de síntomas que siempre
han acompañado a todos los imperios de la historia, Persia, Egipto, Grecia,
Roma, España, Francia, Inglaterra, Estados Unidos, que está ahora iniciando su
declive.
¿Qué síntomas se
reiteran en la decadencia de los imperios? Que mi memoria me asista:
- Dejan la espada y la cambian por la
copa. Por la vida muelle.
- Dejan el arado. Compran los alimentos
o se los arrebatan a las naciones conquistadas.
- Empiezan a odiar la guerra y los
sacrificios que esta comporta.
- Empiezan a apasionarse con los
espectáculos y ya no pueden soportar lo épico. Prefieren lo lúdico.
- Los pueblos hambrientos que los
rodean, van poco a poco tomando
conciencia de su hambre y que sus dueños empiecen a exhibirse gordos,
blandones, casi afeminados.
- Entonces comienzan a inquietar sus
fronteras a sublevarse. Eran los bárbaros del norte. Ahora son los del
Este y los del Sur.
- Pero los habitantes del imperio
renunciaban a defenderse, gordos, hartos, acompañados de lindos efebos, lo
único que hacían era ir a espectáculos.
- Comentan los historiadores que ya los
bárbaros estaban a las puertas de Roma y los romanos, pasaban los días en
el circo. Renunciando a defenderse.
- Las mujeres en los dos últimos siglos
del imperio romano, se negaban a tener hijos y recurrían a mil trucos para
abortar.
- Según Andro Montanelli, en expresión
feliz al ver que los hombres no les hacían caso, ya no sabían que prenda
más quitarse, camino de la desnudez, a ver si así lograban atraer la
atención de los hombres.
¿Queréis o
necesitáis que yo señale el paralelismo de aquellos tiempos con los actuales?
Donde dice circo, poned Madrid – Barcelona, donde había un gladiador podemos
poner a Mouriño, objeto de las más apasionadas y crispadas discusiones en todos
los bares de España.
Me han dicho, o
he leído que los hombres, están a punto de igualar en gasto de cosmética a las
mujeres.
Los hombres que
conquistaron medio mundo en condiciones infrahumanas, son para la juventud
actual o ignorados, o despreciados.
Los héroes
actuales están en el espectáculo Cristiano – Messi, en el cine, en la
televisión, en las revistas del corazón.
Reconozco que me
ha salido un artículo muy pesimista. Me alegro, cada día me resulta más odioso
el lenguaje políticamente correcto. No lo soporto. Un tonto, es un tonto, no un
deficiente, y una gorda, es una gorda, no una rellenita y un político es un
ladrón.
Sólo faltaba que
yo, víctima diaria en todas partes del lenguaje soez y blasfemo de las Cuencas,
tenga que andar con remilgos para denominar a las cosas.
Soy viejo, un
viejo. No un maduro, no un mayor, no un miembro de la tercera edad.
Pues eso.
Pepe
Morán Fernández. Dominico-ex.
FOLIXA GASTRO-CULTURAL EN "La Puela".
Cuatro
personajes, importantes de la política de ¿Castellón?, de principios del siglo
XX, engañan a sus respectivas esposas diciendo que van a efectuar un viaje
científico-social a unas islas lejanas, las Chafarinas, cuando en realidad se
dirigen a una fiesta privada en un cortijo andaluz. La cosa se complica cuando
en la prensa aparece que el barco donde, teóricamente, iban a hacer la travesía,
naufraga y ellos tiene que llegar a aquellas islas deshabitadas y hacer saber al mundo desde allí -no había
móviles ni GPS, claro-, que ellos se habían salvado, siguen con vida y que fueran
a rescatarlos. Una hermosa comedia que honra al autor y A QUIEN LA ESCOGIO PARA
INTERPRETAR EN CORIAS Y BAJO CUYA DIRECCIÓN ENSAYAMOS E INCLUSO HICIMOS LOS
DECORADOS. ¡Qué experiencias!, que aún
hay gente que no supo verlas. ¿Con qué ojos miran?
Este es el
argumento de una comedia de P. Muñoz Seca, -por cierto uno de los fusilados en Paracuellos
del Jarama en 1.936- comedia en la que tuve la suerte,-como en varias más- de
participar al mes de llegar a Corias. Me acuerdo aún de varias de las frases
que tenía que declamar. Una decía:
-“Las bacanales aquí habidas superan
las que celebraban Lúculo y Petronio, aquellos dos juerguistas de la Roma
pagana…”.
Expresión
que me acompaña, cincelada con la ternura voraz de las llamas nacidas en el
corazón de un ignorante sorprendido ante la vida fuera del ámbito familiar y de
escasa relación con un entorno bien reducido como era el de mi pueblo. Frase que,
además, me hace reflexionar sobre la banalidad y prudencia y que me lleva a
situarme por detrás, cuando menos, de la tercera fila huyendo de los primeros
planos.
