martes, 30 de agosto de 2022
REGRESO AL ANTIGUO CONVENTO DE CORIAS
Ya que este querido y casi olvidado, Blog de los Antiguos Alumnos de Corias, según va pasando el tiempo nos acordamos menos de él, hasta el punto de que, el día menos pensado, cuando queramos subir algo nos lo impedirán, y no Google, sino las telas de araña que seguro ya tiene en sus adentros, y yo quisiera, si no impedir, sí retrasar el máximo posible dicho proceso de anquilosamiento y oxidación. Últimamente, apenas registra entradas, salvo el dichoso “Spam” que cada vez que me pongo a eliminarlo tengo que borrar los intentos de salir a la palestra por cientos, y el poco movimiento que recoge el blog es para notificar la falta de algún compañero, ya que, esta información es una de sus funciones, aunque lo ideal sería que nunca se produjesen, pero el decidir quién se va y quién se queda, de momento, no está a nuestro alcance. Ahora que ya se aproxima el último sábado de septiembre, después del paréntesis de dos años sin celebrar el Encuentro anual de Corias y con el agravante de que según tengo oído, el Parador para esa fecha está completo, con lo cual el encuentro, si se hace, habría que externalizarlo, salvo la celebración de la misa, contando con que la iglesia esté libre de bodas y otros acontecimientos, que no lo suele estar siempre. Esto de sacar la celebración fuera de lo que fue nuestro instituto laboral supongo que no será del agrado de la mayoría de nosotros, pero me parece que tampoco debe de haber mucho donde elegir. No obstante, habrá que acomodarse a lo que se nos ofrezca, si no queremos que el paréntesis pandémico de los dos años sin encuentro, se agrande aún más. Yo, al ser de la zona, tengo algo más contacto con nuestro antiguo y monumental caserón, ya que, cada vez que venimos al pueblo, una de las visitas de rigor es siempre pasar por la cafetería para tomar algo y luego pasear por las dependencias que son visitables y también por los claustros, que estos siguen tal cual como los pateamos nosotros hace más de cincuenta años y no sólo con los pies, también con las rodillas muchos de nosotros. Este rito de la visita al antiguo Convento de Corias, es de obligado cumplimiento en cada viaje, y no le debe de extrañar a nadie pues, basta pensar en qué, bajo estos techos y entre estos robustos muros, los frailes Dominicos nos formaron y nos educaron. Y para ello hubo que soportar durante varios años de nuestra adolescencia y juventud, la dureza del estudio y la rigurosa disciplina que en aquellos años aquí se impartía. Ojalá ADEACO se las ingenie para que podamos juntarnos de nuevo y celebrar el encuentro de este año 2022 en el que el virus parece que ya lo tenemos bastante más domado que en los años anteriores. Salud para todos.
B. G. G. bloguero “Prior”
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Galán, ¿hace más de 50 años?, y casi de 60; depende de donde se ponga la referencia.
Por lo que se ve ya no tenemos ningún derecho sobre "nuestro monasterio".
Habrá que consultar, si es posible utilizar las dependencias de los frailes para nuestras reuniones anuales. No creo que estén todas ocupadas y contratar a algún restaurante que sirvan allí el menú. En la sacristía hay mucho espacio.
Toso es posible, con buenas intenciones.
Según parece, no tardarán en quedar totalmente abandonadas.
Publicar un comentario