lunes, 24 de abril de 2017
“LEJOS DEL MAR”
¿A quién
contaré mis penas?
¿Quién me
las querría oír?
Yo, que
apenas puedo hablar…
que casi no
sé escribir…
¡Ay, si
pudiera llorar
en la playa
solitaria
viendo las
olas llegar… !
Rudo
invierno mesetario
-
¡qué calvario! –
Siempre el
cielo azul añil
¡y el mar
tan lejos de aquí!
No os
acerquéis a mí
que rezumo
olor a sal
y estando
la mar tan lejos
os podría
envenenar.
Solo un
nombre, Ventanueva,
y mi
recuerdo solloza.
¿Volveré a
ver algún día
aquella
ladera umbría
que
llamaban Valderroza?
Páramos
hoscos y secos,
pedregales
sempiternos…
¡están tan
lejos de aquí
los hayedos
de Muniellos!
Tormes
ancho y silencioso
de estampa
tan señorial
¿has oído
alguna vez
la voz
clara del Narcea
bajo el
puente de Moal?
Aldeas
horizontales
color de
tierra quemada
entre
oscuros encinares
¿conocéis
otros lugares?
¿Sabéis de
montes y valles,
de ríos y
torrenteras?
¿Sabéis que
existe la mar,
los barcos
y las riberas?
Brumas
eternas del Norte,
sé que
sabéis de mi duelo.
Os lo habrá
contado el viento
pues no tengo
en estas tierras
heraldo ni
mensajero.
.....
Si muero
lejos del mar,
si ya nunca
vuelvo a verla
¡no me encerréis
bajo tierra
en cofre de
madreperla!
¡No me
encerréis bajo tierra!
porque no
tendré enterrada
ni sueño ni
paz eterna.
¡No me
encerréis bajo tierra!
y dejadme
navegar
en la mar
verde y revuelta,
en la mar
que siempre amé
y que nunca
tuve cerca.
¡No me
encerréis en un cofre
forrado de
madreperla,
que no
quiero ser tesoro,
sólo quiero
ser marea!
¡No me
enterréis en un cofre!
¡No me
enterréis bajo tierra!
.....
MGM
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3 comentarios:
Hola amigos: Ante el sensato toque que nos ha dado el compañero Felipe a todos los participantes y colaboradores del Blog de los antiguos alumnos de Corias, por el excesivo e inmerecido letargo al que le estamos sometiendo, nuestra colaboradora Gloria, ha reaccionado de inmediato y ha sido la primera en enviar material para paliar en lo posible, este prolongado estado de galbana bloguera. Nos ha enviado un poemario que iré subiendo al blog por partes. Algunos poemas aluden a lugares concretos del Valle de Rengos, que para algunos pudieran resultar poco conocidos, pero no por eso resultarán menos interesantes y que estoy seguro que, dada su calidad literaria, serán del agrado de todos. A ver si cunde el ejemplo. Muchas gracias , Gloria.
Las añoranzas por la tierra donde se nace y se crece, como las que destilan estos sentidos versos de Gloria engendrados durante su estancia salmantina, es un sentimiento muy común entre muchos de los que hemos cambiado el relieve y el verdor de nuestros quebrados pueblos asturianos por la horizontalidad de la meseta. En mi caso, después de cincuenta y un años que llevo viviendo en León, que son más del doble de los que viví en mi pueblo, ya le encuentro belleza a este raso paisaje. El caso de la provincia de León es diferente, ya que es una región muy variada geográficamente hablando. Tiene montaña, llanura, vega, páramo y una densa red fluvial. De ahí que a veces me extraño yo mismo que me guste contemplar las grandes extensiones de cereal o de rastrojos en Tierra de Campos, o los yermos páramos de la Maragatería. Pero pienso que es un mecanismo de autocompensación que llevamos dentro pues, cuando lo que se nos ofrece a simple vista no es comparable, ni se parece al patrón que tenemos grabado de infancia en nuestra memoria, la vista y la imaginación se esfuerzan y escudriñan hasta el punto de encontrar belleza oculta que a simple vista no se aprecia. Este fuerte nexo de unión con la tierra que le vio a uno nacer, y que se echa tanto de menos durante la juventud, como pasa con todo en la vida, con la edad se va debilitando y aminorando.
Gracias, Gloria, por ser tú la que acudes, después del llamamiento al orden de Felipe, con este poema cargado de fuerza, tesón …y nostalgia a intentar despertar al blog de su sopor, y a nosotros de nuestro letargo. Gracias por estos versos que sentimos muy cercanos todos aquellos que, por decisión propia o por circunstancias impuestas, vivimos lejos de los paisajes y de las gentes que nos vieron crecer.
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