“Me extraña del amigo Gera que
también es un colaborador de lujo de este blog y que no se hubiera apuntado,
pero igual no se ha enterado. Lo mismo digo de Pepe Morán,…”, decía El Prior en su último escrito,
con motivo del pantagruélico banquete en La Puela, que diría Jesulín. Gracias
por acordarse de mí. Y permitidme hacer un inciso:
Supongo que
todos habréis pasado por El Puelo; lugar éste en el vértice de límites de tres
concejos con edificaciones en los tres, y, por el que transitaban ¿transitan
aún?, con frecuencia las brujas camino de sus famosos aquelarres en la Veiga
del Palo, en Allande o en la Cueva de Sequieros, en Cangas. Más aún, según
confirma un relato “histórico”, alguna vez se reunieron aquí mismo con sus
colegas de León, menos promiscuas que las asturianas, para escarnio de los
monjes que vivían en el cercano Monasterio de Corias. Aunque, y esto es una
experiencia personal, más que brujas las que por aquí pasan son adivías,
personajes que no se relacionan con Lucifer ni con ninguno de sus
príncipes. No hacen conjuros y sin
embargo tenían, (hasta cuando yo fui mozo al menos), gran poder; es
decir que aunque perversas, más vale no encararse a ninguna. Fijaros que son
capaces de trasladar, sin que se apague, una vela en medio de una tormenta o
vendaval. Item más, está comprobado por
diversos y reputados historiadores, también por mí, que la misión más importante
que tienen estas adivías o brujas , es la de recoger por estos lares unas matas
que crecen entre las pudingas que extrañamente existen en El Puelo y que los “piedrólogos”
sabrán justificar, y así preparar sus bebedizos
amorosos. Quiero decir con esta referencia histórico-científica que la
magia está en el camino más que en la meta.
No fui,
Galán por eso. (Leo todo lo que
escribís, que no sean crónicas, claro. Es decir enterado sí que estaba). Por
eso y porque hace 35 años que me pongo cuatro dosis diarias de insulina; porque
tengo que cuidar la dieta y yendo a la Allandesa, y haciendo caso a Antonín, ya
se sabe… Lo de las bacanales, también presente… No tengo, por otra parte, la
gracia de vosotros. Desde que me
adjudicaron la responsabilidad de examinar a los niños que pretendían entrar en
Corias, se me puso la cara de serio y sólo con los que intimido con tiempo por
medio, acierto a que esa aparente seriedad se vista de colores….
Y ya que
cité al principio, a Muñoz Seca, voy a contar una anécdota de este genial y
prolijo autor, que, cuando le preguntaban por sus escritores favoritos,
respondía:
Don Miguel
de Unam –UNO; Benito Pérez Gal-DOS; Miguel de Cervan-TRES; Luca de Tena, Tor-CUATRO y Benavente Ja-CINCO.
“Porque no
mundo, mengou a verdade…”. La esperanza
es que queda gente, como los de esta blog que aún sonríe y comparte…
Como decía,
no sé si aún conserva esa sabia costumbre, el Padre Basilio,y que yo utilizon
con frecuencia, ¡Salud!
GERA.
P.D. En en anterior escrito pretendía titularlo "Entre el SURTIDOR y la araucaria.
domingo, 7 de julio de 2013
LOS BLOGUEROS SE REUNEN EN POLA DE ALLANDE
Ayer sábado día 6 tuvo lugar la
tercera reunión de los componentes del Blog en Pola de Allande.
Lugar: Restaurante "La Nueva
Allandesa".Asistieron a la reunión, el Prior Galán y su señora Elena, que aunque residen en León estaban disfrutando de unos días en su casita de verano en Posada de Rengos; Maribel activa bloguera y Camposín. Carlos Lobato y Lita llegaron desde su residencia en Betanzos, Olga que ya está disfrutando de sus vacaciones en Cangas también hizo presencia así como el ripiero mayor del Blog José Manuel Martínez. José María, otro ex de Corias, que desde su residencia en Miami había venido a pasar unos días en su Asturias querida aprovechó el evento para volver a reunirse con algunos de los que fueron sus compañeros. Samuel y Fefa que fueron los encargados de la organización del evento aprovechando su estancia en su residencia veraniega de Pola, y el que suscribe, que cual si fuera la novia en el evento, fue el último en llegar.
Tras las presentaciones de rigor,
pues hay que tener en cuenta que algunos no nos conocíamos y otros hacía más de
40 años que no se veían, se pasó a tomar
un aperitivo, durante el cual nos sorprendió Marta que junto a Trini, hermana de
Carlos, llegó de Tineo para saludarnos y compartir un corto tiempo con nosotros, ya que un evento familiar en la misma
tarde le imposibilitaba la asistencia a la comida.
Una vista de lo que aun queda por restaurar
Carlos recibe las pertinentes explicaciones por parte de Samuel
Preciosa vista de la fachada con su galería rehabilitada
Seguidamente realizamos una
visita al el Palacio de Cienfuegos de Peñalba, situado sobre una colina en las
afueras de la Villa. Edificio del Siglo XV y que se encuentra en fase de
restauración. Fuimos acompañados por el arquitecto local Daniel Menéndez Blanco
que nos explicó el origen y la situación de deterioro en que se encuentra. Tiene una parte de la fachada en la que se diferencia bien la restauración llevada a cabo, así como en algunas dependencias interiores, donde destaca la labor realizada por el impagable trabajo
de Samuel y su esposa Fefa, que tras su jubilación le dedican todas las horas
posibles al tratamiento preferentemente de los muebles. Así pudimos ver el
resultado en algunas piezas de la casa como una cama, una mesa de despacho y
algunas sillas ya restauradas como se aprecia en las imágenes que hemos tomado
del viejo caserón.
