viernes, 21 de diciembre de 2012
Mary Cronin y la luna.
Dedicado
a Marta Rodríguez, amante de la poesía.
En uno de los cinco veranos que pasé en Cork, de los cuales
cuatro di clase de literatura hispánica en la Universidad , aquel año
1967 tenían un programa realmente duro: leer, comprender y explicar hasta el
mínimo detalle de tres obras de la literatura española: Fuenteovejuna, Zalacaín
el Aventurero y Bodas de Sangre, el problema se planteaba con la obra de Lorca.
Meter la poesía de Lorca o de un andaluz en la mente de aquellos alumnos
nórdicos era tarea imposible. Que la
luna rompa a hablar y se implique emocionalmente con un suceso amoroso
humano, les parecía tan exagerado como
decir que el canalón de mi casa lleva una temporada malhumorado.
Para un irlandés es apenas comprensible que la misma noche
de la boda se largue la novia. Pero todos saben que los problemas humanos son
muy variados y, a veces, incompresibles y hasta estrafalarios.
El problema es cuando el autor hace intervenir a la luna y
hace que ésta tome parte apasionada en el suceso, un irlandés sabe por los
libros escolares que existe la luna, que gira en torno a la tierra, que ilumina
a ésta con una suave luz pálida. Lo saben por los libros y se lo creen, no la
ven porque la luna es una rareza en aquel clima, tan raro como sería ver las
orillas del Narcea llenas de cocodrilos. Yo conocí a un ancianito que creía
recordar haberla visto en su infancia. Pero estaba el pobre un poco pasadín.
Pero allí donde a días de calor ardiente suceden noches
ligeramente frescas, las gentes comienzan su vida social a partir de las diez
de la noche y en los pueblos se llenan las calles de grupitos, de tertulias,
sentados en sillitas y en corro. Es la hora de las guitarras, del abuelo que
inicia el baile y la nieta de diez años que le sigue, todo es alegría pero
también es la hora de los amores oscuros, de los celos encendidos, de los
odios, de las venganzas que buscan la navaja. Y se van ya tarde para sus casas
tan pobres como siempre y más felices que nunca. Y esa noche anterior a la
boda, la novia se dio a la fuga con un amante, en un caballo blanco, al galope
por olivares y barrancos. Y detrás, el novio y sus amigos galopando
enloquecidamente para darles muerte y la luna no puede más, tiene celos de los
amantes no quiere que salgan con vida y empieza
a hablar. Ella lejana, fría y sola durante milenios no puede soportar
más su gélida soledad y empieza a decir:
Cine
redondo en el río
Ojo de
las catedrales
Alma
fingida en las hojas
Soy ¡No
podrán escaparse!
La luna
deja un cuchillo
Abandonado
en el aire
Que
siendo acecho de plomo
Quiere
ser dolor de sangre
¡Dejadme
entrar!
Vengo
helada
Por
paredes y cristales
¡Abrid
tejados y techos
Donde
pueda cobijarme!
¡Tengo
frío! Mis cenizas
De
somnolientos metales Y luego…
No hay
sombras de la emboscada
Que no
puedan escaparse
Que
quiero entrar en un pecho
Para
poder calentarme
¡Un
corazón para mí!
¡Caliente
que se derrame por los montes de mi pecho
¡Dejadme
entrar, Ay dejadme!
Yo haré
lucir al caballo
Una
fiebre de diamantes.
Pero me
lleva la nieve
Sobre
su espalda de jaspe
Y me
anega, dura y fría,
El agua
de los estanques.
Pues
esta noche tendrán
Mis
mejillas roja sangre,
Y los
juncos agrupados
En los
anchos pies del aire.
¡No
haya sombra ni emboscada,
Que no
puedan escaparse!
¡Que
quiero entrar en un pecho
Para
poder calentarme!
¡Un
corazón para mí!
¡Caliente!
Que se derrame
Por los
montes de mi pecho;
Dejadme
entrar, ¡ay, Dejadme!
Querida Mary, tú para entender esto tendrías que pasar un
año en una aldea de Jaén o de Córdoba y sentir la vida latir cuando aparece la
luna; si acaso te enamoras de un morenito de ojos de azabache que te ahoga
entre sus brazos diciendo: “Quilla, ere lo mejó der mundo, ere para mí arma
mía”.
