viernes, 18 de mayo de 2012
LOS SANTOS DE MAIMONA, cuna de artistas/17
Texto
y fotos: jrFRANCOS
Hay personas que se expresan muy bien con la palabra y da gusto
escucharles, otras lo hacen con la escritura y nos encanta leerles; algunos con
un pincel en la mano atraen nuestra atención, porque nos deleitan sus cuadros,
y hay, en fin, quien se manifiesta entre fogones y nos chupamos los dedos
con sus guisos. Nuestro personaje de hoy no nos llama la atención por su
oratoria, ni por sus escritos o cuadros; tampoco es un gran cocinero. Él fija
nuestra mirada, y de qué manera, con los pies y las manos y el cuerpo todo que
mueve endiablada y acompasadamente al ritmo de Chuck Berry, Carl Perkins, Roy
Orbison, Elvis Presley, Jerry Lee Lewis y todos los grandes del rock and roll
de los 50.
FICHA
Nombre: Antonio Garrido Muñoz
F.
de nacimiento: 27-11-72
Estudios: Graduado Escolar y
cursos de FP1
Profesión:
Pintor
de pisos y fachadas
Aficiones: la música y el baile
rock and roll de los 50
Nombre
artístico: Tekila
Especialidad: showman del baile
Formación
artística: autodidacta
Actuaciones:
Bailó
con Bucéfalo, grupo de rock extremeño, en la sala Scalibur de
Vallecas (Madrid); hizo una gira con la banda de rock Strenos por
Cercedillas (Madrid), Mocejón (Toledo), Santibáñez de Béjar (Salamanca) y San
Vicente de Alcántara (Badajoz); ha grabado un videoclic para el grupo El
desván del duende y ha actuado en numerosas ocasiones por toda la comarca e
incluso en La Coruña
con el grupo local Calles ocultas, quien en su disco El camino
escogido le dedica una canción. Tele Extremadura, en su programa Gente
nada corriente, le ha dedicado un espacio. Por último decir que
tiene blog propio: antonio el tekila.
Su
apodo, Tekila, se lo puso un compañero, que luego sería batería de
algunos grupos, cuando siendo alumnos de escuela al ver cómo ya se movía al son
de la música y estando por aquellos años de moda Los Tekila, cuyo
cantante era también delgado como él, empezó a decirle: "Te pareces al
tekila que canta". Y hasta hoy.
De Antonio el Tekila se puede decir que vive tanto la
música y el baile, pone tanta creatividad en cada actuación, que dos
actuaciones suyas, con la misma música, nunca son iguales. Crea e interpreta en
cada momento según las vivencias que el ritmo le inspira y así lo vierte al
público. Me habla de la frialdad del baile de academia si se queda sólo en eso,
en técnica, y no se le pone ese algo personal que conecta con el espectador y
que es el duende o alma que hace que cada artista sea único.
Antonio nunca ha ido a ninguna academia ni ha recibido clases de
nadie; su academia está en su interior y la perfecciona yendo por todo España a
cuantos festivales de rock se celebran. Tiene dos álbumes con entradas y
recuerdos de los eventos por los que pasó. Así ha estado en 2008 en
Madrid para ver la actuación de los Stray Cats, fue a Barcelona
para escuchar a AC & DC, en Villarrobledo (Albacete) escuchó a Iron
Maiden, se desplazó a Granada para ver a Black Cats, además de todos
los conciertos importantes que se celebran en la región, como Extremúsica,
o el que dieron La
Frontera en Mérida o Loquillo y los Trogloditas en
Villanueva de la Serena.
Porque
lo suyo es la escalera y la brocha gorda con la que se gana el sustento, y el
rock y el baile en sus horas libres, con los que alimenta su espíritu.
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