Algunos de los muebles restaurados
Un poco más tarde de la hora
prevista, a las tres de la tarde nos reunimos en torno a una mesa, a la que se
sumó Ángel Mateos, también ex alumno, para dar buena cuenta del excelente y
abundante menú degustación que nos propuso Antonín el propietario del
Restaurante la Allandesa, consistente en potaje, fabada, pastel de verduras,
repollo relleno y carne gobernada con patatines, coronado con un rico postre y todo ello regado con vino de
cosecha propia. Solo un pero por mi parte. El vino desmerece un poco ante tan opípara
comida.
A la hora del café nos honraron
con su presencia Castro y Mamen, dado
que sus obligaciones como integrante de la Sociedad de Bienhechora de la Virgen
del Carmen la retenían en Cangas para engalanar a la Carmelitana como se merece
para el novenario que comienza hoy. Mamen nos guardaba una agradable sorpresa, ya que nos hizo llegar a cada uno de los asistentes de unas vetustas libretas de las que usábamos en nuestros ya lejanos tiempos de estudiantes en Corias, como puede apreciarse por el precio que aparece en las mismas, así como la antigua denominación que se hacía de Cangas, denominándola todavía "Cangas de Narcea".
Hay que dejar constancia que
tanto el aperitivo como los licores que acompañaron a la sesión café, corrieron
a cargo del compañero Ulpiano que desde Madrid transmitió la orden al Jefe de
Sala. Creo que la factura no será muy gravosa, dado que había que conducir y cabía la posibilidad de que hubiera que soplar la xipla de los ex compañeros de Carlos. Gracias Ulpiano, pero en la próxima esperamos que puedas estar
presente, para lo cual se te avisará con el tiempo suficiente de que hagas un hueco
en tu agenda de esos estupendos viajes que haces por esos mundos de Dios.
Ya en torno a las seis de la
tarde, algunos iniciamos el camino de regreso casa, mientras los demás daban un
paseo por los alrededores del Nisón.
TERCERA REUNIÓN BLOG “ANTIGUOS ALUMNOS DE CORIAS”
Desde hace ya
un tiempo, del orden de dos o tres meses, nos habíamos propuesto entre la mayoría
de los amigos que más frecuentamos el blog, que a principios de verano deberíamos hacer una
comida de confraternización entre todos nosotros para afirmar y robustecer aún
más, la simpatía y amistad surgida entre todos los participantes de este blog. Los
que ya somos amigos del colegio no necesita explicación añadida la afinidad mutua existente que impera entre
nosotros, pero las personas consortes o simpatizantes que se han ido incorporando
poco a poco a las tareas de este blog, ya son miembros de pleno derecho exactamente
lo mismo que los antiguos alumnos. La verdad es que todos hemos encajado
perfectamente y la empatía reinante entre todos nosotros es palpable. Está
claro que nos gusta el blog y como tal, lo
sentimos ya como propio, como si nos perteneciese desde mucho antes de
noviembre del 2009 que fue cuando se creó.
En este caso,
algunos amigos no han podido asistir a
la comida por dificultades de calendario y también por la distancia, como es el
caso de nuestro ilustre bloguero
Ulpiano, el mozo de Limés, que debido
a sus continuas y placenteras obligaciones viajeras no ha podido asistir. Bien
que lo sentimos, pero está disculpado sobradamente ya que sus enriquecedores
viajes los disfrutamos todos los
lectores del blog, gracias a sus selectas y completas crónicas que nos ofrece a
menudo. Otros amigos como fue el caso de Víctor Gión, que tenía en
duda la asistencia, a última hora no pudo ser debido a compromisos familiares. En
el caso de Alfredo también tuvo ciertas complicaciones, pero al final, antepuso
la reunión a otros compromisos y a toda prisa pudo asistir. Me extraña del
amigo Gera que también es un colaborador de lujo de este blog y que no se
hubiera apuntado, pero igual no se han enterado. Lo mismo digo de Pepe Morán, pero a nuestro antiguo profesor le
disculpamos porque el desplazarse de su lugar de residencia le es más
complicado que a nosotros. No obstante, queda pendiente para la próxima vez que
se celebre esta comida en lugar más
cercano a sus aposentos. De todas formas, debo decir que esto de no enterarse denota
que no se visita el blog con asiduidad pues, Samuel, desde hace mucho tiempo
vino haciendo comentarios al respecto hasta
llegar a ponernos de acuerdo a todos. El lugar de la celebración y la
organización corrió a cargo de Samuel y todos sabemos que le restó tiempo, cosa
que a él no le sobra mucho, pero el resultado a la vista está. Ha salido todo
perfecto: el restaurante, el menú, la visita cultural, la sobremesa… todo. Se
merece un diez, sobresaliente, lo mismo que Josefa su mujer y su hijo Daniel
que nos han mostrado y dado todo tipo de explicaciones durante la visita al Palacio de Cienfuegos que es de su
propiedad. Eso para que nos demos cuenta de la categoría que tienen algunos
miembros de este blog “¡Casi ná!”
La comida estupenda: fina, apetitosa, suculenta, muy
abundante, y un precio ajustadísimo. Al final si nos llegaran a hacer una
encuesta preguntándonos qué nos había parecido el menú, seguro que una gran mayoría de
nosotros, por no decir todos, responderíamos: “¡¡¡barriga hubiera!!!”.
