VIAJE A LA HISTORIA

Mauregato Rey de Asturias

Me encontraba paseando por la historia, allá por el año 789 y me acerqué a la corte de la monarquía Asturiana. Había una gran fiesta, estaban nombrando al nuevo rey de la dinastía Asturiana. Me acerqué a un joven que muy atento a mis preguntas, me informó que días atrás había fallecido el Rey Mauregato de ahí el nombramiento del nuevo rey. Me interesé por su figura y le rogué me hablase de él. Me dice: le tuvimos como rey cinco años desde 783 al 788, era hijo natural de Alfonso I el Católico y de una esclava musulmana de nombre Sisanda. Al morir el Rey Silo fue elegido como Rey el hijo de Fruela I, el joven Alfonso II, con el beneplácito de la Reina Adosinda esposa del Rey Silo. Pero hay la corte…la nobleza no admitió tal nombramiento y nombraron a Mauregato, ya que estaban muy a disgusto con Fruela por las acciones cometidas en Asturias, con lo que el nuevo Rey tuvo que irse a tierras alavesas. Le voy a contar algo curioso “el tributo de las cien doncellas”, Mauregato para mantener la paz en sus territorios firmó un acuerdo con el emir de Córdoba Abderramán I, dicho acuerdo consistía en entregarle una vez al año cien doncellas cristianas. Hay un hecho interesante en su reinado la disputa originada por la Doctrina   Adopcionista en la que intervinieron Carlomagno, el obispo de Toledo, Elipando y el monje Beato de Liébana. Como ve esta gran fiesta es para nombrar Rey a Bermudo I de Asturias al que ya comienzan a llamar el Diácono. Volviendo a Mauregato le enterramos en la Iglesia de San Juan de Santianes en Pravia, también recibieron sepultura en este lugar el Rey Silo y Adosinda hija de Alfonso I el Católico y hermanastra del Rey Mauregato. En el Epitafio pusimos “Hic iacetin Pravia qui pravus fuit” para que me entienda “Aquí en Pravia yace él que fue depradado”. Solo me queda contarle que estuvo casado con Creusa y parece que tuvo un hijo de nombre Hermenegildo, después de relatarle brevemente la vida de Mauregato le invito a compartir estas viandas con nosotros…Le agradecí tanta amabilidad y compartí mesa; la caza estaba exquisita.