miércoles, 26 de diciembre de 2012
Carta a Ulpiano
Es imposible que tú y yo estemos en las antípodas. Yo solo
estoy en las antípodas de mi mismo. O sea casi nunca sé donde estoy. Hace
tiempo que dejé de creer en casi todo lo humano, salvo la amistad. Solo admito
una autoridad sobre mí: El Evangelio y la Guardia Civil de tráfico.
Y, ahora cómo en esas entrevistas cutres que aparecen en las
revistas del corazón, te respondo a unas hipotéticas preguntas que tú podrías
hacerme:
Un político: Pericles S G V A C.
Un partido político: Ninguno, hace 24 años que no voto a
nadie.
Un escritor: Cervantes, Ortega y García Márquez.
Un músico: Mozart, Beethoven y Mahler.
Un dramaturgo: Shakespeare, Prestley y Lorca.
Un pintor: Goya, Rembrandt y Müch.
Un país: Suiza.
Un personaje que admiro: Teresa de Calcuta y Plácido
González (Minero socialista y buenísima persona de aquí de Pola).
Una autoridad: el evangelio solo.
Una película: Casablanca, El tercer hombre y El Vampiro de
Düsseldorf.
Un hobbie: Las tertulias con mis amigos y con ex alumnos.
Un monumento: La iglesia románica de San Salvador de
Cantamuda (Palencia).
Una bebida: el blanco de Alsacia.
Una comida: el pote asturiano y la paella.
Un humorista: W. Fernández Flórez.
Una fruta: la ciruela Claudia.
Un recuerdo entrañable: Corias y Cork.
Un libro: La Sociedad abierta y sus Enemigos. Karl Popper.
Una ciudad: Praga.
Una serie de televisión: Los Simpson.
Un animal: el perro.
Lo que más odio: La avaricia.
Una novela moderna: El amor en los tiempos del cólera.
La mejor novela para mí: Don Quijote de La Mancha.
Un deportista: Nadal.
Lo que más quiero en este mundo: Samuel y Emma, mis nietos
de tres y un año.
El cielo: Lo espero.
El infierno: no existe.
El momento más feliz de mi vida: estaba en cama recién
salido del hospital y con los ojos vendados oí una vocecita. Era mi hija Rosa
de cuatro años. Papi ¿me dejas acostarme un poquito contigo? - Sí, hija acuéstate. (Papá ¿Quieres que te
cante algo o que te cuente un cuento?). – Bueno hijina. – Papi, que guapo eres.
Lo peor: no haber sido cariñoso con gente que estaba
necesitada de MÍ.
El paisaje más bonito del mundo: Appenzeller, Suiza.
Lo que más me gusta de Asturias: el pote, el arroz con leche
y el paisaje.
Lo que menos me gusta de Asturias: los gritos y las
blasfemias.
Si necesitas más pistas, estoy dispuesto a darte las que
necesitas. Espero que algún día, tomando un vinín de Cangas, podamos departir
amigablemente sobre lo divino y lo humano.
De momento, te deseo un feliz año y un próspero año nuevo.
Tu amigo.
Pepe
Morán. Dominico – ex.
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4 comentarios:
Morán, sólo felicitas a Ulpiano y ¿el resto qué?.
Me llama la atención lo que dices del cielo y el infierno. Si resulta que, ahora, no existe el infierno; vaya la cantidad de trolas que nos metisteis para el cuerpo.
Si, como dices, no existe, el cielo lo tienes chupao, por eliminación.
El único infierno que existe es el que tenemos cada uno de nosotros en nuestro entorno. Aquello que decía el Hugo Chávez de Bush hijo sería verdad. La ventaja de estos seres malignos es que los perros no se les acercarán nunca para mearles debido al miedo que les tienen a los vapores azufrados que despiden. Desgraciadamente, hay muchos de estos sulfurosos a nuestro alrededor. Algunos ya están reaccionados y todo. Más que olor a azufre, lo que despiden es olor a sulfhídrico; es decir: a huevos podres.
Jamás he afirmado, ni se me ocurriría, Morán, decir que estoy en las antípodas de tí.
Puedo discrepar, y discrepo, de algunas de tus opiniones sin que esto signifique mella en la imagen de antiguo profesor, y buen escritor- para confirmarlo basta con leer tus entradas en el blog- que tengo sobre tu persona.
A lo largo de la vida he disfrutado de amigos entrañables con supuestos teóricos sobre la vida similares a los tuyos. Si algo he aprendido es que no existen verdades absolutas, y son muy pocas las cosas capaces de romper puentes y entendimientos entre las personas.
La hipotética encuesta a la que das respuesta lo confirma plenamente. Estoy de acuerdo contigo en la inmensa mayoría, igual que radicalmente en desacuerdo en una minoría. Algo normal teniendo en cuenta lo simples y complejos que somos los humanos.
Solo decirte que si coincidimos por Cangas estaré encantado de compartir contigo unos vinos, o lo que se tercie, y hablar de lo divino y lo humano. Eso sí, te advierto, hablar hablarás más tú yo, en distancias cortas, soy más bien callado.
Felices fiestas y buen próximo año.
Entro con un poco de recelo, los escritos de Morán me dejan apabullado, por la sapiencia del Magister. A la vez alegre, pues entre el Papa y Morán han dinamitado el templo de mis creencias y reducido a cenizas,lo poco que quedaba. Pienso como Benjamín, el cielo y el infierno, lo pasamos en esta vida, lo demás: " polvo eres y en polvo te convertirás".
Me llama la atención, que solo admitas dos Autoridades sobre tí.El Evangelio, lo comprendo por tu formación. Pero la !Guardia Civil de Tráfico!.Durante los muchos años en la carretera vi de todo.En controles de velocidad y alcoholemía, los agentes solo siguen las instrucciones, que le dan unos aparatos, previamente calibrados, revisados y homologados anualmente, por el Intituto Nacional de Metrología. Pues, no veas los follones que se montan. La gente no están de acuerdo con nada, son momentos desagradables y se pasa mal. Sueltan por la boca "sapos y culebras".
Debes ser de los pocos Españoles, que reconocen esta ingrata labor, en aras de una disciplina y orden en las carreteras, donde nos jugamos todos mucho.
Un saludo.
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