También agradecer como se merece a nuestro amigo Ulpiano su
generosidad habitual que nos convidó a tomar
el blanco a la llegada y también a las copas de sobremesa. Lástima que hubiera
que conducir. De no tener que hacerlo el amigo de Limés se iba a enterar de lo
que vale un peine. El presupuesto de un viaje o dos por tierras italianas, se
lo íbamos a gastar en pimple, pero así estuvo todo en su sitio. En nombre de
todos los asistentes: ¡¡¡Ulpiano!!! Muchas gracias y muchas veces.
Este nutrido
ramillete de guapas mozas de la foto, no penséis que están aquí de paso, ni
posando para alguna revista de moda, no. Están por lo siguiente. Son parte de
nuestras blogueras identificadas y acreditadas, ya que sabemos de otras que
solo son lectoras pero sin referencia acreditativa. Todas ellas están
relacionadas con el Blog, bien como simpatizantes y lectoras o como asiduas colaboradoras.
La nº 1 es Josefa, esposa de Samuel, lectora y simpatizante. La nº 2 es Mª
Elena “la priora” esposa del “Prior”, lectora y simpatizante; la nº 3 es Maribel,
esposa de Manolo Camposín, prolífica y
excelente comentarista habitual; la nº 4 es Lita, simpatizante del blog y esposa
de Carlos Lobato; la nº 5 es Olga , viuda de nuestro amigo y compañero Ángel
Rodríguez Julián y estupenda colaboradora y comentarista; la nº 6 es Trini,
simpatizante de nuestro blog y hermana de Carlos Lobato y la nº 7 es Marta,
simpatizante, colaboradora del blog y excelente poetisa que forma parte del tándem " ripiero" : Marta–José Manuel. En esta foto nos falta Mamen, otra pata muy importante de este banco femenino, pero debido a obligaciones familares no pudo asistir a la comida, pero sí ha tenido la deferencia de venir con Castro, su marido, a tomar café y compartir la sobremesa.
Y todo un detalle por parte de la organización, digno de mención, fue el señalar el lugar que debería ocupar el "Prior" que, a pesar de ser un cargo sin órdenes determinadas, llegado el caso, no deja de ser el prior. En esta foto se le ve encantado con la titulación y con el tinto, jalonado por Carlos y Elena.
Y todo un detalle por parte de la organización, digno de mención, fue el señalar el lugar que debería ocupar el "Prior" que, a pesar de ser un cargo sin órdenes determinadas, llegado el caso, no deja de ser el prior. En esta foto se le ve encantado con la titulación y con el tinto, jalonado por Carlos y Elena.
Bueno amigos,
acabamos de llegar a León desde Asturias y para que todos los visitantes del blog tuvieran una reseña del día de ayer, he preparado esta improvisada crónica. Seguro
que se me han escapado muchas cosas dignas de mención, pero como sé que muchos
de vosotros la ampliaréis sobradamente, con vuestros amenos y esperados
comentarios, no me alargo más para dar salida a esta entrada cuanto antes. Solo decir que : Lo hemos pasado muy
bien y que ya estamos dispuestos para preparar la próxima.
viernes, 5 de julio de 2013
Entre el surtidor y la araucaria
CG Omega, que así se llama la fuente tipográfica (tipo de letra) que utilizo para este escrito, me parece adecuada por ser una true type con una serifa pequeña y palos sutilmente cóncavos así como un halo de cultura; adecuado incluso para diplomas de la Academia Nóbel y cómo no, para darle las gracias al amigo Galán, no tanto por la dedicación ¿cotidiana? que le prestas al blog, que también, sino por la idea de crearlo y con qué objetivos. Ha sido un acierto –dicho al socaire, otro más-, muy importante por lustrar la huella que dejó en nuestra memoria el paso por Corias.
Este rincón perdido, en la casi inmensidad de la red,
es como cuando vas andando por la calle, o en busca de Romualdo –al que por
cierto defiendes sin objetividad alguna ni tener en cuenta el carácter
pendenciero, mujeriego y que supongo
–supongo, permíteme la anáfora- sólo le
quede un chisquete de lo que en otrora fuera un chorro de…, decía, ¡hay Gera no
te alejes!, andando y pensando en tus cosas, -de mis soledades vengo, a mis
soledades voy,…, oh Félix-, y pasa una
chica a tu lado con ese olor y entonces llega el PASADO con sus colegas los RECUERDOS, que diría Neruda, y los
caminos parecen alfombrados para que salgan
a escena los sueños y retornen los RECUERDOS.
Mas, esa espléndida original idea pudiera depositarse
como el suave musgo verde sobre las piedras del camino sombrío y seguir siendo
bella pero inerte. Y, no es así; sigue siendo fascinante, día a día, por la vivacidad
que le imprimes sin dejar ni una sola “entrada” sin tu comentario. Así estás de
en forma que las dos fotos que exhibes, delante del hórreo una y con los voladores
¿del Carmen? otra, parecen intemporales: la misma con fondos distintos. ¿Truco de cine? Es decir tienen el
mismo lenguaje que da cuerpo expresivo a la trama y la trama, el compló, es
darle a la vida el sentido que por sí sola acaso no tenga.
