miércoles, 24 de octubre de 2012
PASEO MARITIMO (GIJON) I
Si el que te
insta es Alfredo
a que actúes
de “ripiero”,
no pondré yo
ningún pero,
pues por su
casta y empeño
me place seguirle
el juego.
De puntillas
y en somero,
voy a
iniciar un paseo
desde el
cerro Santa Catalina,
que linda con Cimadevilla,
hasta el
Parque el Rinconín
de este
Gijón maravilla,
bello y de
agrado sin fin.
Inicio pues
desde el cerro
la ruta,
fotos y el texto.
El Elogio del Horizonte,
es por
argumento y porte,
el símbolo
actual de Gijón
que por forma
y masa enorme,
todos tildamos
de nombre
como el
váter de King Kong.
Por
curiosidad lo expreso
que tiene
encanto escuchar,
si lo hacemos
desde dentro,
los bramidos
de la mar
cuando a
ritmo olas llegan
y en
acantilado estrellan.
Llegado es
el momento
de dejar
atrás el cerro
y enfrentar
a un monumento
que es la Iglesia de San Pedro.
Gótico del
siglo quince
dónde se
ubica el comienzo
de Playa de
San Lorenzo,
pues justo
la arena ciñe
desde ese
mismo lugar
todo el Muro
en bajamar.
Colindante
con el templo
están las Termas Romanas,
que incumben
a Ayuntamiento
y bajo el
parque soterradas.
Proseguimos
nuestro andar
dejando el cabildo
atrás,
deleitando
los sentidos,
y en
bienestar imbuidos.
Es la cuarta
escalera
y del paseo
el emblema,
Escalerona es llamada
por ser grandiosa
su estampa.
A esta
altura del muro
con tiempo
apacible o crudo,
a ocho de la
mañana
he
presenciado a menudo
que osados se
bañaban
contranatura,
sobrados
retando usos sensatos.
Hemos de
reconocer
que todos
estos centollos,
dermis
portan a placer
y lucen
cuerpos orondos.
Esti ye un
paseu largu
ya necesitu
un descansu,
ya seguirei
en outru ratu
onde dejei
el relatu.
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6 comentarios:
Ayer comentaba que como diría Dany Daniel "Yes un gallu amiguín". Hoy por la mañana entré en el Blog y te habían "cortado la cresta" pues la entrada y los comentarios habían desaparecido y ahora veo que por arte de magia vuelve a estar la entrada.
Medita bien la rima y como te decía ayer en tres o cuatro etapas llegarás a la Escalera 24 porque ahora será todo llanear.
José Manuel, ayer estuve a punto de comentar que se me hacía raro ver que últimamente escribías en prosa.
Ahora acabo de ver el excelente reportaje que pusiste de Gijón, y en tu forma habitual, que es más difícil todavía.
Después de los reportajes, tanto el de Alfredo, como el tuyo, no me queda mas remedio que decir que los de Gijón sois “Grandones”.
José Manuel hasta el momento, nos tenía acostumbrados a sus amenos y bien construidos ripios los cuales completan y adornan las entradas; por eso en cuanto tardan algo en aparecer en el blog todos los reclamamos. Pero ahora, haciéndose eco de lo que le pidió Alfredo, va y nos prepara un reportaje de los lugares más emblemáticos de la capital gijonesa ilustrado con fotos y encima contado en verso. Vamos, si esto es ya para nota. Y lo mejor de todo es que tiene trazas de querer continuar. Así así. No, si cuando yo dije que el Blog está que arde, creo que me quedé corto.
Si señor, buena descripción de la ruta por el bloguero Martínez.
Corresponde a Morán medir los versos y encajarlos donde corresponda, aunque veo que hay de varias medidas.
Estamos como queremos con estos reporteros que se lo toman tan en serio. Así me gusta; Galán nos manda la foto de su protegido Romualdo. Alfredo, de la "mareona" y Jose Manuél una ruta con fotos y además en verso. Tiene razón Maribel, sois "grandones".
Con un poco de retraso, como casi siempre, felicito al Versificador Mayor del Blog por este, bien elaborado y como siempre ingenioso, reportaje de una parte de nuestra tierra. La primera imagen de Gijón que siempre me viene a la memoria, antes que la de otra época del año, es la del otoño. Quizá porque en una ocasión, otoño del 69 me parece recordar, estuve comiendo (perdón por volver con el comer) en la zona creo que llamáis del Piles, y unas olas enormes (olonas) batían bajo los grandes ventanales del restaurante. De las visitas posteriores, incluso recientes, no guardo tan intenso recuerdo. Con tu entrada y la de Alfredo nos habéis acercado de nuevo a esa estupenda ciudad.
El baño en aguas frías dicen que es saludable, pero yo lo practiqué en contadas ocasiones. En diciembre del año pasado me encontraba en esta ciudad, y, a las 8 de la mañana, aquí amanece más temprano, con una temperatura de menos 6º, caminaba por la orilla del lago cuando salió una mujer del agua vistiendo un escueto bikini, se enfundó en un anorak dejado en la orilla, cogió la bicicleta y se marchó zumbando. A esta no le sobraba un gramo de grasa y, aunque estaba de buen ver, puedo asegurar que no era el espejismo de una sirena.
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