ASTURIAS EN BLANCO Y NEGRO

                                                           Texto y foto:  jrFRANCOS

      En una de sus vueltas a la tierra, mi hija la "ovetense" me trajo un libro titulado ASTURIAS. Tarjetas postales, con esta dedicatoria: "Postales antiguas de tu tierra para que no olvides tus orígenes". Cuando abro el volumen, con encuadernación casi de lujo, me quedo un poco como parado. ¡Son postales en blanco y negro, acostumbrado que está uno tanto al color! Sin embargo, el libro cubrió las expectativas que en un principio no levantó, ya que lo leí/miré de principio a fin.

     Son algo más de cuatro centenares de postales que reflejan villas, lugares, rincones, paisajes, monumentos y costumbres de la Asturias de comienzos del 1900, la que entonces tenía poco más de seiscientos mil habitantes (ahora se sobrepasa el millón) que pertenecían en su mayoría a la sociedad rural, ya que las únicas concentraciones urbanas que sobrepasaban los diez mil habitantes eran Oviedo y Gijón.

     En el prólogo del libro se lee que la tarjeta postal, como medio postal diferenciado, "surgió a finales de 1873 y enseguida alcanzó gran difusión pues  en una época en la que viajar era un privilegio y cuando se hacía había que salvar las deficiencias de los medio de transporte  (una diligencia entre Cangas del Narcea y Oviedo llegaba a tardar hasta 15 horas), las tarjetas postales permitían a la gente por un módico precio la ensoñación de conocer unos lugares que de otro modo resultaban casi inaccesibles".

      Habla también el libro de aquellos pioneros de la fotografía de entonces y refiriéndose  a Cangas del Narcea cita a "Modesto Morodo Díaz (1884-1946), que realizó su aprendizaje en el estudio ovetense de Ramón García Duarte. Instalado en Cangas  a fines de la primera década de este siglo, se especializó en retratos de estudio y en la tarjeta postal con temas exclusivamente cangueses, que imprimía Mateu, S. A. (Madrid, San Sebastián), además de alguna colaboración gráfica en revistas locales". Seguro que alguno de vosotros, en concreto los de la villa o concejo, tenéis en casa fotos de vuestros padres u otros familiares realizadas por este fotógrafo.

      Un dato curioso que aporta el libro es el del nacimiento del turismo de playa en Asturias. Lo centra en Llanes y Ribadesella y expresamente señala a María Josefa Argüelles, hija del primer marqués de Argüelles y heredera de su título, como gran animadora cultural y promotora en ambas localidades Primero construyó, en 1895, un palacete en Llanes, que fue su residencia estival, que luego trasladó a Ribadesella. "En los dos centros veraniegos, la marquesa de Argüelles llevó a cabo una intensa vida social, construyendo incluso algunas viviendas para alquiler veraniego, y contribuyendo decisivamente en el desarrollo turístico de ambos núcleos.

      Otro dato llamativo es el referido a la basílica de Covadonga. Inicialmente existía una iglesia de madera, colgada en el aire a la altura de la Cueva, que fue pasto de las llamas, al igual que la primitiva imagen románica, el 17 de octubre de 1777. Después de varias iniciativas y proyectos, por fin salió adelante el de Federico Aparici, "que construyó la Basílica actual, de estética historicista, que recuerda algunas catedrales románicas de la Normandía francesa". Las obras comenzaron cien años después del incendio, en 1877, siendo consagrada en 1901.

      El libro, una vez superado el shock del blanco y negro, tiene el atractivo del volver la vista atrás, sobre todo en aquellos lugares que conoces cómo son ahora y las postales sin color te retrotraen a cómo eran cien años o más atrás.