No son, no quieren serlo, palabras amables; son
sentimientos para los que has sabido escoger el momento de que podamos ser más
liberales con nuestras sonrisas, y el lugar donde expresarlos y oir, y ver y
sentir el de, como decía hace unos días en el comentario de L’asquitana de
Jesusín, otra gente “guay”. Sólo he venido a darte las gracias y a reflexionar
como mirándome a un espejo que me devuelve n u e s t r a s
l e j a n a s m i r a d a s . Más de una vez
he pensado que en mi D.N.I. deberían figuran los nombres de tantos amigos. ¡INCREIBLE VER CORRER LA VIDA…Y,
AHORA YA, CON VELOCIDAD UNIFORMEMENTE
ACELERADA!
¿Me permite Galán? Leo más de lo que escribo, (faltaría
plus, que dicen), pero os leo porque cada persona, cada cosa, tiene su belleza…
Gracias pues, a todos.
GERA
jueves, 4 de julio de 2013
DE VIAJE AL SALENTO Y (VI)
DE MATERA A ROMA
Foro de Roma desde el
Colosseo
Casi al amanecer, dando por terminado este recorrido
meridional, emprendimos ruta de regreso a Roma. Allí teníamos planeado pasar
los últimos días de esta estancia italiana.
La carretera que une Matera y Potenza es una calzada de
doble dirección por fortuna poco transitada, al menos cuando nosotros la
recorrimos. Las zonas que atraviesa se van tornando más accidentadas y al
llegar a Potenza se desdobla ofreciendo dos carriles en cada sentido.
En la actualidad las
autovías al sur de Nápoles son gratuitas, no como ocurría antes. Hace más de
veinte años viajamos a Sicilia en coche desde Roma. Los más de 400 Km . desde Salerno hasta
Villa San Giovanni, donde se toma el transbordador, eran un ininterrumpido
rosario de obras paralizadas desde hacía años obligando a circular por un
tortuoso y único carril en cada dirección. Por usar aquél camino de cabras
había que pagar un oneroso peaje.
Ahora ya no es así, la autovía está en buen estado y sucesivos
viaductos, desafiando al vértigo, salvan profundos barrancos. Atrás quedaban
las sinuosas colinas verdes que rodean
Matera; por esta parte son altas montañas boscosas las que imperan. Montañas
que parecían teñidas de fucsia o rosa por la cantidad de árboles del amor (así llamados por el color de las flores y la
forma de las hojas) que crecen en sus laderas. Estos árboles también son
llamados algarrobo loco o árbol de judas porque
la leyenda dice que Judas se ahorcó en uno de ellos. Es paisaje agreste,
llamativo por el intenso color bajo los
rayos del sol.
A la altura de Salerno, con pena por no disponer de dos días
al menos para volver a recorrer la inolvidable Costa Amalfitana que se extiende
entre Salerno y Sorrento, tomamos la autopista que recorre Italia desde el
Brennero a Regio Calabria dirección norte.
Esta bordea la periferia de Nápoles, de la que le separa el
Vesubio, al que dejamos atrás cubierto de nubes.
Avanzamos hacia el
norte y pronto, a la derecha, en la cima de la montaña, aparecen los vastos
muros blancos de la Abadía de Montecassino, reconstruidos tras la
cruenta y devastadora batalla de la que
fue escenario durante la II Guerra
Mundial.
Aunque no se divisan
desde la autopista, en sus proximidades se encuentran importantes y magníficas
abadías, Casamari y Fossanova entre
otras. También históricas ciudades, como Anagni,
con interesantes y bien conservadas edificaciones medievales. En esta ciudad se
desarrollaron, en el siglo XIII, algunos episodios escabrosos de la iglesia bajo
el papado de Bonifacio VIII. Este Papa, que había sustituido y hecho encarcelar
a su antecesor Celestino V, fue a su vez encarcelado por los franceses, episodio
conocido como Ultraje de Anagni. El
palacio de su propiedad, en el que permaneció preso, aún existe y se puede
visitar. Fue liberado poco antes de su muerte.
Ya a las puertas de Roma se halla Palestrina con el espléndido mosaico del Nilo (siglo I a. C.). Un
poco más al norte, Tivoli, con sus
archiconocidas Villa Adriana y Villa
D’Este.
Al entrar en Roma, sobre todo en primavera, siempre me llama
la atención la exuberante vegetación que desborda los márgenes, amenazando con
invadir calles y carreteras, y no solo en la periferia.
Después de dejar el equipaje en el hotel y devolver el coche
a la agencia de alquiler, fuimos a tomar algo en una de las terrazas de la
restaurada Galleria Colonna, dónde,
por dos raquíticas cañas de cerveza nos clavaron 11,40 euros, señal de haber
retornado a Roma.
Esta gran ciudad ejerce una poderosa atracción sobre todo
visitante, pero también puede resultar un tanto irritante. Porque irritación
causa el caótico tráfico invadiendo calles y plazas, incluso el centro
histórico, con escaso respeto hacia los peatones. Quién haya caminado por sus
calles puede dar fe de la odisea que supone cruzar algunas de sus calles. La
mayoría de automovilistas circulan veloces ignorando pasos de cebra, incluso
semáforos. Solo la decisión del caminante de poner el pie en la calzada provoca
sonoros frenazos y permite el paso. No parece haber visos de poner coto al
infernal imperio de los coches, más bien al contrario. Desde que ejerce de
alcalde un aliado filofascista de Berlusconi, la situación ha empeorado, como
pudimos comprobar los siguientes días de estancia y no solo en el tráfico. Da
pena ver plazas emblemáticas como Campo di Fiori, una vez levantadas
las típicas bancarelle, inundada por las mesas de las terrazas que
rodean la estatua de Giordano Bruno y
casi impiden el paso.
