Jesusín y Osama

Leyendo la prensa sobre el asesinato del terrorista Ben Laden, vemos que ya están  surgiendo de  forma instantánea las dudas. Como no se han visto fotografías hasta el momento de la operación de asalto ni del cadáver,  parte del personal no se lo cree del todo; incluso se puede llegar a pensar que fue todo un montaje,  o también, que  se pudo eliminar a alguien en su lugar para suplantar al buscado Osama. Ahora viene el dilema por parte de la inteligencia americana  de, si se deben de mostrar las fotografías o videos grabados de toda esta operación, incluida la ceremonia del “entierro” en el mar como marinero de secano,  o no, para no “embriscar” excesivamente al personal.

Yo he leído opiniones y sugerencias dispares de todo tipo, incluyendo la de  gente que no se cree nada de lo que nos están contando, ni de lo que nos han contado hasta ahora. Incluso para los más perspicaces podrían  llegar a dudar hasta de la veracidad y existencia del malvado Ben Laden diciendo que,  bien pudo ser todo un montaje  virtual creado por parte de los poderes fácticos americanos.

Transcurridos diez años de la tragedia del  11S,  ya era momento de mostrar la eficacia e inteligencia de la CIA para vengar la fechoría del desastre cometido en la zona cero y contentar un poco a la ciudadanía americana. Por eso, de buenas a primeras, una madrugada salta a la prensa la noticia de que: han matado a Osama Ben Laden. Así como suena. Y no hay evidencia palpable alguna que se muestre al populacho. Sólo les ha faltado decir: palabra de Obama para que el personal respondiera con la cerviz inclinada: te creemos señor.

Yo, ni me lo creo del todo, ni me lo dejo de creer. Simplemente se me ocurre pensar que este personaje tan vil como cruel, virtual o real, que se nos presentó a través del tiempo, como fue el buscado Ben Laden, por qué no pudo  ser una recreación ficticia muy parecida a la de nuestro efímero y prolífico colaborador “Jesusín” el pelgar. Con la diferencia de que nuestro personaje, de maligno no tenía nada, todo lo contrario. El inventor del Pelgar no se tuvo que deshacer de este personaje por exigencia del público, o por haber cometido alguna fechoría, no. Más bien parece que lo mantuvo activo hasta que se cansó de él, o hasta que  ya no podía con el ritmo agotador que había adoptado últimamente, con sus extensas aportaciones casi diarias al blog.

Llegado este momento de saturación o hastío, por parte de quien dirigía los hilos de la marioneta pelgarina, simplemente lo que hizo fue  atribuirle al “invento” una sensibilidad excesiva para el mosqueo, con lo cual éste, creyéndose manipulado ante la sugerencia de los lectores de hacia donde debían  apuntar sus historietas se dio por ofendido;  sin más ni más, se nos mostró contrariado y ofuscado de la noche a la mañana y nos dio la espantá, casi podríamos decir que nos dio con la puerta en las narices.

Yo he pensado que nuestra reacción bien debiera ser como la del caso Osama. Debiéramos exigir pruebas evidentes de la existencia física del rural Jesusín, con la diferencia que nosotros lo queremos ver vivo, y tan vivo. Y no nos sirve que nos digan que fue arrojado al “regueiro” o como mucho al Narcea, porque no nos lo creemos,  ya que el Pelgar parece que era personaje de interior, y sin duda alguna de secano.

Tampoco nos sirve que se nos digan que está en el “parreiro” escondido entre la yerba. Queremos saber qué ha sido de este solterón, y a qué se dedica ahora en sus ratos libres.

B. G. G. (bloguero prior)