Y en ese momento miras al cielo, verás a la luna palidecer
de celos. Ella, tan lejana y sola.
O déjate de llevar a la feria de Abril de Jerez, que veas,
que huelas, que te dejes empapar del ambiente.
Negocio
y poesía. ¡Feria de Jerez!
Rumbo y
elegancia, de esta raza vieja
que gasta diez duros en vino y almejas
vendiendo una cosa que no vale tres.
Pero el examen era en septiembre. Yo la quise tranquilizar y
le dije que iba a confeccionar en un papelito del tamaño de un naipe con la
letra chiquitita, la media docena de cosas que fuesen lo esencial de lo que
significó Lorca. Me miró sin entender de qué iba la cosa.
Y “¿Qué hago con eso?” (Yo pensé que era tonta o se
hacía).
Pues lo metes debajo del folio del examen y de vez en cuando
echas una miradita cuando no te vigile nadie. Se quedó mirándome incrédula,
casi horrorizada y me dijo “But I musn´t do it. I can´t it” Pero no se debe
hacer eso, no puedo hacerlo.
De súbito me di cuenta que el mundo entero no es España, de
que el mundo es muy amplio y variado, de que no se admite que engañar, mentir
sea algo de listos y hasta plausible. Sentí vergüenza. Con razón aquí
se inventó la novela picaresca y el que es listo recibe la complacencia
de los demás. Luego tenemos unos políticos y unos sindicalistas que nos
mienten. Normal. Han sido elegidos por unos votantes a los que mentir y engañar
les parece normal.
No salió Lorca en el examen y salimos de la situación.
Quedamos en celebrarlo ella, su novio y yo. Su novio era un capitán de los
Boinas Verdes del ejército irlandés.
Brindamos por España, por Irlanda, por Lorca, por Lope de
Vega, por nuestra amistad y por los Domincan Fathers. En fin, cosas bellas de una vida.
Pepe
Morán, Dominico – ex.
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3 comentarios:
Hacer un amigo es una gracia.
Tener un amigo es un Don.
Conservar un amigo es una virtud.
Ser tu amiga es UN HONOR.
Paulo Coelho.
Entre hojas caidas,
mis pies cansados caminan,
despliego mis alas,
que a los amigos cobijan.
Lloro de alegria,
cuando son estos amigos,
los que conmigo caminan.
Marta.
Gracias Pepe.
¡¡FELICES FIESTAS!!
Gracias, Morán. Creo que nunca me cansaré de leer tus relatos. Sigue escribiendo y deleintándonos con tus narraciones.
¡FELIZ NAVIDAD! para tod@s. Lo de Próspero Año, habrá que dejarlo para más adelante...
No tenemos perdón, liados con las empanadas se nos escapa sin comentar, salvo Marta y ahora Julio, la brillante entrada de Morán. Igual que puedo discrepar de algunas de sus opiniones- ideológicamente, tengo la impresión, estamos bastante lejanos- debo reconocer que sus escritos, y este en concreto, están a la altura de un buen profesor.
Es de agradecer que traiga a Lorca al blog de la mano de un pequeño fragmento de Bodas de Sangre.
Hace poco visité, por los cerros del Cabo de Gata, el Cortijo del Fraile donde se desarrollaron los sangrientos hechos, en los que Lorca, según parece, se inspiró.
Aunque el cortijo, al que se accede por una pista de tierra, en la actualidad amenaza ruina esperando que las instituciones resuelvan problemas de propiedad y de restauración, el paraje semilunar es profundamente lorquiano, incluso los jornaleros que se afanan cultivando los vastos campos de brécol que se extienden por los alrededores.
No estoy tan seguro, como parece apuntar el escrito de Morán, que la sangre caliente sea patrimonio exclusivo del sur. Él, al vivir más tiempo en las tierras del norte les conocerá mejor; y es cierto que la apariencia confirma su versión. Sin embargo, hechos conocidos y algunas lecturas no parecen dejarles exentos de las pasiones ¿tal vez son la excepción? Pero tratándose de personas tan ilustres y vecinas como el mismísimo Shakespeare, por mucho que sitúe a su Otelo en el Mediterráneo, es más que una excepción.
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