Están anunciadas elecciones municipales para finales de mayo
o principios de junio. Sea cual sea el resultado, revertir la situación de
degrado no va a resultar tarea fácil. (Cuando voy a enviar esto a Galán llega
la noticia de que ha salido elegido alcalde, Marino, del PD, veremos)
El transporte público, a diferencia de otras ciudades del
centro y norte de Europa, sucumbe ante el empuje del vehículo privado. Viajar
en autobús, cuando llega, es como hacerlo dentro de una vibradora por las
irregularidades de la calzada y la calidad de una flota renovada a duras penas
.Este medio de transporte es utilizado casi en exclusiva por ancianos, mujeres,
niños y aventurados turistas.
Tampoco guardar las
colas para abordar el autobús, el tranvía, o ser atendido en una ventanilla
suele ser virtud de los romanos. Por la izquierda o la derecha, alguien
intentará colarse; solo si se protesta, sin ningún litigio y con cara de
inocencia, se volverá a colocar detrás. No resulta infrecuente que al entrar acompañado
en un establecimiento, mientras se sujeta la puerta para facilitar el paso al
acompañante, alguien, incluso varios, aprovechen y se cuelen antes, con las
manos en los bolsillos y sin dar unas
tristes grazie.
A pesar de todo, los romanos, salvo los cafoni, que también los hay, son gente amable y divertida, si bien,
en ocasiones, con un punto de desenvoltura superior al que gustaría.
Pero Roma, con su pose de gran dama, indolente, vieja y
cansada, es mucho más. Las fachadas, pintadas de todos los tonos ocres, aunque
desconchadas, albergan en su interior amplios y luminosos salones decorados con
refinado gusto. Los sampietrini que
pavimentan las calles, cada vez más desgastados y hundidos, permanecen
impasibles a las risas juveniles y jolgorios de las sucesivas generaciones
estudiantiles que, junto a otros millones de turistas de toda condición, año
tras año la eligen como meta. Sus monumentos, tan de sobra conocidos, soportan
las exclamaciones de admiración y el centellar de las fotografías con imperial
indiferencia.
Durante esos días en Roma pudimos visitar, en la Sala de Exposiciones del Ara
Pacis, una Mostra sobre la vida
y obra de Vittorio de Sica, magnífica,
que, además de refrescar la memoria con su obra, puro realismo de una no tan
reciente historia poblada de personajes que fueron ídolos en la ya desvaída
adolescencia, reafirmaba esa percepción de inmutable haciendo honor a su nombre
de Ciudad Eterna. Los fotogramas y vídeos de la exposición nos mostraban una
Roma que, obviando personajes y
vehículos que por ella transitaban, era, hace cincuenta o sesenta años,
idéntica a la actual.
También, en el Chiostro del Bramante, visitamos una
interesante exposición dedicada a la dinastía Brueghel (pintores flamencos siglos XVI-XVII). Solo un pequeño
pero; la práctica ausencia de referencias a El Bosco o Patinir, con los que
buena parte de la obra expuesta está íntimamente relacionada. Sin embargo llama
la atención como, sobre todo Brueghel el
Viejo, satiriza las confrontaciones religiosas de la época, superando el
terror devoto de El Bosco, sorteando con sus pinturas las circunstanciales y
evanescentes fronteras, erizadas de verdades absolutas, que separaban y separan
el bien del mal.
La del Colosseo era sobre el emperador Constantino, valiosas obras de
arte, y documentadas referencias históricas, permitían resituar aquella
truculenta época. Este emperador es más conocido por haber cesado la
persecución de los cristianos, parece ser que influido por su madre Elena. Él
mismo se hizo bautizar en su lecho de muerte, no sin antes asesinar, o mandar
asesinar, a su hijo mayor, a la segunda esposa y uno de los cuñados.
Terrazas romanas
Fachada del hotel Raphael
Más allá de monumentos, exposiciones, jardines y plazas de
visita imprescindible, Roma atesora múltiples calles o lugares recónditos que
pueden hacer las delicias del visitante. Subir a una terraza, a una cúpula o a
lo alto de una de sus colinas y contemplar la inmensa pradera que se extiende
por los tejados en esta época del año es una maravilla. No solo las terrazas
lucen sus mejores galas florales. También las hileras de tejas rojas de los
tejados son como surcos sembrados, donde crecen, espontáneas, múltiples plantas
en flor que parecen haber encontrado en esta ciudad su verdadero paraíso.
Un lugar que, al menos para mí, atesora las esencias y el tipismo
de Roma es Vía Margutta, una calle, aparentemente sin salida, que discurre
bajo el talud de Trinitá dei Monti. Allí vivió Fellini y vivieron o siguen
viviendo otros muchos artistas. Numerosos artesanos y galerías de arte ocupan
los bajos de las casas por cuyas paredes trepan
y se derraman hiedras, glicinias, viñas silvestres, buganvillas,
convirtiendo la calle en una fiesta de
color. Hasta las jardineras de terracota a lo largo de la calle hacen juego
con el ocre de las escasas fachadas
libres aún del cromático tapiz.
Resulta frecuente escuchar a quienes viajan a Roma que en
Italia no se come bien. Partiendo de que cada cual tiene sus gustos, mi opinión
es bien diferente. La cocina italiana, mas allá del estereotipo de la pasta,
que por cierto la preparan extraordinaria, es rica y variada. Otro tema es el
lugar elegido para comer. Conviene huir como de la peste de los
establecimientos montados y dedicados al turismo (ésta, en mi opinión, es una
regla de oro a seguir en cualquier lugar). En este caso hay que ir a comer
donde comen los romanos y en sitios no necesariamente caros. Una buena guía
siempre ayuda a comer bien ahorrando
dinero.
No voy a extenderme aquí, cuando quiero terminar este ya
demasiado largo relato, en alabanzas a la cocina romana, a esas trattorias, osterías o como las quieran llamar, que pasan de
generación a generación acumulando el buen saber hacer. Pero me resisto a no
recordar algunos platos que, al menos en mi caso, subliman el gusto y arte de
las perolas romanas. Las carciofi (alcachofas)- redondas, carnosas y moradas de
los primeros meses del año-, a la romana o alla
giudecca, la pasta all’amatriciana
o allo scoglio (moluscos) y de tantas otras formas. La carne de abacchio o coniglio (cordero o conejo)
preparada de múltiples maneras, prevaleciendo las hierbas aromáticas y el vino.
La trippa alla romana (callos) o la
tagliatta di manzo (chuletón), sin dejar de recordar algunos platos de
cuchara como la pasta con faglioli o ceci
(judías o garbanzos) que resultan
ligeros y fáciles de digerir al no llevar, salvo un poco de aceite, nada de
grasa. Esta última vez, en La
Campana , (dicen que es el restaurante más antiguo de
Roma) tenían un maglialino arrosto (cochinillo)
con poco que envidiar al de un asador segoviano.
Nos vimos obligados a
renunciar a las afamadas pizzas de Baffetto, porque la larga cola para
lograr mesa en su rústico local invitaba a desistir, y además en otros sitios
las hacen tan buenas o mejores.
Solo una referencia
al vino italiano que, lo mismo que el español, ha mejorado mucho durante los
últimos años. En Roma, hasta el Frascati
que hace años despachaban a granel y tiraba bastante para la cabeza, ahora lo
sirven embotellado, y su calidad es equivalente al de otras regiones
renombradas.
Tampoco quisiera cerrar este relato sin recordar la visita a
uno de mis restaurantes romanos preferidos, Felice. El abacchio al forno lo bordan, como
siempre, y el local, reformado por la generación actual que lo gestiona,
resulta más amplio y agradable. Lástima que en esta última ocasión nos tocó, en
la mesa de al lado, un cura español gritón - en Roma abundan los curas con
sotana – que, desentendiéndose de su acompañante, hablaba sin cesar por
teléfono, en tono fuerte, relatando a lejanos interlocutores, y a todos los
comensales, lo bien que estaba comiendo y la magnífica impresión que le causaba
Roma.
Al abandonar Italia intentaba no hacer recuento de tantos
lugares a los que me hubiese gustado ir sin que fuera posible en esta ocasión. Porque
ese recuento inducía a la nostalgia, y al
deseo de permanecer.
Ulpiano Rodríguez
Calvo
miércoles, 3 de julio de 2013
LA CAJA DE PANDORA
Cierto día el
poderoso Zeus decidió castigar a los hombres porque se habían vuelto malvados.
Y ordenó a su hijo Hefesto fabricar una
mujer. Con sus brazos vigorosos, el herrero divino la modeló hábilmente hasta
hacerla en todo semejante a las diosas y le dio por alma una chispa de fuego
divino.
Todas las diosas la
admiraron y la colmaron de dones. Incluso el mismo Zeus, quien le dijo: -Te
llamarás Pandora. Tu nombre significa la mujer
“de todos los dones”. A los que acabas de recibir añado este mío. Se
trata de este cofre que llevarás contigo. Contiene todos los males que pueden hacer
llorar, sufrir y destrozar a los hombres. Guárdate, pues, de abrirlo. Si lo
hicieras, los males se esparcirán por la Tierra.
Pandora acogió con
gratitud el don de Zeus y descendió a la Tierra, donde el Destino la hizo ser
esposa de rey Epimeteo, hermano de Prometeo. Pero Pandora no pudo contener su
curiosidad y abrió el cofre, y de allí salió un humo denso, negro, acre… Eran
todas las enfermedades, dolores, fealdades y vicios que irrumpían en la vida de los hombres.
Cuando todo el humo
denso se esfumó del cofre, Pandora miró al interior y vio todavía un gracioso
pajarillo de alas tornasoladas. Era la Esperanza, el único bien que queda a los
mortales para consolarlos de su desventura.
(Texto tomado del
Taco El Mensajero)
martes, 2 de julio de 2013
Un caballo y otros bichos
Cuando yo era guaje, en Campomanes, había
en el pueblo una fábrica de gaseosas. Ignoro porqué razón aquel sitio atraía
tanto a la chiquillería. Probablemente por la afición de los críos a toda clase
de golosinas: sólidas, líquidas y gaseosas. Puede que también influyera el
carácter del dueño, bondadoso, paciente y bien humorado. Su nombre era Eulogio
y calculo que tendría por entonces unos treinta y pico años. Sólo tenía un
defecto: bebía demasiado. Tanto, que a la hora de salir a repartir por los
bares del concejo ya tenía una borrachera que había que subirle al carro y eran
las diez de la mañana. El problema, teóricamente era complicado. En la práctica
era sencillísimo. Disponía de un carromato como los que hemos visto mil veces
en las películas del Oeste, y sobre todo, tenía un caballo llamado
Hermenegildo, bueno, Gildo para los amigos. Era feo, grisáceo, desgarbado, pero
era más listo que el maestro y el cura juntos.
A escasos metros de la fábrica pasaba la
carretera general Oviedo – León y en el centro del pueblo había una tercera
carretera que recorría todo el valle del Huerna.
Así que había tres posibles rutas: Norte –
Sur y Oeste. Alguien llevaba el carromato al punto de conjunción de las tres
rutas y, allí, le daba un breve tirón a las riendas y Gildo asumía que ese día
tocaba ir al sur. Se pegaba bien a la derecha y, mientras su dueño dormía, él,
caminaba sin prisa hasta que divisaba el primer bar, allí se paraba. Los del
bar cogían una caja de botellas llenas y dejaban una vacía. Le daba a Gildo un
trozo de pan y una palmada en el anca y Gildo arrancaba hasta la siguiente
parada. De nuevo en marcha y así de bar en bar hasta Puente de Los Fierros.
Allí, había cuatro bares y en el concejo muchísimos, pues los pueblos estaban
muy habitados, no como ahora. En Fierros Gildo, giraba para regresar a servir a
los bares que había dejado a la izquierda. Al llegar a la fábrica, se detenía y
ayudaban a Eulogio a bajar y le acostaban. No se había enterado de nada. Dormía
hasta las seis de la tarde y, hasta las diez él y un muchacho que le ayudaba se
dedicaban a preparar el cargamento para el día siguiente.
Cuando iban camino de Huerna al principio
del pueblo había una casa donde un chavalín que se lanzaba tras el carro y con
agilidad felina sustraía una gaseosa. Nadie le auguraba un buen porvenir al
mozuelo. Menos mal, que por una casualidad llamada “beca” fue a dar con sus
huesos a Corias, dónde gracias al cuidado de un fraile vecino suyo, el P.
Morán, logró salir adelante. Se llamaba y llama Jesús Álvarez Lorenzo y es,
actualmente Director General de Mercancías de la Renfe. Ironías del destino,
el, que no respetaba la mercancía ajena, controla ahora las mercancías de
España ¿De qué nos extrañamos que este país nuestro vaya de mal en peor con
gente como esta? Según me han informado el citado Jesús va diariamente a
trabajar de Atocha a Chamartín de madreñas y boina aldeana. El pobre no ha
logrado desprenderse de las querencias de la aldea.
Y me callo porque me da vergüenza contar
las innumerables veces que venía a mi casa a traerme como regalo una mantequina
envuelta en una fueya de berza. A mi me daba vergüenza semejante bochorno, pero
él insistía con el pretexto de que la había “mazao” el personalmente.
Pasaba los veranos en el Puerto de la
Bachota con su abuelo, cuidando el ganado y cómo a los catorce años ya era
fuerte cómo un toro y había muchas mozonas del Valle en las cabañas vecinas,
pues jugaban, y no precisamente con muñequitas y a cocinitas. Buen pájaro salió
el chaval de Sotiecho, y lo que yo sufría para sacarle adelante y ahora, cuando
nos vemos en Madrid, me invita a un vino Don Simón.
¡Ay, cuanto tuve que soportarle a él y a
su amigo llamado Cabú! Este llegó a director de las escuelas de Arriondas. Cómo
extrañarse de que la enseñanza en España sea una llaga. Tengo que consultar con
un psiquiatra pues temo ser un masoquista. Después de lo que me hicieron pasar
en Corias, tengo la satisfacción de considerarlos entrañables amigos. No tengo
remedio.
El tiempo todo lo cura…pero lo que yo
sufrí con estos dos fue demasiado.
Incluso años después de dejar el caserón
de Corias, estando ya en Madrid quiso que me uniera a él en un negocio para
hacernos de oro: resulta que el pueblo de su mujer , había un caserío medio
abandonado en lo más remoto de Quirós, quería poner un club de alterne, yo no
lo tenía tan claro. De la carretera al pueblo había que andar tres kilómetros y
yo no confiaba mucho en una masiva clientela.
Cabú tenía un burro, al que amaestró a
“tascarse” contra una cerezal que parecía torcida, y con paciencia, la
enderezó. Él me proponía crear y amaestrar una docena de pollinos y alquilarlos
por toda la zona al labrador que tuviese un árbol torcido. Yo tampoco acepté el
negocio y dejar la Biblioteca Nacional, tan cómodo por un negocio asnal.
Pero para que se vea que los que salían de
Corias, eran gente imaginativa, creadora, luchadora. Otra cosa es que yo no me
viera a mi mismo capacitado para regentar una casa de alterne o amaestrador de
burros.
Chuso, Cabú….un abrazo.
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